Al llegar a casa, voy directo al baño a darme una larga ducha para intentar relajarme.
Mi día no había sido del todo bueno. Tuve un problema con mi jefe minutos antes de irme de la heladería por el maldito niño que no se dio cuenta de que el helado de Nutella traía trozos de avellana. Al parecer, la mamá habló con él para quejarse de mi actitud sin importar que al final sí le di una solución.
Cuando termino mi tiempo de relajo, voy hacia mi habitación y me pongo mi pijama; un pantalón de tela delgada y una polera de tiritas. Me tiro sobre mi cama y prendo la televisión para escuchar música en YouTube. Pongo Thank you de Dido y tomo mi celular para ver mi I*******m, red social donde sólo tengo 64 seguidores.
Soy famosa, lo sé
Me siento en la cama al recordar la mayor barbaridad que había escuchado en mi vida y busco Marcello Greco en la aplicación. El CEO de Greco Lab International contaba con 4.6 millones de seguidores. Tenía solo 6 fotos y seguía a 30 personas.
Ladeo levemente mi cabeza al ver sus publicaciones. La mayoría eran imágenes de sus hoteles y solo en una aparecía él.
Este hombre es guapo, eso he de admitirlo
Le hago zoom a la foto donde aparece con un traje negro y alzo mis cejas. Tenía el cabello castaño claro y los ojos verdes. Y aunque ya lo había visto muchas veces en la televisión y en el internet, nunca le había prestado demasiada atención a su apariencia física.
Dejo el celular de lado y dirijo mi mirada hacia el techo.
¿Cómo sería mi vida con 30.000 dólares mensuales?
¡Mierda sería por fin una mujer exitosa!
Pero hacerse pasar por una madre que dejó abandonado a sus mellizos no debe ser nada fácil, menos si ni madre soy.
¿Cómo podría ser yo una buena madre falsa? Soy demasiado inmadura, me gustan los videojuegos, no tengo estudios universitarios ni sé qué hacer con mi vida además de servir helado, discuto con las personas cuando dicen que Arctic Monkeys hace música basura y soy fanática de las golosinas y de la comida chatarra.
No me imagino a alguien como yo haciéndose cargo de dos niños, menos si ya tienen la edad suficiente para notar con mayor facilidad ciertas cosas.
Creo que se darían cuenta demasiado fácil que no soy su madre
Además, se me haría feo mentirles a unos niños. ¿Se imaginan la carita de decepción al saber que todo fue una mentira y que su madre en realidad no ha vuelto? No entiendo cómo Marcello planea llevar a cabo su plan. Es demasiado difícil que sea algo totalmente creíble, que no haya errores en la historia que inventará y que la mujer a la que contrate sea una buena actriz.
A menos que claro, sea realmente actriz
Aunque pensándolo bien, también debe ser un “trabajo” emocionante. Tener que hacerte pasar por la ex de un multimillonario no es nada común, pero lo más impresionante ahí es el dinero que se ganaría al mes; treinta mil dólares.
¿Entienden lo que es eso comparándolo con el pobre sueldo que recibo yo? Imagino lo que haría con ese dinero y me dan ganas de gritar. Podría ir a vivirme sola, ahorrar, hacer un negocio…
—Lo que pagaría yo porque me eligiera… —susurro para mí misma antes de bufar—. Pero no puedo cuidarme ni a mí misma y voy a cuidar a mellizos de doce años —pongo los ojos en blanco antes de tomar el control de la televisión para cambiar la canción.
No sacas nada con intentar postular…
Muevo mi cabeza de un lado a otro, esfumando mis pensamientos.
No puedo caer tan bajo, está bien que tenga veinticuatro años y que no sepa qué hacer con mi vida, pero no por eso voy a hacerme pasar por la madre de los hijos del CEO.
(…)
—Ya tengo el formulario y el correo para que mandes los datos necesarios —Chloe se sienta en mi cama y me deja su computadora sobre mis piernas.
—No puedo creer que vaya a hacer esto. Es una estupidez —digo antes de abrir el formulario para rellenarlo—. ¿Crees que un magnate contrate como madre a una chica de veinticuatro años, sin estudios universitarios y que trabaja en una heladería?
—Ten fe. Si logras que así sea me tienes que invitar a un buen restaurante por haberte contado el mejor chisme de tu vida.
Le mandé un mensaje a Chloe pidiéndole más información acerca de lo de Marcello y a las 11 de la noche tocó mi puerta con su computadora entre las manos.
—Ya, voy a empezar a rellenar esto —inhalo con profundidad.
NOMBRE COMPLETO: Arabella Jane Williams Tatum
FECHA DE NACIMIENTO: 03-07-1998
NÚMERO DE SERIE ID: 9782587297
NÚMERO TELEFÓNICO: 8893678
REDES SOCIALES: Arabella.jane (I*******m), Arabella Williams (F******k)
CORREO: arabellajanew@yooh.com
INFORMACIÓN PERSONAL: Soltera de 24 años, sin hijos, abandonada por mi padre y viviendo con mi madre. Completé el high school, no tengo estudios universitarios, trabajo en una heladería desde hace dos años y no cuento con antecedentes. Me relaciono bien con los niños, me gusta jugar videojuegos y soy fan de las golosinas y la comida chatarra. Me va bien en Lenguaje y sé un poco de español.
—Dios, Arabella —Chloe ríe a carcajadas al leer mi información personal—. Dudo mucho que así te contrate, sólo estás dando a entender que, en vez de contratar a una madre falsa, va a contratar a otra hija. Y no creo que él quiera eso.
—Pero es que tampoco quiero mentir. ¿Qué más puedo decir? No tengo nada importante que contar, tú sabes que mi vida es muy aburrida.
—No sé, algo que dé a entender que serás una buena madre falsa.
—Ya dije que me llevo bien con los niños —me encojo de hombros. Se golpea la frente y yo alzo mis cejas—. ¿Qué?
—Eso no es suficiente, Arabella —me dice—. ¿De qué le sirve a él saber que te gustan las golosinas?
—¿Qué estoy haciendo? Ya me arrepentí.
Antes de que pueda borrar todo, Chloe me quita el computador y aprieta “enviar formulario”.
—No pierdes nada con intentarlo.
Chloe se había quedado a dormir en mi casa y al día siguiente nos fuimos juntas a la heladería. Ahora me siento mal por no haber considerado a Chloe como una amiga, puesto que siempre ha sido muy linda y atenta conmigo. Tal vez pensé que ser amiga de alguien (en ese entonces) 5 años menor que yo era una estupidez, pero creo que me hace demasiado bien tener a alguien tan entretenida cerca. —¿Cuántos días crees que se demoren en elegir? —le pregunto mientras miro hacia todos lados para sacar una cucharadita del helado de frutos rojos. —No lo sé, no creo que mucho —responde—. Esta no será una búsqueda masiva, puesto que así se podría saber en la prensa, así que muchas opciones no tendrá. —¿Cómo te enteraste tú? No lo entiendo. —No te puedo contar. —¿Y estás segura de que es algo real y no una broma? Tal vez… —Me contó una persona cercana a Marcello, así que sí —me interrumpe. Alzo mis cejas impresionada—. Es completamente real. —¿Por qué no enviaste el formulario también? —¿Yo?
Me miró en el espejo y termino de ponerme el labial nude con las manos temblorosas. No sé cómo debo ir vestida a una entrevista para ser una madre falsa para los hijos del CEO, pero supongo que los pantalones y el saco negro formales que saqué del closet de mi madre con una camisa blanca abajo está bien.¿O no?Apoyo mis manos y frente en la pared e inhalo con profundidad. Nunca había estado así de nerviosa, ni cuando fui a la entrevista de trabajo en la heladería, pero es que este no es cualquier trabajo, y creo que no me estoy dando cuenta de eso¿Hacerme pasar por la madre de dos niños? ¿Yo? ¿Una mujer de veinticuatro años no tan madura que digamos?Me arrepiento de haber mandado el formulario. Creo que lo hice pensando que obviamente Marcello no se iba a fijar en mí, pero ahora que quiere verme me doy cuenta del gran peso que tengo sobre mis hombros al hacer esto.—¿Me explicarás qué es lo que vas a hacer? Sé que irás a una entrevista de trabajo, pero no entiendo por qué no me pue
—Siéntese, Arabella —dice Marcello mientras me da la espalda. Me acerco lentamente hacia la silla que está frente a su escritorio y espero a que deje de mirar por el gran ventanal que había en la oficina. —Ya estoy sentada —me atrevo a hablar después de unos segundos de silencio. —Lo sé, la veo por el reflejo del vidrio —responde con voz seria. Frunzo el ceño y me cruzo de piernas mientras espero expectante que siga hablando, pero no lo hace. Golpeo levemente el suelo con mi pie, entrando al estrés. Aprovechando el incómodo silencio, miro detalladamente la oficina y alzo las cejas al notar lo sencilla que era, cosa que no me esperaba después de ver adornos de oro en el primer piso. Vuelvo a mirar la espalda ancha de Greco y entrelazo mis manos sobre mis piernas. —¿Entonces...? —carraspeo—. ¿Desea que le cuente algo sobre mi vida? —pregunto sin saber qué hacer. No vine a este lugar para estar en silencio —Creo que ya sé las cosas más importantes —lo veo encogerse de hombros—. Le
—Tu pelo es precioso, pero debemos cambiarlo —me avisa el estilista que Marcello había contratado para hacerme un cambio de look.—¿No me pueden poner una peluca o algo así? —me quejo—. Mi cabello es lo que más me gusta de mí. Que sea largo y rubio me fascina.—Vas a vivir con mis hijos, Arabella. No puedes estar poniéndote y sacándote una peluca —Greco dice al llegar.Ayer firmé el contrato y el acuerdo de confidencialidad y hoy fui llamada por una de las tantas asistentes del CEO para que me juntara con Marcello en un centro de belleza.—¿Qué me van a hacer?—Pienso que lo mejor será cortarte un poco el pelo y ponértelo negro —responde el estilista con demasiada tranquila.—¡¿Negro?! ¡No me pueden arruinar así el cabello! ¡El negro es demasiado difícil de sacar! —me paro de un salto de la silla y chillo horrorizada.—¡Arabella! ¡No te comportes como una niña pequeña! —Greco me regaña.—¡No me pueden hacer pasar de rubia natural a pelinegra!—¡Firmaste un contrato, así que si pueden!
Chloe: ¡Sabes que te ves hermosa y sólo dices que no para que los demás te digan que ese look te queda fenomenal! No seas una perra egocéntrica.Me responde la chica (a la que ahora considero mi verdadera amiga) después de que le enviara una foto de mi nuevo cabello.Yo: Tú sabes que lo que menos soy es ser egocéntrica, de verdad siento que me veo MUY mal.Chloe: Lo sé, sólo bromeo ;) pero de verdad, te ves muy bien. Sólo tienes que acostumbrarte, porque obviamente al principio no te gustará.Yo: Ya tengo nuevo DNI, nuevo look y nuevo celular, ¿puedes creer que ahora me llamo Emma? De verdad, esto es una completa LOCURA… ¡Soy otra persona!Chloe: Creo que ese nombre no le viene a tu cabello negro, suena un poco de chica buena y con ese color te ves toda una perra empoderada. Besitos en tu ballena, voy entrando a la heladería.Yo: ¿Ballena? ¿Qué es eso?Chloe: Ya sabes, vagi… te lo dejo a tu imaginación, pero así suena mucho más lindo.Yo: JAJAJA ¿Y por qué tendrías que mandarle besos
—¡ESTÁS COMPLETAMENTE LOCO! —no me aguanto las ganas de chillar al ver la casa de Marcello—. ¿PARA QUÉ TIENES UNA MANSIÓN ASI DE GRANDE SI SOLO SON TRES PERSONAS? ¡ACÁ PODRÍAN CABER DIEZ FAMILIAS!—No puedes llegar gritando de esa forma —me regaña—. Con suerte no están ni mis hijos, ni mis empleados.—¿Tus empleados sabrán que no soy la madre real de…? —me callo. Río nerviosa al ver que Greco me mira con los ojos entrecerrados.—¿Vas a ser la supuesta madre de mis hijos y no sabes cómo se llaman?—Si sé, solo dame unos segundos para recordar —muerdo el interior de mi mejilla y cierro los ojos intentando concentrarme. Vamos Arabella, tú puedes—. ¡Noah!—¿Y mi hija? ¿Cómo se llama?—Su nombre es más largo —me excuso—. No lo recuerdo del todo.—Eres la peor madre falsa que pude haber elegido —bufa. Abro la boca y pongo mi mano en mi pecho haciéndome la ofendida—. Se llama Aubrey. —Aubrey, Aubrey —murmuro intentando aprenderlo—. A-u-b-r… —¿En serio es tan difícil de recordar? —interrump
—Aubrey, ¿no puedes esperar? La cena todavía no llega y tú ya quieres el postre —la miro serio y ella se encoge de hombros.—¿Por qué dejar lo mejor para el final? No entiendo —se encoge de hombros.—No se trata de "dejar lo mejor para el final" —imito su voz chillona y ella me mira con los ojos entrecerrados—. Se trata de que primero tienes que comer tu comida para luego comer el postre.—¿Y qué estamos esperando? —se encoge de hombros.—Deja de responder a todo lo que digo, por favor —la regaño.—Bueno, yo también quiero saber qué esperamos —Noah se mete en la conversación—. Tengo hambre, quiero comer una hamburguesa.—Yo quiero un brownie con helado de pistacho.—Eres la única que debe pedir ese sabor de helado, Aubrey —Noah dice poniendo los ojos en blanco—. Eres tan pero taaaaaan rara.—Bueno, tú te comes los mocos y nadie te dice nada —Au le responde con cara de desagrado—. Cada quién tiene sus gustos, no podemos opinar sobre ellos.—¿Pueden tomarme atención por una vez en la vi
—Entonces, esta es mi habitación. Tengo libros de fantasía en el estante de la derecha y libros de romance en el de la izquierda —Aubrey apunta la pared donde tiene una cantidad impresionante de libros ordenados por color—. Este es mi escritorio, acá hago mis tareas y de vez en cuando intento continuar una novela que empecé el año pasado, pero se me hace muy complicado concentrarme. Noah es muy ruidoso cuando juega sus videojuegos de guerra, ya sabes; esas cosas locas y nada educativas.—Tu habitación es preciosa, te felicito por ser tan ordenada —la miro con una sonrisa—. Y si te soy sincera, a mí también me gustan esas cosas locas y nada educativas —le confieso y ella alza sus cejas—. Pero para que sepas, me va muy bien en Lenguaje. Te puedo ayudar con tu novela si en algún momento lo necesitas.—A Noah le encantará jugar contigo a ese juego que tanto le gusta —habló mientras acomodaba su lámpara del escritorio—. Carlos no sé qué.—¿Call of Duty? —pregunto ocultando mi risa. Asiente