David sonrió al ver la curiosidad brillando en los ojos de Amira. Era un contraste adorable verla así, tan intrigada como una niña escuchando un cuento fantástico, y él disfrutaba cada segundo de su atención.
—La marca, mi Luna —dijo suavemente, acariciando con ternura, el lugar donde iba su maraca en la clavícula de Amira—, es visible para todos, pero se manifiesta de manera diferente dependiendo de quién la mire. Para los humanos, podría parecer un tatuaje delicado, casi como si tu piel hubiera sido besada por una tinta antigua y mágica. Un diseño que refleja quién eres, pero que nadie más entendería.
Hizo una pausa, su mirada recorriendo la piel de Amira, imaginando cómo se vería su marca en ella.
—Para los lobos, sin embargo —continuó—, será mucho más que eso. Verán la marca como un s&
Amira lo miraba en silencio, procesando la magnitud de lo que David le estaba explicando. Lo que antes parecía un cuento de fantasía se estaba transformando en una realidad palpable, una responsabilidad que no imaginaba asumir, pero que, de alguna manera, le emocionaba.—¿Y cómo hago eso? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y asombro—. ¿Cómo me convierto en esa Luna que tú y la manada necesitan?David sonrió suavemente, acariciando su mejilla.—Ya lo eres. Desde el momento en que entraste en mi vida, sentí que algo en el equilibrio comenzaba a restaurarse. La manada lo siente también, aunque aún no lo sepan. Lo que has traído no es solo el deseo de estar a mi lado, sino un poder más profundo, uno que ya está despertando en ti. Ser mi Luna no es algo que se aprende, es algo que se siente, que se vive. Y cuando llegue el momento, tod
David y Amira pasaron juntos el domingo, prácticamente sin salir de la cama, pidieron comida a domicilio y David, se comunicó con el hotel para que enviaran sus maletas a la dirección de Amira, su dinámica de pareja no necesitó adaptación, todas las piezas encajaron a la medida, tenían una conexión profunda que iba más allá de lo físico, haciendo que su relación fluya de manera natural y sin complicaciones. Lo que llenaba de felicidad a Amira.Pero como hasta en el Paraíso se rompe de vez en cuando un plato, el lunes en la mañana cuando Amira se tomó un tiempo para leer la propuesta de ALFA CORPORATION S.A., aprovechando que David aun dormía, descubrió que la oferta era para comprar su empresa, no para hacer negocios juntos, si bien el valor de adquisición era muy generoso, para ella era como tirar todo su trabajo de años a la basura, porque al
David la miró con intensidad, sintiendo que su corazón latía con fuerza.—Tus deseos son órdenes, mi Luna —respondió con una voz grave, debido a su propio deseo.La conexión entre ellos era palpable, y cada palabra que pronunciaban parecía cargada de deseo y promesas. David que ya estaba duro, por la excitación que le provocó "negociar" con Amira de esa manera, y el hecho de que ella estuviera sentada sobre él, sólo tuvo que quitarse su short con cuidado para que Amira no se callera, tampoco quería que se bajara de encima de él.Su polla dura, revotó con el gesto y Amira que literalmente sólo tenía puesto un pequeño camisón de seda y encaje con tirantes finos, se sentó sobre ella engulléndola totalmente, comenzó a mover sus caderas de forma rítmica, David le quitó el camisón quedando a
Luego de que Amira recuperara la cordura nuevamente algo en su cabeza hizo clic David, le había hablado en perfecto español cada vez que habían hecho el amor, y sin acento.-Titi, anoche me hablaste en perfecto español y ahora cuando me hiciste el amor otra vez. ¿Cómo así?David sonrió con picardía al escuchar la pregunta de Amira. Sabía que eventualmente tendría que explicar ese detalle, pero había disfrutado de mantener el misterio.—Bueno, mi Luna, creo que no puedo ocultarlo más. —dijo mientras le acariciaba suavemente el rostro—. Viajé bastante por América Latina en los últimos 50 años, y siempre me atrajo el español. Es un idioma tan apasionado... Y si me preguntas, creo que me preparé sin saberlo para conocerte.Amira arqueó una ceja, sorprendida y a la vez intrigada.&
Amira:—Hola, Ronny, buenos días —saludé con una sonrisa mientras entraba a la oficina.Ronny, levantando una ceja y con un tono lleno de ironía, me respondió:—Mira quién apareció, la señorita desaparecida, que no contesta el teléfono ni se digna a venir por aquí.me rió suavemente, ya estoy acostumbrada al humor sarcástico de mi amigo.—Sí, Ronny, yo también te quiero y me preocupo por ti —respondí en el mismo tono, acercándome a él—. Pero ya estoy aquí, ¿verdad? Así que cuéntame, ¿cómo va todo por aquí sin mí?Ronny me miró con una mezcla de reproche fingido y diversión, dejando escapar un suspiro exagerado.-Mejor dime ¿Cómo fue tu fin de semana con el grandulón del Sr. Stone, que dicho sea
David Stone: -Mi querido Beta, ¿cómo estás hoy? Espero que hayas tenido un buen fin de semana con Vanessa. Te anuncio que Luna Dorada ya tiene Luna. Y, además, esta noche se firma el contrato con LA FIRMA, así que prepárate: después de eso, estamos oficialmente de vacaciones.–Muy bien, amigo, ya era hora. Estoy seguro que la Sta. Amira Gutiérrez será una gran Luna, –dijo Román, con una sonrisa sincera, feliz por mí.–Ya lo creo, mi amigo. Ella es increíble. La Diosa me ha premiado esta vez, –respondí, con un entusiasmo que Román no veía en mi desde hacía años.La conexión entre David y Amira era mucho más que un simple vínculo; era un destino m
David Stone:-Tal como me imaginé, la cara de Román Smith es un poema. Me miró con cara de pocos amigos, claramente no esperaba una contrapropuesta así. Pero yo mantuve mi cara de póker, dándole la oportunidad de enfrentarse a la fiera de mi mujer. –Sonreí por dentro, disfrutando del momento. Me encanta cómo suena eso, "MI MUJER".Volviendo a la realidad de la sala de juntas, la escena era perfecta. Amira estaba sentada en su butaca, con los brazos abiertos, sus piernas elegantemente cruzadas y una ceja alzada en una clara señal de desafío. En sus labios se dibujaba una sonrisa de suficiencia que no dejaba lugar a dudas: estaba en control.Román, siempre seguro de sí mismo, se encontraba frente a algo diferente. La mirada de Amira era un reto silencioso, pero poderoso. Decía sin p
El ambiente se transformó en uno más relajado, lleno de risas y bromas. Los empleados que trabajaban en la logística comenzaron a preparar la cena, mientras todos se preparaban para una noche de celebración. Amira se levantó con una energía contagiosa y dio las instrucciones con una sonrisa llena de entusiasmo:–Chicos, hoy nos vamos a un concierto exclusivo con música cubana, –anunció, haciendo que todos se volvieran hacia ella con curiosidad. –Así que, por favor, se cambian: shorts y top sexy para nosotras, jeans y camisetas cómodas, para ustedes, porque hoy vamos a sudar bastante bailando. –Su voz reflejaba pura emoción, y los rostros a su alrededor empezaron a animarse con la perspectiva de una noche fuera de lo común.David arqueó una ceja, claramente intrigado por la idea, mientras Román y Van