Achecar se despertó de un sobre salto al verse bañado y con otra ropa. Al notar esto Charlotte se levanto de la silla para tranquilizarlo.
—Calmate Yami, todo está bien.—Charlotte, había olvidado que estabas por aquí.—Bueno, ahora que despertaste, tendremos que seguir con este asunto desagradable.—Ah, es cierto, bueno, entonces arreglemos esto lo más rápido posible.Charlotte llamo a uno de los guardias de los que estaban por el pasillo. Tan pronto se fue, Charlotte aprovechó para aclarar las cosas con Achecar respecto a su padre.—Tu pregunta me agrada. Verás un día quise visitarte y el se interpuso en mi camino, peleamos una vez, despúes se volvió un hábito, no tan desagradable pero si bastante doloroso, al menos para mi. Debido a que temían por mi vida, pues a el nunca lo lastime. Por lo que tu abuelo nos enseñó ese juego.—De hecho, ¿en que consiste? No entendi muy bien cuándo jugaron.—La verdad es que yo tampoco, tal vez por eso me gana casi siempre.Achecar explicó que al colocar las manos al frente se gritaba puñetazo, cacheta y paz, ambos tratan de adivinar que es lo que sale al frente, cualquiera de las tres formas, si ambas son diferentes se vuelve a repetir, si ambas son iguales el que adivino da lo mencionado.—¡Qué juego tan salvaje!—Es cierto, pero no querrás ver los desastres que ocasionamos en ciertas ocasiones.—Llegue a oir, pero nunca creí que se tratará de ti.—Tal vez no te querían preocupar.—O no les interesó decirme.—Veo que ya aprovechan el tiempo—dijo una voz masculina.—Haldran, ahora que vamos a arreglar este asuntó, que quede claro que yo no fuí violada por él, y que tengo a gente que puede corroborar.—Es obvio que así es, vengan conmigo.Achecar y Charlotte salieron y vieron por la ventana como había gente que exigía su liberación como también su encarcelamiento.—Eres alguien que genera discusión por todos lados—agregó Haldran.Estás palabras eran ciertas en muchos aspectos, Elaina estaba afuera de la prisón mientras que Arai miraba todo desde su carruaje con cierta rabia. En tanto Aldar veía todo desde las sombras con una sonrisa que se desbanecería bastante rápido.—Este asuntó no tiene caso darle vueltas, en parte por que Sarai está presente, y prácticamente es imposible dar un resultado opuesto.—Muchas gracias juez—dijo la capitana con una sonrisa.—Nada de gracias—agregó el juez con brusquedad—con lo de la violación podemos decir que no pasa nada, ya que a fin de cuentas todo fue falso, pero lo de la brutalidad, eso si es un problema. Me veo en la necesidad de decirte que debido a tu agresividad, tendras que ser custodiado por un guardían de mayor peligrosidad.—¿De que habla?—preguntó Achecar algo confundido.—¿Qué no coneces las estadísticas de nivel de cantidad de grados de magia? Como de peligrosidad.—Es obvio ¿no?El juez se llevo las manos a la cabeza, para continuar.—Dejame explicarte, las magias se clasifican por grados de peligrosidad, en tu caso tu magia está en el grado más alto, pero en tanto a ti, ocupas el puesto cien.—El cien, no le veo tanto sentido.—Para empezar recuerda que eres un plebeyo, y si no hicimos algo antes, fue por que te seguías controlando un poco, además de que recapacitas y no dañas a gente inocente, pero de no ser así necesitaremos a alguien que te controle.—Tiene lógica. Aunque quiénes ocupan los primeros puestos.—Es claro que nobles y unos cuantos legionarios. Para que entiendes, no todos los seres poderosos, son de las legiones, a fin de cuentas las situaciones que determinan esos grados son el poder individual, y una gran parte de los nobles no están en la milicia, como también algunos solo se dedican a entrenar para el torneo de naciones.—Aclarado esto, yo me ofrezco para custodiarlo—dijo Haldran.—No—grito Charlotte—estoy seguro de que vas a querer matarlo.—No haría algo así.—Eso les dijiste a los Rengar.Haldran se sorprendio por eso, pues penso que aquel evento había pasado por alto, y que no existía alguien que lo supiera. El juez se mostro extrañado, pero antes de que pudiera decir algo Haldran desistió y prefirió que fuera otro. Charlotte se sintió satisfecha, pero no aclaró ni mencionó el evento de los Regar:los Regar era una familia noble que hace dos años había empezado su expansión para posicionarse como unas de las de mayor poder. Pero un día un atacante apareció, ejecutando a todos los presentes, sin embargo, una pequeña niña sobrevivio, y esta recordaba que aquel sujeto era igual a Haldran:Sarai al oir esto decidió investigar, pero a la semana, Haldran logro encontrar al culpable, siendo miembro de una familia Noble ligada a negocios similares. El informé dado no concordaba con lo que afirmaba la niña, pero prefirieron ocultarlo pues no había muchas pruebas para inculparlo. Al juez tal acusación le pareció extraña, pero conociendo al "carcelero de la muerte" se calló.—En ese caso, solicitare...—Puedo ser yo señor—interrumpió Charlotte.—Eres vicecapitana y seguramente debes tener bastantes cargos a tu mano.—Tengo una compañera que puede hacer eso, además de que soy la indicada por ser una de las afectadas, como también conocer de sobra al presente.—También por eso, no se puede dar ese permiso, pues tu relación previa puede afectar su labor profesional.—Nos llevamos muy bien, además Achecar es muy maduro para evitar esas circunstancias.—No voy a tolerar eso Charlotte—infirio Sarai—no solo por tu cargo sino por que tendras que mudarte a la base de Sanber, donde me parece había unos muchachitos que estaban en ese lugar maldito.—Les aseguro que no harían nada—agregó Astar que había permanecido al marjen de esto—acaso ella no tiene la libertad de eligir sus acciones.—Claro que la tiene—contestó Sarai molesta.—Entonces, por que le cuestionas sus decisiones, que para el grado que posee, supongo que se basta no te parece.—Pero ese hombre es mayor que ella.—Tiene la misma edad que Charlotte.Sarai quería callar a Astar pero Charlotte lo interrumpió.—Capitana, no veo porque se deba cuestionar mi amistad y mi labor profesional. Usted nos habla de tomar decisiones, no veo porque ahora lo cuestiona, apesar de que he cumplido con mi cargo con excelencia desde siempre.Sarai, termino por acentir y a pesar de todos los reproches termino por aceptar.—Está hecho—concluyó el juez.—Hablando de hechos—dijo Achecar antes de retirarse de la habitación—¿que ha sucedido con el caso de ese manipulador?—No te preocupes por él, usamos un regulador, además de cauterizar la herida. Su caso se resolvera, además de que ya hablamos con las familias de los afectados. No te preocupes.—Pues, si...—Achecar, vamos sí—interrumpió Charlotte tomandolo del brazo para poder llevarlo afuera.El juez sonrrió al ver que a pesar de todo el debate, la decisión fue la correcta. La concurrecia se sorprendió al verlos de tal forma que ahora las platicas cambiaban y se calmaban, como se retiraban. Arai miró sorprendida eso, y solo se marcho, Elaina corrió a abrazar a Achecar y felicitarlo por quedar libre. Al mismo tiempo Charlotte le pidió a Achecar que vaya a la base, acompañado de Elaina para evitar destrozos, pues ella iría por sus cosas. Achecar asintió con la cabeza, aunque Elaina se sintió un poco nerviosa, pero Achecar la trato como una niña, lo que la calmo.Charlotte llegó a la base de Galvidan y, apesar de las protestas de algunas de sus compañeras, está volvió lo más rápido que pudo. Al llegar fue recibida por Regina.—Entonces vas a vivir aquí Charlotte.—Claro, así evitaremos que Achecar se meta en problemas.—Es un alivio, el señor Achecar estará mejor contigo aquí—agregó Gina.—¿Todos le llaman señor Achecar?—No, solo ella, es a quien trata más como una niña, aunque a nosostros nos trata como adolescentes descarriados, y eso que somos mayores.—El es así con las personas, solo trata de que sus vidas sean de lo más plenas y felices.—Sabes, tú y él son muy cercanos, entre mujeres nos contamos cosas, porque no nos dices que piesas sobre él.—Bueno, es un excelente compañero.—En que sentido dices eso.—Bueno, Achecar tampoco lo dice con claresa, pero creo que se acerca al concepto de persona que te ayuda, pero no tiene relación contigo de ninguna manera emocional más que la de llevarte bien con él.—No le encuentro mucho sentido a eso.En ese momento Achecar se presentó con su atuendo habitual. El pantalón café oscuro y una camisa morada con bordes florares como sus botas altas.—Ya le dieron la bienvenida, recuerden que falta rolar a los que están afuera, así que vamos Gina, y ya que estás, tu también Charlotte.—Oye, aún no me instalo.—Ya lo haras cuando regresemos, desde que estoy aquí, siempre procuro que seamos puntuales con los horarios, Sarai no te hablo de la puntualidad.—Si lo hizo. Pero me tome algunas libertades.—Algo me dice que no te levantas temprano.—Bueno, simplemente me dan las misiones más complejas.—Creo que sueles contralar a los dongos y serinos.—Enfrentate a ellos y dime que tal.Achecar sonrió y los tres salieron hacía la ciudad, en la calle la gente solía hablar bastante bien de Charlotte, incluso se referían a ella por señorita de Rosei en vez de su nombre, en tanto a Achecar algunos lo saludaban y a otros les molestaba, en tanto a Gina está parecía invisible pues la gente pasaba por alto su precensía, cómo también parecía mezclarse con el resto.Durante la vigilancia, Charlotte aprovecho para comprar algunos dulces, como pasar rato con Achecar que a pesar de disfrutar de su compañía ambos, de cierta forma sentían que las cosas habían cambiado.—Sabes, veo que cuando trabajas eres mucho más serio que antes.—He sido así desde que eramos niños.—No, te ponías alegre siempre que jugabamos o nos divertiamos.—Es cierto, supongo que es por que ando en horario de trabajo.—Eso es malo, la gente siente más confianza si nos mostramos solidarios y felices con ellos.—Es cierto lo que dice la señorita Charlotte—dijo Gina de repente.Achecar la miró haciendo que está se agachara, pero este termino por acariciar su cabeza, al verlo lo pudo ver con un rostro que reflejaba una revelación. Era cierto eso, y a él le entristeció saber que su pasado y sus decisiones al final terminaron por afectar su visión del mundo. Gina se sintió feliz de que Charlotte estuviera con ellos.Charlotte plática con cada transeunte sobre los problemas que los aquejaban, algunos hablaban de ladrones menores, como de unos cuantos niños que hacían maldades. Estos asuntos eran resueltos con facilidad. En ese momento Alfredad se presentó con su andar imponente.—Achecar, señorita Charlotte ¿cómo están?—Señor Alfredad, que lo trae por aquí.—Bueno, sabes, algunas chicas que estaban en ese prostibulo y en el resto se quedaron sin un ingreso, algunas han vuelto con sus familias, pero otras no, y bueno, me ofrecí a ayudar a encontrarles trabajo a algunas y otras están con las monjas.—Podemos decir que es satisfactorio saber eso.—Puede ser, pero tenemos un asunto con las chicas de Pokandra. El gobierno las repatriaria, pero estás no quieren volver. Me ofreci a darles asilo, pues no aceptaron ir con Sarai. Ahora que te encuentro, tal vez ellas puedan abrirse contigo, por haberlas salvado.—Es necesario.—Oh sí, Pokandra podría declararnos la guerra, por este incidente, al repratiarlas pediriamos disculpas, pero ellas mismas afirman ser desertoras, lo que complica las cosas desde ahora. Tal vez puedas hablar con ellas, he oido que no les caen bien los que las visitan.—Ya veo. Tal vez pueda hablar con ellas más tarde.Achecar asintió para después seguir su camino.—¿Qué les dirás a las chicas?—A decir verdad no lo se. Este conflicto es muy difícil, en lo personal y tomando en cuenta lo que me has contado de Pokandra, creo que Deberían permanecer aquí.—Es cierto. Gina, ¿por qué no cuentas nada? Pareces invisible.—Ah, sucede que no tengo nada que contar.—Eso crees, me parece que eres una chica interesante, por que estás donde parece ser que no deberías.—El señor Achecar dijo lo mismo. Bueno, supongo que...En ese momento un sonido de cornetas se escucho en la ciudad.—¿Qué es eso?—No lo sabes, ¡ay no entiendo el por que me molesto! Se trata de la alarma de guerra, los de Run-dai ya vienen.—En ese caso vamos a la base Gina.—¿Qué dices Achecar?—Eres la vicecapitana y creo que es prioridad que estes en tu cargo ahora. No te preocupes, a fin de cuentas al ser una guerra tengo permitido descontrolarme.Charlotte sonrió y se marcho. Al mismo tiempo, todos se organizaban para dirigirse a las frontera oeste. Los transportes aereos que tenían forma de barcos con ciertas diferencias, se movieron en dirección a la frontera, cada capitán iba al frente, algunos ansiosos y otros simplemente tranquilos. No así los reclutas que tras saber que el estimado de activos enemigos era diez veces mayor, no podían ocultar su nerviosismo. La guerra contra Run-dai estaba por empezar.Cada legión iba sobre los "barcos voladores":que son mas o menos las forma a las que se les puede asociar. Cada legión poseía al menos tres de estos. Cada grupo se dirigió a las zonas asignadas para proteger y también donde se desarrollarían los combates. Todos los de rango alto fueron al frente junto a los capitanes, vice capitanes y tenientes. El general permanecía al lado del rey junto a los comandantes en Armenar. —¿Por qué se quedo con nosotros?—, preguntó Achecar al ver que Astar permanecio en el transporte, cuando Aldo y Carla se marcharon junto al resto de reclutas, salvo ellos once. —Por que los diez que quedaron en el barco son los más débiles, me gusta su progreso, pero no voy a ponerlos a prueba en una guerra sin cuartel. —¡No nos subestime!—grito Fred—hemos mejorado lo suficiente para luchar en este momento, ¡aquí y ahora! —Eso lo se—contestó Astar—por eso es que no pelearan. La magia de extracción no es cosa de niños. —Magia de...—grito Fred al tiempo que el resto de
Debido a que todas las batallas ocurren al mismo tiempo. Algunos encuentros tenían de fondo los daños de enfrentamientos externos. Al mismo tiempo que Aldo luchaba contras sus respectivos oponentes Carla hacía lo propio a unos diez metros de donde Aldo luchaba. Carla una mujer de veinticuatro años de actitud seria, quien vestía con una pechera y un pantalón holgado, un rostro de facciones agresivas y un semblante tranquilo, con un cabello negro y trenzado en una sola coleta, apodada "la ruda" no solo por su actitud sino por su magia:la magia de Carla era muy similar a la de Diana, salvo que en lugar de nutrirse de la adrenalina que proveía a la magia de destrucción de Diana, ella era nutrida por la sensación de debilidad. Pues en el pasado Carla era una chica que solía ser demasiado amable, lo que ocasionaba que algunos se aprovecharan de la misma, algo de lo que su padre noto, y le pidio que aprendiera a defenderse de aquellos que abusaran de su amabilidad, siendo el mayor detonante
Antes del retumbar de aquel ataque, Evelin La roja y capitán de la legión de Jardar, se movía por los árboles del lugar, pues a diferencia de otros enfrentamientos, estos combates resultaron más estratégicos, que ser combates destructivos, mientras ella vigilaba fue atacada por un explorador, que la ataco por detrás, dandole un enorme golpe estrellandola contra un árbol, Evelin cayó y apenas se pudo levantar debido a su edad. Pero fue salvada por Marco, quien le dio un enorme golpe al invasor que lo mando a volar rompiendo unas ramas y estrellándose en un árbol. —¡Capitana! ¿Está bien?—dijo Marco quien era un joven de veinte años con un apariencia robusta de una altura de un metro setenta, solía usar ropa comoda que era fácil de conseguir debido a las particularidades de su magia. —Sí, ya uno no esta en forma a sus ochenta años—contestó Evelin quien se levantó con una ayuda de Marco, usaba ropa de color rojo, generalmente un vestido que apesar de cubrirla todo no le impidia moverse c
La legión de Casaldas vigilaban el inicio de las montañas aledañas al corredor, debido a ser una zona inaccesible, por se muy rocosa y sin poblados a la vista, estos se aburrían pues gran parte de la acción había sido abarcada por los de Sanber. —Esto es vergonzoso, por que nos pusieron aquí, será por que no tenemos título o proesas destacables—dijo Rene, un joven que se había enlistado por que le resultaba divertido aniquilar y dañar a personas, pues se dio cuenta, que si lo hacía, alguien sin un cargo oficial era un delicuente, pero de no ser así era un asunto judicial, por lo que vio una forma de poder ejecutar a quien sea. —Puede, es medio ironico que Sanber sea la menos prestigiosa, supuestamente, pero es más reconocida—dijo Federico un joven que al igual que Rene se enlisto por un motivo similar, salvo que el buscaba gloria y alcanzar un grado de noble—¿Qué opina capitán? —Es algo que no me interesa—contestó Basardar, el capitan de Casaldas que era un plebeyo de gran poder, pu
La región del norte tenía a la legión de Silvar, que había iniciado la evacuación de las localidades cercanas, teniendo a sus tres miembros más poderosos en la parte contraria del Monte Ringo, donde se encontraban esperando con ropa de invierno a las tropas invasoras que, según Valerona se acercarían por ahí. Reval estaba al frente, contrario al resto de las legiones, a él le gustaba acabar con todo de un buena vez, a tal punto que confiaba en su vicecapitan Brando, denominado la piedra por tener esa magia, pues su cuerpo podía convetirse en una piedra muy dura. Así como Vanesa quien empleaba un fuerte veneno como su magia. Estos dos se habían hecho sus amigos al ser nobles que vieron en el un gran porvenir, teniendo una edad similar. Brando era más alto que Reval y poseía un cabello negro evano, con un rostro de facciones delicadas para alguien bastante tosco, hijo de un noble minero de la ciudad de Frendanin en las canteras del Norte, como se a dicho La piedra es un apodo y no el t
La defensa del río Eusge no fue tan difícil debido a que Salvidar fue la encargada de proteger este lado. Esto debido a que Josefina era la capitana más pacifista de las legiones y no solía atacar de manera indiscriminada, apoyándose de su poder mágico, el cual era muy extenso. Ademas de ser una de las nobles con la inciativa de ayudar a todos, incluso a sus enemigos. Cuando niña veía desde las murallas de su gran casa la pobreza de su gente, por lo que un día salio disfrazada, escucho como algunos los odiaban y otros los amaban sin saber, por eso decidió que todos deberían ser iguales, se alegro por tener su magia, una magia que podía traer paz a cualquiera que la viera u oliera los aromas que ella podia mandar en un radio de un kilómetro y un poco más, pero aunque no estaba del todo en su control. Por lo que cuando sus enemigos llegaron, estos perdieron el espiritu guerrero mientras que aquellos que se mostraban rehacios eran noqueados por Javier Oros, un noble que en un principio o
Había un motivo muy claro del porqué al final del anterior episodio Pedran, Diana y Eldran miraban con cierta sorpresa la debastación a la distancia. La defensa del corredor comercial era primordial, debido a que su construcción se hizo con la intención de que las mercancías de Run-dai llegarán directamente a Armenar. Se hizo para cerrar la paz entre las naciones después de la guerra. Las cinco legiones se pusieron a lo ancho del corredor teniendo en el frente a Galvidan debido a la magia de Sarai, mientras In-tardec, Rintar, Tenvarin y Kalendar, formaban una media luna en puntos estrategicos. Ildar era quien dirigía y miraba con cautela todos los alrededores, algo que molestaba a Sarai, pero no podía negarse u oponerse además de ponerla en una pocisión de gran responsabilidad. —No la vi tan contenta con la decisión de que tú lideraras el avance—dijo Favel al ver la expresión agresiva de Sarai. —Es que eso importa—contestó Ildar— es educada e inteligente al no oponerse, además ella
Desde la comodidad del "barco volador", Astar estaba en una silla tomando un botella de un fuerte licor producido por Salandar:denomido como Frizber;que en lengua ajedriana significaría "la que te arrodilla" pues tiene un 50% de alcohol.—¡Qué buena esta esta bebida!—grito Astar tras sorber el líquido.—No entiendo por que está muy tranquilo—dijo Fred conteniendo su enojo—a sabiendas de lo que esta pasando en el frente. Y sobre todo el hecho de que usted puede derrotar a un gran número sin sudar.—No me amargues la vida, ni lo hagas tú, tal vez haya muertos, pero confio en que ellos se las arreglen con está avanzada. Y no creo que sea necesario que me involucre.—¿No le preocupa que mueran nuestros compañeros?—Veras que no moriran, no creo que les guste.En ese momento una alfombra descendio tomando una forma de pajaro, mostrandole algo que lo hizo incorporarse y calentar sus musculos.—Cuida está parte muchacho, vengo enseguida.—¿Qué? ¡Espere capitán que sucede!Astar no contesto, s