Ashley es una joven escritora en ascenso en una gran editorial, cuando le ofrecen publicar su libro todo se viene abajo a descubrir que la compañía fue comprada por el nuevo CEO que queda hipnotizado de su belleza y hace todo para conquistarla
Leer másAlexandree. … Lunes. Llegué tan temprano que nadie aún ha llegado, paso directo a mi oficina y ya está ahí otra pila de documentos por revisar y se que mañana solo el número va a aumentar, así que sin esperar a mi secretaria me los pongo a revisar. Algunos son firmados con mi aprobación, otros simplemente son declinado mientras un pequeño grupo son apartados para revisar con los supervisores de cada departamento de la editorial. Se que para estas fechas y por la enorme cantidad de publicidad que estoy pagando para la editorial, se que los supervisores de escritores están demasiados ocupado, los editores y co-editores no la tienen fácil, eso de guiar y dirigir no es nada sencillo. Ya terminé la enorme pila de documentos y apenas empieza a llegar gente aunque mi secretaria aún no, tampoco ha llegado Ashley pero su compañera si, es curioso sus retrasos. Creo que nos me quiere ver y simplemente viene directo al trabaj
Alexandree. Desde mi escritorio vi a Ashley venir a mi oficina, la secretaria le dijo algo cuando estaba en la puerta y se dio media vuelta y se retiró, me imagino que lo quería decir no era muy importante pero algo dentro de mi quiso hablarle, pero no me pare, si ella no entro yo no la voy a buscar. Mañana cuando llegue al trabajo la llamaré y hablaremos de lo que me vino a decir que probablemente sea una estupidez. … Jueves. Hoy pase por el cubículo de Ashley y aún no ha llegado, raro por qué según lo que me había dicho no es de las que llegan tarde, mejor no le tomo importancia y me voy a trabajar. El día se pasa volando entre reuniones, revisión de varios documentos y recibir quejas, mi vieja secretaria no se da basto y termino ayudándole más de lo que ella me ayuda a mi, pero no tengo el corazón para reemplazarla, a pesar de todo es muy atenta y hace lo básico. En todo el día no me dio tiempo de ver a Ashley y cuando termine mi trabajo ya era tan tarde que nadie ya está en
Ashley.Esta sentado en su escritorio cómodo, en una silla que probablemente vale más que mi carro y un traje que lo más probable es que lo hayan hecho a su medida ¿Que es este despilfarro de poder en un ser como el? Su mirada fue de asombro al verme entrar así en su oficina.—¿Que haces aquí, Ashley? ¿Como eres capaz de entrar así? —Algo de enojo se escucha en su voz.Rápidamente se para de su asiento y se acerca a mi y me toma de la muñeca fuertemente, puedo sentir su enojo pero él lo sintió más cuando le enterré en la piel mis uñas que para su desgracia me gustan en un estilo stiletto bien filoso sin bordes suaves, soltó un leve gruñido al sentir mis uñas cortar su piel y me soltó.—¿Que mierda te pasa? —Preguntó y ya no hay dudas de su enojo, no puedo decir nada, ahora solo necesito verlo a sus ojos —¿Que, no va a decir una mierda? —Necesitaba verte a los ojos y terminar de convencerme —En su mirada es muy notoria su confusión.—¿Estás loca o que? —No, no veo nada en sus ojos de
Ashley. No tiene sentido preocuparme por eso, ya que no me incumbe, lo que pasó, pasó y nadie lo sabes así que puedo estar segura. —Ashley ¿Estas bien? —Me pregunta Carolina, una chica que su cubículo está al lado del mío, no lleva mucho tiempo aquí pero es muy linda y amable. —Si, si tranquila —Es lo que pude decir pero ella vio detrás de mi la escena de ellos dos besándose y arqueo una ceja. —¿Celos? —Sacudí la cabeza ¿Celos de ser engañada? —No, claro que no —Me miró sería un segundo, luego asintió y me dedico una sonrisa. —Pensé que se conocían o algo, ayer cuando no quedaba nadie en la oficina me devolví porque dejé mi teléfono y ¿Sabes que vi? —Negué con la cabeza —Vi al CEO aquí en tu puesto, estaba viendo tus fotografías y se quedó acariciando tu fotografía. No puedo negar que sus palabras me sorprendieron pero al mismo tiempo más preguntas se vinieron a mi mente. ¿Que quiere de mi? ¿Que planea? ¿Quería recordar siempre a la estúpida que utilizo? Esto es asombro
AshleyDespués del trabajo me dirijo a mi casa a relajarme, manejo por las calles nocturnas mientras las luces se reflejan en mis ojos, es una vista que raramente es totalmente relajante, por las calles personas caminan tanto solas como en pareja y parece que cada una de ellas es un mundo totalmente diferente y no lo digo por la diferencia de vestimentas entre ellos, solamente se nota que nadie se preocupa por el resto, es el "encanto" de New York.Llegó a mi edificio y dejo mi carro estacionado, como me encanta mi carro, es tan hermoso que aún me sorprende que sea mío, sonrió al cerrar la puerta y me adentro al ascensor que me lleva a mi piso, salgo del ascensor y cuando estoy abriendo la puerta siento una extraña sensación, siento que alguien camina detrás de mi, no lo pienso más y tomo mi gas pimienta de mi llavero, respiro y me doy la vuelta lanzando gas pimienta a quien sea que esté detrás de mi.No hay nadie.No se que pasó pero no hay nadie, entro rápidamente a mi departamento
¡Hola, queridos lectores! Primero que todo un cordial saludos a los nuevos y antiguos lectores de esta historia que apenas empieza ¡Si! apenas empieza y con esto quiero nformar que se va a retomar la novela, he estado pensando en este tiempo el rumbo de mi novela y esta decidido. Esta novela sera algo extensa, espero sea de tu agrado. Ashley y Alexandree tienen mucho mas que contar ¡Su historia apenas comienza! no te pierdas como avanza esta historia llena de amor, lios y mucho calor *Guiño, guiño* no te pierdas los nuevos personajes y mucho menos toda la trama emocionante. A partir de esta semana se empiezan a actualizar los nuevos capitulos ¡Que los disfruten!
Alexandree. Dime, mi bello angel caído…¿Tú me extrañaras esta noche?» Una sensación de amargura me atacó ¿Qué me pasa? ¿Por qué me preocupo por alguien que quizás solo fui un vil pasatiempo? No puedo más, sacudo mi cabeza y me pongo a revisar unos documentos tratando de concentrarme solo en eso. … Ya por fin es hora de irme, ya no queda casi nadie en el edificio ah no ser por la seguridad, mi secretaria y otros más que aún no se van a casa, tomo mis cosas y me despido de los que voy encontrando por mi camino a la salida. Justo paso cerca del cubículo de Ashley, en su escritorio divisó una pequeña placa plateada con su nombre en ella «Ashley Bianco» su nombre perfectamente escrito en cursiva se ven de maravilla en esa placa aunque se vería mejor en una dorada, sonrió ante ese pensamiento. En su escritorio está 3 fotos enmarcadas en unos marcos pequeños pero delicados ¿Quién tendría eso en un cubículo? En las fotos se encuentra ella abrazo de su novio ¿Sam? Como sea, acompañad
Ashley. Alguien me da un toque con su codo en mi hombro, es un hombre alto que me hace una seña para que vea al frente, ahí está el viéndome desde su podio con su rostro en alto viéndome mientras está ahí sintiéndose superior esto es una m****a, trato de salir de ahí pero aún tengo trabajo y es obvio que no puedo, su mirada me incomoda así que trato de dispersarme entre la multitud escondiéndome de su mirada que siento que me quema la nuca. La gente se empieza a dispersar hasta quedar unos pocos en la recepción así que es imposible esconderme de él sin ser muy obvia, pero no me voy a esconder, yo no soy así, así que alzó mi rostro y le devuelvo su mirada, lo hago con rabia al verlo tan seguro de si, ese imbécil me las pagará. Mi mirada hacia el no dura mucho ya que me interrumpe un abrazo por la espalda que me alza del suelo, trato de no gritar y espero a que me ponga al suelo después de una pequeña vuelta. Sam. Me baja y me vuelve a abrazar de una forma “normal” me da besos en la
Ashley Allí estaba yo, trabajando a todo tope aunque con la cabeza llena de preguntas que no se ni porque me debería importar, pero aún me sigue molestando su falta de educación o más bien estoy enojada conmigo por dejarme llevar. En la madrugada me decía que quería que lo que pasó se repitiera miles de veces, que era la mejor de las noches de su vida ¿Quién demonios se cree para jugar así conmigo? Suena mi celular y es un mensaje de alguien que justo también es un imbécil, mi ex Liam. «Hola linda, ayer hablé con tu madre y me dijo que te va muy bien, ¿Sabes? Yo aún te extraño, en unas semanas iré a Nueva York y quizás podemos tomar un café por los viejos tiempos ¿Te parece? Cuidate mi linda, besos” No pude evitar sonreír, a pesar de que lo mandé a la m****a sigue siendo igual de tierno pero esa sonrisa se esfuma al recordar las noches en vela que llore por el, mis ataques de ansiedad cuando no respondía, mis insistencias para hacer algo romántico. No, no merezco eso. Sin emb