Mi marido me odia

Mi marido me odia ES

Romántica
J.D Anderson  Completo
goodnovel16goodnovel
9.7
72 Reseñas
76Capítulos
140.1Kleídos
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Resumen
Índice

Richard Steele y Carolina Donelli están unidos por un matrimonio por contrato. Pero, tras la boda, Richard deja claro que odia a Carolina, sin que ella sepa por qué, y además le dice que el matrimonio es de apariencias, pues él tiene una amante. Carolina no puede divorciarse, pues con ese matrimonio recibirá su herencia y la posibilidad de conocer al hombre que salvó su vida de un accidente atrás. Sin embargo, ella pronto descubrirá muchos secretos que podrían unir a su salvador con el marido que la odia, pero Richard oculta que Carolina le importa más de lo que quiere admitir, y que su propio odio podría reprimir una ardiente pasión que quiere explotar cada vez que la ve. ¿Acaso puede florecer un amor entre el odio?

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Verónica Iñiguez
Excelente historia , con una trama que atrapa de principio a fin. No podía parar de leer. Ésos hermanos Steele se hacen odiar.
2023-10-28 01:47:02
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eve.pon.cam
Linda, muy linda me encantó Fred y Sarah
2023-10-26 19:34:44
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Anacedy Elizondo Villalobos
Totalmente recomendada, una historia que demuestra que el amor nos hace ser mejores cada día
2023-10-08 11:15:14
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María Rodríguez
Me encanto las intrigas, recuperacion y confianza hacia los demas. muy bonita la historia y te tiene de principio a final en suspeno que pasara con los personajes. gracias por compartir tu trabajo
2023-09-10 00:23:08
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Eloisa
Súper buena historia me he leído en 3 días es recomendable me gusto muchísimo
2023-09-06 00:13:24
3
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Alessandra Vanessa
Não valeu.
2023-09-01 16:15:48
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Ari Avila
genial, una mas de uno de mis escritores favoritos. excelente trama
2023-08-17 05:44:52
2
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Mon Valero Martinez
J.D Anderson espectacular una pregunta esta terminada
2023-06-22 17:18:22
4
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Alejandra Wigant
Me encanta porque hay muchas intrigas y mucho amor también.
2023-05-11 06:22:39
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Mercedes Merino
Ya cansa la patetica bruja de Rachel
2023-05-09 06:14:03
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Mara TC
Hay nooo!! Por qué caer en el cliché de la amnesia!!! Los demás se intentarán aprovechar de eso etc,etc,etc. Escritora eres muy buena,ya dales esa felicidad a los protagonistas!!
2023-05-08 23:07:28
2
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Betty Llanes
ya se perdió el hilo de la historia de Carolina y Richard,más parece ser los protagonistas Fred y Sara desde un inicio resaltó más fred
2023-05-07 18:15:58
1
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Mara TC
Ya queremos la conclusión de la historia!! Queremos su final feliz de ambas parejas!!!
2023-05-07 14:03:47
2
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Natalia Sosa
Por favor no la largues tanto la historia se vuelve densa y se van las ganas de terminar de leeer
2023-05-04 02:49:47
5
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Mara TC
No sé.. pero espero que no se haga el libro muy largo.... Lo alargan con tanta maldad...
2023-05-03 12:15:35
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76 chapters
Capítulo I: La otra
No apartaban la vista de ella, llevaba el vestido de novia más encantador que había encontrado, sonreía feliz, mientras escuchaba a todos murmurar: «Es una hermosa novia»Si lo era o no, ella no lo sabía, tampoco le importaba, estaba parada en aquel lujoso salón, pero no sabía si se sentía feliz, su mente era confusa, alzó la vista, y entre todas esas personas viéndola pudo reconocer otra mirada, ella lo conocía, solía ver su fotografía desde hace años, pero su mente era un túnel oscuro sin recuerdos, aunque ahora era algo que no le importaba, ese hombre de pie que la miraba con una seriedad expectante, de ojos azul porcelana, como hielo frío en invierno, era Richard Steele, su ahora esposo, fue todo un playboy, a quien atribuían muchas conquistas y mujeres rendidas a sus pies, como si se tratara de un santo. Carolina no entendía como era que tuviese tanta fama con las mujeres, podría ser todo, y profusamente atractivo, pero ahora mismo su mirada sobre ella, tan firme y penetrante, la
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Capítulo II: El problema
Maya bajó la mirada estuvo a punto de echarse a llorar, con un gesto que parecía desolador—¡Abuela!—Escucha bien, está es una boda, aquí solo hay gente decente, no hay lugar para las mujerzuelas, como tú —sentenció la abuelaMaya comenzó a llorar, y Richard miró con rabia a su abuela—¡Basta!—¡Basta, nada! Ten cuidado en la forma como me hablas.Richard calló al ver a la abuela tan enfadada. Carolina los miraba confusa, pero después dio la vuelta dejándolos ahí.Ella caminó aturdida, las palabras de aquella mujer estaban en su mente, confundiéndola, entonces, la voz de un hombre resonó repentina—¿Así que aquí está mi amada cuñada?Cuando ella levantó la vista, el lugar era oscuro, solo iluminado por luces azules, el hombre que le hablaba vestía una chaqueta de cuero oscura, tal como lucía, hizo que un leve recuerdo viniera a su mente«Ella siendo sostenida por los brazos fuertes de un hombre con una chaqueta de cuero, oscura, salvándola de la devastación»—¿Carolina?La voz la dev
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Capítulo III: El peor de los hombres que conocí
Richard caminaba por el gran salón, solo quería irse, huir de ahí, Fred se acercó a él—¡Hermano! ¡Felicidades! ¡vaya, vaya! ¿Así que al fin has sentado cabeza? ¿Quién diría que lo conseguirías? Pero, eres así, el mejor Richard Steele, siempre consigues lo que quieres —dijo dándole un suave golpe en el hombro, aunque Richard pudo sentir la agresividad pasiva en su tono de voz—¿A qué te refieres, Fred?—Siempre quisiste a Carolina para ti, y mira, lo conseguiste, porque no hay nada que un Steele no consiga, ¿Verdad?Richard bajó la mirada, y negó con desespero—No estoy de ánimo.—¿No estás de ánimo en tu boda? Lo imagino, ahora solo debes estar pensando en la noche de bodas, si fuera tú, ya me hubiese ido con Carolina, hasta la habitación y no la dejaría salir de ahí por mucho tiempo.—¡Ya basta! —exclamó con coraje, Fred no esperaba tal reacción y lo miró intrigado—¿Qué pasa? No era lo que querías, ¡Morías por Carolina desde la escuela! Ahora la tienes, ¡Felicidades! Después de tod
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Capítulo IV: Impulsos incontenibles
Carolina caminó a toda prisa, sentía la furia, había perdido noción del tiempo, sus pies dolían y no era nada cómodo caminar con ese vestido, vio un auto con luces cegadoras, que accionó su claxon, era el auto de Richard, pero no se detuvo, observó como él se bajó del auto y la siguió a toda prisa—¡Carolina! Vuelve aquí, ahora mismo.Ella no le hizo caso, seguía caminando de prisa, hasta que él la detuvo, tomándola del brazo —¿Acaso te has vuelto sorda?Ella se desafanó de su agarre con severidad—¿Qué quieres? Me dejas tirada, en miedo de la calle, solo para arrepentirte después, dime, ¿Qué clase de bipolar eres?Él la miró atónito—¡No soy ningún bipolar! Para que lo sepas, no tengo tanta maldad, incluso para dejarte sola aquí, en medio de la nada, ni siquiera aunque te odie con ganas.Ella le miró severa, colocando sus manos en su cintura—¿Tú me odias a mí? —ella rio divertida—. ¿Y por qué tanto odio? Te desgastas en vano, querido, yo a ti, ni en el mundo te hago, si me casé con
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Capítulo V: Veneno
Poco a poco, Carolina, nada diestra en la bebida, comenzó a embriagarse, hasta el punto en que Fred tuvo que cargarla en brazos para ir a la habitación, porque estaba durmiéndose en la sala, la subió por las escaleras, pero ella mareada, terminó por vomitarle encima, ensuciando su camisa, él intentó limpiarse, pero fue inútil, al llegar la llevó a la habitación de su hermano, Fred observó a Carolina tendida en el colchón, era una mujer perfecta, hermosa, era como un sueño, ella le gustaba, pero era menor que él, y en el pasado, solo era un capricho, pero sabía que su hermano Richard estaba enamorado de ella, entonces, decidió hacerse a un lado, sin embargo, poco después, ella desapareció de sus vidas, y no la volvieron a ver, hasta hace poco, Fred sabia que ella sería la mujer de su hermano, eso lo dijo su abuela Marian, desde que eran niños, por una razón sentimental que él no entendía, Fred siempre creyó que sería algo bueno, pues Richard amó a Carolina desde su infancia, sin embarg
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Capítulo VI: ¡Te odio!
Cuando Carolina abrió los ojos, no reconoció la habitación, se enderezó asustada, estaba acostumbrada a sentir esa ansiedad de no saber quién era, de no saber dónde estaba, le pasaba seguido, el doctor le llamaba trastorno disociativo, y ocurrió debido a su amnesia, hace cinco años tuvo un accidente de auto con sus padres, ellos murieron, pero ella fue salvada por un héroe anónimo, sin embargo, Carolina sufrió un golpe tan fuerte en la cabeza que sufrió una terrible amnesia, nunca pudo recuperar sus recuerdos, solo algunas leves remembranzas que iban y venían y que a veces creía que eran sueños, cuando se levantó miró a Richard Steele ahí, ella frunció el ceño confusa, pensó que se había marchado de ahí, ¿Acaso no dijo que la odiaba y no la soportaba? ¿Por qué se quedó ahí? Ella pensó que ese hombre era un acertijo difícil de comprender. Estaba dormido sobre el sofá, en una posición demasiado incómoda, tal que le causó compasión, pero se acercó lentamente, escuchó el sonido compensado
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Capítulo VII: Con todos menos contigo
Richard tocaba la puerta de su propia habitación, estaba enfurecido porque ella no abría—¡Abre ahora mismo, antes de que me vuelva loco! —berreó, y al fin Carolina abrió, él empujó la puerta, furioso—. ¿Por qué no me has dejado pasar?—Estaba cambiándome —dijo mientras ya estaba listaRichard hizo un gesto de fastidio, Carolina no se inmuto, siguió peinando su largo cabello oscuro, sin prestarle atención, Richard en cambio no pudo evitar mirarla, sus ojos se volvieron brillantes, admirando cada movimiento tan perfecto y natural de esa mujer, luego ella se pintó los labios de un rojo carmesí, Richard no pudo evitar humedecer su boca, y cuando se sintió como un tonto, decidió contener todos sus impulsos y alejarse.Richard salió a su balcón y respiró aire fresco«No puede ser que,
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Capítulo IX: Ego herido
Tomaron un avión privado que los dirigiría al pueblo de Lorf en Escocia, era un trayecto de por lo menos seis horas de vuelo. Estarían llegando casi por la tarde, Carolina se dispuso a ver una película en la pantalla del asiento, y se colocó audífonos, Richard la miró de reojo, y observó que al cabo de un rato ella se quedó dormida, Richard aún podía recordar las palabras de odio que le había dicho antes, le habían calado profundo que ella hiciera hincapié en que sería de otros hombres menos suya, luchó por contener sus impulsos y aquellos recuerdos crueles, hasta que sintió que su cabeza cayó sobre su hombro, la miró y dormía, Carolina ya no era más la chica que tanto detestaba, podía parecer alguien frágil que él quería proteger, recordó aquella vez, cuando la vio tan mal, tan herida en aquel barranco, respiró profundo «No quiero sentir nada, no debo, no cuando la odio demasiado» pensó «Ella viajaba en un auto, iba en el asiento trasero, parecía el pasado, la forma en que vestía y
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Capítulo X: El presunto salvador
—¡Aléjate de mí! —exclamó Carolina y al instante, Richard la liberó de su peso y se alejó, entrando al cuarto de baño y cerrando con fuerza. Carolina se miró al espejo, aún sus mejillas eran muy rojas, y sentía su corazón latir con gran fuerza. Se apuró a vestirse, y una vez lista, se sentó frente al espejo para peinarse y maquillarse, no quería que la maquillista de la abuela lo hiciera, no le gustaba que nadie la arreglara, porque le gustaba que todo en ella fuera natural, se sentía extraña si usaba demasiado maquillaje, incluso en la boda, ella fue quien se arregló. Cuando Richard salió ya vestía su esmoquin, y observó como Carolina se maquillaba con sutilidad, sus movimientos eran casi hipnóticos, y él quiso escapar de ella, pero no podía, salir de la habitación era como murmurar a los empleados que había problema en la pareja, y si algo así llegaba a los oídos de la abuela, era probable que quisiera tenerlos con ellos en la mansión, no era la idea de Richard, quien apenas al vo
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Capítulo XI: Preguntas sin respuestas
Carolina volvió a la habitación, estaba enojada por no tener consigo aquella foto donde podía ver la placa de la motocicleta, y es que había dejado sus pertenencias en Catalia, al entrar vio a Richard durmiendo en la cama —Oye, ¿Qué haces? —exclamó Él se enderezó y la miró adormilado —¿Qué quieres? Déjame dormir —Claro, pero fuera de mi cama. El hombre no le hizo caso y más se aferró a dormir —Déjame en paz. —¿Dónde crees que dormiré yo? —exclamó rabiosa —Puedes dormir en el sofá o en el suelo. —Eres un… poco hombre —sentenció con furia —Y tú no eres exactamente la mujer del año, querida, pero ¿Ves? Cada quién tiene lo que merece. Ella le miró rabiosa, no dijo nada y fue al cuarto de baño, necesitaba cambiarse, y quitarse el maquillaje. Richard cerró los ojos y el cansancio lo venció. Cuando Richard volvió a despertar debía ser la madrugada, observó una gran pila de almohadones que dividían la cama en dos, Carolina la había dividido, para dormir en la misma cama, pero de
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