Rebeca
Jean apretó mi mano tan fuerte, que sentí como se quebraban mis huesos, lo hizo para tratar de intimidarme.
—¡Esto es absurdo! Mi esposa nunca se presentó ante un juez a presentar la demanda, están mintiendo.
—Tiene razón señor Page, ella no se presentó a solicitar el divorcio personalmente, porque usted la tenía encerrada en su casa, como a una prisionera, pero yo soy su representante legal y cuento con un poder firmado por ella para actuar en su nombre y representación —Me sorprendí mucho al escuchar a Roxanne en su papel de abogada, me enorgullecí de mi amiga.
—¿Pero en qué momento? —Aproveché su desconcierto y jalé mi brazo, para que soltara mi mano.
—¿En qué momento? ¡No importa en qué momento! Lo importante es que lo hice —Corrí hacia donde estaba Gera
LiamLas declaraciones de Rebeca en televisión nacional, terminaron por hundir la carrera política de Jean Page, por lo que estaba seguro, que iba a tratar de vengarse.La cámara de senadores, por unanimidad, decidieron exigirle la renuncia, los aliados que tenía, le dieron la espalda y se deslindaron completamente de él, fue todo un escándalo cuando anunciaron que había sido expulsado de su partido, y que no iba a volver a participar en ningún cargo político de elección popular.Se decía, que estaba atrincherado en su mansión esperando la resolución del juez, sin embargo, yo dudada que estuviera esperando un resultado que sabía, tendría totalmente en contra, a menos, que pensara que podía ganar ese juicio.Rebeca estaba desconsolada, su madre, no terminaba de sorprenderla, en cuanto metieron a la cárcel al su esposo, hizo sus maletas y s
LiamLa policía, el servicio secreto y todas las corporaciones del país, buscaron a Jean Page por todos lados, cerraron los aeropuertos y las fronteras, pero nadie los pudo encontrar, mi padre, uno de sus guardias que también era lobo y yo, recorrimos las montañas buscando su rastro, pero parecía que se lo había tragado la tierra.Irónicamente, Jean Page, había pasado, de ser uno de los políticos más prometedores del país, a ser un prófugo de la justicia.Fue muy difícil para Becca vivir el proceso de su padre, Robert Winslow, tendría que enfrentar una condena de treinta años en prisión, pero después de su primer mes de condena, apareció muerto en su celda, el acta de defunción decía que había sido suicidio, pero a Rebeca no la dejaron ver el cuerpo, inexplicablemente había sido desgarrado, com
EpílogoLiam creció como un niño de la calle, descubrir su verdadero origen fue una gran sorpresa para él, ser un hombre lobo, lo hacía poderoso, pero todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad.Aprendió a dominar a la bestia dentro de él, y conocer a su padre, fue un regalo que la vida le dio, después de haberle quitado tanto.Rebeca era una niña mimada, acostumbrada a todo lo que el dinero le podía dar, pero cuando conoció a Liam, supo que el verdadero amor, era lo más importante en la vida.Por la ambición al dinero y al poder, del padre de Rebeca y de un político que creía que, ser un hombre lobo, lo hacía superior a los hombres, tuvieron que separarse, tardaron cinco años en volver a encontrarse, su amor, venció todas las adversidades, incluso, la del más profundo miedo de Rebeca, quien fu&eacut
Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. Identificador2105177850866Mi nombre es Liam, o al menos así me llaman las personas que me conocen, en realidad no sé cuál sea mi verdadero nombre, ni mi edad, ya que no sé en qué fecha nací, lo único que sé es que cuando tenía aproximadamente cuatro años, fui abandonado por mis padres sobre una autopista, seguramente ellos ya sabían lo que me deparaba el destino y me dejaron allí por temor, o por t
LiamLlevaba tres meses viviendo en la montaña, había logrado reconstruir la cabaña y había descubierto que estaba muy cerca del Parque Nacional Pukaskwa, conseguí robar la mochila de un excursionista y logré hacerme de zapatos, aunque me quedaban chicos y tuve que cortarles la punta para que no lastimaran mis dedos, también tenía unos jeans, un suéter, una bolsa de dormir, una lámpara y algunas barras de proteína, la ropa también me quedaba justa, muy pegada al cuerpo, pero era eso o seguir desnudo envuelto en una piel de oso.Descubrí que, por alguna extraña razón, la metamorfosis sólo sucedía los días de luna llena, así que, en tres meses, sólo me había convertido en las noches de luna llena, yo no lo pedía, ni tampoco lograba evitarlo, simplemente sucedía y el dolor de la transformación de mi cuerpo,
LiamFaltaba solo una noche más para la luna llena, si mi calendario era correcto, al día siguiente se cumplirían veintiocho días desde mi última transformación, había notado, que mi fuerza física, y todos mis sentidos, se habían incrementado considerablemente, sobre todo, mi olfato y mi oído, además mi calor corporal también, ya no sentía el gélido frio congelar mi cuerpo, inexplicablemente, lograba regular mi temperatura.Mi cabaña, había tomado forma, ahora ya no era solo una choza abandonada en medio del bosque, era una verdadera cabaña, un verdadero refugio, del frio y de algún otro lobo, aunque un oso quizá si podría derribarla, pero desde que llegué, no había visto ninguno.Aprendí a encender el fuego usando dos rocas y recolecté suficiente leña y la había resguardado dentro d
LiamDespués de mi transformación, mis instintos y mis sentidos se magnificaron, el olor y el bullicio de los jóvenes del campamento era demasiado tentador, así que decidí probarme a mí mismo que podía controlarme y acercarme sin hacerles daño.Cacé un ciervo y me alimenté antes de acercarme, de alguna manera creí que, estando satisfecho, no sentiría la necesidad de atacar a un humano, y así fue, caminé en rededor del campamento sentía cada aroma, miedo, ansiedad, sexo, drogas, parecía que mi olfato era un detector de sustancias, y podía reconocerlas, aunque no las hubiera olido nunca.Me sentí satisfecho al darme cuenta, que mi lobo interior, no era un lobo salvaje y sediento de sangre o de carne humana, mi mente seguía controlando cada uno de mis movimientos, seguía siendo yo, dentro de él, yo ten&i
RebecaLo vi devorar casi toda la carne de ese pequeño conejito, yo ya no podía más, tenía que comer algo o volvería a desmayarme.—¡Espera! No te lo acabes, comeré ese pedacito.—¡Como ordene la princesa! —Se burló de mi — ¿Quiere que le sirva alguna ensalada o un postre tal vez?—¡No te burles! Debes entender que no estoy acostumbrada.—Y tú debes entender que no todas las personas nacemos con los privilegios que tú tienes.—Lo siento, no quise ofenderte.—Pues lo hiciste, espero que el equipo de rescate llegue pronto, en cuanto los escuche, saldré corriendo a buscarlos para que deshacerme de ti, no sé dónde tuve la cabeza cuando te saqué del rio, debí dejar que te ahogaras.—Gracias por salvarme y por curar mis heridas.—Aquí tengo