20-Jugaremos nuestras cartas con cuidado

Como era de esperar, pronto estallaron los rumores sensacionalistas, y los tabloides del corazón se llenaron de titulares sobre la presencia del magnate David Stone en Miami, quien disfrutaba de unas vacaciones acompañado de la talentosa empresaria Amira Gutiérrez. Las especulaciones sobre su relación y su vida privada comenzaron a circular a gran velocidad, convirtiéndose rápidamente en el tema de tendencia en las r***s s******s y en los medios de comunicación.

Los tabloides no escatimaron en detalles, con fotos robadas de la pareja disfrutando de la noche en el concierto y sus momentos de complicidad en la piscina. Las historias variaban desde las más románticas hasta las más escandalosas, insinuando todo tipo de tramas, desde un romance apasionado hasta posibles compromisos.

"¿Está David Stone a punto de sentar cabeza con la hermosa Amira Gutiérrez?" preguntaban algunos titulares, mientras otros afirmaban: "La fiera de Miami ha atrapado al poderoso Alfa". Los comentarios y análisis se multiplicaban en foros y plataformas sociales, con seguidores especulando sobre el futuro de la pareja y lo que significaría su unión para el mundo empresarial.

Amira, consciente de la atención mediática, se sentía un poco abrumada pero también emocionada. Era un momento crucial en su carrera y su vida personal, y aunque sabía que el escrutinio era inevitable, también entendía que esto podría ser beneficioso para su negocio.

David, por su parte, mantenía una actitud tranquila ante la tormenta mediática. Sabía que las especulaciones eran parte del territorio que había aceptado al ser una figura pública. Con una sonrisa en el rostro, le dijo a Amira: ¿Lista para ser el centro de atención, mi Luna?

Amira, con una mezcla de confianza y nerviosismo, respondió: Siempre y cuando lo hagamos juntos, estoy lista.

Las noticias viajaron por todo el país y llegaron hasta Zaira McKency, una loba que moría de rabia al ver cómo lo que había añorado durante 20 años se le escapaba de las manos. Zaira, quien siempre había estado obsesionada con David Stone, observaba su F******k con una mezcla de envidia y furia. Las imágenes de David disfrutando de su tiempo con Amira Gutiérrez eran un recordatorio constante de su fracaso y de la oportunidad que había perdido.

Naja estaba furiosa, sus ojos brillaban con un intenso resplandor verdoso mientras rugía dentro de Zaira. "¡¿Cómo es posible?! ¡Una simple humana, en solo 18 días, nos ha arrebatado lo que hemos estado protegiendo por 20 años!", gritaba en la mente de Zaira, su voz cargada de rabia e incredulidad.

Zaira intentaba mantenerse tranquila, pero la intensidad de Naja la sacudía desde dentro. Era difícil ignorar la realidad que mostraban las noticias. "No es mi culpa, Naja. No podíamos prever esto", intentaba calmarla, aunque sabía que Naja no estaba dispuesta a aceptar explicaciones.

"¡No me vengas con excusas! Hemos trabajado incansablemente por esto, hemos derramado sangre y sudor, ¡y ahora esa humana tiene en sus manos lo que debería ser nuestro!", Naja bufaba, caminando de un lado a otro en la mente de Zaira, haciendo eco de la furia de ambas.

La furia de Naja era tan intensa que Zaira apenas podía pensar con claridad. El dolor punzante en su cabeza la obligó a detenerse, llevándose las manos a las sienes en un intento desesperado por calmar la jaqueca que la atravesaba. Respiró hondo y, finalmente, soltó con irritación:

Naja, te calmas. Si hubieras aceptado a Joshua y a Joaquín, ahora estaríamos felices —dijo Zaira entre dientes, su paciencia al borde del colapso. —¡Pero no! No podías conformarte con un omega que te ama con locura. Querías a un lobo que ni siquiera sabe que existes.

El silencio se hizo en su mente por un momento, y Zaira pensó que tal vez había logrado calmar a su loba interior, pero el resplandor dorado en los ojos de Naja volvió a encenderse.

-¡Porque no soy una loba cualquiera! No merezco menos que lo mejor, y tú lo sabes. Joshua y Joaquín jamás podrían darme lo que yo quiero. No es cuestión de amor, Zaira, es cuestión de poder, de destino...", gruñó Naja, bajando su tono, aunque no del todo convencida.

Zaira exhaló frustrada, sabiendo que siempre sería la misma discusión: lo que Naja anhelaba, lo que ella no podía controlar.

Zaira trató de mantener la calma mientras le hablaba a Naja. El dolor de cabeza seguía presente, pero debía intentar hacerla entrar en razón.

Naja, aún estamos a tiempo. Joshua, el lobo de Joaquín, nos ama profundamente, y no olvides cómo es Joaquín con nosotras. Siempre nos ha tratado con respeto, con devoción. Tal vez no tenga tanto poder como otros lobos, pero le ha ido bien en sus negocios. Además, tampoco es que necesitemos dinero, nosotras estamos bien así —dijo Zaira, buscando apelar a la lógica.

Azura Payne

Hola, hola, saludándolos a todos. Gracia por leer mi historia, espero que David y Amira les roben el corazón como lo hicieron conmigo. Besos y espero sus comentarios

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