Sarah Stenfield persigue su sueño de convertirse en diseñadora de moda, y al unirse a la empresa Styles Mengoni, su vida da un giro inesperado. No solo está en el apogeo de alcanzar sus metas, sino que su jefe, un atractivo italiano, despierta en ella una fuerte atracción. Sin embargo, en un mundo como ese, los conflictos y enredos amorosos no tardarán en surgir. La llegada de Sarah desencadena tensiones entre dos hermanos, los Mengoni, complicando aún más su situación.
Leer más—¿Llamas a eso querer? —entreabrí los labios para hablar pero de ellos no salió nada. —Podemos intentar que funcione, que a otras personas no les haya funcionado no quiere decir que sucederá lo mismo con nuestra relación. Hagámoslo, no perderemos nada con intentar...—Duraré allá más de lo que te imaginas, los dos comenzaremos la universidad y nos enfocaremos en ello. Aún somos jóvenes, querrás conocer a otras chicas y mientras yo esté lejos, no tendré razones para exigirte que me seas fiel porque sé que tendrás oportunidades de salir con otras, y sería egoísta de mi parte si te pido que esperes a que regrese porque realmente no sé si regresaré. —Aparté la mirada de sus ojos al ver su expresión.—Es que nada más mírate, llamas la atención de las chicas tan solo te ven, eres apuesto y no quiero sentirme insegura sin poder hacer nada porque estaremos en diferentes ciudades que...—¿Es eso lo que prefieres? —Guardé silencio. —Por favor Jen, no me hagas esto. —Sus
Nunca en mi vida había deseado tanto que las manecillas del reloj se movieran rápido, y para completar los cinco minutos que debíamos esperar para saber que decía la prueba fueron eternos. La incertidumbre por saber, me estaba carcomiendo.—Ya es hora, lo levantamos al mismo tiempo, ¿Vale? —Asentí acomodando mis piernas en el suelo. —A la cuenta de uno, dos y tres...Casi me desmayo al ver lo que decía.—¿Qué dice? —Es negativo, no, no estoy embarazada—Susurré sintiendo que el aire volvía a mis pulmones. —¡Es negativo! ¡dios, que alivio! Asthon soltó un sonoro suspiro, se tumbó boca arriba en la alfombra de mi habitación. Habíamos comprado cinco test de embarazo y los tres salieron negativos, ya sabía entonces que no tendríamos un bebé, apenas si podía cuidar de mí y de Jesse. Sacudí la cabeza sacando las imágenes de mí con una prominente panza. Uy no, aún no.Las voces provenientes de la sala me h
Un fuerte sonido hizo que abriera los ojos, el leve ronquido de Asthon que se hallaba a mi lado me sacó una sonrisa. La pantalla de mi móvil se encendió y rápidamente lo agarré extrañada de que estuvieran llamando a altas horas de la madrugada. Contesté y mi corazón dejó de bombear en cuanto oí la voz de Jesse.—J-jen, mamá tuvo un accidente, no... —Su llanto no lo dejó hablar. —Ven, por favor.Y comencé a sentir que me faltaba el aire, se hizo tan insoportable hasta el punto de sentirme ahogada. No puede ser, no, no es cierto...Me levanté de la cama cubriéndome con las cobijas, Asthon se removió y palpó el colchón, al percatarse de que no estaba a su lado se despertó desorientado.—¿Qué...—Mamá sufrió un accidente, Jesse acaba de llamarme, yo... —Empecé a llorar con amargura, las lágrimas desbordaban de mis ojos y bajaban por mis mejillas como cascadas.Asthon me atrajo a su cuerpo y me envolvió en sus brazos, igual
Le comenté a Emma de mi cita con Asthon y esta se ofreció a acompañarme a ir de compras, además, no pudimos resistirnos y terminamos entrando al spa. Mi piel relucía literalmente como la de una famosa en la alfombra roja.—¡Wow, te queda espectacular! —Expresó Emma abriendo exageradamente sus ojos, tanto que temí que se saliera de sus cuencas.—¿No crees que es muy elegante para la ocasión? —¡obviamente que no! —se acercó y acomodó el collar de perlas que adornaban mi cuello. —Estoy segurísima que Asthon quedara fascinado.De mis labios surcó una sonrisa. Me miré en el espejo y la verdad es que me gustaba como lucía, el vestido era largo color rosa pálido, tenía tirantes finos y una pronunciada abertura en mi pierna derecha. Este se ceñía a mi cuerpo acentuando mi cintura. —De acuerdo, me convenciste. —Emma dio saltitos contenta, puesto que ella lo había elegido.Horas después Asthon pasó por mí a la habitación, al abrir la pu
Después de ir a la pista de hielo, junto a los chicos, Matt, Emma, Claire y Min. Decidimos ir por comida para llenar nuestros estómagos vacíos. Asthon nombró el bar del cual era socio junto a John, un amigo que preparaba además de bebidas alcohólicas, servía desayunos y almuerzos los fines de semana. El lugar tenía un toque retro pero luminoso y vibrante, del techo colgaban varias lámparas que hacían el sitio acogedor. La música instrumental relajaba y hacia que el ambiente fuera agradable.—¿Cambridge? —Asentí mordiendo la rebana de pizza. —Eso está lejos de aquí, no te veré sino hasta las vacaciones.Miré a Asthon que estaba sentado al frente, nuestros ojos se conectaron, me miró de soslayo bebiendo se su copa de vodka. —Sí, ya lo sé. Pero podemos hacer video llamadas, y solo serán cinco meses, pasará rápido. —Intenté ser optimista.—¿Prometes hacer video llamada todos los días sin importar a nada? —Rodé los ojos y asentí levantando el dedo meñ
—¿Qué me darás a cambio? —Rodé los ojos por milésima vez. —¿Qué me pedirás? —respondí con otra pregunta.—Un beso —Fruncí el ceño. —Delante de los chicos, les mostraré quien es el dueño de tu corazón.—No... —Dije rápidamente, sin embargo una idea pasó por mi cabeza. Sonreí malévola. —Sí, está bien, es un trato. —Estreché la mano con la suya.—¿Por qué cambiaste de opinión tan rápido? —Su escudriño demostró que sospechaba que traía algo en mente.Solté un bostezo.—Por nada, venga, vamos a dormir.—Apreté su mejilla, me incorporé del sofá.Me despedí de Matt y Emma que también se dirigieron a la habitación, por supuesto que habitaciones separadas. Ingresé a la de Asthon a hurtadillas para no ser pillada por mi mejor amigo que dejaría sin descendencia a su hermano. Matt se comportaba como un hermano mayor, solo que los dos teníamos la misma edad. Aveces era muy protector,
El comedor de los Hartmann era inmenso, la amplia mesa estaba repleta de distintos platillos que a mi parecer todo se veían exquisitos. Me serví un buen pedazo de filete con una salsa oscura que de tan solo verla hizo que relamiera mis labios. Agregué ensalada, puré y estuve tentada a agarrar otro filete, pero la pesada mirada de Asthon sobre mí me hizo sentir avergonzada.¡Dios! Pensará que soy una completa Glotona. Centré mi vista al plato y me dediqué a comer bajo la atenta mirada de Asthon que se encontraba sentado al lado. Corté la carne blanda con el cuchillo y llevé el pedazo a mi boca, el sabor agridulce era sensacional, el que haya preparado la cena merecía todas las estrellas Michelín. Miré a Emma la novia de Matt, la chica me resultó muy amable, un tanto reservada pero tenía a Matt enamorado y feliz, así que haría que se sintiera cómoda ante el próximo interrogatorio de los progenitores de mi mejor amigo.—¿Có
POV. JennaLlegué a la cafetería como había acordado con Matt y Claire. Solo esperaba que no me dejaran plantada, no obstante fuí optimista y esperé ansiosa. Los tres nos habíamos reconciliado, decidimos dejar a un lado el orgullo y pasar la página. Igual todos comeríamos errores, ¿No? Observé a los transeúntes caminar apresurados dirigiéndose a sus respectivas labores, el ruido del murmullo de las personas y de la ciudad. Sí, a pesar de estar en el interior de aquel lugar escuché el ajetreo. Aún así, la cafetería no deja de ser acogedora y un olor agradable voló hasta mi nariz. Era dulce, calentito y ya me moría por pedir algo. La campanilla resonó y elevé la mirada viendo a Matt ingresar junto a Claire. Levanté la mano y se dirigieron hacia donde me encontraba.—Hola, ¿Llevas mucho rato esperando? —Preguntó Matt sentándose en el amplio sofá.—No, llegué hace cinco minutos. —Contesté bebiendo de mi Capuccino. Esa be
POV. Jenna Había tenido pocas citas, y siendo sincera todas resultaron en un completo fracaso. Pero Asthon se había encargado de que esta cita no fuese nefasta, ya de por sí traerme a una galería de arte era la mejor elección que tuvo. Es decir, ¿A quién no le fascinaba el arte? Todo era magnífico, las pinturas abstractas, retratos a blanco y negro que resaltaban en las paredes blancas iluminadas por los elegantes candelabros. Quedé anonadada a medida que mis ojos recorrían todo el lugar, ya no era capaz de disimular mi asombro.—¿Te gusta? —preguntó Asthon con un leve nerviosismo en la voz.—¿Qué si me gusta? —repetí sin poder creer que lo preguntara. —¡Me encanta! ¡Todo es... Wow! —No tenía palabras para describir lo que sentía.Sonrió complacido con mi respuesta, entrelazó nuestras manos y tironeó de mi llevándome a un pasillo que recorrimos sin dificultad puesto que era amplio. Abrió una puerta y el exterior me dejó boquiabierta.