—Odio los domingos. Es horrible pensar que mañana debo ir a la escuela —Noah dice con la mirada fija en la pantalla del gran televisor—. Muertoo —hace un bailecito cuando mata a un jugador con el que ha estado peleando hace un buen rato. —¿Qué tal tus calificaciones? —No me va excelente como a Aubrey, pero bien —me pasa el mando del Playstation 5 cuando muere. —¿Tienes amigos? —Mi mejor amigo es el hijo mayor de Megan Fox. ¿Y lo dice con tanta naturalidad? —¿Todos tus compañeros son hijos de celebridades o personas muy adineradas? —pregunto, aunque era obvia la respuesta. —Sí, no hay ninguna excepción. Dios, y en mi colegio éramos todos unos Random Juego con Noah a Calle of Duty por aproximadamente cuarenta minutos y después voy hacia el jardín trasero, donde se encuentra Marcello sentado en una silla de playa mientras observa atentamente a Aubrey, quien estaba intentando hacer piruetas en la piscina. —¿No vas a trabajar los domingos? —le pregunto a Greco cuando me siento en
—¿Puedes ir a dejar a los chicos al colegio?Marcello me pregunta desde la mesa del comedor cuando me ve por primera vez en el día. Me hago una coleta mientras asiento.—¿Ya tomaron desayuno? —consulto.—Sí, ya están cepillándose los dientes —responde para luego darle un sorbo a su café—. Con respecto al tema de Nick, espero de verdad que eso no arruine tu trabajo conmigo. No me gustaría que tuviéramos problemas.—Nada se va a arruinar, en realidad Nick y yo nos hemos visto muy pocas veces. Creo que ni siquiera es un tema relevante —agarro un pan tostado con mantequilla y le doy un bocado.—De todas formas quiero que tengas precaución. Los niños son tan inteligentes como yo.—Qué humildad —murmuro con ironía.—Jasper está esperando afuera, él los llevará a la escuela —cambia de tema—. Tú sólo déjalos ahí y espera a que entren. Yo nunca me bajo del auto porque suelen haber paparazzis por los alrededores del colegio, y eso me apesta.—¿Crees que la prensa se entere de que la madre de tu
—Señor Greco, ¿qué piensa sobre los dichos del hijo del empresario Dewan?—¿Hay algún problema entre usted y él?Salgo de uno de mis hoteles junto a mis guardaespaldas para acercarme al Jeep negro, pero los periodistas me estaban dificultando el paso.—¿Es cierto que las supuestas ganancias de sus hoteles están siendo alteradas para no perder el título del CEO más exitoso de California?—Díganle al señor Scott que deje su envidia de lado —hablo mientras abro la puerta del Jeep—. O me veré en la obligación de demandarlo por difamación. Que tengan buena tarde —digo ya sentado antes de cerrar la puerta—. Llévenme donde Nick —pido cuando ya estamos en movimiento.Aprieto mis puños con fuerza y maldigo por lo bajo. Justin Dewan se ha pasado los últimos años intentando hacerme la vida imposible. Hace unos meses dijo que yo tenía un amorío con la esposa de un empresario japonés, cosa que claramente no era cierta.Tomo mi celular y llamo a mi abogado.—¿Qué mierda le pasa? ¿De dónde sacó esa
¿En qué momento de mi vida creí que iba a estar comiendo sushi con dos hombres tan guapos después de haberlos visto boxear de forma extremadamente candente?Tomo otra pieza de sushi y me lo llevo a la boca disfrutando del rico sabor del aguacate. Miro a Nick y sonrío cuando me guiña el ojo.El sexo que tuvimos fue fenomenal—Esto está exquisito —digo con la boca llena.—Te dije que es el sushi más rico de San Diego.—Llevas veintitrés, está claro que te gustó—Marcello habla. —¿Estás contando cuántas piezas me como? —No.—¿Entonces? ¿Cómo sabes que he comido veintitrés?—No sé, sólo dije un número al azar.Lo miro con los ojos entrecerrados y me llevo otra pieza a la boca sin dejar de observarlo.—¿Qué tal es la convivencia entre ustedes? Debe ser raro vivir con una persona que no conoces.—Sí, es raro —le doy la razón a Nick—. Pero no sé, yo creo que buena.—Tal vez no sería tan buena si pasáramos mucho tiempo juntos —dice Greco—. Pero como no es así, supongo que la convivencia está
—Señor Greco, la señorita Emma lo está esperando en su oficina junto a su abogadoAsiento sin decir nada y voy rápido hacia el ascensor.Mierda, yo sabía que esto iba a pasar—¿Podemos saber quién fue? —pregunto al llegar a mi oficina.—¿De qué serviría saberlo? —Arabella pregunta desde su asiento—. Era obvio que si algún chismoso te veía conmigo iba a publicarlo en las redes.—Por eso la idea era tener un mánager antes de que eso pasara —gruño.—Pero tú me lo pediste ayer —Frank, mi abogado se defiende—. Y ya está por llegar.—De todas formas, en el video no se ve nada comprometedor —la supuesta madre de mis hijos intenta bajarle el perfil al asunto—. Sólo estamos comiendo nuestros helados mientras conversamos.—Pero la prensa ya está diciendo que tengo un amorío contigo.—Es lo que dicen siempre que te ven con una mujer, no es novedad —Frank se encoge de hombros—. Pero no te preocupes, Alba ya está en el ascensor —dice mientras escribe algo en su celular.—¿Alba será tu mánager? —Ar
—¿Hicieron sus tareas? —les pregunto a los chicos cuando vuelvo al comedor.—Sí, ya está todo hecho —Aubrey responde mientras guarda los cuadernos en su mochila color morado.—Mi padre nos dijo que llegaría tarde hoy, ¿por qué?—Tiene una entrevista muy importante —le respondo a Noah. La nueva mánager de Marcello consiguió la entrevista con Jimmy Fallon unas horas después de la reunión que tuvimos con Greco, pero fue programada para hoy a las 11:30PM.—¿En la televisión? —pregunta y yo asiento—. Genial, la voy a ver.—Es muy tarde, ustedes ya tienen que estar durmiendo a esa hora.—Pero mi padre no se va a enterar…—No, Noah. Mañana tienen que despertarse temprano.—No seas aguafiestas como papá —hace un puchero y yo niego. No sé si los niños deberían ver esa entrevista.—No, lo siento. Ya es hora de dormir—me mantengo firme—. Después iré a verificar que no estén usando el celular, así que cuidadito.Noah y Aubrey asientos derrotados y se despiden de mí con un beso en la mejilla para
Chillo enojada cuando mi helado se cae al suelo por mi estúpida manía de correr para alcanzar el autobús.¿Puedo tener peor suerte?Sigo corriendo y maldigo por lo bajo cuando mi pie se dobla al llegar a la escalera. Subo al transporte y le pago al conductor para luego ir a sentarme a uno de los asientos desocupados. Saco los audífonos de mi mochila que parece la de una niña pequeña y pongo Arabella, mi canción favorita por dos razones; amo Arctic Monkeys y mi nombre es Arabella Williams.Lo único que me gusta de mi vida. Llamarme como la canción que escucho siete veces al díaMuevo mi cabeza de arriba abajo disfrutando de la poderosísima batería mientras pienso en lo desagradable que fue mi día hoy.Un señor me pidió un helado de chocolate con almendras y yo, estúpidamente, confundí las almendras con las nueces.Siempre he tenido la misma confusión, y eso que ya tengo 24 añosY Ahora deben estar preguntándose qué carajos hace una mujer de veinticuatro años trabajando en una heladería
—¿Cuántas veces te he enseñado la diferencia entre la almendra y las nueces, Arabella? —mi madre bufa con falsa molestia cuando le cuento mi anécdota de ayer. Muerdo el interior de mi mejilla y me encojo de hombros antes de encogerme de hombros, pero yo sé que han sido muchas—. Las nueces son las que tienen forma de cerebro y las almendras son las que tienen forma de gotas.—Ay, mamá. Parece que tuviera cinco años —me quejo—. No me expliques así las cosas, que me siento como una estúpida niñata.—Tienes que saber diferenciarlas, hija. ¿Te imaginas que el señor hubiese sido alérgico a las nueces? Te hubieses metido en un gran problema, Arabella.—Bueno, para mi suerte el señor sólo se molestó —muevo mi mano restándole importancia al asunto—. ¿A qué hora entras hoy al trabajo?—Me debo ir ya, me entretuve con tu historia y se me pasó la hora. Te amo mucho —tomó su cartera de la silla que se encontraba al lado suyo y se puso de pie para despedirse de mí con un beso en la mejilla—. ¿Qué h