Dos hermanos, dos mundos totalmente distintos. No recuerdo cuándo fue que pasé de sentirme atraída por mi hombre ideal y perfecto que cumplía con todos mis requisitos, a enamorarme de su hermano, una persona opuesta que ni cumplía la mitad de lo que esperaba de mi hombre ideal.
Leer másFinalA la mañana siguiente, desayunamos todos juntos como una gran familia, no tenía ni la más mínima idea de lo que me esperaba después.Nicolás introdujo mis cosas otra vez en el maletero de su Audi. Nos despedimos de Daniel, de Sídney y de los gemelos, y él condujo hacia a su casa.—¿No deberíamos pasar primero por mi casa y dejar mi equipaje? —Le pregunté al darme cuenta—Necesito decirle a Max que sigo aquí.—Después—contestó. —Primero quiero que lleguemos a la mía, necesito mostrarte algo.No me quejé y en unos minutos más tarde llegamos a su casa y nos bajamos del auto. Me tomó de la mano y abrió la puerta de la casa para que entráramos juntos. Estaba nerviosa, no sabía qué se traía entre manos.Caminamos hacia la habitaci&
Pov RONNIE BELLWOODDesde que me subí al auto de Daniel, no hacía más que pellizcarme disimuladamente, hasta me estaba empezando a salir moretones. Pero es que era imposible creer lo que estaba viviendo; primero Nicolás me había encontrado y me había dicho que estaba feliz de tener al bebé conmigo, al instante aparece Daniel y me abraza, ¿cómo podía creer que aquello era real? Seguramente me había desmayado después de tanto llorar al darme cuenta de que no era tan valiente de dejar a Nicolás atrás como pensé. Debía estar tendida en el suelo del aeropuerto soñando que to
Después de un par de horas conduciendo, estaba llegando a la residencia de la familia de Ronnie.Entré con mi auto en el recinto y entrando conseguí ver su coche estacionado en el garaje. La había encontrado. Apagué mi Audi, me quité a toda prisa el cinturón de seguridad y me bajé de mi auto. Cerré la puerta y le saludé a Mike.Caminé hacia la puerta principal de la casa, pero enseguida apareció Nathan por ella.—¡Nico! — sonrió al verme y me alcanzó. Le sonreí igualmente.—Hola Nathan, ¿cómo estás?—Bien. Al fin regresas.—Bueno, no exactamente—miré hacia la puerta como si esperara que por ella fuera a aparecer Ronnie. —Puedes decirle a tu hermana que necesito hablar con ella. —
Pov NICOLÁS HARRISDespués de realizar algunos encargos urgentes que necesitaba que hicieran en mi casa y de hablar con Sídney, decidí regresar al bufete, pronto llegaría la hora del almuerzo y tenía planeado pasarlo con la soñadora. Tenía pensado decirle que estaba ya al tanto de lo que le pasaba, y que cuando lo hiciera estuviera convencida de que realmente me encantaba la idea de tener ese hijo con ella, quería demostrárselo y de eso iban los planes que estaba realizando desde que amaneció.Entré en el bufete, no le había contado a Daniel lo q
Tomé mi blog, el mismo que me trajo hasta donde me encontraba ahora. Lo abrí cuidadosamente mientras me acomodaba sobre mi cama. Leí todo aquello que había escrito sobre Daniel. Ahora que lo releía de nuevo, sí me parecía una cursilada. Me reí de mí misma, ¿en qué estuve pensando? No es que me arrepintiera de pensar todo aquello sobre Daniel, seguía pensándolo, aunque definitivamente estuve equivocada en muchas cosas, como en que no podría enamorarme de alguien distinto a él, y me tocó a alguien totalmente opuesto, su pulmón.Llegué a la última página en la que había escrito, allí fue donde volví a ver el nombre de Nicolás. Lo había escrito inconscientemente, antes de saber que podía llegar a enamorarme de &e
Pov RONNIE BELLWOODPoco a poco fui abriendo los ojos, me froté los párpados y miré alrededor. Entonces me acordé de que había pasado la noche no solo en la casa de Nicolás, sino también en su cuarto.Lo vi sentado sobre un escabel atándose los cordones de sus zapados. Estaba ya cambiado y no me había despertado.—Buenos días— Saludé mientras me incorporaba en la cama. Me miró y me sonrió. Concluyó con la atadura y se puso en pie para luego acercarse a mí.—Muy buenos días, — dijo sentándose en la cama frente a mí. Estaba tan guap
Llegué al salón y me acerqué a la cocina a servirme un vaso de agua mientras asimilaba la realidad de lo que estaba pasando. Tenía que saber quién era el padre de su futuro hijo, quería saberlo o me volvería loco. No conocía a ningún hombre que estuviera acechándola, si lo había tenía que ser de la agencia donde trabajaba. ¿Y si era su ex? Noté que se llevaban bien, me bebí el vaso de agua de un trago intentando inútilmente que se me pasara la furia.Tenía mi móvil sobre la encimera, lo tomé y pensé que podía llamarle a Maya e interrogarla, estaba seguro de poder convencerla de que me dijera la verdad, ella debía estar al tanto de su estado. Pero no pude marcarla, era demasiado tarde y no quería molestarla. Tenía que esperar a que amaneciera.Volví a depositar el móvil sobre la encimera. Volv
Pov NICOLÁS HARRISMe bajé del coche tan rápido como pude. Tomé a Ronnie en brazos y corrí con ella en la entrada del hospital donde se acercaron unos enfermeros a ayudarme con una camilla, ni siquiera pude ponerle una ropa, solo la enrollé con las sábanas y me subí con ella al auto. Expliqué agitado lo que había sucedido, que se había desmayado de repente. Vi cómo se alejaban con ella por el pasillo.Los seguí preocupado dentro del edificio, pero me pidieron que aguardara en la sala de espera, que no podía entrar. ¿Cómo que no podía entrar? Quer&iac
Definitivamente estaba soñando, esto no estaba pasando. Él no acababa de soltar todo aquello. Pero cuando se acercó aún más a mí fundiendo sus labios con los míos, entonces confirmé que sí estaba hablando en serio, ¡realmente me quería! Lo acepté con ansias y no quería que parara, pero lo hizo y me quedé con las ganas.—El batido. —dijo.Se puso de pie y decidí seguirle. Tomó dos vasos y vertió en ellos el batido. Me ofreció uno de los vasos y mientras lo cogía me di cuenta de que estaba nerviosa, me estaba temblando la mano y cuando quise beberme el batido, se me derramó en el vestido.—¡Maldición! —me quejé observando el vestido.—Y aquí tenemos a la soñadora que conozco—se burló Nicolás.