Epílogo
Liam creció como un niño de la calle, descubrir su verdadero origen fue una gran sorpresa para él, ser un hombre lobo, lo hacía poderoso, pero todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.
Aprendió a dominar a la bestia dentro de él, y conocer a su padre, fue un regalo que la vida le dio, después de haberle quitado tanto.
Rebeca era una niña mimada, acostumbrada a todo lo que el dinero le podía dar, pero cuando conoció a Liam, supo que el verdadero amor, era lo más importante en la vida.
Por la ambición al dinero y al poder, del padre de Rebeca y de un político que creía que, ser un hombre lobo, lo hacía superior a los hombres, tuvieron que separarse, tardaron cinco años en volver a encontrarse, su amor, venció todas las adversidades, incluso, la del más profundo miedo de Rebeca, quien fu&eacut
Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. Identificador2105177850866Mi nombre es Liam, o al menos así me llaman las personas que me conocen, en realidad no sé cuál sea mi verdadero nombre, ni mi edad, ya que no sé en qué fecha nací, lo único que sé es que cuando tenía aproximadamente cuatro años, fui abandonado por mis padres sobre una autopista, seguramente ellos ya sabían lo que me deparaba el destino y me dejaron allí por temor, o por t
LiamLlevaba tres meses viviendo en la montaña, había logrado reconstruir la cabaña y había descubierto que estaba muy cerca del Parque Nacional Pukaskwa, conseguí robar la mochila de un excursionista y logré hacerme de zapatos, aunque me quedaban chicos y tuve que cortarles la punta para que no lastimaran mis dedos, también tenía unos jeans, un suéter, una bolsa de dormir, una lámpara y algunas barras de proteína, la ropa también me quedaba justa, muy pegada al cuerpo, pero era eso o seguir desnudo envuelto en una piel de oso.Descubrí que, por alguna extraña razón, la metamorfosis sólo sucedía los días de luna llena, así que, en tres meses, sólo me había convertido en las noches de luna llena, yo no lo pedía, ni tampoco lograba evitarlo, simplemente sucedía y el dolor de la transformación de mi cuerpo,
LiamFaltaba solo una noche más para la luna llena, si mi calendario era correcto, al día siguiente se cumplirían veintiocho días desde mi última transformación, había notado, que mi fuerza física, y todos mis sentidos, se habían incrementado considerablemente, sobre todo, mi olfato y mi oído, además mi calor corporal también, ya no sentía el gélido frio congelar mi cuerpo, inexplicablemente, lograba regular mi temperatura.Mi cabaña, había tomado forma, ahora ya no era solo una choza abandonada en medio del bosque, era una verdadera cabaña, un verdadero refugio, del frio y de algún otro lobo, aunque un oso quizá si podría derribarla, pero desde que llegué, no había visto ninguno.Aprendí a encender el fuego usando dos rocas y recolecté suficiente leña y la había resguardado dentro d
LiamDespués de mi transformación, mis instintos y mis sentidos se magnificaron, el olor y el bullicio de los jóvenes del campamento era demasiado tentador, así que decidí probarme a mí mismo que podía controlarme y acercarme sin hacerles daño.Cacé un ciervo y me alimenté antes de acercarme, de alguna manera creí que, estando satisfecho, no sentiría la necesidad de atacar a un humano, y así fue, caminé en rededor del campamento sentía cada aroma, miedo, ansiedad, sexo, drogas, parecía que mi olfato era un detector de sustancias, y podía reconocerlas, aunque no las hubiera olido nunca.Me sentí satisfecho al darme cuenta, que mi lobo interior, no era un lobo salvaje y sediento de sangre o de carne humana, mi mente seguía controlando cada uno de mis movimientos, seguía siendo yo, dentro de él, yo ten&i
RebecaLo vi devorar casi toda la carne de ese pequeño conejito, yo ya no podía más, tenía que comer algo o volvería a desmayarme.—¡Espera! No te lo acabes, comeré ese pedacito.—¡Como ordene la princesa! —Se burló de mi — ¿Quiere que le sirva alguna ensalada o un postre tal vez?—¡No te burles! Debes entender que no estoy acostumbrada.—Y tú debes entender que no todas las personas nacemos con los privilegios que tú tienes.—Lo siento, no quise ofenderte.—Pues lo hiciste, espero que el equipo de rescate llegue pronto, en cuanto los escuche, saldré corriendo a buscarlos para que deshacerme de ti, no sé dónde tuve la cabeza cuando te saqué del rio, debí dejar que te ahogaras.—Gracias por salvarme y por curar mis heridas.—Aquí tengo
RebecaLa capa de nieve que cubría la montaña era tan espesa, que hacía imposible que alguien pudiera llegar hasta nosotros, no había manera de que alguna persona, se aventurara a subir hasta allí y arriesgarse a morir de hipotermia, solo para rescatar un cuerpo sin vida, lo más probable, es que todos pensaran que yo, ya había muerto, y no sabía cuánto tiempo iba a pasar aquí atrapada con él.El frio era intenso, pero Liam era muy precavido, tenía una gran cantidad de leña seca y fruta y nueces como para alimentar a un ejército, aun así, decidió salir a revisar sus trampas, yo dudaba que alguna presa hubiera caído, seguramente toda la fauna del bosque estaría refugiada en sus madrigueras, sin embargo, él regresó con un ciervo.Fingía no mirar cuando se quitaba la ropa mojada por la nieve y quedaba com
RebecaLa temperatura estaba bajando, mi cuerpo temblaba de frio, y sentía que me estaba adormeciendo, las noches eran mucho más frías que los días, aun con el fuego encendido, el viento que entraba por las ranuras entre las paredes de la cabaña, me calaba hasta los huesos, no entendía por qué Liam estaba tan tranquilo, cubierto tan solo con una chaqueta deportiva, sobre todo después de haber salido a quitar la nieve del techo, le pedí que se acostara junto a mí, necesitaba su calor corporal, pero además, recostarme en su pecho me hacía sentir segura y protegida.Tímidamente se recostó junto a mí, yo pegué mi cuerpo a él todo lo que pude, con mi camiseta, había improvisado una especie de falda para cubrir mis partes íntimas, pero eso no quitaba que seguía prácticamente desnuda de la cintura hacia abajo.
RebecaLos siguientes días fueron divinos, Liam me mimaba mucho, todos los días, cocinaba un trozo de alce con salsa de arándanos para mí, y lo acompañábamos con algunas nueces y otros frutos, yo perdí la cuenta de cuantos días llevábamos allí atrapados por la nieve, pero ya nunca pasaba frío, el estaba siempre a mi lado para calentarme, hablábamos durante horas, le conté toda mi infancia y sufrí con él, al escuchar toda su historia, pero me entusiasmaba mucho al escuchar sus planes para el futuro, yo estaba segura de que cuando mi padre supiera que él me había salvado la vida en tantas ocasiones, él lo ayudaría a salir adelante, o al menos, eso era lo que quería pensar.Liam marcaba en la madera de la pared cada día, según él, llevábamos ya tres semanas juntos, pero la nieve no disminu&