Estamos llegando al final!!
Mantengo la mirada fija sobre el dispositivo que, Massimo, lleva en su mano. En él podemos ver la ubicación en la que ella se encuentra. Estoy impaciente, necesitamos llegar a Rachel, antes de que se encuentre con ese maldito. Gracias a la tecnología que posee en su guarida secreta, el especialista pudo acceder al teléfono de Anika y clonarlo. Pudimos leer todos los mensajes que, mi esposa y ese maldito, se escribieron desde el instante en que hicieron contacto y cada uno de los que han intercambiado hasta este momento. Así descubrimos la hora y la dirección del lugar en el que se iban a encontrar.―Estamos cerca ―nos alerta a mí y a Robert―. No podemos dejarnos ver hasta que Rachel se encuentre fuera de peligro.Ambos asentimos en respuesta. Acaricio la pistola que llevo guardada en la pretina de mi pantalón.―Jacob entrará en posición una vez que nos detengamos cerca del lugar en el que van a verse ―les explico a Robert y a Massimo―. Es un tirador experto. Si tiene el blanco disponib
Tiemblo de pavor al recordar que estuve a punto de perder a mi familia cuando ese asesino quiso llevarse a mi mujer de mi lado. Disfruté con placer cuando ese hijo de puta suplicaba, aterrorizado, para que les quitara a los puercos de encima. No aparté mis ojos de él mientras observaba la manera en que era devorado vivo por ellos.Beso el rostro de mi mujer mientras permanece dormida. La observo durante largos minutos y, le agradezco a Dios, por devolverla a mis brazos. Cierro los ojos y suspiro profundo. Afortunadamente, la vida me dio una nueva oportunidad que no pienso desperdiciar. Ella me ha cambiado, ha renovado mi fe y mis esperanzas y me ha convertido en un hombre nuevo. Uno que está loco y enamorado de la mujer de su vida.―Sabes que puedo oírte, aunque no menciones ni una palabra.Abre sus impresionantes ojos violetas y pone a palpitar mi corazón a la velocidad de la luz. Alzo una ceja y sonrío divertido antes de tirar de su cuerpo y acurrucarla contra mi pecho. Me relamo los
Sus hermosos ojos violetas por fin se abren de par en par.―Hola, preciosa, bienvenida.Sonrío feliz y la beso en los labios.―Hola.Me dice con la voz cansada.―¿Dónde están nuestros hijos?Después de un parto tan agotador y complicado, cayó rendida por un par de horas. Me sentí profundamente orgulloso de ella cuando la vi pujar con todas sus fuerzas para traer al mundo a nuestros dos preciosos bebés. Mantuve su mano sujeta en todo momento, dándole fuerzas y aliento durante cada segundo que duró la mágica y maravillosa travesía que vivimos juntos. Fue un momento único y especial que atesoraré para toda mi vida. Resultó toda una gran sorpresa para nosotros cuando el médico nos comunicó que tendríamos mellizos. Al principio sentí temor de no ser capaz de ser un buen padre para mis hijos, pero una vez que oí los latidos fuertes y poderosos de sus corazoncitos, supe que daría mi vida para protegerlos. Los amé desde el primer momento. Mi adorada esposa rechazó la cesárea, porque quiso expe
Nunca pedí venir al mundo, llegué siendo un alma ingenua e inocente en medio de un mundo corrupto, lleno de caos y perversión. Un pequeño ser al que la vida todo se lo negó y no tuvo más opciones que luchar con sus uñas para sobrevivir. He escuchado a diversos teóricos decir que, por ley universal, todo ser humano al nacer debe ser amado y protegido por sus padres, tener una familia que se supone, debe estar a nuestro lado, nos debe guiar, brindar su apoyo y darnos su amor incondicional. Sin embargo, todo fue una sarta de asquerosas mentiras ideadas por un grupo de psicópatas fanáticos que se hacen llamar especialistas familiares y que no tienen ni una maldita idea de lo que dicen.Mi madre, una puta adicta a la heroína, cuyo único error fue estar drogada hasta la inconsciencia la noche en que fue abusada por sus compañeros de adicción. Mi padre, uno de los tantos sujetos que depositaron su esperma en la desgastada vagina de la mujer que se hizo llamar mi madre, pero a la que nunca tu
―No seas tan aguafiestas, Rachel, te aseguro que esta noche nos divertiremos como nunca.Muerdo mi labio inferior con nerviosismo. No creo que haya sido una buena idea engañar a mis padres diciéndoles que esta noche me quedaría a dormir en casa de Vicky. Bueno, a decir verdad, no es del todo mentira. Voy a quedarme con ella, pero la principal razón por la que lo hago es porque vamos a celebrar mi cumpleaños en un club nocturno de la ciudad. Se le ha metido en la cabeza que tal celebración debe ser un hecho trascendental y apoteósico. En lo particular, preferiría quedarme en casa con ella, ver alguna película romántica, preparar palomitas y beber jugo de arándanos hasta reventar. Me sentiría más segura y tranquila. Pensar en ese lugar, me tiene con el estómago revuelto y con ganas de vomitar.―¿Qué te parece si mejor nos quedamos aquí y tenemos una noche de chicas? ―le propongo, animada―. Podríamos ir a la tienda por algunos bocadillos, rentar películas y cuando nuestros párpados se ca
Giro el pequeño trompo sobre la superficie de mi escritorio y lo dejo rodar hasta el momento en que se detenga por efecto de la fuerza de la gravedad. Le doy una larga calada a mi cigarrillo y dejo caer mi espalda contra el espaldar del sillón mientras observo las múltiples pantallas en las que se proyectan las imágenes de las diversas cámaras que están ubicadas en puntos estratégicos de mi local. La multitud está enardecida como noche tras noche sucede. El licor, la droga y las putas, son el menú favorito de clientes acaudalados. Políticos, estrellas de Hollywood, deportistas famosos, miembros de la realeza y multimillonarios de todo el mundo, conforman la extensa lista de mis socios más importantes; unos que están dispuestos a pagar mucho dinero para pertenecer a este grupo elitesco y tener el privilegio de disfrutar de inolvidables noches de placer y hacer realidad todas sus fantasías con las mujeres más hermosas del planeta.Esta noche tendrán cualquier cosa que pidan, por muy exc
―Tenías razón, Vicky, en este sitio venden la mejor comida del mundo, esta hamburguesa está deliciosa ―exclamo, mientras mastico con gusto el gran mordisco que acabo de darle―, y las papa, madre mía, son las más doradas y crujientes que he probado en toda mi vida ―suelto un gran gemido de deleite mientras tomo una de ellas y la empapo con suficiente kétchup―, creo que, incluso, voy a pedir un servicio adicional. Vicky sonríe orgullosa, mientras sorbe un trago de su botella de cerveza. ―Te lo dije ―coloca la botella en la mesa, coge una de las papas de su plato y sonríe con picardía al hundirla en su boca con un gesto tan obsceno y sensual que hace arder toda mi cara―, es la mejor comida de la ciudad, vengo cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo. Observo alrededor para percatarme de que nadie nos haya pillado. No obstante, me asombro al descubrir que, todas las personas que se encuentran a nuestro alrededor, están entretenidos con sus propios asuntos; riendo y divirtiéndose, si
El gigante la observa con incredulidad, molesto por la actitud desafiante de mi amiga. Jamás en la vida me atrevería a hablarle de esa manera a un hombre tan intimidante e imponente como él. ―¡Maldición, Vicky! Estás desafiando a tu suerte, más te vale que razones antes de que compliques más esta situación. Sin embargo, y, a pesar de la amenaza, Vicky permanece inmóvil, decidida y dispuesta a conseguir lo que se propone. Ambos quedan sumergidos en lo que parece una batalla de miradas al estilo del lejano oeste. Ninguno quiere ceder. No sé por qué, pero tengo la impresión de que detrás de esta disputa hay escondido algo grande, que va más allá del asunto de la emergencia. Unos minutos después es el hombre quien da su brazo a torcer. ―Suban al auto, iremos directo al club y la ocultaremos en uno de los camerinos ―espeta el hombre, con enfado―, la llevaré a su casa en cuanto tenga la oportunidad de hacerlo, pero Lud no puede verla Vi o nos meteremos en un gran lío. Vicky asiente con