El ambiente se transformó en uno más relajado, lleno de risas y bromas. Los empleados que trabajaban en la logística comenzaron a preparar la cena, mientras todos se preparaban para una noche de celebración. Amira se levantó con una energía contagiosa y dio las instrucciones con una sonrisa llena de entusiasmo:
–Chicos, hoy nos vamos a un concierto exclusivo con música cubana, –anunció, haciendo que todos se volvieran hacia ella con curiosidad. –Así que, por favor, se cambian: shorts y top sexy para nosotras, jeans y camisetas cómodas, para ustedes, porque hoy vamos a sudar bastante bailando. –Su voz reflejaba pura emoción, y los rostros a su alrededor empezaron a animarse con la perspectiva de una noche fuera de lo común.
David arqueó una ceja, claramente intrigado por la idea, mientras Román y Vanessa intercambiaban miradas divertidas. No estaban acostumbrados a este tipo de celebraciones, pero sabían que, con Amira al mando, la noche sería inolvidable.
–Y, además, –continuó, levantando un dedo con una sonrisa traviesa, –la fiesta tiene piscina, así que por si acaso, un traje de baño no estaría mal, ¿sí?
Vanessa fue la primera en reaccionar con una carcajada.
–¡Me encanta! Nunca he ido a una fiesta así, –dijo, emocionada por la experiencia, mientras Román simplemente sonreía, ya mentalizándose para una noche de baile y diversión, algo completamente diferente a lo que estaba acostumbrado.
David, por su parte, se acercó a Amira, rodeándola por la cintura con una sonrisa de satisfacción.
–Parece que me has estado guardando sorpresas, –susurró en su oído, claramente complacido con la idea de una noche relajada después de tanto ajetreo. –Me encanta verte bailando… y para ser sincero, me quedé con ganas la última vez que bailamos. –añadió con un toque de humor.
Amira soltó una risa ligera y lo besó en la mejilla.
–No te preocupes, amor, esta noche nos quitamos las ganas. Bailando. -aclaró ella con una sonrisa que decía varias cosas. - Sabía que David era un bailarín natural, y estaba dispuesta a disfrutar de la experiencia, la música y de estar juntos.
Ronny, quien había estado detrás de la planificación de la fiesta con Amira, llegó justo a tiempo, sonriendo con complicidad. Él había sido la mente detrás de los detalles logísticos para la gran celebración, que marcaría no solo el éxito del contrato sino también el inicio de una nueva etapa.
–Todo está listo, querida, –dijo, guiñándole un ojo. –Esta fiesta será inolvidable. Vamos a ponerlos a todos a bailar como nunca antes.
El lugar era espectacular, decorado con luces brillantes y un ambiente vibrante que capturaba la esencia de Cuba. Cuando Amira y David llegaron, el sonido de Leoni Torres resonaba en el aire, interpretando uno de sus mayores éxitos, Amor Bonito. La energía de la música y la alegría de la multitud creaban una atmósfera mágica. Leoni, continuó con otros hits como Idilio, Pasándola bien, Mi loca y Soledad, el público se dejó llevar por la música, bailando y disfrutando cada instante. Amira y David se movían al ritmo, dejando atrás cualquier preocupación. Ya con la noche caliente y el sudor resbalando por sus pieles, el ambiente se tornó aún más electrizante cuando, El Chacal subió al escenario y comenzó a cantar Y llegaste tú, como si tuviera una conexión directa con David, siguió con los temas, Mi corazón es tuyo y Hazme el amor.
La emoción era palpable, y Amira, atrapada en el momento, miró a David con una sonrisa radiante. Sin pensarlo dos veces, él decidió que la noche necesitaba un poco más de locura. Se quitó la camiseta y los zapatos, mostrando su torso tonificado, y tomó a Amira en sus brazos.
–¡Vamos a refrescarnos! –gritó con una mezcla de diversión y adrenalina, y sin esperar respuesta, saltó a la piscina con ella, creando una gran salpicadura que llamó la atención de todos a su alrededor.
Román y Vanessa, que estaban observando la escena desde la orilla, se quedaron asombrados. La transformación de David era inesperada y divertida.
–¿Dónde quedó el Alfa, comedido y reservado? –exclamó Román, con una risa incrédula, mirando a Vanessa, que se unió a la risa. –Por favor, devuélvanlo… ¡Jajaja!
Vanessa, entre risas, sacudió la cabeza con complicidad. –No hay nada más atractivo que un hombre que se suelta y disfruta, y eso es lo que está haciendo tu amigo, –dijo, mientras observaba a la pareja en la piscina.
La risa y la música llenaban el aire mientras David y Amira chapoteaban en la piscina, junto a otros que siguieron su ejemplo, disfrutando de la libertad del momento, completamente ajenos a lo que los demás pensaban. Amira se reía, y sus ojos brillaban con felicidad. Era una noche para recordar, llena de risas, amor y música cubana.
Eran las cuatro de la madrugada cuando David y Amira llegaron a su departamento de Miami Beach, aún vibrantes por la energía de la noche. La ropa estaba mojada y los cuerpos cansados, pero el brillo en sus ojos revelaba una felicidad desbordante.
Una vez dentro, se despojaron de sus atuendos húmedos y decidieron darse un baño. Sin embargo, a pesar del cansancio acumulado, el ambiente se volvió cargado de deseo. La ducha se convirtió en un lugar de intimidad donde se entregaron a una sección de sexo duro y muy caliente, cada caricia y susurro intensificando la conexión entre ellos.
El agua caliente caía sobre sus cuerpos, y el vapor llenaba el espacio, mientras se movían al compás de su pasión. Las risas y gemidos se mezclaban con el sonido del agua, creando una sinfonía de placer. Fue un momento que los unió aún más, un recordatorio de lo que estaban construyendo juntos.
Finalmente, exhaustos y satisfechos, se quedaron dormidos, sin preocupaciones, hasta las doce del mediodía. Al despertar, el sol brillaba intensamente a través de las ventanas, llenando el cuarto de luz cálida. David, estirándose perezosamente, fue el primero en romper el silencio.
–Buenos días, Luna traviesa, –dijo con una sonrisa de satisfacción en su rostro, recordando los momentos de la noche anterior.
Amira, aún medio dormida, sonrió al escuchar su voz. –Buenos días, mi Alfa parrandero, –respondió, dejando escapar una risita mientras se acomodaba en la cama.
Ambos se miraron, el cansancio se desvaneció al instante al recordar la noche intensa que compartieron. El día prometía ser hermoso, y había una calma placentera en el aire.
–¿Qué le apetece hacer hoy a mi Sra. Stone? –preguntó, David, acariciando suavemente su cadera.
–No tengo planes, sólo quiero disfrutar de ti, mi querido Alfa–respondió, acercándose más a él, coqueta.
Él la besó, y ella correspondió, la tarde era prometedora, el amor estaba en el aire.
Como era de esperar, pronto estallaron los rumores sensacionalistas, y los tabloides del corazón se llenaron de titulares sobre la presencia del magnate David Stone en Miami, quien disfrutaba de unas vacaciones acompañado de la talentosa empresaria Amira Gutiérrez. Las especulaciones sobre su relación y su vida privada comenzaron a circular a gran velocidad, convirtiéndose rápidamente en el tema de tendencia en las r***s s******s y en los medios de comunicación.Los tabloides no escatimaron en detalles, con fotos robadas de la pareja disfrutando de la noche en el concierto y sus momentos de complicidad en la piscina. Las historias variaban desde las más románticas hasta las más escandalosas, insinuando todo tipo de tramas, desde un romance apasionado hasta posibles compromisos."¿Está David Stone a punto de sentar cabeza con la hermosa Amira Gutiérrez?" preguntaban algunos titulares, mientras otros afirmaban: "La fiera de Miami ha atrapado al poderoso Alfa". Los comentarios y análisis
Naja permanecía en silencio, pero Zaira sentía su resistencia. Era como si su loba interior estuviera librando una batalla interna. -No es sólo cuestión de estabilidad o de comodidad, Zaira. Quiero algo más... algo que Joshua y Joaquín no pueden ofrecerme. Es ese fuego, ese poder innegable que siento que me pertenece. -Zaira suspiró, sabía que Naja anhelaba algo más allá de lo que tenían frente a ellas, pero también sabía que perseguir algo inalcanzable podía llevarlas a la ruina. Decidió suavizar su tono, intentando llegar al corazón de su loba.—Naja, a veces lo que anhelamos no es lo que necesitamos. Joshua nos ama, y Joaquín nos haría felices. Tal vez no tengan el poder que deseas, pero hay otras cosas que valen más.Naja rugió con fuerza dentro de Zaira, dejando claro que no había espacio para más discusiones. -No, Zaira. Desde ahora, te exijo que te olvides de esos dos. Para nosotras, solo hay un objetivo: David Stone… y matar a esa humana. - La intensidad en su voz era innegab
Naja sonrió, satisfecha con la respuesta. Sabía que Zaira era una pieza clave, y que, si jugaba bien, pronto la historia cambiaría a su favor. El juego acababa de comenzar, y los próximos movimientos serían cruciales.Zaira, sabía que lo que se avecinaba no sería nada fácil, sobre todo para ella. Desde que tenía memoria, siempre había sido diferente al resto de la manada, mientras los otros cachorros sentían la conexión natural con su espíritu de lobo, ella nunca experimentó ese lazo primario. La manada susurraba sobre su falta de espíritu, algo que, para su padre, Aston, era un golpe directo a su orgullo. Aston, el Beta de una de las manadas más influyentes, no podía permitir que su única hija naciera sin una loba.Desesperado por mantener su reputación intachable y por asegurarse de que su linaje fuera tan fuerte como siempre, recurrió a la magia oscura. Una bruja poderosa, conocida por su capacidad de manipular los espíritus, le ofreció una solución. A cambio de una inmensa suma de
Aston besó la frente de Zaira con ternura antes de despedirla en la puerta de su oficina. La preocupación seguía en sus ojos, pero confiaba en que su hija era fuerte y capaz. Zaira, por su parte, intentó mantener la compostura mientras caminaba hacia el ascensor, con la mente enfocada en el plan que acababa de discutir con su padre.Sin embargo, en cuanto las puertas del ascensor se abrieron, un fuerte mareo la invadió de repente. Sus piernas flaquearon, y el mundo a su alrededor comenzó a girar. Trató de sujetarse a algo, pero todo sucedió demasiado rápido, y cuando estuvo a punto de caer, unos brazos la sostuvieron con cuidado, impidiendo que se desplomara.—Zaira... tranquila, estoy aquí —susurró una voz familiar. Era Joaquín Esparta.Joaquín la había seguido a una distancia prudente, sabiendo que Zaira últimamente no se encontraba bien. No era la primera vez que ella se desmayaba, y él, preocupado, siempre estaba atento para ayudarla cuando ocurría. Sin perder tiempo, la cargó en s
El silencio en el auto se volvió denso, casi palpable, mientras Joaquín observaba a Zaira, y ella fingía dormir. Él sabía que ella no dormía, pero respetó su necesidad de evitar la conversación. Ambos compartían una historia complicada, cargada de sentimientos no correspondidos y decisiones difíciles, pero Joaquín nunca había dejado de esperar que las cosas cambiaran.De repente, el sonido de su teléfono rompió el silencio incómodo. Joaquín lo tomó del asiento trasero y vio que era su asistente.—¿Sí? —respondió, bajando la voz para no molestar a Zaira.—Sr. Esparta, el Sr. Aston lo está esperando para su reunión. Ha preguntado por usted varias veces. —dijo su asistente al otro lado de la línea, con tono profesional, pero algo apurado.Joaquín frunció el ceño, recordando que tenía una cita programada con Aston, el padre de Zaira. Sabía que no podía faltar, especialmente cuando estaba involucrado en asuntos tan importantes para la familia de ella. No obstante, mirar a Zaira allí, aún dé
Mientras tanto en Miami, la pareja del momento se despedía en el aeropuerto, Amira estuvo todo el tiempo contoneando a David y a Zeus que como niños malcriados no dejaron de hacer pucheros, por no lograr que Amira cediera en el mes que necesitaba para dejar las cosas listas en LA FIRMA.-David, cariño, con todo el trabajo que tienes que hacer, en Seattle, un mes se te pasará volando. Sabes que no se puede hacer una transición de autoridad en menos tiempo, pórtate bien ¿sí? – le dijo con suavidad colocando sus manos en su pecho mientras lo miraba a los ojos. Ella Sabía que su Alfa odiaba estar lejos de ella, pero las responsabilidades eran parte de la vida que ambos habían elegido-Cariño, créeme, no hay nada que desee más que estar a tu lado todo el tiempo. Pero Ronny necesita mi apoyo para hacer la transición, y ya sabes lo importante que es que las cosas en Miami queden bien organizadas antes de mi partida definitiva —dijo Amira con ternura, acariciando el cuello de David con sus de
David, por su parte no lo tuvo nada fácil en Seattle. Y no por el trabajo, eso fluyó de maravilla, ya que Román y Vanessa eran muy eficientes. No, realmente lo que le amargó la vida fue llegar y encontrar al Consejo en pleno reunido, por petición del Anciano Aston, para que eligiera a una Luna, y como si fuera poco propuso a su hija Zaira, (que para ese entonces era Naja, con el control total del cuerpo de Zaira.), como la candidata perfecta para el puesto de Luna.Cede de ALFA CORPORATION S.A., sala de juntas.David Stone:Me encuentro en sala de juntas de mi empresa, rodeado de los miembros del Consejo de Ancianos de la manada, la atmósfera está tensa, y mi frustración crece con cada segundo que pasaba. Había acabado de llegar de Miami feliz, con la intención de enfocarse en el trabajo y en mi relación con Amira. Pero no, me encuentro aquí, en esta m*****a reunión convocada por las presiones ejercidas por el Anciano del Consejo Aston, que solamente consiguió irritarme en gran manera
Un mes después en Miami:Amira:Me senté en la mesa del elegante restaurante con Ronny y el Sr. Wood, el ambiente estaba lleno de risas y un aire de camaradería que hacía que mi despedida no se sintiera tan amarga. El aroma de los platos deliciosos llenaba el aire mientras yo hablaba, con toda la ilusión y emoción de compartir mis sentimientos, con mis amigos.—Un mes pasa rápido, cuando el trabajo que tienes que hacer garantiza tu tranquilidad y poder estar con la persona que amas. —dije, mirándolos con determinación—. David y yo nos hemos comunicado a diario, hemos trazado estrategias, tanto para el trabajo como para nuestra vida juntos.Ronny me observaba con una mezcla de admiración y sorpresa. Él sabía lo que representaba para mí tomar esta decisión tan importante en mi vida. Apreciaba el hecho de que mi relación con David se fortaleciera, en tan poco tiempo.—Y… Sí, puede parecer muy pronto, pero no me importa, —continué, soltando una alegre carcajada—. Me enamoré del Sr. Stone