El multimillonario Marcello Greco tiene a sus mellizos preguntándole por qué la madre los abandonó. ¿Quién querría romperle el corazón a sus hijos diciéndoles que ella simplemente no los quiso y prefirió irse con otro hombre cuando ellos sólo tenían dos meses? Greco haría lo que fuera para hacerlos a ellos feliz, y por eso es que se le ocurre contratar a una mujer para que se haga pasar por la madre de ellos. Sólo tiene que cambiar la historia del abandono, entregarle momentos felices a Aubrey y Noah y llenarlos de amor por un tiempo, pero ¿qué pasa si esa mujer se termina enamorando tanto de sus falsos hijos, como del padre de ellos?
Leer más—¿Hicieron sus tareas? —les pregunto a los chicos cuando vuelvo al comedor.—Sí, ya está todo hecho —Aubrey responde mientras guarda los cuadernos en su mochila color morado.—Mi padre nos dijo que llegaría tarde hoy, ¿por qué?—Tiene una entrevista muy importante —le respondo a Noah. La nueva mánager de Marcello consiguió la entrevista con Jimmy Fallon unas horas después de la reunión que tuvimos con Greco, pero fue programada para hoy a las 11:30PM.—¿En la televisión? —pregunta y yo asiento—. Genial, la voy a ver.—Es muy tarde, ustedes ya tienen que estar durmiendo a esa hora.—Pero mi padre no se va a enterar…—No, Noah. Mañana tienen que despertarse temprano.—No seas aguafiestas como papá —hace un puchero y yo niego. No sé si los niños deberían ver esa entrevista.—No, lo siento. Ya es hora de dormir—me mantengo firme—. Después iré a verificar que no estén usando el celular, así que cuidadito.Noah y Aubrey asientos derrotados y se despiden de mí con un beso en la mejilla para
—Señor Greco, la señorita Emma lo está esperando en su oficina junto a su abogadoAsiento sin decir nada y voy rápido hacia el ascensor.Mierda, yo sabía que esto iba a pasar—¿Podemos saber quién fue? —pregunto al llegar a mi oficina.—¿De qué serviría saberlo? —Arabella pregunta desde su asiento—. Era obvio que si algún chismoso te veía conmigo iba a publicarlo en las redes.—Por eso la idea era tener un mánager antes de que eso pasara —gruño.—Pero tú me lo pediste ayer —Frank, mi abogado se defiende—. Y ya está por llegar.—De todas formas, en el video no se ve nada comprometedor —la supuesta madre de mis hijos intenta bajarle el perfil al asunto—. Sólo estamos comiendo nuestros helados mientras conversamos.—Pero la prensa ya está diciendo que tengo un amorío contigo.—Es lo que dicen siempre que te ven con una mujer, no es novedad —Frank se encoge de hombros—. Pero no te preocupes, Alba ya está en el ascensor —dice mientras escribe algo en su celular.—¿Alba será tu mánager? —Ar
¿En qué momento de mi vida creí que iba a estar comiendo sushi con dos hombres tan guapos después de haberlos visto boxear de forma extremadamente candente?Tomo otra pieza de sushi y me lo llevo a la boca disfrutando del rico sabor del aguacate. Miro a Nick y sonrío cuando me guiña el ojo.El sexo que tuvimos fue fenomenal—Esto está exquisito —digo con la boca llena.—Te dije que es el sushi más rico de San Diego.—Llevas veintitrés, está claro que te gustó—Marcello habla. —¿Estás contando cuántas piezas me como? —No.—¿Entonces? ¿Cómo sabes que he comido veintitrés?—No sé, sólo dije un número al azar.Lo miro con los ojos entrecerrados y me llevo otra pieza a la boca sin dejar de observarlo.—¿Qué tal es la convivencia entre ustedes? Debe ser raro vivir con una persona que no conoces.—Sí, es raro —le doy la razón a Nick—. Pero no sé, yo creo que buena.—Tal vez no sería tan buena si pasáramos mucho tiempo juntos —dice Greco—. Pero como no es así, supongo que la convivencia está
—Señor Greco, ¿qué piensa sobre los dichos del hijo del empresario Dewan?—¿Hay algún problema entre usted y él?Salgo de uno de mis hoteles junto a mis guardaespaldas para acercarme al Jeep negro, pero los periodistas me estaban dificultando el paso.—¿Es cierto que las supuestas ganancias de sus hoteles están siendo alteradas para no perder el título del CEO más exitoso de California?—Díganle al señor Scott que deje su envidia de lado —hablo mientras abro la puerta del Jeep—. O me veré en la obligación de demandarlo por difamación. Que tengan buena tarde —digo ya sentado antes de cerrar la puerta—. Llévenme donde Nick —pido cuando ya estamos en movimiento.Aprieto mis puños con fuerza y maldigo por lo bajo. Justin Dewan se ha pasado los últimos años intentando hacerme la vida imposible. Hace unos meses dijo que yo tenía un amorío con la esposa de un empresario japonés, cosa que claramente no era cierta.Tomo mi celular y llamo a mi abogado.—¿Qué mierda le pasa? ¿De dónde sacó esa
—¿Puedes ir a dejar a los chicos al colegio?Marcello me pregunta desde la mesa del comedor cuando me ve por primera vez en el día. Me hago una coleta mientras asiento.—¿Ya tomaron desayuno? —consulto.—Sí, ya están cepillándose los dientes —responde para luego darle un sorbo a su café—. Con respecto al tema de Nick, espero de verdad que eso no arruine tu trabajo conmigo. No me gustaría que tuviéramos problemas.—Nada se va a arruinar, en realidad Nick y yo nos hemos visto muy pocas veces. Creo que ni siquiera es un tema relevante —agarro un pan tostado con mantequilla y le doy un bocado.—De todas formas quiero que tengas precaución. Los niños son tan inteligentes como yo.—Qué humildad —murmuro con ironía.—Jasper está esperando afuera, él los llevará a la escuela —cambia de tema—. Tú sólo déjalos ahí y espera a que entren. Yo nunca me bajo del auto porque suelen haber paparazzis por los alrededores del colegio, y eso me apesta.—¿Crees que la prensa se entere de que la madre de tu
—Odio los domingos. Es horrible pensar que mañana debo ir a la escuela —Noah dice con la mirada fija en la pantalla del gran televisor—. Muertoo —hace un bailecito cuando mata a un jugador con el que ha estado peleando hace un buen rato. —¿Qué tal tus calificaciones? —No me va excelente como a Aubrey, pero bien —me pasa el mando del Playstation 5 cuando muere. —¿Tienes amigos? —Mi mejor amigo es el hijo mayor de Megan Fox. ¿Y lo dice con tanta naturalidad? —¿Todos tus compañeros son hijos de celebridades o personas muy adineradas? —pregunto, aunque era obvia la respuesta. —Sí, no hay ninguna excepción. Dios, y en mi colegio éramos todos unos Random Juego con Noah a Calle of Duty por aproximadamente cuarenta minutos y después voy hacia el jardín trasero, donde se encuentra Marcello sentado en una silla de playa mientras observa atentamente a Aubrey, quien estaba intentando hacer piruetas en la piscina. —¿No vas a trabajar los domingos? —le pregunto a Greco cuando me siento en
—Entonces, esta es mi habitación. Tengo libros de fantasía en el estante de la derecha y libros de romance en el de la izquierda —Aubrey apunta la pared donde tiene una cantidad impresionante de libros ordenados por color—. Este es mi escritorio, acá hago mis tareas y de vez en cuando intento continuar una novela que empecé el año pasado, pero se me hace muy complicado concentrarme. Noah es muy ruidoso cuando juega sus videojuegos de guerra, ya sabes; esas cosas locas y nada educativas.—Tu habitación es preciosa, te felicito por ser tan ordenada —la miro con una sonrisa—. Y si te soy sincera, a mí también me gustan esas cosas locas y nada educativas —le confieso y ella alza sus cejas—. Pero para que sepas, me va muy bien en Lenguaje. Te puedo ayudar con tu novela si en algún momento lo necesitas.—A Noah le encantará jugar contigo a ese juego que tanto le gusta —habló mientras acomodaba su lámpara del escritorio—. Carlos no sé qué.—¿Call of Duty? —pregunto ocultando mi risa. Asiente
—Aubrey, ¿no puedes esperar? La cena todavía no llega y tú ya quieres el postre —la miro serio y ella se encoge de hombros.—¿Por qué dejar lo mejor para el final? No entiendo —se encoge de hombros.—No se trata de "dejar lo mejor para el final" —imito su voz chillona y ella me mira con los ojos entrecerrados—. Se trata de que primero tienes que comer tu comida para luego comer el postre.—¿Y qué estamos esperando? —se encoge de hombros.—Deja de responder a todo lo que digo, por favor —la regaño.—Bueno, yo también quiero saber qué esperamos —Noah se mete en la conversación—. Tengo hambre, quiero comer una hamburguesa.—Yo quiero un brownie con helado de pistacho.—Eres la única que debe pedir ese sabor de helado, Aubrey —Noah dice poniendo los ojos en blanco—. Eres tan pero taaaaaan rara.—Bueno, tú te comes los mocos y nadie te dice nada —Au le responde con cara de desagrado—. Cada quién tiene sus gustos, no podemos opinar sobre ellos.—¿Pueden tomarme atención por una vez en la vi
—¡ESTÁS COMPLETAMENTE LOCO! —no me aguanto las ganas de chillar al ver la casa de Marcello—. ¿PARA QUÉ TIENES UNA MANSIÓN ASI DE GRANDE SI SOLO SON TRES PERSONAS? ¡ACÁ PODRÍAN CABER DIEZ FAMILIAS!—No puedes llegar gritando de esa forma —me regaña—. Con suerte no están ni mis hijos, ni mis empleados.—¿Tus empleados sabrán que no soy la madre real de…? —me callo. Río nerviosa al ver que Greco me mira con los ojos entrecerrados.—¿Vas a ser la supuesta madre de mis hijos y no sabes cómo se llaman?—Si sé, solo dame unos segundos para recordar —muerdo el interior de mi mejilla y cierro los ojos intentando concentrarme. Vamos Arabella, tú puedes—. ¡Noah!—¿Y mi hija? ¿Cómo se llama?—Su nombre es más largo —me excuso—. No lo recuerdo del todo.—Eres la peor madre falsa que pude haber elegido —bufa. Abro la boca y pongo mi mano en mi pecho haciéndome la ofendida—. Se llama Aubrey. —Aubrey, Aubrey —murmuro intentando aprenderlo—. A-u-b-r… —¿En serio es tan difícil de recordar? —interrump