Capitulo 101

Una sensación de culpa lo llevó a apartar a Tania con más fuerza de la necesaria. Con prisa giró la llave en la cerradura. Ella se quedó pasmada.

—Nos vemos luego —le dijo, se limpió la mancha de labial de los labios y entró al edificio a toda prisa. No se quedó a observar la expresión de la mujer. Era fácil suponer que esa acción la enfurecería.

Dentro de su sala, en uno de los sillones, con platos desechables usados y restos de comida rápida en bolsas negras, Nathan esperó a que su corazón se calmara. Unas gotas de sudor le recorrían la frente, y sus manos temblaban ligeramente. Sus acciones traerían graves consecuencias. De seguro, Tania no le perdonaría semejante rechazo. Después de soltar un pesado suspiro, forzó su mente a no pensar más en ello. No porque creyera que las cosas saldrían bien, sino porque no quedaba más remedio que aguantar cuando Tania decidiera cobrarse la afrenta.

Al día siguiente, Nathan continuó con su vida cotidiana. Atendió su negocio con la sensación const
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