Alexandree.
Se dio la vuelta y caminaba hasta un estacionamiento subterráneo cercano.
—Señorita Bianco, deje que la lleve o la acompañe, por favor —Su rostro se puso rojo y bajo su mirada mientras sus cejas se arrugan.
—Iré a mi casa directo entonces, se baja y agarra un taxi en la puerta y ya, solo esta vez y solo porque es mi jefe y no me quiero quedar sin trabajo —Sonreí satisfecho ante sus palabras, al llegar a un Camaro convertible descapotable me quedé impresionado por su buen gusto.
—Este auto es excepcional —No puedo ocultar mi asombro ante su semejante belleza —Tienes buen gusto, señorita Bianco.
Asintió y un leve «Gracias» se escuchó, entramos en el vehículo que tiene un olor excitante de vainilla y caramelo.
Combinado con su olor a café me tenían delirando, cuando vi un libro no dudé en tomarlo mientras salíamos del estacionamiento y de casualidad es unos de mis primeros libros «La dulce gitana» un libro que me hace sonreír al pensar en la historia que tiene de fondo, una chica gitana de New Jersey que no dudó en darme sus pasiones y primeros bailes, movía sus caderas delgada con fiereza como solo una gitana haría, parecía experta la verdad, el baile era su don de nacimiento.
Ashley conducía en silencio y se veía tensa, sus muslos son altamente llamativos a mi vista y sin querer los veo y me pierdo en ellas, sus caderas son anchas imponentes a diferencia de su cintura delgada y pronunciada que parece de una muñeca de porcelana.
En el recuerdo de la vez con la gitana se cuela ella y sin querer me la imagine a ella bailando en vez de la dulce gitana y solo pensarlo en calor aumenta en mi, debo dejar de esos pensamientos y hacer otra cosa.
—Entonces ¿Te gusto? —Señalo al libro y ella rápidamente voltea y echa una ojeada.
—La verdad si, lo leí varias veces pero su final me pareció un poco soso, tenía más potencial, la estúpida gitana no parecía inexperta y solo bailo para el una sola vez, osea lo hicieron una sola vez y tanto que espere ese momento, el protagonista Thomas, es un estúpido de buen rostro y algo más —Su respuesta me dejó pasmado, es feroz.
—¿Sabes que mis historias son basadas en mi experiencia, no? —Salio una leve sonrisa de su rostro mientras estacionada el vehículo frente un edificio mientras yo no quería despegar el rostro de ella.
—Si —Sonrió pícaramente —Ya tienes que ir a casa Señor D'Nore.
—Oh no, no me voy a quedar con esa respuesta que si es sosa ¿Que más piensas, señorita? —Bajamos del carro e iba a entrar al edificio metiendo la lleve en la cerradura, se detuvo y dio la vuelta para verme incrédula.
Soltó un suspiro y abrió la puerta a sus espaldas.
—Pasa, está bien —Sonreí muy animado y pase a su lado, entramos en el ascensor —No se que tramas pero espero no salir perjudicada.
—¿Disculpa? ¿Piensas que te haré algo? No te preocupes, solo quiero conversar —Ella sonrió levemente mientras alzaba su rostro de forma orgullosa.
—En mi casa no eres mi jefe ni una celebridad, no se que te impulso a seguirme, no sé si fue lástima o algo más pero haz de saber que conmigo no eres el gran Alexandree D'Nore solo eres alguien que está arruinando mi primera oportunidad y alguien entrometido que me está siguiendo.
—Oye, yo no te estoy siguiendo, te recuerdo que tú aceptaste, entonces tú me trajiste —Suspiro mientras yo sonreí victorioso, nos adentramos en su apartamento, su vista me seguía s mi un poco nerviosa mientras mi vista se paseaba por el departamento curioso.
Su apartamento es amplio de tonos blancos con detalles dorados, una librería inmensa, en toda la sala de estar estaba un ventanal enorme que daba vista hacia la calle, una vista muy hermosa de la calle, tenía su toque moderno y muy elegante combinado con la vista se hacía un toque urbano.
Me di vuelta a verla, ella me veía atenta a cada movimiento que hacia, no se porque parece que se mueve con cautela, sonreí al pensar en ella como una pantera negra que en la oscuridad me vigila para acercarse a mi, ese pensamiento se transformó en sus ojos al acecho en una oscuridad como una fiera, me ahogue con mi saliva y ella me veía preocupada, si supiera lo que pienso.
Ashley
Mi corazón late con fuerza al tenerlo aquí en mi casa, me siento tensa ante su mirada que me escanea de arriba a bajo, tengo hambre ya es hora de la cena y suelto un suspiro al pensar que no puedo botarlo de aquí solo porque tengo hambre, aunque es un buen motivo.
Quito mis botas dejándolas en la entrada y colocándole unas pantuflas, el me ve hacerlo y se quita los zapatos también quedando en medias, no pude evitar soltar una pequeña risa al ver unas medias de conejo con orejas y todo.
—Hey, burlarse es una falta de respeto hacia tu jefe —Me reír a carcajadas.
—La abuela tiene razón jajaja eres un niño malcriado aún —Tambien río un poco para después fulminar con la mirada.
—Te dije que no soy un malcriado —Iba a hablar pero antes puso un dedo en mis labios —Tampoco soy un niño Ashley.
No sé si fue el tono de voz en que lo dijo o su mirada pícara pero me hizo sentir un escalofrío de pies a cabeza.
Sacudí mi cabeza y busque una forma de alejarme de su proximidad.
—Oh si, ya vi eres todo un "Hombre" —Hice énfasis en hombre y sus cejas se alzaron en un gesto curioso —Me muero de hambre ¿Y tu?
—Muy graciosa Ashley —Sonrió de forma picara —No tengo hambre, si quieres me retiro para que te sientas cómoda para comer o no se.
—Por favor jefe, lo invito a cenar, a ver ¿Que come una celebridad como usted? —Le dije de espaldas a el mientras me ataba el mandil para no ensuciar mi ropa.
—Carne, una buena carne de primera... —Oh joder, su voz. Suspiré profundamente antes de volver a hablar.
—Entonces señor D'Nore como le dije, en mi casa no es ni mi jefe ni una celebridad asi que haré una pasta con camarones que me queda divina ¿Alguna objeción? —Alzo sus brazos al aire como un gesto de rendición y sonreí, estoy nerviosa como la m****a pero me siento cómoda a pesar de todo.
—Como usted desee señorita Bianco, me rindo a sus pies —Ojalá susurré y creo que me escucho por qué río de una forma nerviosa y tímida.
Sus ojos se paseaban por toda la cocina siguiendo mis pasos y mis manos, parecía un niño fascinado hasta por la forma en la que cortaba un ramito de cilantro.
Mientras pasaba el rato hablamos de cosas que ni en mis sueños imaginé, aproveche la oportunidad de oro que toda fan desea y le hice todas las preguntas de su libro que quise y el respondió a todas con una sonrisa, le pregunte por su vida y sus planes y sus ojos brillaban al verme interesada en eso, parece un dulce cachorro esperando un gesto de amor.
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Hola querid@s lector@s, espero la novela vaya siendo de su agrado, se vienen cosas buenas.
Ashley. Me hizo un montón de preguntas sobre cómo conocí a su abuela, como llegue a la ciudad, que como descubrí sus libros y un millón de preguntas más mientras comíamos. Hasta me ayudó a limpiar todo y el tiempo pasó volando, le ofrecí una copa de vino blanco y sin darnos cuenta ya estábamos sentados en el sillón siendo iluminados solo por el rayo de las lunas y unas luces tenues, con una copa de vino en nuestras manos reímos como si nos hubiéramos conocidos de toda la vida. —Joder Ashley, hace tanto tiempo que no la pasaba tan bien con alguien solo hablando —Mis mejillas se volvieron de un color carmesí ante sus palabras, pero de mi parte también pienso lo mismo. —Yo tampoco la había pasado tan bien con alguien Alexandree —Tanto hablamos de nosotros que decirle señor D'nore entre nosotros se siente raro. Dio un sorbo al último trago de vino de su copa y vio fijamente el reloj de la pared. —Son las 4 de la mañana, Ashley... —Suspiro dejando su copa en la mesa e inclinando su ca
Ashley. Mientras seguía haciéndolo pensé que no sabía cómo este día termino así pero si que lo pienso aprovechar al máximo, quizás solo sea una única vez así que haré todo lo que mis fantasías me han dictado con el paso de los años, desde la exploración de mi cuerpo con su imagen en la cabeza hasta cuando su rostro se veía reflejado donde debería estar el rostro de mi ex, Liam. Si, cuando hacía el "Amor" con mi ex las primeras veces lo veía a el, a Liam pero con el paso del tiempo más las decepciones que me llevaba me gustaba más imaginarme a Alexandree, el dueño de mis fantasías desde que comencé a tenerlas y ahora dueño de esta noche. Salí de mis pensamientos por qué tengo que disfrutar esto, sus ojos me seguían mientras me detenía para ponerme encima de él, tengo que disfrutar esto al máximo. Sin duda alguna sujeto mi cadera mientras yo lo besaba, sus labios se sentían secos de tantos jadeos y los míos ya extrañaban los suyo, poco a poco se adentro dentro de mi otra vez, mis cade
Alexandree Anoche fue una experiencia maravillosa que no se como se dio en un inicio, todo fluyó tan bien que es sorprendente, todo se dio bien. El día inicio fatal pero terminó increíblemente bien, ahora estoy sentado en mi oficina recordado su cuerpo y lo increíble que es que tuviera su confianza puesta en mi como para permitirme adentrarme en ella, esto paso rápido, muy rápido pero con ella no quiero ir lento y yo sé que ella tampoco quiere, bueno yo quería ir rápido, tiene novio, lo sé. Se que el imbécil ese de Sam es su novio, me imagino a el llamándola a su teléfono mientras ella y yo nos divertíamos a la luz de la luna pero, eso no quita el hecho de que ella permitiera que pase eso, si tiene novio me debió haber detenido, un simple tengo novio hubiera bastado pero no y ahora yo me siento como un imbécil manipulado. Arrojo el vaso de mi escritorio en un impulso de rabia al imaginarme que probablemente esta noche se acueste con el y busque volver a sentir lo mismo que sintió c
Ashley Allí estaba yo, trabajando a todo tope aunque con la cabeza llena de preguntas que no se ni porque me debería importar, pero aún me sigue molestando su falta de educación o más bien estoy enojada conmigo por dejarme llevar. En la madrugada me decía que quería que lo que pasó se repitiera miles de veces, que era la mejor de las noches de su vida ¿Quién demonios se cree para jugar así conmigo? Suena mi celular y es un mensaje de alguien que justo también es un imbécil, mi ex Liam. «Hola linda, ayer hablé con tu madre y me dijo que te va muy bien, ¿Sabes? Yo aún te extraño, en unas semanas iré a Nueva York y quizás podemos tomar un café por los viejos tiempos ¿Te parece? Cuidate mi linda, besos” No pude evitar sonreír, a pesar de que lo mandé a la m****a sigue siendo igual de tierno pero esa sonrisa se esfuma al recordar las noches en vela que llore por el, mis ataques de ansiedad cuando no respondía, mis insistencias para hacer algo romántico. No, no merezco eso. Sin emb
Ashley. Alguien me da un toque con su codo en mi hombro, es un hombre alto que me hace una seña para que vea al frente, ahí está el viéndome desde su podio con su rostro en alto viéndome mientras está ahí sintiéndose superior esto es una m****a, trato de salir de ahí pero aún tengo trabajo y es obvio que no puedo, su mirada me incomoda así que trato de dispersarme entre la multitud escondiéndome de su mirada que siento que me quema la nuca. La gente se empieza a dispersar hasta quedar unos pocos en la recepción así que es imposible esconderme de él sin ser muy obvia, pero no me voy a esconder, yo no soy así, así que alzó mi rostro y le devuelvo su mirada, lo hago con rabia al verlo tan seguro de si, ese imbécil me las pagará. Mi mirada hacia el no dura mucho ya que me interrumpe un abrazo por la espalda que me alza del suelo, trato de no gritar y espero a que me ponga al suelo después de una pequeña vuelta. Sam. Me baja y me vuelve a abrazar de una forma “normal” me da besos en la
Alexandree. Dime, mi bello angel caído…¿Tú me extrañaras esta noche?» Una sensación de amargura me atacó ¿Qué me pasa? ¿Por qué me preocupo por alguien que quizás solo fui un vil pasatiempo? No puedo más, sacudo mi cabeza y me pongo a revisar unos documentos tratando de concentrarme solo en eso. … Ya por fin es hora de irme, ya no queda casi nadie en el edificio ah no ser por la seguridad, mi secretaria y otros más que aún no se van a casa, tomo mis cosas y me despido de los que voy encontrando por mi camino a la salida. Justo paso cerca del cubículo de Ashley, en su escritorio divisó una pequeña placa plateada con su nombre en ella «Ashley Bianco» su nombre perfectamente escrito en cursiva se ven de maravilla en esa placa aunque se vería mejor en una dorada, sonrió ante ese pensamiento. En su escritorio está 3 fotos enmarcadas en unos marcos pequeños pero delicados ¿Quién tendría eso en un cubículo? En las fotos se encuentra ella abrazo de su novio ¿Sam? Como sea, acompañad
¡Hola, queridos lectores! Primero que todo un cordial saludos a los nuevos y antiguos lectores de esta historia que apenas empieza ¡Si! apenas empieza y con esto quiero nformar que se va a retomar la novela, he estado pensando en este tiempo el rumbo de mi novela y esta decidido. Esta novela sera algo extensa, espero sea de tu agrado. Ashley y Alexandree tienen mucho mas que contar ¡Su historia apenas comienza! no te pierdas como avanza esta historia llena de amor, lios y mucho calor *Guiño, guiño* no te pierdas los nuevos personajes y mucho menos toda la trama emocionante. A partir de esta semana se empiezan a actualizar los nuevos capitulos ¡Que los disfruten!
AshleyDespués del trabajo me dirijo a mi casa a relajarme, manejo por las calles nocturnas mientras las luces se reflejan en mis ojos, es una vista que raramente es totalmente relajante, por las calles personas caminan tanto solas como en pareja y parece que cada una de ellas es un mundo totalmente diferente y no lo digo por la diferencia de vestimentas entre ellos, solamente se nota que nadie se preocupa por el resto, es el "encanto" de New York.Llegó a mi edificio y dejo mi carro estacionado, como me encanta mi carro, es tan hermoso que aún me sorprende que sea mío, sonrió al cerrar la puerta y me adentro al ascensor que me lleva a mi piso, salgo del ascensor y cuando estoy abriendo la puerta siento una extraña sensación, siento que alguien camina detrás de mi, no lo pienso más y tomo mi gas pimienta de mi llavero, respiro y me doy la vuelta lanzando gas pimienta a quien sea que esté detrás de mi.No hay nadie.No se que pasó pero no hay nadie, entro rápidamente a mi departamento