Entrevista con el Jefe
Ella aparece sin haber sido invitada, está presente en mi vida a pesar de mis esfuerzos por evitarlo. Simplemente quiero que se vaya, todo se vuelve oscuro y mis intentos por encontrar de nuevo los colores son en vano.La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante. He perdido el interés en hacer lo que solía apasionarme, como dibujar. Afecta nuestros sentimientos, pensamientos y comportamiento y puede causarnos una variedad de problemas físicos y emocionales. A veces nos resulta difícil realizar las actividades diarias y sentimos que no vale la pena vivir.Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad y no se puede superar de la noche a la mañana de manera sencilla.Me enrollo en la cama, intento conciliar el sueño pero no encuentro descanso. Pienso en muchas cosas, si tan solo mamá y papá estuvieran aquí conmigo, todo sería diferente. Los extraño tanto.Algunas lágrimas recorren mis mejillas y caen sobre la almohada. Poco a poco mis ojos se cierran y caigo en un profundo sueño.***Los rayos del sol molestan mi rostro, giro en la cama hasta quedar boca arriba y observar el techo. Veo estrellas danzando en direcciones opuestas, haciendo que viejos recuerdos invadan mi mente.Han pasado dos años desde que vivo en este lugar, el tiempo ha pasado rápido. Observo las paredes lilas, decoradas con bocetos de vestidos que diseñé en el pasado. Esas creaciones que solían inspirarme y ahora solo adornan las paredes de mi apartamento.Con pereza me levanto y froto mis ojos, aún sintiendo las lágrimas secas en mi rostro. Ignorando los recuerdos de la noche anterior, camino hacia el baño para ducharme y cepillarme los dientes.Lo hago rápidamente, ya que estoy llegando tarde. Compruebo la hora en mi móvil para estar segura de llegar a tiempo a la entrevista de trabajo. Me dirijo al armario, donde veo los vestidos que cosí. Elijo uno de tirantes hasta los muslos de color melón y unas zapatillas blancas.Mi cabello cae sobre mi espalda en ondas de color claro, que resaltan las puntas. Me observo en el espejo y, satisfecha con mi aspecto, tomo mi bolso.Desayuno en la pequeña cocina, con una tostada untada con Nutella y una taza de café. No puedo salir sin tomar al menos un sorbo de café, así que me lo bebo de un trago y salgo apresurada del apartamento. Muerdo la tostada mientras corro por las escaleras del edificio.El miedo a lastimarme un pie desaparece, ya que todos los días hago lo mismo. Soy experta en bajar corriendo las escaleras.Una vez fuera del edificio, camino rápido para coger un taxi. Le digo al conductor a dónde me dirijo.El trayecto es corto, pero logro apreciar la belleza de la ciudad en la que vivo. Italia siempre ha sido conocida como el país de la moda, especialmente las ciudades de Roma y Milán. El arte, la cultura, la gastronomía y la historia forman parte de la vida diaria en Italia, pero la moda es algo que destaca en todas las calles italianas. Este fue uno de los motivos por los que me mudé aquí, con el sueño de convertirme en una reconocida diseñadora de moda.El clima en Roma es generalmente mediterráneo, suave y templado. Por lo tanto, cualquier época del año es ideal para visitar la ciudad, pero la primavera y el otoño son especialmente recomendables debido a la menor afluencia de turistas. Las calles están llenas de gente madrugadora yendo a sus labores diarias.Cinco minutos después, estoy en la empresa, admirando ese majestuoso edificio de vidrio azul. Es enorme, con diez pisos y la oficina del señor Mengoni en el penúltimo piso.—Buenos días —saludo cortésmente a la secretaria de recepción, quien me mira por encima de sus gafas. Probablemente se esté preguntando quién soy, así que me presento de nuevo.—Vine para la entrevista de trabajo —informo, sintiendo nerviosismo repentino. No es algo positivo, pienso.La secretaria se levanta y me indica que la siga. Abre una puerta y me dice que pase. Entro con cautela y varios pares de ojos se posan en mí.Unas chicas jóvenes están sentadas, esperando su turno. Mi atención se enfoca en una mujer con un porte serio, llevando un vestido ceñido al cuerpo con un adorno de volantes en la cintura que realza su figura. Es alta, de piel bronceada y cabello ondulado castaño claro. Sus ojos almendra están perfectamente delineados y una sonrisa adorna sus labios rojos.—Buenos días, preciosa —me saluda, acercándose hacia mí.—Buenos días —respondo con una sonrisa nerviosa.—Toma asiento, las llamaremos a cada una en unos minutos. Voy a buscar al señor Mengoni.Dicho esto, sale a paso rápido y cierra la puerta tras de sí. Las chicas comienzan a murmurar sobre el jefe, describiéndolo como un hombre guapo y adinerado. A temprana edad se hizo cargo de la empresa de su padre, siendo ahora responsable de todo. Tiene un hermano menor que aún estudia en la universidad. Eso es lo que logro escuchar antes de que la mujer regrese acompañada de un joven elegante, cuyos rasgos destacan sin duda alguna. La simetría de su rostro lo hace atractivo, con una barba cuidada, ojos azules celestes y cabello negro azabache peinado con un corte undercut.—Buenos días— dice con voz profunda y grave, un extraño pero sensual acento extranjero hace que las chicas suspiren al verlo y no me quedo atrás. La verdad es que es muy guapo.—Chicas, el señor Luca Mengoni, su jefe. Él hará las entrevistas, les deseo suerte— dice la mujer que según escuché se llama Camile.Se marcha en cuanto lo dice, dejándonos solo con el jefe, quien detalla a cada una de las chicas hasta posar su mirada en mi presencia y apartarla sin más.Rayos, eso sí que fue incómodo, no estoy acostumbrada a que me miren, prefiero pasar desapercibida.La mañana pasó lenta, soy una de las últimas en ser llamada. Me dirijo con pasos cautelosos hacia la oficina del jefe, mi nerviosismo incrementa y mis manos están sudorosas. Al entrar, mis ojos recorren todo el lugar: paredes pintadas de gris y blanco es lo que veo. Una enorme ventana está ubicada a la izquierda, altos edificios pueden verse desde allí.El señor Mengoni se da cuenta de mi presencia, deja los papeles a un lado y señala la silla frente a él.—Toma asiento— ordena con tono amable. Hago lo que me pide, calmando mis nervios. Su presencia intimida un poco.—Señorita Sarah Steinfeld, tiene veintiún años, estudió diseños de moda y no lo culminó. Aún así dice tener el potencial que se necesita— informa esto rápidamente leyendo mi currículum en la carpeta, para luego colocarlo en el escritorio y posar su mirada azul en mí.—¿Por qué crees que deberías quedarte con el puesto?— pregunta con su mirada puesta en mí.—Bueno, realmente porque diseñar es lo que me apasiona, y cuando hacemos lo que queremos las posibilidades de obtener empleo son más positivas. Y la verdad necesito este empleo, sé que eso es lo que menos importa, pero me comprometo a dar todo de mí, todo mi potencial en esta empresa.Mientras digo todo esto, me sorprende no haber tartamudeado. El señor Mengoni me mira con interés, creo que no esperaba esa respuesta, ¿Será que dije disparates? O ¿No estuvo tan mal?Sólo escucho el tic tac de las manecillas del reloj, que es interrumpido por la voz ronca del señor Mengoni.—Tienes mucha pasión por lo que veo, eso es bueno. Se necesita empleados que se dediquen a su trabajo, que lo vean como algo importante. Gracias por todo, señorita Steinfeld— expresa mientras se levanta de su silla para luego tender su mano hacia mí.¿Es todo? Pienso confundida. Sin más, me levanto de la silla y estrecho mi mano con el señor Mengoni, sintiendo cosquilleos en mi palma. ¡Cálmate Sarah! me ordena mi voz interna.Ya estando en el piso donde están las demás chicas, tomo asiento. La incertidumbre de saber quién se queda con la vacante me llena de nervios.Un Día en la Empresa 'Styles Mengoni'El despertador suena, marcando las 6:00 de la mañana, lo apago y me dirijo con prisa al baño para ducharme y hacer mis necesidades.Opto por colocarme una falda de corte tubo color blanca y camisa de tela tafetán. Combino mi vestimenta con unos zapatos de tacón promedio color negro.No me dará tiempo para desayunar si quiero llegar temprano, compraré algo por el camino.Salgo del apartamento con mi cartera en mano. La mañana está fresca, el viento sopla con fuerza mis cabellos castaños. Las hojas caen convertidas en cáducos. Los otoños en Roma son suaves y breves, con un promedio de 15ºC durante octubre y noviembre, donde llega por debajo de los 12ºC. Las lluvias en esta época son las más fuertes del año.Camino un poco más de lo habitual para poder tomar un taxi, logro detener un auto y subo a él a pesar de que no fue nada fácil con toda esa gente malhumorada por conseguir llegar a tiempo a sus oficios. Así son todas mis mañanas desde que trabajo
—H-hola, señor Mengoni —balbuceo sin saber por qué.Nunca me imaginé que el señor Mengoni hiciera las compras del hogar. Es más, me lo imaginaba con sirvientes y hasta mayordomo. Pero no, por lo que veo no se cree más que otros solo por ser millonario.Tendemos a juzgar a los demás por la apariencia, forma de hablar, caminar e incluso muchas veces por el color de piel. Aunque no queremos hacerlo, es inevitable, y no me siento orgullosa de ello supuesto.Dejando esos pensamientos a un lado, miro cómo mi jefe le abre la puerta del supermercado a la señora para que pueda pasar. Es un hombre agradable, respetuoso y caballero sin perder su elegancia.Todo lo contrario a su hermano, sí, el mismo que me tropezó hace algunos días atrás. En personalidades son muy diferentes, pero en el porte, la forma de caminar y ni hablar de sus rasgos, son idénticos. Pensé por unos instantes que eran gemelos.Luciano, que así se llama, por lo que sé tiene mi edad y está estudiando diseños de automotriz en u
La reunión salió excelente y mis diseños fueron aprobados.Serán exhibidos en La Semana de la Moda en Milán, un importante acontecimiento artístico que se da dos veces al año, en septiembre-octubre y enero-febrero, en el Milán Quadrilatero della Moda, Milán Fashion Center y por toda la ciudad.Estoy muy feliz, es todo un privilegio que todos vean lo que realicé.Voy saliendo de la empresa con Sussan, quien parlotea de lo contenta que se siente de poder ser mi ayudante. Sí, Luca me dijo que podía tener una asistente y en cuanto lo dijo pensé en Sussan, ella lo merece. Es la única que no me ha visto como un bicho raro desde que llegué a esta empresa.Para celebrar, iremos a un bar de la ciudad. Beberé un poco, mi cuerpo no tolera tanto el alcohol, pero quiero disfrutar la noche.Sussan tiene un auto y nos iremos allí, es un Nissan Sentra B13 de color rojo.En el camino, escuchamos música para hacer el viaje más ameno. Vamos a un club nocturno llamado L'oceano celeste, nunca he ido. Segú
La pantalla de mi móvil se enciende notificando que ha llegado un mensaje, lo tomo para ver quién es y se trata de Luciano. Quedamos en salir a conocer un lugar no muy conocido en la ciudad. Ya llegó, así que salgo del apartamento a prisa para no hacerlo esperar.Lo veo recostado en un Audi A6 Avant color plateado, está vestido con un bermuda verde militar y camiseta blanca, zapatos deportivos del mismo color.Levanta la mirada del suelo y me mira sonriente. Se acerca con pasos seguros hacia donde estoy.—Hey preciosa– suelta al verme para luego besar mis dos mejillas. Me ruborizo sin saber por qué, agacho la cabeza—.Hola– murmuro.Luciano abre la puerta de copiloto para que pueda subir, agradezco con una sonrisa, recibiendo un guiño de parte de este. Rodea el auto para luego arrancar por la carretera abarrotada de automóviles.Empieza a sonar "Ovunque tu sia" de L'Ultimo, la melodía hace el recorrido más placentero.Una vez llegado al lugar, luego de diez minutos de camino, Luciano a
Me encuentro en la habitación preparándome para dormir. Hoy fue un día muy especial para mí, compartir esta tarde con Luciano fue mejor de lo que esperaba. Decido enviarle un WhatsApp agradeciéndole por el día tan agradable de hoy, su respuesta no tarda en llegar con un emoji lanzando un beso.Sonrío por eso, apago el móvil. Ya es tarde y mañana debo trabajar. Mis ojos pesan del sueño, así que no tardo mucho en caer inconsciente.***Ya estoy lista para ir a la empresa, hoy desperté sin necesidad de la alarma. Visto con una falda lápiz color crema, blusa de tela Pongee de color dorado y mis zapatos de tacón del mismo color.Llego a la empresa unos minutos antes, paso por la cafetería del lugar a comprar unos pretzels con café, que decido comer en mi cubículo.Sussan ya ha llegado y empezamos a charlar. Luca pasa por al lado sin siquiera saludar, algo que me parece extraño de su parte. ¿Qué le sucede? Pregunto un tanto curiosa.Por fin he terminado de pintar y agregar detalles a los úl
Entro a la empresa y voy directo a la oficina del jefe, me tomó veinte minutos retirar la comida, el señor Mengoni debe tener hambre. Y ni hablar de mi estómago, gruñe haciendo que me apresure, acelero el paso para entregar el almuerzo al jefe y luego ir por algo a la cafetería.Toco con cuidado la puerta de la oficina y escucho un "adelante", así que lo hago. El señor Mengoni lleva floja la corbata y su rostro se ve cansado y hambriento, me acerco a dónde está y hablo.—Aquí está su comida señor– anuncio depositando las bolsas en su escritorio, su cara muestra alivio. Suelta un suspiro y deja lo que está haciendo, — Te agradezco enormemente Sarah, muero de hambre—. Bromea con una sonrisa.—A la orden señor Mengoni— contesto y proceso a retirarme cuando me toma del brazo preguntando.—¿Ya almorzaste?– interroga mirándome y soltando el agarre en mi brazo.—Eh no señor, voy a eso– digo bajando la mirada.—No es necesario, hay comida suficiente para los dos– dice.Estoy por negarme cuand
Voy en el convertible con Luciano, la brisa golpetea mi rostro, es ligera, es marítima y ya me hace sentir cerca del mar. Suspiro hondo, si tan sólo pudiera sentir esta paz todo los días. Falta poco para llegar a la playa Lido di Ostia es la de los italianos por excelencia, dado que se encuentra a pocos kilómetros de la capital, es muy fácil de alcanzar.No nos toma mucho tiempo llegar, al bajar del auto la enorme mansión de dos plantas color amarilla me deja boquiabierta. Es impresionante la estructura de las columnas de mármol con cristaleras que van del suelo al techo. Luciano carga mi maleta y nos dirigimos al interior de la casa, me comenta que la mansión cuenta con un dormitorio principal, es espaciosa e incluye una cama tamaño matrimonial, un guardarropa y una cómoda.Hay tres baños completo en la planta baja, uno en la entrada Sala-cocina, también encuentro un atractivo comedor moderno que me deja boquiabierta, el mismo efecto que ha tenido sobre mí el recibidor. En el reco
Una noche oscura nos permite reparar en detalles que por lo general pasamos por alto.El color oscuro tiene un gran valor expresivo en las sensaciones, emociones, sentimientos y deseos, de esta manera apacigua nuestra inquietud. Es un espectáculo hermoso y encantador contemplar el cuerpo de la Luna, su luz ahoga todo, excepto a las estrellas más brillantes. Es la mejor amiga de aquellos que se sienten solos en este mundo tan grande.El mar, en toda su inmensidad, es otra fuerza de la naturaleza que de alguna manera nos atrae y nos produce fascinación. Además, esto no es casual, pues la Luna y el mar están ligados por la increíble fuerza de las mareas.Sentada en la arena con la vista fija en el horizonte, el viento frío golpea mi rostro. He estado así por horas, los demás se han quedado disfrutando en la mansión mientras yo preferí disfrutar de la hermosa vista de la Luna reflejada en el eminentemente mar.Estoy tan perdida en las olas que golpean con las rocas que no noto cuando Luca