El sol rebotaba las paredes del laboratorio, los tres hombres que se quedaron dormidos pudieron percibir el calor de los rayos del sol, uno a uno comenzó a despertar hasta que los tres estaban mirando la camilla donde se suponía que se encontraba Henry.
Los tres saltaron de sus sillas al ver que el muchacho no se encontraba donde debería estar.
- Y Henry? ... donde esta?...- preguntaron los tres al mismo tiempo.
Comenzaron a revisar el lugar preocupados por el bienestar del muchacho.
- No está!!....donde Diablos fue?...- preguntó Dan preocupado y molesto.
Hasta que Henry apareció entre ellos con una bandeja llena de cosas deliciosas para que sus amigos pudieran comer.
-. Amigos míos!! Por fin despertaron !!... que día más hermoso y soleado!!...- exclamó el joven alegre.
Los tres hombres se miraron confundidos, la noche anterior Henry estaba apunto de morir y ahora era como si nada hubiera pasado.
-- Henry?!...- preguntaron los tres al mismo tiempo.
-Me disculpo doctor Poe por haber entrado a su cocina, pero tenía mucha hambre después de haber casi muerto anoche... por favor desayunan...-dijo amablemente Henry.
- Henry... te encuentras bien? No te sientes débil?...-preguntó el doctor Poe acercándose al joven para revisar la mordida.
Henry se dejó revisar por el doctor, este al verlo se dió cuenta que todo estaba bien , incluso no existía cicatrices de una mordida.
- Que pasó aquí Henry?... ni siquiera tienes las marcas de la mordida de Vladimir?...- preguntó confundido el doctor.
Henry los miró a los tres.
-Si... realmente fue un milagro... no sé si se dieron cuenta anoche pero los tres cayeron en un sueño profundo...- los miró con intensidad.
Los hombres se miraron sorprendidos, la verdad no se habían percatado de lo sucedido.
- A que quieres llegar con eso Henry?...-preguntó confundido Dan.
-Que nada de lo hicieron por mi como succionar la sangre o las sanguijuelas daban resultado...- dijo misterioso Henry.
- Entonces como pudiste salvarte de una muerte segura?...- preguntó inquieto Santos.
- Alfred... fue Alfred el mayordomo de Benoit Miroslav me salvo anoche, él volvió a morderme para sacar el veneno de Vladimir Stax...- dijo tranquilo el muchacho.
Los tres hombres quedaron con la boca abierta por lo que les contaba Henry.
- Entonces él debe saber que eres un cazavampiros y que nosotros sabemos que tanto Benoit Miroslav como él son vampiros?...- preguntó desconcertado Dan.
- No me cabe la menor duda de que lo que has dicho es cierto... ahora no se si Alfred le contará lo sucedido a su amo ... ahora coman... debemos planear nuestros nuevos pasos contra Benoit...- dijo pensativo Henry.
Mientras tanto en la cabaña de Emilio, el joven se estaba despidiendo de su abuela para ir a trabajar.
- Hijo... antes que te vayas, ayer fui a la ciudad para ver si ti hermana había escrito y recibí esta carta...- dijo Ana nerviosa mientras le entregaba la carta.
Emilio recibió la carta de su hermana mayor Catalina y comenzó a leer lo que en ella decía.
Emilio se llevó la mano a la boca por lo que estaba leyendo.
- Oh!! Pero que desgracia... pobre Catalina quedar viuda y con dos niños... dice que regresara a San Juan de la Luz, en París se siente sola y abandonada... pero que tristeza abuela...-dijo preocupado Emilio.
- Si... es una desgracia para Catalina siendo tan joven haya quedado viuda.. según la carta debe llegar mañana con sus hijos y hay que ir a buscarla al muelle...- dijo preocupada Ana .
- Hablaré con Benoit para que me pueda dar libre mañana... ahora me voy abuelita...- dijo cariñosamente Emilio dándole un beso en la frente.
Cuando se fue Emilio, Ana quedó pensado en la situación económica que enfrentarían, aunque Emilio ganaba bien, ahora tendría que mantener a su hermana y sobrino.
- Quizás debería ir hablar con el tal Benoit Miroslav y contarle que tiene dos hermanos y que la fortuna de los Miroslav también les pertenece a Catalina y Emilio...- dijo pensativa la anciana.
Emilio llegó a los viñedos de los Miroslav, desde que llegó hacerce cargo todo estaba llendo muy bien.
Benoit estaba en su oficina revisando algunos papeles cuando vio entrar a Emilio preocupado.
- Ocurre alguna cosa Emilio?... porqué tienes esa cara de preocupación muchacho?...- preguntó con interés Benoit.
Emilio lo miró fijamente y como si Benoit fuera un familiar cercano se sentó en la silla para contarle lo sucedido.
- Es mi hermana señor... tengo un hermana que se casó y se fue a viví a París, tuvo dos hijos varones , estaba viviendo bien en la capital, pero ayer mi abuela recibió una carta donde le contaba que su esposo había fallecido debido a una enfermedad desconocida, por lo que mi hermana señor...ha quedado a merced de la indigencia, por eso ha vendido todas sus poseciones para comprar boletos de barcos para ella y sus hijos... mañana llegarán a San Juan de Luz , y quisiera pedirle si me puede dar libre mañana para ir a recibir a mi hermana al muelle...- dijo sin parar Emilio .
Benoit quedo pensativo por un momento, una extraña sensación de calidez invadió su corazón frío, era cómo si sus instintos le dijera que debía proteger a la muchacha.
- Claro que sí Emilio... has sido muy leal y eficiente conmigo, no solo te daré el día también la semana, para que tu hermana y sobrinos se puedan instalar bien... Ah!! Una pregunta... tu cabaña no es muy pequeña para que todos vivan ahí?...- preguntó con curiosidad Benoit.
- Bueno si señor, pero nos arreglaremos en nuestra pequeña casa...- dijo orgullosa Emilio.
Benoit se levantó de su silla y fue a una gaveta donde sacó unas llaves , se las entrego a Emilio.
- Toma... estás son las llaves de una casa que no ocupo y que esta en la ciudad, ahora es tuya... puedes cambiarte con tu abuela y hermana para que puedan vivir más cómodamente...- dijo sin más Benoit.
Emilio abrió los ojos de asombro.
- Pero señor... es demasiado para mí!!...- dijo emocionado Emilio.
- Has sido muy eficiente Emilio... te lo mereces, mandare a limpiar la casa y que compren algunos muebles, así no tendrán que llevar sus cosas solo sus pertenencias personales, también le diré a Alfred que los ayude...y como se llama tu hermana?...- preguntó con interés Benoit.
- Mi hermana se llama Catalina... Catalina Jackson...
- Catalina?!... no he escuchado ese nombre desde hace años ...- dijo pensativo Benoit. Recordó a su pequeña hija que fue asesinada por los soldados, un suspiro de tristeza lo invadió , miró a Emilio. - Ve a trabajar y deja todo en orden , también ve por Alfred.... necesito hablar con él...- ordenó Benoit. El muchacho asintió con la cabeza y salió dejando a Benoit sumergido en sus pensamientos. Alfred entró a la oficina y encontró a Benoit pensativo. - Ocurre algo señor?...- preguntó con curiosidad Alfred. Benoit reaccionó y miró a su mayordomo. - Ha pasado mucho tiempo... pero las heridas siguen doliendo como el primer día...- dijo reflexivo Benoit. Alfred frunció el seño confundido. - A que se refiere señor?...- preguntó Alfred mientras se sentaba. Benoit suspiro profundamente. - Recorde a mi hija ... eso es todo... Alfred necesito que envíes a limpiar y remodelar la casa de la ciudad... y también quiero que busques al escribano voy a traspasar la casa a Emilio.
Catalina se acercó a su hermano y le dio un abrazo fuerte, sus ojos se llenaron de lágrimas al volver a su ciudad natal, también corrió donde su abuela y la abrazó con cariño. - Abuelita!!... no sabes como te he extrañado estos años, me han hecho mucha falta... los dos...- dijo Catalina emocionada. Su abuela seco sus lágrimas con su arrugadas manos mientras la miraba con devoción. - Querida... has cambiado mucho, te fuiste siendo una niña y has vuelto como toda una mujer y madre..- dijo con cariño Ana. - Pero ahora estamos de nuevo juntos... quiero que conozcan a mis pequeños... el es Edward y el pequeño es Frédéric...- dijo mientras le indicaba a los pequeños saludar. Las manitas de los niños estrecharon las manos de su bisabuela y tío. Mientras tanto Alfred se encontraba observando la escena con mucha atención, su mente estaba confusa. Emilio llevó a Catalina a conocer a Alfred. - Hermana...quiero wue conozcas a mi jefe ...bueno uno de ellos, Alfred Michelle...- dijo mien
Benoit llego a su mansión a toda prisa cuando Alfred lo detuvo. - Señor!!... debo hablar con usted!!....es algo urgente...- dijo nervioso el mayordomo. Benoit le hizo un gesto con la mano. - Más tarde !! ... ahora debo ir a darme un baño ... hoy Elizabeth acepto que la llevara a pasear a mis viñedos... estoy apurado... te prometo que cuando llegue hablaremos...- dijo feliz Benoit. La actitud del vampiro sorprendió al mayordomo, nunca lo había visto tan emocionado por una cita. - Mmm... Acaso se enamoró de verdad de la joven Real?... esto es realmente un cambio de los acontecimiento...- dijo pensativo Alfred. Benoit entró a la tina , su cuerpo perfecto y musculoso lo hacía ver como un verdadero dios griego, su cabellera negra y ondulada brillaba como nunca, se sumergió en la tina mientras pensaba sin querer en Elizabeth, su hermoso rostro apareció en su mente que lo confundió un poco. Se levantó del agua mientras se secaba el agua de su rostro. - Elizabeth ... que me has he
Henry siguió a las primas a la casa de Emilio, se escondió dónde no pudiera ser visto pero él podía ver y escuchar lo que dirían las mujeres. Silvia golpeó la puerta y Catalina fue abrir, vio a dos mujeres desconcertadas mirándola, el parecido con Johana era increíble. - Buenas tardes... Madame... En qué las puedo ayudar?...- preguntó con curiosidad Catalina. - Eh?... Buscamos a Ana Jackson... Ella se encuentra?... Preguntaron nerviosa las mujeres. Catalina asintió con la cabeza y fue en busca de su abuela. Ana salió y vio a las primas mirandola con pánico. - Por fin están aquí... Vamos al jardín, ahí tendremos privacidad...- dijo Ana llevándolas al jardín de la mansión. - Porque estás aquí Ana? Y sobretodo porque has permitido que tus nietos vivan en este lugar?...- reprochó la Tía Carlota. Ana las miró con enojo. - Este lugar les pertenece a ellos... Son los hijos de Benjamin Miroslav y tienen todo el derecho del mundo el estar aquí!!...- les reclamó la mujer. - Pero Ana !
- Si... Señor... Emilio es su hijo...- dijo Alfred con tristeza. Benoit cayó al suelo mientras lloraba de amargura, no podía creer que Johana la mujer que él amaba con locura le causó tanto dolor, lentamente abrió la carta de Vladimir y comenzó a leer como él tramo todo para que Johana cayera en su trampa, Benoit arrugó la carta mientras su cara se podía roja de rabia, el vampiro dió un grito de angustia. - No!!!... Maldito Vladimir!!... Se aprovechó de la ingenuidad de Johana... Y solo para convertirme en un asesino!!...- grito con fuerza Benoit. - No solo usted fue perjudicado esa noche, yo debía encontrarme con Catherine y ella me confesaría su embarazo, pero Vladimir me interceptó en el camino para avisarle de los soldados... El lo planeó muy bien todo...- se lamento Alfred. Benoit lloraba de impotencia y desesperación, el arrepentimiento lo embargó. - Y...ahora que haré?... Tengo dos hijos que han vivido penurias... No puedo presentarme y decir soy su padre... Que hago Alfred
La anciana paledecio ante la pregunta del ser que ella pensaba que era el espíritu de su yerno, seguro la casa todavía recordaba los acontecimientos de esa noche, trató de calmarse mientras se refregaba los ojos, para ver si estaba alucinando, pero Benjamin Miroslav seguía ahí parado esperando una respuesta, Ana comenzó a balbucear. - Yooo... no sé...- dijo nerviosa la anciana. - No mientas... no es tu estilo... dime lo que pasó y te dejare en paz...- dijo tranquilo Benoit. Ana se sentó mientras tomaba agua para calmarse. - Todo comenzó cuando Johana estaba embarazada, sintió que tú ya no la querías y que no la encontrabas hermosa, los rumores de infidelidad crecieron, provocando en ella inseguridades, cuando nació tu hija, ella pensó que todo volvería hacer como antes, pero tú te volviste indiferente y tanta cruel con ella, pasó el tiempo y las cosas entre ustedes no mejoraron, hasta que apareció un hombre diciendo que era amigo tuyo, ese hombre le lleno la cabeza de cucarachas,
Benoit salió de la habitación de Caroline y se dirigió al jardín de la familia Real, vio sentado en la pileta a Henry fumando una pipa, esa acción de verlo fumar le llamo la atención al vampiro. Henry que se encontraba de espalda, sonrió y sin darse vuelta dijo : - Como estas ? Benoit Miroslav o debo llamarte Benjamin Miroslav?... - preguntó sarcástico Henry. Benoit también sonrió. - Estoy bien ... Henry Real o debo llamarte...Henry Hunter?...- preguntó Benoit mientras caminaba hacia él. Henry se dio la media vuelta y vio al vampiro de tras de él. - Que te trae por aquí a estas horas de la noche... señor Miroslav?...- preguntó con interés Henry. Benoit suspiro profundamente y se sentó al lado de Henry. - Vine arreglar algunos asuntos pendientes...- dijo seriamente el hombre. - Realmente eres un misterio... Benoit Miroslav...- dijo Henry con atención. - Henry...necesito que hablemos seriamente... pero no aquí...salgamos a caminar, no quiero que nadie escuche lo que te
Henry arrugó la carta con furia, pero apesar del odio que sentía por Vladimir, se pudo sacar un peso de encima. - Maldito Vladimir Stax!! ... espero que te estés achicharrando en el infierno!!... casi creo tus sucias palabras... pero tu egocentrismo te hacia escribir todas tus perversiones... Lo siento abuela por haber dudado de tí... fuiste una mujer intachable...- dijo Henry emocionado. El muchacho entró en la mansión y vio a Elizabeth salir de la biblioteca con un libro. - De dónde vienes tan tarde Henry? ... acaso te conseguiste una novia?...- preguntó divertida la joven. Henry la miró fijamente y se acercó a ella. - Has cambiado prima... tu semblante ya no esta demacrado... espero que sea por la llegada de tu hermana y prima... porqué seria una lastima que fuera por Benoit...- diji con tono misterioso. Elizabeth endureció su mirada. - Solo estaba bromeando contigo... no es necesario el sarcasmo...- dijo molesta Elizabeth. Henry le sonrió. - No te molestes Elizabe