Evie es un a chica normal trabaja en taller de reparación de androides de su padre, en la ciudad de Eón. En un desafortunado incidente conoce a un misterioso chico y deberá ayudarlo a volver a casa
Leer más¿A donde van los que mueren? Todos los días después de la muerte de mi hermano me plantee esa pregunta, aunque la respuesta era siempre la misma: Desaparecen. Cuando su calidez, su risa, sus abrazos se evaporan entonces no queda nada salvo los recuerdos alimentados por lágrimas.Los recuerdos de la noche anterior me inundan, y se entremezclan con las pesadillas que me asediaron durante la noche, el rostro de Luca, las luces del baile. Recuerdo que él me invito a bailar y luego en la pista su rostro se deformo de manera vivida hasta convertirse en Pyron quien sonreía mientras bailábamos al compás de alguna música que yo no alcanzaba a percibir. Una insípida sonrisa se instalo en su rostro mientras me decía al oído “Me recuerdas” para luego hacerme girar y desvanecerse con un exagerado ademan de reverencia y caer sin ninguna gracia al suelo para convertirse en el cuerpo de mi hermano
El vestido era color azul intenso, el corte era asimétrico y caía en cascada hacia atrás acentuando sus curvas, las cuales siempre ocultaba con ropas holgadas. Los diminutos cristales salpicaban la tela como pequeñas estrellas perdidas en el cielo nocturno balanceándose al ritmo de sus caderas cuando caminaba. Le habían peinado el cabello con ondas delicadas que llegaban a su cintura, ella se negó en redondo a que la maquillaran demasiado, lo cual fue un acierto, su apariencia ya era encantadora.Las multitudes me incomodaban mucho, generalmente no iba a este tipo de eventos, pero me sentía extrañamente seguro, sabía que iba ante una jauría de reporteros que tratarían de destrozar mi vida privada y socavar la información para llenar un reportaje de chismes en la primera plana del diario matutino. Y lo único que me preocupaba era Evie, que se pusiera ansiosa o molesta con alg&uacu
Alguien tocaba la puerta. La luz que se filtraba por las ventanas era escasa, por lo que probablemente fuera estaba amaneciendo. En Eón la mayoría de los días estaba nublado, y cuando el sol se filtraba entre las nubes era un sol abrazador e intenso. debido a eso la mayoría de la actividad era o muy temprano o después de las 5 o 6 de la tarde.Me levanté sin comprobar mi aspecto, abrí la puerta de mi habitación y vi a Ori afuera con una sonrisa. Probablemente se reía de mí, llevaba mi pijama de cerditos y el cabello desordenado como siempre.Perdón por despertarte, pero tenemos visita.¿visita? ¿Quién vino?Un amigo de la familia, está subiendo ahora, vamosNo, ¿cómo voy a ir así?, dame un momento para cambiarmeSe supone que dormimos en la misma habitación, difícilmente podría decir
Hable con mi padre hoy, me regaño por ser imprudente, por supuesto. Ori estaba molesto y Reznor ya estaba dormido, me había acostumbrado a la presencia de Artemisa, que me seguía siempre pero ahora no estaba.No tenia con quien hablar, así que solo me dirigí a la cocina buscando fideos instantáneos. Este lugar era enorme para ser un apartamento, tenia una preciosa terraza enfrente que dejaba ver las luces de la siempre bulliciosa ciudad. Casi como por instinto preparé dos tazones de fideos y caí en cuenta que solo estaba yo.¿De verdad pedirle a la computadora que te cocine es tan horrible también? - me sobresalte al oírlo, realmente me encontraba distraídaSiento que es lo mismo que comer comida congelada. ¿quieres? - le tiendo los fideos con temor a ser rechazadaGracias- tomó los fideos y solo me siguió a la terraza.¿Sigue
Si te hubiera contado que mi hija es brillante me dirías “por supuesto, como cualquier niño”, luego yo te diría “de verdad es brillante”, y te contaría de sus logros. Entonces tu dirás que la veo con el amor de un padre. Y yo por supuesto coincido contigo, mi amor por mis hijos es infinito, cuando ellos llegaron mi vida se transformó y también la de su madre, Luca por su parte siempre estaba pegado a ella, se parecen mucho, tienen la piel blanca como la crema, pero el rostro de Luca es redondeado como el de un niño, sobre todo cuando sonríe ingenuamente mientras corta todas las flores del jardín para ofrecerle un ramillete a su madre que llora junto al manzano, las acerca a sus pies, ella las ignora.¿Por qué llora mama? – dice mirándome como si yo tuviera todas las respuestasPorque esta tristeYo no quiero que llore ¿C&oacut
La pulsera tenia un rango de alcance, si tratábamos de huir nos daba una descarga, así de simple. Dentro de las cañerías había una especie de apartamento mal planeado. Solo unos sillones y mantas. Restos de comida congelada por todos lados y basura, mucha basura. Era obvio que esta basura no provenía del agua, estaba prohibido arrojar basura a las cañerías y la poca agua que caía del cielo se filtraba cuidadosamente antes de verterse en el sistema de saneamientoEn este lugar solo había luz de algunos reflectores que traían con fines de iluminación. Reznor estaba en el suelo inconsciente, uno de sus ojos estaba morado y los labios estaban hinchados, además parecía que no lo habían alimentado estos últimos tres días. Una jarra con agua era todo lo que tenía en el rincón en el que lo habían encerrado, se habían hecho de alguna especi
Artemisa me seguía un paso detrás, su andar era firme y desenfadado. En la calle los pocos viandantes nos ignoraban deliberadamente. La ropa que llevaba era muy sencilla para evitar llamar la atención. Con el rostro de Reznor en mi mente el sueño no era una opción, a penas cerraba los ojos el remordimiento me atacaba como los cuervos a la carroña devorando mi paz. No me podía dar el lujo de perder otro hermano.Ahora caminaba prácticamente sola en las calles de una ciudad que no había explorado del todo pese a haber vivido en ella durante toda mi vida. No me relacionaba mucho con las personas y no había una razón en particular, simplemente era feliz así. Por supuesto que conocía la historia de la ciudad, por supuesto que sabia de la guerra contra las maquinas, entendía por que las personas querían a alguien siempre vigilándolas, se negaban a que fueran capaces
Habían pasado dos días desde que estábamos aquí. Todo parecía estar en blanco. Hable con mi padre para informarle de la desaparición de Reznor, acordamos no avisar a su familia para evitar que se hiciera un escándalo. Artemisa me seguía a todos lados la mayoría de las veces. Ori había tenido que presentarse a Sanders varias veces, por lo que había estado sola una buena parte del día. Me estaba consumiendo la preocupación y me estaba mordiendo las uñas de nuevo, era un habito horrible, pero se apoderaba de mi cuando me sentía estresada, mis músculos se sentían tensos.Deberías comer algo- me dijo Artemisa acercándome un cuenco de algoNo tengo mucha hambre.Comí en silencio a sabiendas de que le causaría problemas si no lo hacía. El sabor se me antojaba soso. Ni siquiera trate de adivinar el sabor
Por mas que quiera sentarme a revolcarme en la autocompasión todos están tan perdidos como yo. Miro a Ren por primera vez descolocado, con la piel pálida, casi translucida cubierta por una ligera capa de sudor, luchando contra algún fantasma interno, no lo sé. Los guardias solo atan un pañuelo al herido a modo de torniquete, a la altura de la muñeca y la sangre casi negra sale de su muñón. Impasibles como si fuera una situación de todos los días.¡¿Por qué no lo llevaron a un hospital?! – digo mirando a los hombres que cargan al sujeto inconscienteBueno… nos dijeron que necesitaban la información… - responde uno de los guardias mirándome perplejo¿y parece que inconsciente puede hablar mejor? – todos los guardias me miran estupefactos - ¿es que no ven que ha perdido la mano?Bueno no es que pue