Ashley
Mi corazón daba un vuelco y mi alegría no cabía en mi, me sentí como adolescente conociendo a su ídolo y prácticamente es lo que pasaba, acabo de conocer a mi ídolo.
—Oh, hola ¿Quien eres? —Preguntó y mi labio solo temblaba —Eh ¿Sabes hablar, no?
Cubrí mi rostro con vergüenza y solo pronuncié en un hilo de voz un "Si"
—Me alegro de que sepas hablar, entonces dime ¿Necesitas algo, bella dama? —¿Que, yo? ¿A mi me dijo así?
—Yo... Busco al CEO, me citaron en esta oficina a las 10am, pero creo que aún no llega, lo siento —Me doy la media vuelta, quizás es mejor venir más tarde.
—Espera, ese soy yo, soy el nuevo CEO
—¿Qué? Creo que mi rostro de confusión fue muy evidente porque me brindó una explicación —Acabo de comprar la editorial, si buscas al anterior CEO ya viene para acá.—Eso quiere decir que las decisiones del anterior CEO no seguirán en vigencia... —Oh no, mi sueño se desplomó antes de alzar el vuelo, sentí mis ojos cristalizarse por las lágrimas.
—¿Que decisiones? Oh, ante todo disculpa mi falta de caballerosidad, me presento, mi nombre es Alexandree D'Nore ¿Y usted es?
—Un placer señor D'Nore, sé quién es ya que soy fanática de todo sus libros, es un honor conocerlo, discúlpeme usted a mi, mi nombre es Ashley Bianco y la decisión de la que hablo es de que mi libro se iba a publicar en físico, apenas ayer me la confirmaron.
—¿Se firmó un contrato? —Me mira con cierto interés.
—No jeje, solo era una notificación para venir a ver el acuerdo apenas, por eso estoy aquí —Mi nerviosismo aumentaba mientras el me veía con una amplia sonrisa mientras hablaba, no se si es su sonrisa perfecta, sus hermosos ojos grises con los que he fantaseado en mi casa cuando las luces se apagan o esa postura imponente sumándole ese rostro perfecto.
—Es interesante ¿Cuantas lecturas tiene su libro? —Pregunto interesado —Además, a todas estas no se ni cual es el título de la obra.
—Disculpe, mi libro se llama "Obsesión entre letras" y tiene un total actualmente de 18M de lecturas, ya supere por 2 millones lo necesario para publicar mi libro —Tengo un mal presentimiento.
—No es suficiente —Su rostro se torno duro mientras yo sentí mis sueños caer desde lo las alto del cielo, cuando tocó el rudo y cruel suelo una rabia cruzó por mi cuerpo.
—¿Disculpe? —Hable enojada y el rápidamente lo noto —¿No es suficiente? ¡¿Que no es suficiente?! Me lo ofrecieron, trabaje muy duro todos estos años para esta oportunidad y solo porque usted quiso ahora no se me va a cumplir mi sueño —De mis ojos comenzaron a brotar lágrimas llenas de rabia y dolor —Mis sueños...
Sin notarlo ya me encontraba llorando
—Oye, no vale la pena que llores, bella dama, el mínimo para publicar en físico ahora son 25M, si escribes tan bien como lo bella que eres seguro que llegarás rápido —Se acerco a mí, coloco sus manos en mis mejillas secando mis lágrimas a la vez que había que alzara el rostro —Eres jodidamente hermosa, Señorita Ashley, me dejaste pasmado al entrar en la oficina, por favor no llores que me quiebras el corazón y es solo la primera vez que te veo, te acabo de conocer y siento que quiebras mi alma.
Me beso... No sé cómo ni porque pero sus labios besaron a los míos suavemente, sentí chispas a mi alrededor y todo lo que se debería de sentir al ser el mejor beso de tu vida, porque este lo era. Sin pensarlo más pase mis brazos por su cuello correspondiendo a su beso pero de una forma más profunda, al final no todos los días pasa este evento tan raro, es que ¿Cuantas oportunidades hay de que beses al chico de tus sueños?
Sus manos viajaron hacia la parte alta de mi cadera mientras sus besos se transformaban de un leve beso a uno lleno de desespero y deseó, nos besamos un momento hasta que caí en cuenta. Este hombre que parece una fantasía viva salió de la nada y frustró su mi sueño y el imbécil ahora me está besando, me aparte de él y le di una bofetada sin pensarlo.
—Es un imbécil, Señor D'Nore —Se acariciaba la mejilla y me miraba con un rostro confundido —Arruino mi sueño y ahora me besa como si nada, será usted muy guapo pero es un... Un... ¡Imbécil!
Salí de la oficina dando un portazo, sin importar que me despidan o otra cosa salgo de ahí, necesito relajarme, necesito café.
Miro el reloj y faltan al menos unas horas para salir del trabajo, resignada voy a mi puesto de trabajo y me siento con los ojos cristalizados y el corazón con un dolor extraño.
Hoy fue una mañana muy interesante, conocí a mi ídolo y en menos de una hora cumplió una de mis sueños y rompió otro, ese libro era mi sueño, curioso que el libro se trate sobre mi amor por el y no lo deje salir más a la luz.
Si más sigo trabajando con los ojos cristalizados, no lo pude evitar, continúe revisando documentos todo el día y paraba de vez en cuanto a secar las lágrimas que se me escapan y tomar un sorbo de café.
Vi al antiguo CEO caminar a la oficina principal y no dudé en interceptar su camino, le pregunté lo que pasó y con rostro bajo solo me dijo "Lo lamento, es un excelente libro pero está más allá de mi poder actual, aquí, actualmente no soy nadie, suerte señorita Bianco".
No sirvió para nada, seguí trabajando hasta mi hora de salida, al dar la hora exacta salí de la oficina, necesito un abrazo, necesito un respiro acompañado de una mano amiga y se a donde ir.
Llegó a la panadería de una vieja amiga, una señora que me dio apoyo al llegar a la ciudad, me oriento en ella y me regaló sonrisas y apoyo en los momentos más difíciles, es como mi abuela.
Al entrar en su local el dulce olor inunda mi nariz y sin querer unas lágrima brota por mis ojos al verla con los brazos extendidos esperándome en un abrazo. La abrazo y dejo salir todo dentro de mi.
Lloré.
——————————————————
Hola, querido lector. Iniciamos un tanto fuerte por aquí, desde este momento empieza la diversión en esta historia, sin más que decir espero que disfrutes la historia.
Comparte la historia si te gusta para que más personas lleguen a ella ¡Por favor!
Muchas gracias por darle una oportunidad a la novela ¡Gracias! Te quiero <3
Alexandree Al verla sollozar no se porque sentí el impulso de protegerla, nunca me había pasado pero sin darme cuenta la estaba consolando mientras le secaba las lágrimas, acaricie su rostro y el impulso de besarla fue más que de lo que yo pude resistir, la bese suavemente con miedo, pero al sentir como paso sus brazos por mi cuello para profundizar el beso no me pude resistir, un deseo de tenerla para mí recorrió mi mente, no sólo poseer su cuerpo si no a ella, sus besos con sabor a caramelo con una nota de café se siente adictivos. Mis manos temblaban al bajar por sus caderas, me siento como un adolescente al que le da su primer beso una bien aventura por la vida, tome su cadera con fiereza, necesitaba pegarla a mi, que sintiera este frenesí que me hacía sentir pero de repente se separó de mi sin más y me abofeteó con un rostro de molestia. —Es un imbécil, Señor D'Nore. Nunca pensé que sería así de imbécil —Me acaricié la mejilla adolorida mientras mi confusión iba en aumento ¿Que
Alexandree. Se dio la vuelta y caminaba hasta un estacionamiento subterráneo cercano. —Señorita Bianco, deje que la lleve o la acompañe, por favor —Su rostro se puso rojo y bajo su mirada mientras sus cejas se arrugan. —Iré a mi casa directo entonces, se baja y agarra un taxi en la puerta y ya, solo esta vez y solo porque es mi jefe y no me quiero quedar sin trabajo —Sonreí satisfecho ante sus palabras, al llegar a un Camaro convertible descapotable me quedé impresionado por su buen gusto. —Este auto es excepcional —No puedo ocultar mi asombro ante su semejante belleza —Tienes buen gusto, señorita Bianco. Asintió y un leve «Gracias» se escuchó, entramos en el vehículo que tiene un olor excitante de vainilla y caramelo. Combinado con su olor a café me tenían delirando, cuando vi un libro no dudé en tomarlo mientras salíamos del estacionamiento y de casualidad es unos de mis primeros libros «La dulce gitana» un libro que me hace sonreír al pensar en la historia que tiene de fondo,
Ashley. Me hizo un montón de preguntas sobre cómo conocí a su abuela, como llegue a la ciudad, que como descubrí sus libros y un millón de preguntas más mientras comíamos. Hasta me ayudó a limpiar todo y el tiempo pasó volando, le ofrecí una copa de vino blanco y sin darnos cuenta ya estábamos sentados en el sillón siendo iluminados solo por el rayo de las lunas y unas luces tenues, con una copa de vino en nuestras manos reímos como si nos hubiéramos conocidos de toda la vida. —Joder Ashley, hace tanto tiempo que no la pasaba tan bien con alguien solo hablando —Mis mejillas se volvieron de un color carmesí ante sus palabras, pero de mi parte también pienso lo mismo. —Yo tampoco la había pasado tan bien con alguien Alexandree —Tanto hablamos de nosotros que decirle señor D'nore entre nosotros se siente raro. Dio un sorbo al último trago de vino de su copa y vio fijamente el reloj de la pared. —Son las 4 de la mañana, Ashley... —Suspiro dejando su copa en la mesa e inclinando su ca
Ashley. Mientras seguía haciéndolo pensé que no sabía cómo este día termino así pero si que lo pienso aprovechar al máximo, quizás solo sea una única vez así que haré todo lo que mis fantasías me han dictado con el paso de los años, desde la exploración de mi cuerpo con su imagen en la cabeza hasta cuando su rostro se veía reflejado donde debería estar el rostro de mi ex, Liam. Si, cuando hacía el "Amor" con mi ex las primeras veces lo veía a el, a Liam pero con el paso del tiempo más las decepciones que me llevaba me gustaba más imaginarme a Alexandree, el dueño de mis fantasías desde que comencé a tenerlas y ahora dueño de esta noche. Salí de mis pensamientos por qué tengo que disfrutar esto, sus ojos me seguían mientras me detenía para ponerme encima de él, tengo que disfrutar esto al máximo. Sin duda alguna sujeto mi cadera mientras yo lo besaba, sus labios se sentían secos de tantos jadeos y los míos ya extrañaban los suyo, poco a poco se adentro dentro de mi otra vez, mis cade
Alexandree Anoche fue una experiencia maravillosa que no se como se dio en un inicio, todo fluyó tan bien que es sorprendente, todo se dio bien. El día inicio fatal pero terminó increíblemente bien, ahora estoy sentado en mi oficina recordado su cuerpo y lo increíble que es que tuviera su confianza puesta en mi como para permitirme adentrarme en ella, esto paso rápido, muy rápido pero con ella no quiero ir lento y yo sé que ella tampoco quiere, bueno yo quería ir rápido, tiene novio, lo sé. Se que el imbécil ese de Sam es su novio, me imagino a el llamándola a su teléfono mientras ella y yo nos divertíamos a la luz de la luna pero, eso no quita el hecho de que ella permitiera que pase eso, si tiene novio me debió haber detenido, un simple tengo novio hubiera bastado pero no y ahora yo me siento como un imbécil manipulado. Arrojo el vaso de mi escritorio en un impulso de rabia al imaginarme que probablemente esta noche se acueste con el y busque volver a sentir lo mismo que sintió c
Ashley Allí estaba yo, trabajando a todo tope aunque con la cabeza llena de preguntas que no se ni porque me debería importar, pero aún me sigue molestando su falta de educación o más bien estoy enojada conmigo por dejarme llevar. En la madrugada me decía que quería que lo que pasó se repitiera miles de veces, que era la mejor de las noches de su vida ¿Quién demonios se cree para jugar así conmigo? Suena mi celular y es un mensaje de alguien que justo también es un imbécil, mi ex Liam. «Hola linda, ayer hablé con tu madre y me dijo que te va muy bien, ¿Sabes? Yo aún te extraño, en unas semanas iré a Nueva York y quizás podemos tomar un café por los viejos tiempos ¿Te parece? Cuidate mi linda, besos” No pude evitar sonreír, a pesar de que lo mandé a la m****a sigue siendo igual de tierno pero esa sonrisa se esfuma al recordar las noches en vela que llore por el, mis ataques de ansiedad cuando no respondía, mis insistencias para hacer algo romántico. No, no merezco eso. Sin emb
Ashley. Alguien me da un toque con su codo en mi hombro, es un hombre alto que me hace una seña para que vea al frente, ahí está el viéndome desde su podio con su rostro en alto viéndome mientras está ahí sintiéndose superior esto es una m****a, trato de salir de ahí pero aún tengo trabajo y es obvio que no puedo, su mirada me incomoda así que trato de dispersarme entre la multitud escondiéndome de su mirada que siento que me quema la nuca. La gente se empieza a dispersar hasta quedar unos pocos en la recepción así que es imposible esconderme de él sin ser muy obvia, pero no me voy a esconder, yo no soy así, así que alzó mi rostro y le devuelvo su mirada, lo hago con rabia al verlo tan seguro de si, ese imbécil me las pagará. Mi mirada hacia el no dura mucho ya que me interrumpe un abrazo por la espalda que me alza del suelo, trato de no gritar y espero a que me ponga al suelo después de una pequeña vuelta. Sam. Me baja y me vuelve a abrazar de una forma “normal” me da besos en la
Alexandree. Dime, mi bello angel caído…¿Tú me extrañaras esta noche?» Una sensación de amargura me atacó ¿Qué me pasa? ¿Por qué me preocupo por alguien que quizás solo fui un vil pasatiempo? No puedo más, sacudo mi cabeza y me pongo a revisar unos documentos tratando de concentrarme solo en eso. … Ya por fin es hora de irme, ya no queda casi nadie en el edificio ah no ser por la seguridad, mi secretaria y otros más que aún no se van a casa, tomo mis cosas y me despido de los que voy encontrando por mi camino a la salida. Justo paso cerca del cubículo de Ashley, en su escritorio divisó una pequeña placa plateada con su nombre en ella «Ashley Bianco» su nombre perfectamente escrito en cursiva se ven de maravilla en esa placa aunque se vería mejor en una dorada, sonrió ante ese pensamiento. En su escritorio está 3 fotos enmarcadas en unos marcos pequeños pero delicados ¿Quién tendría eso en un cubículo? En las fotos se encuentra ella abrazo de su novio ¿Sam? Como sea, acompañad