°Narra Devorah Casanova°Había sido abandonada. Aún no sabía cuál sería mi salida, pero el destino quiso que los conociera así.¿Odiar a Weber? Por supuesto... Lo hago, lo hago incluso hasta ahora. Pero creo que gracias a lo que me hizo, las cosas siguieron sus riendas y fueron para mejor.Aquel día, el encuentro con Stewart, se convertiría en mi boleto a mi nueva vida. Se volvería mi mina más apreciada. Mi belleza y delicado aspecto, fue lo primero que lo atrajo demasiado. Era un hombre viudo con falta de amor y de cariño. Dándome cuenta de ello, me esforcé en acercarme lo más que podía de modo muy sutil y amical.Encuentros casuales afuera de la sucursal, fueron movimientos sagaces. Encuentros casuales en los lugares donde solía concurrir… fue como siempre lo dijo él… “el destino”. Aunque, en realidad, no fue nada de eso… Utilicé mis ahorros enteros para pagarme estos tipos de casualidades. Sin embargo, valieron la pena.Él me había gustado desde que lo vi entrar por mis ojos, en
°Narra Devorah Casanova°“Ya, váyanse” replico mentalmente.Estoy cansada… muy cansada… —¿Cómo llegaste a mí? —le pregunta Milagros impactada de la situación.—Devorah —susurra él.Ambos, en sincronización se giran a verme, mientras se sostienen aún de los brazos.Sí, yo lo hice. Yo… yo había sido quien unas horas atrás, le había enviado nuestra posición. Ambos tienen derecho de largarse. De hacer lo que quieren.Ya ningún plan que tengo en mente sirve.Los cambios han dado ingreso a otro mejor.—Estúpidos… solo váyanse —murmuro. Mi mano tiembla. Con ese temblor, traspaso mi entrecejo.Todo… todo me da vuelta.Ambos se miran y no lo dudan, los dos salen rápidamente del cuarto.Me alzo con dificultad. Este lugar es una de las propiedades que tengo bajo otro nombre. Es una casa que tengo dentro de la ciudad, pero que es muy tranquila. Hoy los dos hombres que vigilaban a Milagros fueron mandados a otra parte por mi pedido. Por eso puedo caminar sin temor por alrededor.Me retiro los ta
°Narra Kenny Stewart°Horas atrás… Aquel día, recordar muchas cosas de mi pasado me devolvieron el alivio que buscaba desde hace mucho. Descubrí que el amor que sentía por Morelia era algo que nunca había cambiado en ningún momento. Sentirla… sentirla otra vez entre mis brazos mientras nos consumían la pasión, me hicieron sentir el hombre más afortunado y feliz del mundo. Ella era mi mujer, y yo… yo la había recuperado después de tantos desastres. Ambos nos olvidamos de todo y permanecimos durante un buen tiempo en aquel almacén. No nos importó el lugar, importó solo nuestros cuerpos unidos y la sensación que queríamos concretar. Fue maravilloso... yo ni siquiera pude dormir por un segundo, debido a los cosquilleos y desesperación (en el buen sentido) que sentía mi pecho. Me acurruqué a ella y disfruté cada segundo a su lado. Morelia al despertarse entre mis brazos, lo primero que hizo fue llorar. Se mostraba incrédula. La abracé diciéndole que todo irá bien de ahora en adelante
—Quítate los lentes y suéltate el cabello —me dirige mi jefe mientras nos encontramos en un cuarto de hotel —me preparo primero y luego entras tú.Asiento tímidamente y él se direcciona al baño a darse una ducha.Mi cuerpo está temblando completamente y no es porque no quiera, he vivido amando a mi superior durante mucho tiempo, siento que esto pareciera que no es real.Creo que estoy tan ebria, que mis sentidos bajos van en aumento, por lo que, ni siquiera siento vergüenza al estar aquí.Mi tonta petición obtuvo resultado, no lo comprendo, pero si esto es un sueño estoy dispuesta a llegar hasta el final.Me quedo de pie en medio de la habitación observando cada detalle, es un ambiente muy lujoso y altamente sofisticado, nunca imaginé
~6 años atrás~ °Narra Morelia Dalas° Trato de sonreír ante las miradas juiciosas de las mujeres que se encuentran detrás de mí, quizás me ven muy joven y se sorprenden por mi aspecto algo descuidado. Aunque no debo mentir, ambas son ciertas, apenas acabo de cumplir mis 19 años y mi cabello ondulado todo desordenado es un caso perdido que por la cual prefiero no preocuparme. Por lo poco que logro a escuchar, están ideando teorías como que vengo a ver a mi esposo o pareja como visita conyugal. Río un poco de ello porque no es así, se equivocan. —Abra los brazos, por favor. —Me dice la oficial y comienza a tantear con sus manos por todo mi cuerpo asegurándose de que no pueda ingresar al penal con ningún objeto prohibido–. Pase... —Me dice luego de haber detallado minuciosamente por mi blusa y mi faldón, entonces tímidamente me acoplo al resto de personas que también acaban de pasar por inspección. Ya for
°Narra Morelia Dalas°¿Alguna vez se han enamorado con solo ver a una persona, sin conocerla? Quizás en el autobús, en el metro o tal vez por la calle. Sin embargo, una vez que desaparece de tu mirada, él o ella, sigues con tu vida sin saber si lo volverás a ver. Analizando cálculos lo único que te queda es solo un 15 por ciento que algo así suceda. Pero conmigo eso fue diferente, yo sabía donde se encontraba y donde lo volvería a ver, aunque también comprendía que no podría hablarle o acercarme nunca.Su bello rostro no ha salido de mi cabeza desde aquel día, estoy segura de que tiene muchas cosas misteriosas, pero fuera de eso, desprende algo que me hace sentir muy curiosa sobre él. Nunca me he equivocado en leer los gestos de las personas, este hombre era especial, y se me encoge el corazón recordar que en sus duros gestos reflejaba mucho dolor y sufrimiento.He ido ya tres veces a visitar a mi hermano, pero lamentablemente no lo h
~AÑOS DESPUÉS…~ °Narra Morelia Dalas° —Morelia, ¿quieres que regrese más tarde por ti? —Me dice mi hermano, en tanto se detiene afuera del edificio en donde vive mi amiga. —No… no te preocupes, yo cogeré el bus de regreso. —Le respondo saliendo de su auto. —Pero… —Me asomo a la ventana y le digo: —Tranquilo Maycol, estaré bien, tú apresúrate en ir a la empresa, sino el abogado Vicente se volverá loco. —Tienes razón, aunque ya no me preocupo mucho, ese señor renegón no podrá controlarme más.—Reímos juntos. —Se nota que lo quieres, no le hagas sulfurar, ya está anciano y se vaya a ir por tu culpa. —Bromeo y me asiente sonriente comprendiendo lo que trato de decir. —Si lo sé, debo ser responsable para no darle dolores de cabeza, el tío Vicente ha sido demasiado bueno conmigo, y en gran parte, he seguido adelante gracias a él, y claro, también gracias a ustedes... —Me toma de la ma
°Narra Morelia Dalas°—¡Morelia…! ¡Morelia! —replica Lilian, tronándome los dedos enfrente de mi rostro, para lograr regresar de mi desconcierto.—¿Ah…?—Morelia… —Lilian se posiciona en frente de mí–, hace rato estás completamente ida, amiga. —Agito mi cabeza tratando de desatontarme y me percato que ya estamos fuera del edificio.—Lo lamento, estaba pensando en algunas cosas.«El rostro de Kenny no sale de mi mente, ¿era real? ¿O simplemente aluciné?», pienso.—Te venía diciendo, sobre si comer en este restaurante que me sale en Google maps. —Posiciona el celular a centímetros de mi rostro para constatar el lugar–. Como ves, se encuentra a unas dos cuadras de aquí, parece ser que no venden platos caros ni baratos, así que me brind