Capítulo 1 —Solo bailarDorian: Esa mujer me había dejado bastante perturbado, por lo tanto pasé una noche bastante inquieto, pero, al día siguiente, la vida cotidiana debía seguir y con ella mis responsabilidades. Así que, luego de tomar una ducha, me dirigí al edificio del Congreso, para continuar con mis actividades como Diputado de la Nación.—Doctor Langdon, disculpe la interrupción —dijo mi secretaria al entrar en mi oficina —aquí le dejo la agenda del día, doctor.Y me dejó una larga lista, con horarios y lugares a los que debía ir, e inclusive gente a la que tenía que recibir en mi oficina. Pero mi cabeza no estaba para ningún tipo de reuniones, mi cabeza había quedado en esa habitación VIP. Y así pasaban mis días, y de ser un cliente habitual de ese club, pasé a ser un cliente diario y a cada vez ir más temprano. Incluso, mi ansiedad, me llevó a que una noche tuviera que esperar que abriera. El tiempo que pasamos juntos con Natasha, así me había dicho que era su nombre, cada
Capítulo 2 —Como empezó todoDorian:La noche en el club nocturno "Eclipse" siempre tenía un aire de misterio y atracción, pero esa noche era diferente. Había venido aquí en busca de una distracción, algo que me hiciera olvidar por unas horas la pesada carga de mi vida política. La luz de neón y la música envolvente creaban una atmósfera casi mágica, y las bailarinas, con sus pelucas y antifaces, se movían como fantasmas en la penumbra. Desde mi rincón oscuro, observaba el espectáculo. Mi atención se fijó en una nueva bailarina. Algo en su movimiento, en la gracia de sus pasos, me resultaba hipnótico. No podía apartar la mirada. Había algo familiar en ella, aunque no podía precisar qué era. "¿Quién es esa chica?" me pregunté, mientras ella danzaba con una libertad que parecía desafiar cualquier control. A Diferencia de las demás, ella no llevaba antifaz, pero sí una peluca rosa, o tal vez era su cabello, no lo pude saber con certeza en aquel momento. La curiosidad se mezcló con la atr
Capítulo 3 —La Primera VezDorian:Hoy era un día importante, un día que esperaba con una mezcla de anticipación y ansiedad. Sabía que esa noche, en el club nocturno "Eclipse", tendría un encuentro especial con Natasha. El día comenzó con una reunión rutinaria en el Congreso, donde discutimos asuntos políticos que, en cualquier otro momento, habrían captado toda mi atención. Pero hoy, mi mente estaba en otra parte. Mientras los diputados hablaban y discutían, mis pensamientos volaban hacia la noche que se avecinaba. Imaginaba cómo sería el encuentro, cómo reaccionaría ella, y cómo manejaría la situación para asegurarme de que ella se sintiera cómoda y segura. Al mediodía, tomé un descanso para almorzar. Elegí un pequeño café cerca de mi oficina, un lugar tranquilo donde podría concentrarme y planificar el encuentro. Pedí una ensalada y un refresco, pero apenas los probé. Mi mente seguía ocupada con la expectativa de la noche. Me preguntaba si ella estaría nerviosa, si se sentiría cóm
Capítulo 4 —RealidadElektra:La noticia de la muerte de mi madre llegó como un golpe inesperado. Todo en mi vida cambió en un instante. Ella siempre había sido mi pilar, mi apoyo incondicional, y su ausencia dejó un vacío imposible de llenar. Fue en ese momento de vulnerabilidad que mi padre, Gideon Marlowe, se acercó con una propuesta que cambiaría mi vida. Mi padre no había estado presente en mi vida durante mucho tiempo, especialmente después de su divorcio con mi madre. Sin embargo, tras su fallecimiento, se mostró preocupado y dispuesto a ayudarme. Me ofreció vivir con él, argumentando que sería mejor que estuviera con alguien de mi familia en lugar de estar sola.—Elektra, quiero que vengas a vivir conmigo —dijo una tarde, sentado en el sofá de la casa que había sido mi hogar —No quiero que enfrentes esto sola.Miré sus ojos, buscando alguna señal de sinceridad. Había pasado tanto tiempo desde que habíamos tenido una conversación real. Sin embargo, en mi estado de vulnerabilida
Capítulo 5—SalvadaNarrador:En el preciso instante en el que Elektra iba a tomar su café, sintió una mano firme sujetarla del brazo. Sobresaltada, giró rápidamente y se encontró cara a cara con Alaric, su prometido; el joven que su padre había elegido para que se casara con ella.—Elektra—dijo con una enorme sonrisa —Hace tiempo que no te veía.Elektra tragó de inmediato al ver su mala suerte, era la primera vez que entraba a ese lugar, y justamente a quien se encontró allí fue a él; remojando sus labios, asintió con su cabeza sin saber qué decir, e interesado por conocer su paradero, Alaric continuó.— Pero... Cuéntame, ¿cómo estás?Justamente en ese momento regresó la chica que la había atendido con su orden, y extendiendo la rebanada de pastel, Elektra la tomó con la finalidad de seguir su camino.—Bien.La verdad ella quería huir, salir de allí tan rápido como sus pies se lo permitían, lo menos que deseaba era que su padre supiera de ella, por lo que prácticamente había desaparec
Capítulo 6 —CastigoDorian:Había quedado muy molesto con el hecho de que Elektra y Alaric se conocían. No quise que ella me diera detalles y a él, obviamente, no se los pediría tampoco. Pero pensar que él pudiera frecuentar el club y haberla visto bailar, me enfurecía. ¿Acaso ella también era su pu*ta? Con toda esa carga emocional, fui al club y me puse más intenso de lo acostumbrado. Elektra entró en la habitación del club nocturno con una mezcla de anticipación y temor. El ambiente era familiar; luces suaves, la atmósfera íntima y el lujo discreto. Pero esta noche, todo era más cargado, más denso y ella lo notó. Yo la esperaba sentado en el cómodo sofá; mi rostro tenía una máscara de calma contenida. Sin embargo, mis ojos traicionaban la tormenta que se libraba en mi interior.—Cierra la puerta —ordené con voz grave.Elektra obedeció, sintiendo el peso de mi mirada clavada en ella. Caminó lentamente hacia donde me encontraba, sus pasos resonaban en el silencio de la habitación. Se d
Capítulo 7 —Reflexión y RedenciónDorian:El sol ya se había puesto cuando finalmente me encontré de nuevo en mi oficina del Congreso, sumido en un mar de papeles y responsabilidades que apenas lograban distraerme de mis pensamientos. Había pasado toda noche y gran parte del día, atormentado por el recuerdo de la noche anterior. La manera en que había dejado que mis celos me controlaran y cómo había descargado mi frustración en Elektra con prácticas que, aunque no le causaron dolor, fueron más allá de lo aceptable. No dejaba de martillar en mi mente.—¿Qué diablos te pasa, Dorian? —me preguntaba a mí mismo una y otra vez mientras firmaba documentos sin prestarles realmente atención.—Doctor Langdon, ¿necesita algo más? —preguntó mi secretaria desde la puerta, interrumpiendo mis pensamientos.—No, gracias, Raquel. Puedes retirarte por hoy —respondí sin levantar la vista.Cuando finalmente el edificio quedó en silencio, me permití un momento para reflexionar. No podía dejar las cosas as
Capítulo 8 —Mala idea.Elektra:Abriendo mis ojos, apenas el sol apareció. Tomé asiento en la cama que compartía con Katrina, y mordiendo mi labio inferior, recordé a Dorian, y la noche anterior, la cual fue un poco intensa. Tras ejercer el dominio que tenía sobre mí, me invadió de manera posesiva, y corriéndonos al mismo tiempo, los dos caímos agotados sobre el sofá. Habían pasado algunos días desde nuestra primera vez, y con ellos las visitas de Dorian se hacían más constantes, por lo que me sentía más confiada con su presencia. No entendía qué era lo que sucedía entre nosotros, pero él me atraía más de lo que alguna vez pensé, sin importar la diferencia de edad entre los dos. Adoraba su olor, su intensidad, la forma en la que sus manos recorrían mi cuerpo con luj*uria, y nuestros encuentros cada vez eran más satisfactorios. Me aterraba por instante el cambio que sufría en su presencia, lo descarada que era con él, que cada vez más me desconocía. De la Elektra virginal, y mojigata q