Me ardía el pecho, y dolía a partes iguales, escuchaba voces entre sueños, pero la oscuridad sobre mí era tan densa que apenas podía pelear con ella. oía risas, discusiones amables, metal caer y una voz dulce como la miel "papá, ¿vas a estar enojado eternamente?", luego más oscuridad....Mis sueños eran oscuros, veía a una mujer sonreír descaradamente mostrándome sus labios color carmín mientras un monstruo me arrancaba las entrañas, destruyendo carne y hueso, rasgando mi corazón, arrancándolo de mi cuerpo, quise detenerlos, pedirles que pararan, la mujer reía más y más fuerte, sabía que el monstruo me mataría si no me levantaba. Luché contra la oscuridad obligando a mi cuerpo a levantarse pese al dolor en mi pecho un grito amenazaba con salir; pero fue tos lo que atacó mi garganta, la luz era escasa pero aun a
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