El cuarto era bastante cómodo, para estar dentro de la base de Sanber, ya que estaba amueblado, con sillones alcochonados y una mesa de centro, además estaba alejada de la sala principal, donde los otros huespedes solían convivir y por lo general eran algo escandalosos.—Mañana será un día pesado—dijo Krinyar al tiempo que se acomodaba en uno de los sillones estirando su cuerpo.—Ni que lo digas, aunque con lo mostrado, creo que no seré de mucha utilidad—dijo Hectar quien estuvo ausente de los eventos anteriores, viendo en silencio.—¿Qué estas diciendo?—dijo Krinyar al tiempo que se incorporaba—, si no fuera por ti nunca hubiera alcanzado lo que he hecho.—Es enserio eso, ¿usted como supo sobre la adición?—preguntó Evangeline bastante intrigada.—He no, simplemente fue una coincidencia. —Podría contarnos—dijo Evangeline.—Bueno. Los tiempos de Bartolomé Tercero eran problemáticos, en especial para nosotros. El desempleo era algo habitual y, los trabajos fijos no eran muy bien remuner
El mañana llegó y terminó, así el tiempo paso rápido. Algunos mejoraban y otros no tanto, este fue un factor que no habían tomado en cuenta en aquel momento y, que desanimaba a muchas personas, aunque ocurrió una idea, la de formar una Brigada de Rescate, conformada únicamente por miembros cuyas capacidades, fueran más útiles en el sigilo y la curación. Un idea que fue aprobada por Bartolomé y la gran mayoría de capitanes, y aquellos que no, era por que consideraban que sería un grupo inecesario, como un gasto extra, pues se ordenaría de manera externa a las legiones. Pero se instruyó a la briganda sin mas dilación obteniendo resultados mas que favorables. Cada recluta era muy diferente, cada uno aprendía y se desenvolvía a su manera, por lo que los cuatro solo se dedicaron a guiar en aquello que tuvieran que hacerlo y, así el tiempo paso. Hasta que pasaron numerosas semanas, que alegraban a Bartolomé por el desempeño de los reclutas, pero también preocupaba por el silencio de las Br
Tan pronto Achecar y sus compañeros llegaron a la zona, notaron que Krinyar, Canras, Hectar y Evangeline estaban discutiendo fuertemente con Bartolomé, quien pese a la forma de expresarse, se mostraba tranquilo. Además notarón que Vandemar, los comandantes, el general y todos los capitanes estaban presentes en el lugar. —Ese sujeto—dijo Achecar al verlo—, supongo que es Vandemar. —Sí—contesto Charlotte. —Se ve bastante intimidante, aunque es raro que se digne aparecer hasta ahora. —Tal vez por eso están discutiendo—añadió Charlotte—, papá me contó mucho de él, no solo su magia sino su forma de ser, y lo desagradable que suele ser. Solo con saber que estuvo de parte de Bartolomé Tercero ya es preocupante. —Con ese perfil, seguramente hizo un trato con Bartolomé para que no lo hostigue. Achecar se acercó a Krinyar y al rey, quienes seguían en una discusión por de mas acalorada, a tal punto que en varías ocasiones Krinyar parecía que quería golpearlo. —¿Se puede saber que les pasa?
Cuando el fuego se disipo, la calma volvió al lugar. Aquellos que se quedaron ayudaron a apagar el fuego, como ayudar a los heridos del daño colateral. Vandemar yacía tendido en el suelo, con los ojos en blanco y noqueado, Achecar se acercó para cerciorarse de que estuviera vivo, y al tocarlo se percató que su cuepo no estaba tan lastimado salvo por el impacto de Hectar.—Esa fue una buena combinación—dijo Hectar al tiempo que repiraba y se enderezaba la espalda—, ya no estoy para estas cosas. —¡Gracias por la ayuda!—, grito Achecar con cierta amargura hacia Valerian quien lo miraba con tranquilidad y desinterés. —No tendrías porque molestarte—contesto Valerian mientras caminaba hacia ellos—, por lo visto tenían todo bajo control. No hubo víctimas y además, bastaba con pedirles a los reclutas presentes que te ayudarán. —Lo dices de mofa no es así—expresó Achecar con molestia que generando un ambiente tan tenso, que los capitanes expresaban su preocupación a su manera e hizo que Cha
Hace cuatro generaciones, Ajedraz estaba gobernada por Josef El séptimo, tambien llamado el último de la casa de Granel. Un rey benevolente que a pesar de tener un aspecto amenazador; cuya magia iba relacionada con la capacidad de ejercer cambios de humor tanto en personas como animales, siendo capaz de poder influir en sus decisiones. Ajedraz era prospero y sin desiguladad social debido a las leyes que había impuesto la dinastía Granel. Mientras que Pokandra empezaba a engrandecer su fanatismo, Salandar realizaba ciertas reformas, Run-dai se mantenía estable, Samibar tenía ciertos problemas con Sanbir; quien recientemente había logrado el máximo esplendor que su fundador hubiera deseado, siendo este Ivan El Imbecil como le llamaron algunos a modo de ofensa, después como reconocimiento y honor. Sin embargo, siempre existen asuntos que terminan reluciendo con el tiempo y terminan cayendo como un balde de agua fría en el peor de los invernos. —Rey Josef—dijo Lenna: su secretaria, una
Era una mañana calurosa en Ajedraz, que Bartolomé Tercero aprovecho para pasar un buen rato en la playa con modelos de sastrecistas para entretenerse. Por su parte Garlan quien fungía como secretario y administrador, era quien permitía que el país se mantuviera pues Bartolomé Tercero rara vez se involucraba en esos asuntos, pues se la pasaba de fiesta en fiesta.Garlan era un hombre honorable, detestaba a Bartolomé Tercero, pero carecía del poder para rebelarse, así como estar traumado por la guerra del pasado, que prefiero ayudar sin llamar mucho la atención, los plebeyos sabían y los Nobles sopechaban aunque estos creían que tenía una relación con Anaís, debido a su cercanía no obstante esto era falso, pues era una persona homosexual y Anaís, no era una mujer que cayera en las pasiones tan fácil, a tal punto que su guardia de confiaza; Jess, tuvo que ahuyentar a posibles amantes. Esa tarde, Garlan tuvo que recibir a Rin-bran un rundiano de Van-sera la zona que habían recibido hace a
El viento chocaba con las velas, las olas meneaban la pequeña embarcación, el joven padre y su hijo de tez morena, con cabello negro y ojos del mismo color, pescaban solos, debido a la situación precaria en la que vivían. Hacían su trabajo con alegría y ahínco hasta que una tormenta los alcanzó, los fuertes vientos rasgaron las velas y hacían que los maderos crujían. Ambos trataban por todos los medios de salvar el barco, sin embargo una enorme ola se trago el mismo, destrozandolo por completo. El niño salió a flote y se agarro de un madero que lo mantuvo en la superficie, gritaba el nombre de su padre, pero no hubo respuesta en la inmensidad del mar. Se despertó recostado sobre la playa, gritó de emoción y alegría, que se esfumo al darse cuenta que su padre no se encontraba y que el lugar a donde había llegado no era su hogar. Desorientado, con hambre y sueño busco ayuda por la cercanias, hasta que encontró un camino que lo siguió por unos días hasta llegar a una ciudad amurallada en
Los niños tiene padres que proveen de lo necesario para una vida plena y feliz, los nobles deparan lo mejor para sus hijos, los plebeyos lo necesario, pero los huérfanos, junto con el extranjero, deben pasar largas horas de trabajo, si quieren tener derecho al hogar y crianza en el orfanato. Los débiles y pequeños reparten pan, los fuertes y mal portados en la mina de carbón de la región o en otros oficios pesados. Los gritos del capataz resonaban por la mina. A sus diez años los sueños de la niñes han dejado de existir y ahora son la realidad de una adultez que llego muy pronto. Achecar ha trabajado aquí desde hace un mes, la paga es precaria más para ellos, pero el se siente con la fuerza de realizar más. A fin de cuentas, en sus tierras natales, amar al trabajo sea lo que fuese mientras trajera beneficios para el pueblo, eran sin lugar a dudas bien recibido, pero en este momento y tras un largo tiempo se percato de la injusta paga a pesar de que el carbón sea de muy buen provecho p