Capítulo III: La Nave biológica [Parte I] Goslong estaba sentado hablado por teléfono en su oficina ubicada en la catedral, esta era muy espaciosa, llena de libros, bien iluminada, y con mesas y estantes de madera, incluyendo sus respectivos artículos religiosos, como cruces y retratos de Jesucristo. —Muchísimas gracias su santidad es un honor y un placer —respondió Goslong respetuosa y amablemente al teléfono. La voz en el teléfono empezó a hablar y Goslong ascendió con la cabeza para decir que si, mientras escuchaba las palabras. —Si ya esa situación está controlada —explico Goslong—está tranquilo... no, no, no intentara nada en nuestra contra, le hicimos la prueba, le hicimos sentir como un Dios, se sintió tan alagado y especial que simplemente paso la prueba del chico muerto, matamos a todos a su alrededor como la prueba dicta, luego no le importo, pareciera que no lo recordara, mas a nuestro favor... como precaución dejamos en s
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