31. ¿Donde estabas, mi amor?

—¿Por qué estás triste? —preguntó Alexander, mirándola fijamente antes de dejarse caer en el pasto y tumbarse observando las estrellas. Giró el rostro y le sonrió—. Hace mucho tiempo que no estábamos tú y yo a solas sin tanto alboroto alrededor. Es momento de que me cuentes cómo va tu vida de casada y qué tal te trata ese Markus.

Teresa no pudo evitar sentir enfado al ver la forma relajada en la que se encontraba Alexander. Podía notar en su mirada cariño, pero ya no ese deseo y necesidad que siempre había percibido en él al verla.

No pudo evitar soltar un bufido que disfrazó de suspiro al sentarse al lado de él.

—Supongo que no puedo quejarme; me trata como una reina —mencionó ella, colocando su mano sobre la suya de manera descuidada, rozando sus dedos con el dorso de la mano de su amigo.

Ese contacto fue extraño para él. Sintió algo indescriptible, no era dolor, no era repulsión, pero era algo que le hizo apartar la mano rápidamente cuando antes, sin duda, habría anhelado ese conta
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo