Mi gran Amor... La hija de mi enemigo

Mi gran Amor... La hija de mi enemigoES

Romántica
Zafir Murano  Completo
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10
4 Reseñas
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Resumen
Índice

Robert Landon luchó por años contra organizaciones criminales en Nueva York, hasta que mataron a su esposa, esa vez se volvió como loco y mató a muchos antes de caer herido por múltiples disparos que hizo que lo consideraran muerto. Pero logró sobrevivir y fue ayudado por los médicos y su jefe, quienes lo ocultaron y declararon que había muerto. Cuando despertó de su coma tenía nuevo nombre, el rostro cambiado y una vida nueva, de allí se mudó a Los Ángeles para olvidar y permanecer en el anonimato. Ahora se llamaba Steve Lonergan anticuario de la ciudad de San Francisco, California. Pero por avatares del destino un día , paseando por el muelle ve a una joven en peligro rodeada de tres hombres que pretendían lastimarla. Steve los lastima a ellos y salva a la chica, luego se vuelven a encontrar y conversan, se hacen amigos y a pesar de la diferencia de edad la chica derrite el hielo del duro corazón de Landon y se enamoran. Pero el destino tenía otro amargo trago para Robert Landon, Bridgette Reynolds es hija de un poderoso mafioso neoyorquino, quien seguramente está involucrado con el grupo que mandó a matar a su esposa y lo dejó a él, mortalmente herido.

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Amaranthax
me encanta ...
2023-06-12 00:56:14
0
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Gioconda Matamoros Ruiz
Hermosa historia !!! Excelente de principio a fin . Felicidades
2023-05-22 04:07:44
0
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Laura
Excelente historia!!!
2023-05-16 21:56:57
0
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gaby
Muy buena historia sigue asi
2023-04-21 09:35:32
0
94 chapters
Una chica sin complejos... pero sola, hasta ahora
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Diez años después
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Landon muere... Lonergan nace
—Todo eso es muy triste —dijo el doctor— Va a ser muy difícil ocultarlo, comisario, aunque lo hayamos dado por muerto.—Por ello tendremos que darle un rostro nuevo, ¿no? —dijo el comisario.—¿Quiere usted que le cambiemos las facciones? —preguntó el galeno algo sorprendido.—Así es, ustedes tienen de todo, los equipos, los especialistas y la tecnología, ¿no?—Cierto, tenemos todo eso, pero eso tiene algunas implicaciones.—¿Legales?—Así es.—Usted proceda, doc —le dijo el comisario con voz firme— De las implicaciones legales me encargaré yo, mi primo trabaja en el FBI, su nueva personalidad será perfectamente legal en menos de cinco días.—Está bien —contestó el doctor Jones lanzando un suspiro resignado— Lo haremos, ese hombre merece una nueva vida, pero debe saber que las consecuencias psicológicas también serán fuertes.—Me lo imagino, doc —asintió el comisario Arnold— Eso se lo dejo a usted, la parte legal me encargaré yo.El comisario se levantó de la silla en la que se había s
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El hombre despierta
Landon la miró y reconoció a la enfermera que lo había atendido también hacía cosa de un año cuando lo habían intervenido quirúrgicamente.—Bue…nos dí…as, en.. fe..fermera —su voz le sonó un poco extraña, pero lo atribuyó a la anestesia, todavía se sentía amodorrado y con la cabeza llena de tinieblas. También sentía la lengua pastosa y le costaba un gran esfuerzo hablar.—No se esfuerce, teniente — le dijo ella al ver la dificultad que tenía para hablar— El doctor Jones ya viene para acá y el comisario llamó diciendo que viene también en camino.En ese preciso momento el doctor Jones estaba entrando en la habitación con una de esas carpetas metálicas donde tenían la historia del paciente, aunque no tenía papel alguno, como pudo notar, porque era más bien una especie de tablet electrónica donde se veía todo el trayecto del paciente así como su tratamiento y resultados.—Buenos días, mi querido teniente —le dijo con voz alegre y haciéndole un saludo con la mano también— Trate de calmars
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La consulta con el psicólogo ya se extendía por más de media hora, el comisario Arnold paseaba impaciente en la oficina del doctor Jones quien estaba revisando unos informes mientras esperaba que el doctor Fletcher terminara de consultar al paciente.—Creo que es mejor que se siente comisario —le dijo un tanto divertido— Si no va a abrir una zanja en el piso.El comisario Arnold no contestó, sino que se limitó a soltar una especie de gruñido ininteligible y siguió paseando de un lado al otro.En eso sonó el teléfono que estaba en el escritorio, el comisario se detuvo mirando fijamente al doctor, que en ese momento levantaba la bocina.—...está bien, sí, el comisario aún me acompaña —se le escuchó decir— En unos minutos estaremos allá —dijo y colgó el aparato.—¿Alguna novedad? —preguntó el comisario y el doctor asintió.—Sí, el doctor Fletcher nos acaba de avisar que ya terminó la consulta y ha hecho terapia con el paciente, allá nos dará los detalles.Los dos salieron de la oficina y
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