Liam es un chico de la calle que después de sufrir un evento doloroso tras la muerte de su madre, se da cuenta de que es un hombre lobo, su primera transformación lo toma por sorpresa y huye a las montañas por temor a ser perseguido, pero sobre todo miedo a lastimar a alguna persona. Rebeca Winslow es la típica niña rica, hermosa y vanidosa, ella nunca miraría a un chico como Liam, ni por error, pero todo cambia cuando un trágico accidente, los pone frente a frente. Entre ellos hay un abismo de distancia, pero aún así, la chispa del amor amenaza con convertirse en fuego. No solo el dinero, la educación, y los prejuicios sociales son amenazas para separarlos, también existe el hecho de que Liam es...Un lobo solitario Liam y Rebeca están decididos a luchar por su amor, pero el padre de Rebeca tiene otros planes, casar a su hija con un rico y poderoso hombre, que resulta ser un hombre lobo. Una conspiración para derrocar al gobierno y desafiar a la corona, pondrá a esta pareja de jóvenes adolescentes no solo a luchar por su amor, también su vida estará en juego. ¿Serán tan fuertes para vencer todas las adversidades? ¿Podrá el amor de dos jóvenes sobrevivir en una lucha de poder y de dinero? El amor de Rebeca por Liam, será tan grande, como para resistir a los encantos del hombre que su padre le eligió?
Leer másEpílogoLiam creció como un niño de la calle, descubrir su verdadero origen fue una gran sorpresa para él, ser un hombre lobo, lo hacía poderoso, pero todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.Aprendió a dominar a la bestia dentro de él, y conocer a su padre, fue un regalo que la vida le dio, después de haberle quitado tanto.Rebeca era una niña mimada, acostumbrada a todo lo que el dinero le podía dar, pero cuando conoció a Liam, supo que el verdadero amor, era lo más importante en la vida.Por la ambición al dinero y al poder, del padre de Rebeca y de un político que creía que, ser un hombre lobo, lo hacía superior a los hombres, tuvieron que separarse, tardaron cinco años en volver a encontrarse, su amor, venció todas las adversidades, incluso, la del más profundo miedo de Rebeca, quien fu&eacut
LiamLa policía, el servicio secreto y todas las corporaciones del país, buscaron a Jean Page por todos lados, cerraron los aeropuertos y las fronteras, pero nadie los pudo encontrar, mi padre, uno de sus guardias que también era lobo y yo, recorrimos las montañas buscando su rastro, pero parecía que se lo había tragado la tierra.Irónicamente, Jean Page, había pasado, de ser uno de los políticos más prometedores del país, a ser un prófugo de la justicia.Fue muy difícil para Becca vivir el proceso de su padre, Robert Winslow, tendría que enfrentar una condena de treinta años en prisión, pero después de su primer mes de condena, apareció muerto en su celda, el acta de defunción decía que había sido suicidio, pero a Rebeca no la dejaron ver el cuerpo, inexplicablemente había sido desgarrado, com
LiamLas declaraciones de Rebeca en televisión nacional, terminaron por hundir la carrera política de Jean Page, por lo que estaba seguro, que iba a tratar de vengarse.La cámara de senadores, por unanimidad, decidieron exigirle la renuncia, los aliados que tenía, le dieron la espalda y se deslindaron completamente de él, fue todo un escándalo cuando anunciaron que había sido expulsado de su partido, y que no iba a volver a participar en ningún cargo político de elección popular.Se decía, que estaba atrincherado en su mansión esperando la resolución del juez, sin embargo, yo dudada que estuviera esperando un resultado que sabía, tendría totalmente en contra, a menos, que pensara que podía ganar ese juicio.Rebeca estaba desconsolada, su madre, no terminaba de sorprenderla, en cuanto metieron a la cárcel al su esposo, hizo sus maletas y s
RebecaJean apretó mi mano tan fuerte, que sentí como se quebraban mis huesos, lo hizo para tratar de intimidarme.—¡Esto es absurdo! Mi esposa nunca se presentó ante un juez a presentar la demanda, están mintiendo.—Tiene razón señor Page, ella no se presentó a solicitar el divorcio personalmente, porque usted la tenía encerrada en su casa, como a una prisionera, pero yo soy su representante legal y cuento con un poder firmado por ella para actuar en su nombre y representación —Me sorprendí mucho al escuchar a Roxanne en su papel de abogada, me enorgullecí de mi amiga.—¿Pero en qué momento? —Aproveché su desconcierto y jalé mi brazo, para que soltara mi mano.—¿En qué momento? ¡No importa en qué momento! Lo importante es que lo hice —Corrí hacia donde estaba Gera
LiamIntentaron matar a Joseph en la cárcel, afortunadamente no lo consiguieron, pero, tanto a los reos como a los guardias, se le hizo creer que sí había muerto y lo trasladaron a un hospital privado, yo temía que escapara del hospital, así que además de custodiado, estaba encadenado a la cama, un hombre como él, era demasiado peligroso.Estábamos seguros de que, el que lo había mandado a matar, era nada menos que Jean Page, el señor Winslow, era muy rico, pero no tan poderoso, como para conseguir algo así en una cárcel federal, para eso se necesitaban contactos, además de dinero.Se estaba acercando la hora de la verdad, mi padre como Teniente Gobernador, convocó a los integrantes de la cámara de senadores, debían discutir sobre las próximas elecciones federales y los partidos “destapaban” a sus posibles candidatos
RebecaFue una semana de incertidumbre, viviendo mi calvario como todos los días, mi vida era una rutina espantosa, si no hubiera sido por los libros y por las series de televisión, me habría muerto, era lo único que me permitía escapar de mi realidad.Cada día me preguntaba qué era eso que estaban planeando mis amigos y me daba terror que algo pudiera salir mal, no quería que ninguno de ellos saliera lastimado.Jean salió de viaje, y a pesar de que yo seguía presa en su casa, me sentía libre, podía caminar por toda la casa, usaba la piscina y aunque con doble vigilancia, ya me dejaban salir al jardín, fue un comentario del ama de llaves lo que me hizo cuestionarme y, sobre todo, llevarme a pensar que Jean Page, tenía algún impedimento físico para tener intimidad.—Señora Page, ¿no ha pensado que, si tuviera
LiamEntregamos a la policía al agresor de Shirley, todo salió mejor de lo que pensábamos, el muy iluso, llamó a sus jefes para pedirles ayuda, y se negaron a ayudarlo, eso lo encolerizó, no sólo se declaró culpable del asesinato de la hija del senador, sino que también confesó haber matado a un hombre en Toronto, orto político que le estorbaba en sus en planes a Jean Page, solo que allí, usó otro método, descompuso los frenos de su automóvil y murieron tres personas más, así que, él solo, incrementó su condena, ya solo faltaba que se le acusara por los daños ocasionados contra Shirley y contra su madre.Volvimos al departamento de Gerard, allí nos esperaban todos, había llegado el momento de hechar a andar el plan.Cuando llegamos, nos encontramos con que no había nadie, nos dejaron un recado
ShirleyContarle mi historia a Roxanne, fue como volver a vivir esa pesadilla espantosa en que se había convertido mi vida, desde que conocí a Joseph.—Tranquila nena, sólo dime la verdad, tal y como tú la viviste, olvida que tengo la cámara, y sobre todo, no la mires, no queremos que el jurado, piense que estás actuando.«Conocí a Joseph, el día de mi graduación, era unos de los mejores días de mi vida, me acaba de titular como enfermera y el señor Jean Page, fue invitado especial en la universidad, mi madre estaba enferma y se sentía muy mal, así que no pudo asistir a la ceremonia, después de que todos los graduados recibimos el documento que nos acreditaba como enfermeros, y nos tomamos algunas fotografías en grupo, cada uno se acercó a recibir las felicitaciones de su familia, me dio tristeza que mi madre no pudiera est
Liam Shirley era una mujer hermosa, ¿me gustaba? ¡Por supuesto que me gustaba! Sus labios candentes y sus voluptuosos pechos pegados a mí, me hicieron perder el control, la sujeté por los brazos y de un movimiento la acosté sobre la cama, mis ganas parecían una roca y la sonrisa en su rostro me incitaba a seguir, pero fue ella, la que me apartó, cuando al cerrar mis ojos inconscientemente gemí y el nombre de Rebeca salió de mis labios. —Lo siento Liam, ya entendí que esto no es para nosotros, no consigo que la olvides, aunque sea un instante, no tiene caso, descansa —salió de la habitación tan sigilosamente como entró, yo me dejé caer en la cama, de alguna manera aliviado, me sentí mal por haberla ilusionado, pero también por haber estado a punto de fallarle a Becca, sobre todo después de saber, el infierno que ella estaba viviendo al lado de su esposo. Vi la hora y pasaba de las dos de la mañana, nos habíamos acostado tarde por estar poniénd