Rachel Ward se había convertido en la obsesión de Ludwig Reeves. Desde el momento en que la vio, juró que aquella mujer iba a ser suya. La chica mojigata de mirada profunda y perturbadora, labios sensuales y rostro angelical; se convirtió en un reto que no estaba dispuesto a rechazar, aún y cuando, su inocencia y timidez fueran un gran obstáculo para un hombre tan perverso. Después de aquella noche, en la que tuvo una probada del fruto de la tentación, del olor a inocencia, del ángel caído del cielo; decidió ir tras ella y satisfacer sus deseos más oscuros y prohibidos, sin saber que, aquel reto, se convertiría en su perdición; en la manzana prohibida de su propio paraíso. Una chica inocente y angelical entrará en un mundo oscuro y lleno de depravación que cambiará toda su vida de la noche a la mañana. Su ingenuidad será el motivo de sus desgracias y la causa por la que dos hombres se obsesionarán con ella y estarán dispuestos a hacerlo todo para tenerla. Un enfrentamiento que provocará terribles consecuencias y en la que solo uno será el gran vencedor. Reeves, hará lo que sea para quitar de su camino a todo lo que se interponga en sus planes de hacerla suya. El destino de Rachel estará en las manos del hombre más oscuro y peligroso, uno capaz de llegar hasta las últimas instancias para obtener lo que quiere, un hombre al que todos llaman… Amo de la perversión. Reeves, está aquí y ahora la quiere a ella. Identificador 2108259036837 Fecha de registro agosto-2021 © Todos los Derechos Reservados
Leer másObservo a la perra tendida sobre la cama mientras sigue sedada. No puedo negar que es una mujer hermosa, no más que Rachel, pero tiene lo suyo. Extiendo mi mano y deslizo los dedos sobre su piel sedosa. Mi polla se tensa al contacto. Hace mucho que no disfruto de un buen polvo. Quizás la puta sirva para algo después de todo, sobre todo, ahora que no puedo acercarme a mis jóvenes feligreses. Hace poco me vi obligado a abandonar el pueblo en el que viví por mucho tiempo. Después de todo lo que hice por ese lugar sucio y mugroso, esos pueblerinos tuvieron la desfachatez de echarme de allí sin ningún remordimiento. Juro que algún día me las pagarán.Me acerco a la mesa y cojo la cajetilla de cigarrillos. Golpeo el paquete contra el costado de mi dedo índice, extraigo un pitillo y lo llevo a mi boca mientras repaso de arriba abajo el cuerpo desnudo de la zorra. Mi polla está dura y la puta no me la pone fácil. Está como para chuparse los dedos. Sonrío y niego con la cabeza. Dios obra de man
Ato mi corbatín y me aparto del espejo. Esta noche será importante para mí. Una vez que zarpe el barco con la carga, mi destino estará trazado. Nadie podrá parar mi ascenso hacia la cúspide del éxito. Seré el hombre más importante de esta ciudad y, quizás, por qué no, el futuro presidente del país.Salgo de mi habitación y me reúno con los hombres de mi equipo de seguridad.―West, llévate a Rick y asegúrate de que todo salga bien esta noche. No quiero sorpresas innecesarias.Me mira confuso.―Señor, en poco más de una hora los invitados estarán llegando a la casa. Si nos vamos, quedarán desprotegidos.Elevo una de mis cejas.―¿A quién se le ocurriría atentar contra la vida de un senador tan importante? ―sonrío divertido―. No se te olvide que habrá personalidades muy importantes de esta ciudad visitándonos ―niego con la cabeza―. Estaremos bien. Con un par de tus mejores hombres será más que suficiente ―no parece estar muy convencido con mis explicaciones, así que hago valer mi autoridad
Aprovecho que, Rachel, sigue con la chica que encontramos en la mansión del senador, para darme un baño. Me desnudo por completo y arrojo la ropa al cesto de la ropa sucia. Me detengo frente al espejo del tocador. Observo al hombre parado frente a mí. Esta vez la operación se llevó a cabo sin recibir ni un solo rasguño. Inhalo profundo. Doy gracias a Dios por eso. La captura de ese hijo de puta no me ofrece ningún tipo de seguridad. No sé por qué, pero creo que nos falta algo. Me temo que estamos pasando por alto, la parte más importante de este asunto. Cualquier cosa que se nos esté escapando, espero poder averiguarlo antes de que ese maldito, porque no me quedan dudas de que se trata de un hombre, lleve a cabo su cometido y resultemos todos muertos.Me dirijo al cuarto de baño, abro la llave del lavabo y lleno un vaso con agua. Cojo el envase de calmantes del gabinete y extraigo un par de pastillas debido a que comienzan a dolerme las costillas. Deslizarse por paredes de más de dos m
Tengo que encontrar una manera de escapar de este lugar. No confío en nadie, mucho menos, después de lo que me pasó. Llegué a la ciudad hace dos años, escapando de una vida miserable, de un hombre que hizo todo cuando pudo para acabar conmigo, para hacerme sentir que no valía nada… que era una más de sus posesiones. Me vi obligada a cambiar mi nombre, cualquier cosa que pudiera delatar mi verdadera identidad. Dejé atrás un pasado que aborrezco con toda mi alma. Construí una vida maravillosa desde sus cimientos. Fui feliz, hasta que mi mala suerte me alcanzó una vez más. Fui secuestrada hace más de un año y, desde entonces, fui sometida a una serie de situaciones detestables, obligada a realizar actos despreciables que me hacen sentir asco de mí misma… de mi propia existencia.Intento mantener mis ojos abiertos, pero la simple tarea ya es sumamente complicada. El dolor en mi cuerpo, el agotamiento, la decepción. En mi cabeza rondan cientos de pensamientos que me atormentan y no me permi
¿Ángel guardián? Si la situación no fuera tan decadente, juro que me habría partido de la risa. Creo que he estado enviando señales equivocadas. Si esta chica tuviera una idea de lo que realmente soy, me compararía con el mismísimo Lucifer.«La salvaste, Massimo, tal vez esa sea la razón por la que te ve como si fueras su ángel guardián. De cierta manera lo fuiste. Si no hubieras insistido y seguido tus corazonadas, no habrías dado con ella. Quizás hubiera muerto en aquella habitación»Un temblor recorre mi cuerpo de pies a cabeza con aquel pensamiento. Lo descarto en el acto.―E… Ella, me…Inhala profundo. Está haciendo un gran esfuerzo para poder hablar. Es lamentable el estado en el que se encuentra. ¿Qué clase de monstruo hace algo como esto contra un ser humano inocente? La rabia y la ira han desatado un inferno en mi interior. Ver lo lastimada y golpeada que está, exacerba mis instintos depredadores. Hay un animal sediento de venganza, una criatura maligna que necesita una presa
Toco un par de veces, antes de entrar.―¿Te encuentras bien, Rachel?Cierro la puerta de su habitación y me acerco a la cama. Victoria tiene los ojos rojos de tanto llorar―Dentro de lo que cabe.Le respondo con una sonrisa tensa. Rodeo la cama y me siento a su lado.―¿Crees que ellos están bien?Pregunta, con una expresión preocupada. No puedo asegurarlo, pero confío que así sea. Además, Lud me lo prometió. Sin embargo, no se lo digo. No quiero preocuparla más de lo que ya está.―Sí, ellos harán lo que sea para volver con nosotras.Por fin, logro robarle una sonrisa.―Estoy tan preocupada, Rachel. No puedo perderlo, no sé cómo vivir sin él ―me dice con desconsuelo―. Aparte de ti y de esta bebé que, pronto, llegará a mi vida, no tengo a nadie más.Me acerco y dejo un beso en su frente.―Y lo tendrás de vuelta ―sostengo su rostro entre mis manos―. Él las ama más que a cualquier cosa en su vida. Te puedo asegurar que, dentro de sus planes, no está dejar sola a su familia.Limpio la lágri
Intento mantener a raya la rabia que hace arder mis venas de la misma manera en que lo hacen las llamas en el infierno, en el momento en que mis pies tocan el suelo de la propiedad del maldito senador Carrington. Esta noche presagia convertirse en un jodido infierno. Si llego a ponerle las manos encima a ese malnacido, juro por Dios que lo haré sufrir antes de que exhale su último aliento de vida. Estoy tenso, lleno de ira y sediento de venganza. Alimenté un odio innecesario contra un hombre que nada tuvo que ver con el desafortunado y doloroso destino que sufrió mi hermana.Tanto tiempo pensando que, Reeves, tuvo que ver con su desaparición, cuando fue todo lo contrario. Él fue quien la protegió y cuidó de ella en su momento más vulnerable. Resguardó a Mirabella, porque la vio frágil e indefensa. Se apiadó de su situación. En cambio, yo, cuidé de Rachel, porque vi en ella a mi propia hermana y, protegiéndola, sentí que de alguna manera reparaba todo el daño que le hice al haberla igno
―Debo hacer esto, cariño ―me dice Lud, decidido, al tomar su pistola y guardar un par de cargadores en el bolsillo de su pantalón―. Tenemos que averiguar si es el maldito senador el que está involucrado detrás de todos los acontecimientos.Trago grueso y me acerco a él, para intentar convencerlo de que se quede conmigo. Tengo un mal presentimiento. Quizás sean mis nervios, el trauma por todo lo que sucedió, pero siento un nudo en el estómago que me retuerce las tripas. No sé si ese senador tenga algo que ver con lo que nos pasó, pero estoy convencida de que hay alguien más detrás de todo esto. Quizás sea el reverendo Graham, es una posibilidad, pero no estoy segura de ello.―¿Te has detenido a pensar que no hemos podido disfrutar, como se debe, de nuestra primera noche de casados? ―intento persuadirlo apelando a sus sentimientos, porque estoy dispuesta a hacer lo que sea para retenerlo a mi lado―. Necesito a mi esposo conmigo.Me acerco a él y lo rodeo del cuello con mis brazos. Una so
Creo que, a partir de ahora, no habrá enfrentamientos entre Ludwig y yo. Bueno, al menos, eso espero. No quiero crear un clima de tensión entre nosotros, mucho menos, ahora que Rachel está embarazada. Haría cualquier cosa para traer la tranquilidad a su vida, que tanto se merece. La observo sentada en las piernas de su esposo, se ve feliz. Desde que está con él, la expresión de su rostro ha cambiado por completo y no seré yo, quien la destruya. Su felicidad es todo lo que ahora me importa.―Creo que todo está relacionado ―comenta Robert, sacándome de manera abrupta de mis cavilaciones―. La desaparición de las bailarinas no puede analizarse como un caso aislado, sino, como otra vertiente de este.¿Desaparición de bailarinas? ¿A qué se refiere?―Puedes ponerme en contexto, por favor.No sé por qué, pero tengo un presentimiento con respecto a este asunto en particular. Tengo mucho tiempo esperando una luz que me guie por el camino correcto, en el caso de la desaparición de mi hermana. No