Sinopsis: Dorian Langdon es un influyente político de 43 años, conocido por su carisma y su habilidad para navegar en el complejo mundo de la política. Su mejor amigo, Gideon Marlowe, es un empresario exitoso que ha construido un imperio desde cero. Ambos han sido inseparables desde sus días en la universidad y han compartido muchos logros y fracasos juntos. Elektra, la hija de Gideon, acaba de cumplir 20 años, vivía sola con su madre, desde el divorcio de sus padres. En un accidente fallece la madre y vuelve a vivir con su padre. Pero ya no es una niña y Gideon no lo entiende. Así que, finalmente, se fuga para buscar independencia y nuevas experiencias, comienza a trabajar en un exclusivo club nocturno, donde se convierte en una de las bailarinas más populares. Este club es frecuentado por diversas figuras del poder, incluido Dorian. Quien, al no reconocerla, se interesa en ella y al descubrir que es la hija perdida de su amigo, se debatirá entre hacer lo correcto o lo que su corazón desea. de la Saga DESEOS PROHIBIDOS, junto con "Mi hermanastro, mi Tentación" y "El Secreto del CEO"
Leer másCapítulo 74 — Un sí por 4Narrador:Un par de meses pasaron desde las propuestas de matrimonio, y tras acordar celebrar una boda doble, Katrina, y Elektra iniciaron la planificación del evento. Seleccionaron desde la mantelería, hasta el sabor del pastel; procuraron siempre que todo fuese perfecto para el tan esperado momento. Llegando este al fin, ambas sentían que su corazón se detendría, y preparándose, Kat preguntó.—¿Crees que me vea bien?Sintiendo los nervios bullir en su interior, tras estudiar el vestido en el espejo cuerpo completo de la antigua habitación de Elektra en la mansión Marlowe, Elektra se giró sobre sus pies para mirarla mejor, y esperando su respuesta la escucho decir.—Déjame mirarte bien.Haciendo lo mismo al otro extremo de la habitación, Elektra dijo simulando pensar apoyando el dedo en su barbilla mientras lo tambaleaba sobre su piel, y caminando hasta ella una vez a un par de metros, dijo—Te ves perfecta. Definitivamente, estoy feliz de que mi padre haga
Capítulo 73 — PropuestasNarrador:Dorian llevaba semanas preparando este momento, pero aun así, cuando se sentó frente a Elektra en la mesa de su apartamento, no pudo evitar que sus manos temblaran ligeramente. Había organizado todo para que la velada fuera perfecta; la luz de las velas iluminaba el espacio de manera suave, resaltando los rasgos delicados de Elektra. Las rosas que había mandado traer decoraban cada rincón de la sala, y el suave aroma a jazmín llenaba el aire, dándole a todo un aire de ensueño.Elektra, ajena a lo que estaba por venir, sonreía mientras charlaban de trivialidades, como solían hacer cuando estaban solos. Su risa, su presencia, todo en ella lo envolvía, haciéndole recordar una y otra vez por qué había caído tan profundamente enamorado de esa mujer. Pero esta noche era diferente. Dorian lo sabía, y el peso de lo que estaba a punto de hacer empezaba a aplastarlo.—Dorian, ¿por qué estás tan callado? —preguntó Elektra de repente, mirándolo a los ojos. Su vo
Capítulo 72—El ultimátum Narrador:El ambiente en el despacho de Orson Kane estaba cargado de tensión. La sala, con sus estantes llenos de libros antiguos y decoraciones elegantes, parecía una fachada de la estabilidad que Orson intentaba proyectar. Sin embargo, Dorian y Gideon sabían que las apariencias no durarían mucho. Orson los recibió tras su gran escritorio, una sonrisa educada pero forzada en su rostro.—Dorian, Gideon, es un placer veros. ¿A qué debo esta inesperada visita?Gideon se adelantó, con una mirada gélida que borró cualquier rastro de cortesía.—Sabemos de tus deudas, Orson. Sabemos de tus problemas con el juego. Y también sabemos que estás usando eso para extorsionar a Dorian —dijo, sin rodeos.Orson arqueó una ceja, como si las palabras no le afectaran en lo más mínimo.—No tengo idea de lo que estás hablando —respondió con calma, aunque sus ojos mostraban señales de alerta —¿Deudas, yo…? —forzó una sonrisa —No tengo problemas financieros.Dorian, que hasta ese m
Capítulo 71 —Un trato PeligrosoNarrador:Pasaron un par de días desde que Gideon y Katrina se refugiaron en el campo, lejos del caos que los rodeaba. También Dorian y Elektra habían encontrado un poco de tranquilidad, un escape temporal de la presión constante de Orson y Alaric. Pero todos sabían que esa paz no podía durar para siempre. Había llegado el momento de regresar a la ciudad y enfrentarse a la situación de una vez por todas. Al volver, Gideon se reunió con Dorian en su despacho. El ambiente estaba tenso, pero también había una determinación clara en ambos. Sabían que tenían que trazar un plan sólido si querían salir victoriosos de esta guerra.—No podemos seguir esperando, Dorian —dijo Gideon con tono serio, cruzando los brazos mientras se sentaba —Orson no va a detenerse, y Alaric está tan cegado que hará lo que sea por cumplir con los planes de su padre. Necesitamos una estrategia, y la necesitamos ya.Dorian asintió, pensativo. Durante los días en los que Gideon había es
Capítulo 70 —Fin de las mentirasNarrador:Elektra aún estaba sumida en sus pensamientos cuando Dorian, con su habitual diplomacia, decidió abordar el tema que sabía que debía enfrentar.—Hay algo más que necesito pedirte —dijo, rompiendo el silencio.Elektra levantó la mirada, notando el tono cuidadoso de Dorian. Había algo en su expresión que la puso alerta.—¿Qué cosa? —preguntó, aunque su voz ya anticipaba una conversación incómoda.Dorian suspiró y avanzó hacia ella, intentando conectar su mirada con la suya.—Quiero que perdones a Katrina —soltó, casi de golpe.Elektra lo miró con incredulidad. La sola idea de "perdonar" le resultaba extraña en ese momento. Entre todos los secretos y mentiras que la rodeaban, ¿cómo podría?—¿Perdonarla? —repitió, como si esas palabras no encajaran en la situación —¿Cómo puedes pedirme eso, Dorian? No es solo que me haya ocultado algo... es todo. Todo este lío de mentiras en el que estamos envueltos. Me duele que Katrina, mi padre y tú también, m
Capítulo 69 —Nietos realesNarrador:Hubo un silencio entre los dos por unos instantes, hasta que Gideon soltó un largo suspiro.—Y en cuanto a Orson... —comenzó Gideon, cambiando de tema —Tenemos que encontrar la manera de detenerlo. Y a Mario también, Elektra me contó lo del club y de ese sinvergüenza. Él no es parte de la extorsión, pero lo que le ha hecho a las chicas no puede quedar impune.Dorian asintió, entendiendo que había mucho por delante, pero que al menos, habían dado el primer paso para reconstruir su amistad y luchar juntos.—Lo haremos —respondió Dorian —Lo haremos juntos.Dorian vio cómo la tensión en el rostro de Gideon comenzaba a ceder poco a poco. Aunque aún se notaba el cansancio y la frustración, algo en la postura de su amigo se relajó. Era como si, por un instante, ambos hubieran regresado a aquellos años en los que todo era más sencillo, antes de que las complicaciones y los secretos se interpusieran entre ellos. Gideon, tras un largo suspiro, miró a Dorian,
Capítulo 68 —Mi hijaNarrador:Katrina salió del coche con lentitud, evitando la mirada de Elektra mientras se acercaba a ella. Elektra, en un estado de completo shock, no podía creer lo que estaba sucediendo. Giró hacia su padre, con la voz cargada de rabia contenida.—¿Tú eras Nicolás? —preguntó, aunque ya conocía la respuesta.Gideon la miró fijamente, suspirando antes de asentir con la cabeza.—Sí, Elektra... Yo era Nicolás.Elektra cerró los ojos por un segundo, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. La traición que sentía la envolvía por completo. Giró hacia Katrina, buscando respuestas.—¿Tú sabías que era mi padre? —su tono era más duro de lo que había sido jamás.Katrina levantó la mirada, tragando saliva antes de responder.—Me enteré después de la golpiza... —dijo en voz baja, su cuerpo tensándose bajo el peso de las palabras.Elektra soltó una risa amarga, sin poder creer lo que estaba escuchando.—¿Después de la golpiza? ¿Y no pensaste en decirme nada?—No sabía
Capítulo 67 —Una charla difícilNarrador:Finalmente, Gideon llegó a la cafetería. Apenas abrió la puerta, divisó a Elektra sentada en una mesa al fondo, mirando por la ventana. Caminó hacia ella con pasos firmes, su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y alivio. Al llegar, la saludó con un abrazo apretado.—¿Estás bien? —le preguntó mientras la miraba de arriba a abajo, buscando cualquier señal de malestar.—Sí, papá, estoy bien —respondió Elektra, un poco nerviosa.Gideon suspiró, pero su rostro pronto se tornó en una mezcla de reproche y confusión.—No puedo creer que antes que a mí hayas llamado a Dorian.—¿Cómo dices, papá?—Sí, lo he cruzado en la ruta hacia aquí.Elektra lo miró fijamente, intentando encontrar las palabras adecuadas.—No, papá, no se trata de eso...—¿Entonces de qué se trata? —insistió Gideon, con el ceño fruncido, claramente confundido por la situación.Elektra respiró hondo y le pidió que se sentara.—Siéntate, por favor... Te lo voy a contar todo.Gi
Capítulo 66 —El deportivo azul metalizadoNarrador:A la mañana siguiente, Elektra despertó con el corazón aún acelerado por todo lo que había sucedido en las últimas horas. Observó a Dorian dormir a su lado y sintió una mezcla de emociones que no podía describir. Sabía que tenía que hacer algo, al menos para que su padre dejara de preocuparse. Tomó su teléfono y, con cierta ansiedad, decidió llamarlo.—Papá —dijo en cuanto escuchó la voz de Gideon al otro lado de la línea.—¡Elektra! —exclamó su padre, su voz sonaba aliviada, pero también con un toque de reprimenda —¿Dónde diablos estás? He estado preocupado por ti toda la noche.—Estoy bien, papá. Solo quería que supieras eso, no tienes que preocuparte.Hubo un silencio breve antes de que Gideon respondiera.—Eso no es suficiente, Elektra. Quiero verte. Necesito hablar contigo.Elektra suspiró, sabiendo que esta conversación era inevitable.—Está bien, podemos vernos —respondió con algo de resignación —¿Te parece bien una cafetería