Amira:
—Hola, Ronny, buenos días —saludé con una sonrisa mientras entraba a la oficina.
Ronny, levantando una ceja y con un tono lleno de ironía, me respondió:
—Mira quién apareció, la señorita desaparecida, que no contesta el teléfono ni se digna a venir por aquí.
me rió suavemente, ya estoy acostumbrada al humor sarcástico de mi amigo.
—Sí, Ronny, yo también te quiero y me preocupo por ti —respondí en el mismo tono, acercándome a él—. Pero ya estoy aquí, ¿verdad? Así que cuéntame, ¿cómo va todo por aquí sin mí?
Ronny me miró con una mezcla de reproche fingido y diversión, dejando escapar un suspiro exagerado.
-Mejor dime ¿Cómo fue tu fin de semana con el grandulón del Sr. Stone, que dicho sea
David Stone: -Mi querido Beta, ¿cómo estás hoy? Espero que hayas tenido un buen fin de semana con Vanessa. Te anuncio que Luna Dorada ya tiene Luna. Y, además, esta noche se firma el contrato con LA FIRMA, así que prepárate: después de eso, estamos oficialmente de vacaciones.–Muy bien, amigo, ya era hora. Estoy seguro que la Sta. Amira Gutiérrez será una gran Luna, –dijo Román, con una sonrisa sincera, feliz por mí.–Ya lo creo, mi amigo. Ella es increíble. La Diosa me ha premiado esta vez, –respondí, con un entusiasmo que Román no veía en mi desde hacía años.La conexión entre David y Amira era mucho más que un simple vínculo; era un destino m
David Stone:-Tal como me imaginé, la cara de Román Smith es un poema. Me miró con cara de pocos amigos, claramente no esperaba una contrapropuesta así. Pero yo mantuve mi cara de póker, dándole la oportunidad de enfrentarse a la fiera de mi mujer. –Sonreí por dentro, disfrutando del momento. Me encanta cómo suena eso, "MI MUJER".Volviendo a la realidad de la sala de juntas, la escena era perfecta. Amira estaba sentada en su butaca, con los brazos abiertos, sus piernas elegantemente cruzadas y una ceja alzada en una clara señal de desafío. En sus labios se dibujaba una sonrisa de suficiencia que no dejaba lugar a dudas: estaba en control.Román, siempre seguro de sí mismo, se encontraba frente a algo diferente. La mirada de Amira era un reto silencioso, pero poderoso. Decía sin p
El ambiente se transformó en uno más relajado, lleno de risas y bromas. Los empleados que trabajaban en la logística comenzaron a preparar la cena, mientras todos se preparaban para una noche de celebración. Amira se levantó con una energía contagiosa y dio las instrucciones con una sonrisa llena de entusiasmo:–Chicos, hoy nos vamos a un concierto exclusivo con música cubana, –anunció, haciendo que todos se volvieran hacia ella con curiosidad. –Así que, por favor, se cambian: shorts y top sexy para nosotras, jeans y camisetas cómodas, para ustedes, porque hoy vamos a sudar bastante bailando. –Su voz reflejaba pura emoción, y los rostros a su alrededor empezaron a animarse con la perspectiva de una noche fuera de lo común.David arqueó una ceja, claramente intrigado por la idea, mientras Román y Van
Como era de esperar, pronto estallaron los rumores sensacionalistas, y los tabloides del corazón se llenaron de titulares sobre la presencia del magnate David Stone en Miami, quien disfrutaba de unas vacaciones acompañado de la talentosa empresaria Amira Gutiérrez. Las especulaciones sobre su relación y su vida privada comenzaron a circular a gran velocidad, convirtiéndose rápidamente en el tema de tendencia en las r***s s******s y en los medios de comunicación.Los tabloides no escatimaron en detalles, con fotos robadas de la pareja disfrutando de la noche en el concierto y sus momentos de complicidad en la piscina. Las historias variaban desde las más románticas hasta las más escandalosas, insinuando todo tipo de tramas, desde un romance apasionado hasta posibles compromisos."¿Está David Stone a punto de sentar cabeza con la hermosa Amira Gutiérrez?" preguntaban algunos titulares, mientras otros afirmaban: "La fiera de Miami ha atrapado al poderoso Alfa". Los comentarios y análisis
Naja permanecía en silencio, pero Zaira sentía su resistencia. Era como si su loba interior estuviera librando una batalla interna. -No es sólo cuestión de estabilidad o de comodidad, Zaira. Quiero algo más... algo que Joshua y Joaquín no pueden ofrecerme. Es ese fuego, ese poder innegable que siento que me pertenece. -Zaira suspiró, sabía que Naja anhelaba algo más allá de lo que tenían frente a ellas, pero también sabía que perseguir algo inalcanzable podía llevarlas a la ruina. Decidió suavizar su tono, intentando llegar al corazón de su loba.—Naja, a veces lo que anhelamos no es lo que necesitamos. Joshua nos ama, y Joaquín nos haría felices. Tal vez no tengan el poder que deseas, pero hay otras cosas que valen más.Naja rugió con fuerza dentro de Zaira, dejando claro que no había espacio para más discusiones. -No, Zaira. Desde ahora, te exijo que te olvides de esos dos. Para nosotras, solo hay un objetivo: David Stone… y matar a esa humana. - La intensidad en su voz era innegab
Naja sonrió, satisfecha con la respuesta. Sabía que Zaira era una pieza clave, y que, si jugaba bien, pronto la historia cambiaría a su favor. El juego acababa de comenzar, y los próximos movimientos serían cruciales.Zaira, sabía que lo que se avecinaba no sería nada fácil, sobre todo para ella. Desde que tenía memoria, siempre había sido diferente al resto de la manada, mientras los otros cachorros sentían la conexión natural con su espíritu de lobo, ella nunca experimentó ese lazo primario. La manada susurraba sobre su falta de espíritu, algo que, para su padre, Aston, era un golpe directo a su orgullo. Aston, el Beta de una de las manadas más influyentes, no podía permitir que su única hija naciera sin una loba.Desesperado por mantener su reputación intachable y por asegurarse de que su linaje fuera tan fuerte como siempre, recurrió a la magia oscura. Una bruja poderosa, conocida por su capacidad de manipular los espíritus, le ofreció una solución. A cambio de una inmensa suma de
Aston besó la frente de Zaira con ternura antes de despedirla en la puerta de su oficina. La preocupación seguía en sus ojos, pero confiaba en que su hija era fuerte y capaz. Zaira, por su parte, intentó mantener la compostura mientras caminaba hacia el ascensor, con la mente enfocada en el plan que acababa de discutir con su padre.Sin embargo, en cuanto las puertas del ascensor se abrieron, un fuerte mareo la invadió de repente. Sus piernas flaquearon, y el mundo a su alrededor comenzó a girar. Trató de sujetarse a algo, pero todo sucedió demasiado rápido, y cuando estuvo a punto de caer, unos brazos la sostuvieron con cuidado, impidiendo que se desplomara.—Zaira... tranquila, estoy aquí —susurró una voz familiar. Era Joaquín Esparta.Joaquín la había seguido a una distancia prudente, sabiendo que Zaira últimamente no se encontraba bien. No era la primera vez que ella se desmayaba, y él, preocupado, siempre estaba atento para ayudarla cuando ocurría. Sin perder tiempo, la cargó en s
El silencio en el auto se volvió denso, casi palpable, mientras Joaquín observaba a Zaira, y ella fingía dormir. Él sabía que ella no dormía, pero respetó su necesidad de evitar la conversación. Ambos compartían una historia complicada, cargada de sentimientos no correspondidos y decisiones difíciles, pero Joaquín nunca había dejado de esperar que las cosas cambiaran.De repente, el sonido de su teléfono rompió el silencio incómodo. Joaquín lo tomó del asiento trasero y vio que era su asistente.—¿Sí? —respondió, bajando la voz para no molestar a Zaira.—Sr. Esparta, el Sr. Aston lo está esperando para su reunión. Ha preguntado por usted varias veces. —dijo su asistente al otro lado de la línea, con tono profesional, pero algo apurado.Joaquín frunció el ceño, recordando que tenía una cita programada con Aston, el padre de Zaira. Sabía que no podía faltar, especialmente cuando estaba involucrado en asuntos tan importantes para la familia de ella. No obstante, mirar a Zaira allí, aún dé