°Narra Morelia Dalas°
—Yo… yo… —comienzo a titubear.
—Ah… ahora recuerdo, fue en el restaurante del miércoles —me sonríe.
«¿Él… él ahora puede sonreír de esa forma?»
—La vi con su compañera, la señorita que tuvo la entrevista conmigo.
—Ah… sí. —asiento, me refleja su sonrisa amigable de nuevo y siento como por dentro todo se me derrite.
—Bien, prosigamos. Dígame, Señorita Dalas (…)
Me quedo contemplándolo, y siento tan relajante cada palabra que van saliendo de sus labios. Su forma tan elocuente y bien pronunciada al hablar, endulza mis oídos locamente. Esa voz gruesa… esa voz bien tonificada, estaba hablándome más de la cuenta. Estoy escuchando, más de aquellas cinco palabras que cruzamos dur
°Narra Morelia Dalas°Con los ánimos por encima, con un suspiro me adentro al edificio y saludando a los vigilantes tomo emocionada el ascensor. Llego al séptimo piso y al abrirse con el primero que me cruzo es Adam, ajá, el curioso pelirrojo con quien pase vergüenza alguna vez a causa de mi amiga Lilian, él resultó ser un trabajador de aquí y nos reconocimos en el primer día de trabajo. Aún recuerdo ese día cuando conocí completamente aquí por primera vez.___________________FLASHBACK—Buenos días, Señorita Dalas.—Buenos días. —le correspondo el saludo a la secretaria.—Yo me llamo, Caroline y será un placer trabajar juntas. —me ruborizo un poco y mostrándome amigable, respondo.—El gusto es todo mío, por fa
•Narra Kenny Stewart•~Dos meses atrás…~La vida... es como una alocada montaña rusa. A veces avanzamos a velocidad y a veces lentamente. Todo transcurre depende del momento, depende de la altura en la en que estamos por caer, quiero decir, depende de la situación en la que te encuentras inesperadamente.En ese punto arriesgado solemos tomar las buenas decisiones o tal vez, las malas.En mi caso,fueron todas malas, y fueron demasiadas, que incluso destruí hasta mi propia reputación y humanidad.Hace unos años atrás, antes de salir de la cárcel, era el Villano de una trágica novela de amor, era el hermano del protagonista a quien por mis celos absurdos de poder, logré hacerle mucho daño junto con mi madre para poder quedarme con todo lo que creía me pert
•Narra Kenny Stewart•—Gracias —le digo al chofer, mientras salgo cerrando la puerta de la limusina y admiro el enorme casino en frente de mis ojos.—¿Señor Stewart? —una señorita en uniforme se me acerca en la entrada y asiento— Bienvenido, por favor sígame.Sigo sus pasos y cruzamos las máquinas de juegos, pasamos por el lado Vip en dónde mi sola presencia atrae las miradas de muchos.«Hay algunos rostros conocidos aquí»Yo sin temor camino con mi barbilla en alto con mi mismo semblante elegante, sin mostrar ninguna intimidación. Porque seré una persona sin dinero, pero tengo mi orgullo y estoy satisfecho con lo que he logrado hasta el día de hoy.—Kenny… Kenny, Kenny —Weber en traje blanco se acerca a mí y me da un saludo hipócrita, palmoteando mi espalda —mi amig
&&&&&&&&&&&&&&•Narra Kenny Stewart•*ACTUALIDAD*Blanco y negro… ¿Se suele diferenciar? Claramente sí, son tonos muy diferentes, entonces cuando eres la combinación de ambos y te vuelves gris, ¿puedes volverlos a separar?Claro que no.De igual forma soy yo, quizás mejoré mi comportamiento hacia las personas y soy más considerado. Sin embargo, lo negro y oscuro sigue combinado en mi vida. No soy blanco ni negro, no soy bueno ni malo, simplemente soy ambos...Me quedo viendo al frente confundido y solo hay oscuridad, cuando de repente una puerta se abre e intento caminar hacia ella para salir de este vacío en donde no hay absolutamente nada.—Bastardo… me traicionaste… —me detengo en seco, al aparecer mi madr
•Narra Kenny Stewart•—Llegamos. —le digo sonriente mientras ella solamente se encuentra en silencio.—¿Dejará su auto aquí? —niego.—No, lo iré a dejar en una cochera aquí cerca, por favor, anda comprando los pasajes.—Está bien, Señor Stewart. —le entrego mi tarjeta y me lo recibe con sus dos manos delicadamente, entonces acelero para dejar el auto guardado y retornar pronto.Al regresar la detallo de lejos y me percato que las personas al pasar, se le quedan viendo de forma extraña. Es donde la detallo por completo, hoy ha venido con una falda larga de jean, una blusa blanca manga corta acompañado con un pequeño chaleco también de jean, y su sombrero color mostaza.«No está tan mal, ¿Por qué las personas son tan discriminatorias con sus miradas?»—&i
•Narra Kenny Stewart• Es la quinta vez que trago saliva después de unos largos 20 minutos. Siento un poco apretado el pequeño cuerpo de Morelia entre mis brazos y el calor está abochornándome por completo. Las personas comienzan a bajar y al visualizar que hay más espacio, la desprendo de mí cogiéndola de sus delicados brazos. Inclino mi rostro para verla y ella se mantiene a ojos bien abiertos como si fuera una estatua de cera. —Morelia… —replico su nombre–, Morelia… —Paso mi mano en frente de su rostro y ella comienza a reaccionar pestañeando varias veces. —¿S-si? —Me responde tartamudeando y sonrío. —Ya puedes acomodarte aquí a mi lado, solo sostente de mi brazo por el momento. —Le indico, y ella asintiendo tímidamente como lo es siempre, lo hace. El tiempo aparenta ser una eternidad, ya me siento cansado y no cuento los segundos para salir de aquí. *** —Aquí debemos bajar Sr. Stewart. —Morelia me av
•Narra Kenny Stewart•Inicio por observar a mis lados y a unos metros detallo una luz, que borrosamente logro percibir que es de alguna casa.«Debemos llegar ahí»—Morelia, ¿aún puedes correr? —Ella me asiente.—Bien, entonces sígueme. —Le especifíco y antes de que camine bajo la lluvia, me vuelvo a acercar a ella–. Dame tu cartera y toma esto. —Le digo, ella confundida me lo da y yo le entrego mi saco–. Al menos amortiguará la fuerza del agua, ¿está bien?Ella me asiente en tanto pongo su cartera en mi hombro, entonces yo también asintiendo para mí mismo, tomo valentía para correr mientras sigo cubriendo mi cabeza con mi maletín.Avanzamos rápidamente unos metros, cuando de repente un grito me hace voltear con el corazón acelerado a ver a Morelia.—&ie
°Narra Morelia Dalas°—Señorita ¿Entonces te quedas aquí o vas a dormir a mi habitación? —me cuestiona la abuelita mientras Kenny literalmente está implorándome con la mirada para quedarme.Contengo mi sonrisa satisfactoria, apretando mis labios y detallándolo con esa linda expresión, parece un enorme gato de peluche con lindo traje rosa esperándome sobre la cama. Hasta podría compararlo con el gato con botas, debido a que suele ser siempre áspero, pero que cuando quiere algo logra poner un gesto demasiado tierno.Si... eso es… es mi enorme gato con botas.Me giro a ver a la abuelita, despertando de lo infantil que estoy siendo y afirmo con mi irreparable sonrisa.—Si, no se preocupe, no… quisiera alejarla de su comodidad —mi voz inevitablemente se muestra algo temblorosa, y mis manos se aprietan entre sí