Capítulo 6 —CastigoDorian:Había quedado muy molesto con el hecho de que Elektra y Alaric se conocían. No quise que ella me diera detalles y a él, obviamente, no se los pediría tampoco. Pero pensar que él pudiera frecuentar el club y haberla visto bailar, me enfurecía. ¿Acaso ella también era su pu*ta? Con toda esa carga emocional, fui al club y me puse más intenso de lo acostumbrado. Elektra entró en la habitación del club nocturno con una mezcla de anticipación y temor. El ambiente era familiar; luces suaves, la atmósfera íntima y el lujo discreto. Pero esta noche, todo era más cargado, más denso y ella lo notó. Yo la esperaba sentado en el cómodo sofá; mi rostro tenía una máscara de calma contenida. Sin embargo, mis ojos traicionaban la tormenta que se libraba en mi interior.—Cierra la puerta —ordené con voz grave.Elektra obedeció, sintiendo el peso de mi mirada clavada en ella. Caminó lentamente hacia donde me encontraba, sus pasos resonaban en el silencio de la habitación. Se d
Capítulo 7 —Reflexión y RedenciónDorian:El sol ya se había puesto cuando finalmente me encontré de nuevo en mi oficina del Congreso, sumido en un mar de papeles y responsabilidades que apenas lograban distraerme de mis pensamientos. Había pasado toda noche y gran parte del día, atormentado por el recuerdo de la noche anterior. La manera en que había dejado que mis celos me controlaran y cómo había descargado mi frustración en Elektra con prácticas que, aunque no le causaron dolor, fueron más allá de lo aceptable. No dejaba de martillar en mi mente.—¿Qué diablos te pasa, Dorian? —me preguntaba a mí mismo una y otra vez mientras firmaba documentos sin prestarles realmente atención.—Doctor Langdon, ¿necesita algo más? —preguntó mi secretaria desde la puerta, interrumpiendo mis pensamientos.—No, gracias, Raquel. Puedes retirarte por hoy —respondí sin levantar la vista.Cuando finalmente el edificio quedó en silencio, me permití un momento para reflexionar. No podía dejar las cosas as
Capítulo 8 —Mala idea.Elektra:Abriendo mis ojos, apenas el sol apareció. Tomé asiento en la cama que compartía con Katrina, y mordiendo mi labio inferior, recordé a Dorian, y la noche anterior, la cual fue un poco intensa. Tras ejercer el dominio que tenía sobre mí, me invadió de manera posesiva, y corriéndonos al mismo tiempo, los dos caímos agotados sobre el sofá. Habían pasado algunos días desde nuestra primera vez, y con ellos las visitas de Dorian se hacían más constantes, por lo que me sentía más confiada con su presencia. No entendía qué era lo que sucedía entre nosotros, pero él me atraía más de lo que alguna vez pensé, sin importar la diferencia de edad entre los dos. Adoraba su olor, su intensidad, la forma en la que sus manos recorrían mi cuerpo con luj*uria, y nuestros encuentros cada vez eran más satisfactorios. Me aterraba por instante el cambio que sufría en su presencia, lo descarada que era con él, que cada vez más me desconocía. De la Elektra virginal, y mojigata q
Capítulo 9 — El mejor amigo de mi padre.Elektra:Deteniendo el auto a las afueras de la mansión Marlowe, Alaric liberó el volante tras detenerse para observarme por un instante, y tomando mi mano, la cual reposaba en mi muslo, le dio un leve apretón antes de decir.—No temas, estaré contigo.A eso precisamente, era lo que más le temía; estar con él. No sabía cómo reaccionaría mi padre al verme después de tantos días fuera de casa, y si él cumpliría su palabra de llevarme de regreso. Acercándose al vehículo para recibir los invitados, Gisel, la señora de servicio, se mantuvo a la espera, y notando una vez que se abrió la puerta que se trataba de mí, se dejó ver sorprendida por mi regreso.—Señorita Elektra… Ha regresado.Bajando su cabeza levemente, la mujer me saludó con emoción evidente, e invitándonos a seguir, ingresamos a la enorme estancia, en donde se divisaba una magnífica escalera de mármol en el centro que conducía a la segunda planta.—Todo saldrá bien. ¿Seguimos?Alaric, s
Capítulo 10 —Una decisión difícilDorian:La velada en la casa de Gideon Marlowe se desarrollaba con la pompa y circunstancias esperadas, para celebrar el regreso de su hija perdida. El salón principal estaba lleno de figuras prominentes de la política y los negocios, su círculo íntimo, pero en ese momento me parecían demasiadas personas de todas maneras. Entre los invitados, estaba Alaric Kane. El aire estaba cargado de conversaciones animadas y risas, pero para mí, la noche estaba envuelta en una niebla de incomodidad. Sabía que Elektra estaba allí, y la revelación de su identidad estaba pesándome demasiado. Me mantenía en la periferia de la fiesta, observando y tratando de evitar el contacto visual con ella. Alaric se acercó a mí, con una expresión ligeramente preocupada.—Dorian, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó con su voz baja para no llamar la atención. Asentí y nos movimos a un rincón más tranquilo del salón —Sé que esto es incómodo, pero necesito pedirte un favor —c
Capítulo 11 — Frustración Elektra:El ver cómo el auto de Dorian se alejaba hizo que una punzada se extendiera por mi pecho hasta hacerme formar un puño con mi mano por la impotencia. Todo esto, no solo lo tomaba por sorpresa a él, sino a mí también, que ni recordaba que él existía. ¿Cómo carajos iba a saber que él era el mejor amigo de mi padre, si la última vez que lo vi no sabía ni caminar bien? Exhalando una bocanada de aire, me tragué las lágrimas que trataron de salir por la rabia, y girándome sobre mis talones, me quedé rígida al hallar a Alaric detrás de mí.—Elektra… Te estuve buscando, no sabía que estabas aquí con Dorian.Tragué enseguida un poco temerosa que nos hubiese escuchado hablar, y extendiendo su mano unos segundos después, al ver que me quedé sin decir nada más, la tomé con una pequeña sonrisa, la cual fue forzada e incómoda. Al regresar al salón, nos acercamos a nuestros padres, quienes se hallaban hablando con mucha confianza, y dirigiéndose a Alaric, y a mí, u
Capítulo 12 —Una visita inesperada.Dorian:Era una mañana como cualquier otra en el Congreso. Los pasillos bullían con la actividad diaria, pero mi mente estaba atrapada en los eventos de las últimas semanas. Desde que decidí cortar todo contacto con Elektra, una parte de mí se sentía vacía, aunque sabía que era lo correcto. Estaba revisando unos documentos cuando mi secretaria, Sandra, llamó a la puerta y asomó la cabeza. —Señor Langdon, hay una señorita esperándolo. Dice que tiene una cita con usted. Se llama Elektra Marlowe —mi corazón se detuvo un instante. No podía ser… No aquí, no ahora. Traté de mantener la compostura. —Hazla pasar —respondí, intentando sonar tranquilo.En segundos, Elektra entró en mi oficina. Estaba tan impresionante como siempre, pero su rostro reflejaba una mezcla de determinación y frustración. Cerré la puerta detrás de ella, asegurándome de que nadie pudiera entrar.—Dorian —comenzó con una voz firme —Quiero saber por qué dejaste de pagar por mis servi
Capítulo 13 —La cena familiarNarrador:El encuentro con Dorian, no había sido como ella lo imaginó. Lejos de rendirse a sus pies, él prácticamente la corrió de su oficina. Haciendo que la joven se llenara de ira y frustración. Elektra tenía que encontrar algún medio para doblegar a ese hombre, que la traía de cabeza, pero sabía que no le iba a ser fácil acercársele, ya que le había dejado muy claro su intención de no volver a tocarla mientras tuviera vida. Eso era algo que tenía que lograr revertir, por lo que había tenido la loca idea de aceptar la invitación de Alaric de ir a cenar a su casa con sus padres. El joven quedó muy contento e ilusionado con eso, sin saber que la verdadera intención de ella, era interactuar con él para poder acercarse más a Dorian, que era su verdadero objetivo. La noche ya estaba entrando, cuando Alaric llegó a recoger a Elektra en la puerta de un complejo de apartamentos de todo lujo en el centro de la ciudad. Era obvio que ella no le iba a decir que la