Un hombre psicológicamente destruido consigue un propósito a su triste existencia al ponerse un traje que le da las habilidades de un Dios, pero como consecuencia empezara a ser cazado por un desconocido guerrero genocida el cual no se detendrá hasta matarlo, por un propósito misterioso.
Leer másParte 0: Gris Capítulo 0: Prólogo En el año 1945 durante el cercano final de la segunda guerra mundial, los nazis aun tenían en su posesión cientos de judíos en campos de concentración, destinados a ser ejecutados y conejillos de indias para crueles experimentaciones. Una de ellas era un experimento para obtener el descubrimiento de como distorsionar la realidad y viajar a través del tiempo para así retomar el control de la guerra, uno de sus conejillos de indias para este proyecto era un delgado y deprimido hombre judío que había sido torturado hasta llevarlo a la locura, su familia había sido masacrada junto con todos sus conocidos, ya no tenía propósito alguno más ser un conejillo de indias. En una de las pruebas lo sometieron a terribles cantidades de radiación combinadas con grandes e intensas ondas eléctricas potenciadas por un misterioso material espacial llamado cro
Capítulo XIV: Circulo macabro.Horas después de la batalla, todo era cenizas, humo y polvo negro por la ciudad destruida. Tirado entre escombros se encontraba la rayada y torcida armadura de Velicaos, vacía, sin energía y sin vida, con el área izquierda del rostro destruida, y cubierta de piedritas y cenizas, la criatura que había aterrorizado al mundo entero los últimos meses ahora estaba muerta.Mientras tanto a más de un kilómetro de distancia del cadáver de Velicaos se encontraba Deán, tirado encima de un charco de agua negra rodeada de basura y escombros, Deán ya no tenía la máscara de Dummadur, el traje estaba casi destruido, achicharrado, roto y votando humo, la energía roja que brotaba del traje desapareció y de sus rayas que solían ser rojas ahora se veía un color negro.Deán tenia espasmos del dolor y tem
Capítulo XIII: La Dualidad. Dean se encontraba junto con Arnold caminando por los pasillos de un laboratorio cuando de momento sonó una alarma y todo el lugar se ilumino de luces rojas. —Por favor subir al los camiones —Se ordeno por los altavoces de todo el centro de refugiados—evacuen el área inmediatamente Velicaos se acerca. Mientras tanto a kilómetros de distancia en la destruida Spehninburgo se encontraba Velicaos y su grupo de Velificadores destruyendo fácilmente los helicópteros y tropas militares, Velicaos disparo un rayo de energía amarilla hacia los tanques y camiones explotándolos. Todas las personas en el campo de refugiados eran evacuadas rápida y desesperadamente, los camiones estaban abarrotados de enfermos, la gente corría de un lado a otro, los militares trataban de tranquilizar y ordenar a las personas. Arnold estaba junto con Dean corriendo por los abarrotados pasillos la alarma resonaba por todas partes.
Capítulo XII: Último paso a. Dean despertó en una habitación de hospital donde se encontraba postrado en una camilla, al frente suyo había una bandera de Sudáfrica, una doctora y un doctor viendo unas placas craneales, Dean empezó a murmurar mientras que estiraba la boca y los ojos reaccionando. —Despertó —informo el doctor a la doctora—busca a Franckest y dile que el chico despertó. La doctora salió de la habitación y cerró la puerta. Dean atontado por los analgésicos y estupefacientes murmuraba con su voz débil y moviendo la cabeza de un lado a otro. —¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? —Dean miraba sus piernas y su brazo izquierdo y luego el derecho donde tenía una vía por donde le suministraban medicamentos. El doctor se le acerco rápidamente, de su bata saco una pequeña linterna y empiezo a alumbrarle los ojos: —¿Recuerdas tu nombre muchacho? —¿Qué? —Preguntaba Dean aturdido por la luz. —¡Tu nombre
Capítulo XI: Un paso antes del. Eran la una de la mañana, esa noche llovió con fuerza y rabia, los relámpagos se hacían escuchar, Yolanda estaba sentada en el sillón de la sala de estar, muy angustiada esperando a Dean, ella no sabía si el entraría por la puerta esa noche o no. Liz estaba dormida en su habitación decorada de rosa, peluches, y posters de bandas pop, Doris dormía y roncaba en el cuarto de Yolanda. Repentinamente tocaron la puerta tres veces de forma lenta y pausada. Yolanda se levanto rápidamente y sin pensarlo dos veces abrió la puerta, cuando miro solo vio una absoluta oscuridad, ella aterrada se quedo mirando por el negro pasillo pero no consiguió ver nada vas que la oscuridad. De fondo persistía el constante y tintineante sonido de las goteras cayendo, acompañados de relámpagos y truenos, Yolanda con su piel erizada cerró la puerta con su corazón latiendo frenéticamente, ella no sabía quién o que había sido lo que l
Capítulo X: La presa.Dean corría ágil como un tigre entre los callejones oscuros de la caótica ciudad, corría y corría subiendo por encima de muros que daban conexión con canchas deportivas urbanas. Dean trataba de correr sigilosamente por estas solitarias canchas escapando, de fondo se escuchaban disparos de ametralladoras y rugidos de varios hombres imitando a gorilas.Dean subió una reja y empiezo a correr por un gran campo a oscuras pasando entre la maleza, esquivando los arboles con dificultad por la falta de luz, a medida que Dean corría y corría los sonidos de disparos se iban reduciendo.Dean exhausto empezó a caminar y de entre todo ese campo con hierba alta consiguió una calle iluminada por los postes de luz, Dean entre esa oscuridad se sentía un poco más seguro y oculto, por lo cual se agacho para reposar rápidamente, de fondo se
Capitulo IX: Miligramos de esperanza.Deán estaba de vuelta con su suéter purpura puesto y su tapabocas, este luego de pasar entre pasillos y escaleras por el agrietado, maltratado y viejo edificio de apartamentos, que olía a agua empozada, llego a un pasillo, Deán camina hasta el final de este y se puso enfrente de una puerta que tenía el numero 88, toco la puerta 2 veces y con fuerza, al instante y casi automáticamente le abren la puerta.Al abrirse Deán ve a una señora de cómo 66 años de edad, de perfil europeo, era alta medía un metro ochenta, utilizaba grandes lentes redondos con aumento que le hacían ver los ojos grandes, vestía una bata y pantuflas, la mujer al ver a Deán dijo dramáticamente:—¡O mi muchacho!Dándole un tierno abrazo.Deán no abrazo a su tía solo se quedo parado e inm&oacu
Parte III: Naranja. Capítulo VIII: La gran depresión moderna. Algún día nos veremos obligados a escoger entre ver una perspectiva grisácea de un mundo colorido, o ver la perspectiva colorida de un mundo grisáceo. 6 meses después de la muerte de Michael. Agosto. La economía mundial estaba arruinada, los países potencia se unieron para retener a Velicaos y sus Velificadores con las armas de última generación sin tener éxito, el terror y la anarquía conquistan a la población mundial, sin contar los suicidios masivos por el miedo a morir en una masacre de Velicaos, familias enteras se suicidaban a diario, la policía y milicia de muchas partes del mundo dejan de funcionar a causa de la crisis, grupos religiosos a diario alegan que esta es la llegada del Armagedón, millones de personas de todas las religiones se encomendaban a Dios en las calles rogándole la s
Parte II: Rojo: Rojo Capítulo VII: Hades. Una voz vieja y senil contaba una historia: —Luego de que Zeus, Hades y Poseidón, vencieran a Cronos y los titanes, se repartieron los reinados de la Tierra, Zeus gobernando los cielos, Poseidón los mares y Hades como encargado del inframundo, cuando Hades llego al inframundo este no era como se lo esperaba, este sitio era completamente helado, como la Antártida, los únicos seres que sobrevivían en el lugar eran criaturas humanoides adaptadas a este clima, se veían torres caídas, y un lugar completamente separado a lo que él pensaba seria su reinado. La voz estornudo pero continúo: —Hades vivió allí durante cientos de años volviéndose loco acompañado de su Cerbero, y su Hidra, tanto así que Hades en un intento desesperado de dicho reino se comunico a la superficie para pedirle a Zeus que lo sacase de allí, pero este lo rechazo y lo tacho de lunático, H