“Jefe sé mi amante” Salían de los labios de la joven mujer, dirigiéndose al CEO de la compañía en medio de la noche, mientras se encontraban en una reunión de celebración que la empresa festejaba por el jugoso contrato que acababan de concretar. Morelia, ya pasada de copas mantenía arrinconado a su jefe en la fría pared que, la observaba petrificado a ojos bien abiertos por su inesperada reacción. Aquella mujer, era tan tranquila y correcta, que nunca él se imaginaría que ella podría decirle dichas palabras. *** Morelia Dalas, llevaba trabajando un año en la empresa y desde el primer día que lo conoció, se enamoró locamente a primera vista de ese apuesto hombre. Sin embargo, debido a que siempre ha sido una mujer demasiado tímida, nada sociable y con un complejo enorme de baja autoestima, todo el tiempo a permanecido admirándolo en silencio. Kenny Stewart, el CEO de la compañía, fue un multimillonario que en el pasado decidió renunciar a su herencia y dinero, para comenzar desde cero con su vida en este nuevo rubro de la industria del Marketing, creando así una pequeña empresa de publicidad “MS Company”. Él aunque se muestra cordial ante todos, tuvo un pasado un poco complicado y lleno de arrepentimientos que supuestamente con precisión nadie sabe. No obstante ¿Qué hará él?, cuando se dé cuenta que misteriosamente Morelia lo añora con todo su ser, pese de que, es la única que sabe exactamente todo sobre su historial que ante los ojos de cualquiera ¿lo haría convertirse en un perfecto villano? ¿Kenny logrará salir del conflicto mental en la que esta mujer lo induciría por sus extraños actos? Una persona pura con muchos secretos y un ser que fue hostil y malvado en el pasado. ¿Lograrán complementarse a la perfección?
Leer más°Narra Kenny Stewart°Horas atrás… Aquel día, recordar muchas cosas de mi pasado me devolvieron el alivio que buscaba desde hace mucho. Descubrí que el amor que sentía por Morelia era algo que nunca había cambiado en ningún momento. Sentirla… sentirla otra vez entre mis brazos mientras nos consumían la pasión, me hicieron sentir el hombre más afortunado y feliz del mundo. Ella era mi mujer, y yo… yo la había recuperado después de tantos desastres. Ambos nos olvidamos de todo y permanecimos durante un buen tiempo en aquel almacén. No nos importó el lugar, importó solo nuestros cuerpos unidos y la sensación que queríamos concretar. Fue maravilloso... yo ni siquiera pude dormir por un segundo, debido a los cosquilleos y desesperación (en el buen sentido) que sentía mi pecho. Me acurruqué a ella y disfruté cada segundo a su lado. Morelia al despertarse entre mis brazos, lo primero que hizo fue llorar. Se mostraba incrédula. La abracé diciéndole que todo irá bien de ahora en adelante
°Narra Devorah Casanova°“Ya, váyanse” replico mentalmente.Estoy cansada… muy cansada… —¿Cómo llegaste a mí? —le pregunta Milagros impactada de la situación.—Devorah —susurra él.Ambos, en sincronización se giran a verme, mientras se sostienen aún de los brazos.Sí, yo lo hice. Yo… yo había sido quien unas horas atrás, le había enviado nuestra posición. Ambos tienen derecho de largarse. De hacer lo que quieren.Ya ningún plan que tengo en mente sirve.Los cambios han dado ingreso a otro mejor.—Estúpidos… solo váyanse —murmuro. Mi mano tiembla. Con ese temblor, traspaso mi entrecejo.Todo… todo me da vuelta.Ambos se miran y no lo dudan, los dos salen rápidamente del cuarto.Me alzo con dificultad. Este lugar es una de las propiedades que tengo bajo otro nombre. Es una casa que tengo dentro de la ciudad, pero que es muy tranquila. Hoy los dos hombres que vigilaban a Milagros fueron mandados a otra parte por mi pedido. Por eso puedo caminar sin temor por alrededor.Me retiro los ta
°Narra Devorah Casanova°Había sido abandonada. Aún no sabía cuál sería mi salida, pero el destino quiso que los conociera así.¿Odiar a Weber? Por supuesto... Lo hago, lo hago incluso hasta ahora. Pero creo que gracias a lo que me hizo, las cosas siguieron sus riendas y fueron para mejor.Aquel día, el encuentro con Stewart, se convertiría en mi boleto a mi nueva vida. Se volvería mi mina más apreciada. Mi belleza y delicado aspecto, fue lo primero que lo atrajo demasiado. Era un hombre viudo con falta de amor y de cariño. Dándome cuenta de ello, me esforcé en acercarme lo más que podía de modo muy sutil y amical.Encuentros casuales afuera de la sucursal, fueron movimientos sagaces. Encuentros casuales en los lugares donde solía concurrir… fue como siempre lo dijo él… “el destino”. Aunque, en realidad, no fue nada de eso… Utilicé mis ahorros enteros para pagarme estos tipos de casualidades. Sin embargo, valieron la pena.Él me había gustado desde que lo vi entrar por mis ojos, en
°Narra Devorah Casanova°Una niña de diez años en un desagradable orfanato, lo único que quería era crecer. Crecer para salir y comerse el mundo que tanto deseaba. Quería lograr lo que su madre deseaba para ella y así demostrar con el tiempo que nadie podía pisarla más. No obstante, conoció a este joven tan amable quien en poco tiempo se convertiría en un amigo muy importante para ella.Lamentablemente el niño sería el primero en ser adoptado cuando tendría 15 años, dejándola así completamente sola de nuevo. Era un jovencito de buen porte y simpatizaba rápidamente con todos, al solo expresarse en pocas palabras, en cambio, esa niña no tuvo la suerte de ser acogida por su enorme timidez.Muchos años después cuando llegó el momento de cumplir la mayoría de edad, tuvo la oportunidad de salir de ese horrible lugar, fue ahí que un día inesperado se le apareció otra vez el amigo que tanto extrañó en el orfanato.La vida de la niña era un poco dura, pero no andaba mal. Tenía un trabajo de me
°Narra Devorah Casanova° ―¡Estúpida! ¡Hiciste todo mal de nuevo! ―le gritaba mi padre a mi madre mientras me escondía dentro de un closet en nuestra única habitación. Me ocultaba del monstruo que siempre venía a casa después de beber. Mi llanto era intenso… intenso era poco. Pero nadie me lograba escuchar ya que cubría siempre mis labios. Temblaba, mi cuerpo no dejaba de hacerlo mientras escuchaba también el llanto desgarrador de mi madre. Los golpes siempre se formaban más intensos, pese de ello no salía. Mi madre a la distancia veía hacia el closet y realizaba esa mirada de pena. La pena que sentía porque le daba este tipo de vida a su única hija. Después de permanecer por largo tiempo en esa oscuridad, salía cuando todo quedaba en silencio. Como otras veces, encontraba a mi madre ensangrentada en el suelo. Ella se quedaba dormida siempre. O en realidad, con el tiempo comprendí que terminaba desmayándose. Cogía un pañito y la iniciaba a limpiar poco a poco la sangre que le de
°Narra Morelia Dalas° Ante lo que acabo de decir, mi sonrisa es imborrable, mi barbilla se muestra alzada como si de algún tipo de respeto le tuviera al señor Spraw.Obviamente es todo mi sarcasmo. —Tss… Igualada —refunfuña la señora mayor con un terrible semblante de incredibilidad.—¡Como esta se puede expresar con este tipo de palabras! –sigue la más joven con enojo—. Señor Spraw, ¡esto es inaceptable! ¿cómo puede permitir que esta cualquiera le diga suegro?Observo bien a la chica, y la reconozco finalmente.—Kenny, no puedes hacerme esto —grita ella misma. Se ve completamente roja de la rabia.—De todas las personas, no esperaba verte aquí —Kenny, ignorando a la mujer, le dice con disgusto hacia su padre.Spraw reluce una pequeña sonrisita maliciosa y posa su mano al hombro de la chica.―Tranquila Belunia, pido paciencia todo se solucionará —menciona apaciguándola. Pareciera que estuviera convencido de cada paso que piensa realizar.―No… Señor Spraw, ¡no puedo con esto! Esto es
°Narra Morelia Dalas°Era claro que aquella cena iba a ser la última tranquila para nosotros por un largo tiempo. Y, así fue.Después de escuchar el plan que tenía Oliver y los demás, me hizo convencer, el doble, que debía ser parte de esto. Definitivamente, yo era una pieza importante en esta guerra.No podía negarme. Estaba dispuesta a pelear hasta el final a sangre fría por la búsqueda de nuestra paz.El plan consistía en ser oficialmente la pareja de Kenny.Uno; para hacer dudar a los enemigos. Dos; para darme la seguridad de ellos mismos.Entraríamos en una fase de disputas entre hermanos, cosa que sería todo ficticio. Daríamos un grandioso espectáculo para Devorah, Spraw y sus secuaces.Sería muchas cosas contradictorias. Les daríamos aquello que desean ver, pero a la vez, tendrían que aceptar la persona que más odian: YO.Ver a Kenny en el poder, pondría confianza ante ellos. Kenny planeaba mantenerme al margen y seguir con la actuación solo. Quería estar solo en esta pelea, co
•Narra Maycol Bradwy•Sin poder creerlo, me río por dentro debido a esta nueva circunstancia.—De todos, no me esperaba volver a verte tan pronto—replico un poco atontado. Mis manos están amarrados hacia atrás. —Bueno, ya tocaba una visita a los viejos amigos. —¿Qué tramas ahora? ¿Quieres desaparecerme por no haberme aleado contigo? Ella suelta una risita y camina a mi alrededor resonando sus extravagantes tacos. —Sh... sh... no te esfuerces tanto en hablar querido. Debes guardar energía. —¿Energía para qué? — Para hacer tratos conmigo —me responde y se acerca a mí—. Hermoso cabello —exclama y contornea mi patilla hacia detrás de mi oreja—. Sí, tienen razón, con esta belleza cualquiera se enamoraría de ti. Qué lástima que a las que quieres nunca concuerdan contigo. Esquivo su mano con desprecio. —Es mejor que te dejes de juegos. Sabes que no soy un hombre simple con quien puedes jugar y hacer daño. Sabes bien en quien me he convertido. No puedes tocarme. Devorah reflej
°Narra Morelia Dalas° Sí... era él... era el gran Oliver Stewart. Oliver inicia su recorrido dentro del enorme comedor y se posiciona en el asiento principal. Se acomoda en la silla con un estilo demasiado pulcro y entrelaza con firmeza sus manos sobre la mesa. Mis palabras no salen. Me quedo embobada observándolo. —Diría que mi presencia no te lo esperabas por la forma en cómo me estás mirando. Mis labios tiemblan... todas las personas del lugar desaparecen a mi alrededor. Y mi objetivo solo sigue siendo él. —Cómo... tú... Cómo ustedes —apenas puedo expresar. Mi voz tembleque sigue señalando mi sorpresa— están... ¿Están aquí juntos? Siento tantas emociones que no puedo controlar. Sin darme cuenta ya corre una lágrima sobre mi mejilla, y detrás de ella viene una junta la otra. —De verdad... —murmullo y esa voz grave y sublimemente serena, me hace dirigir mi vista a su rostro. —Todo está bien —Kenny, toma mi mano y me da una leve sonrisa. Todo regresa en sí, todo el