En el hotel, Amira disfrutó de un reconfortante baño de tina, dejando que el agua caliente relajara su cuerpo después de una noche cargada de emociones. Mientras se sumergía, cerró los ojos y permitió que sus pensamientos volvieran a David Stone, el hombre que había despertado algo inesperado en ella.
Aunque su primera intención había sido enfrentarse a él con una actitud desafiante, ahora se encontraba cambiando de perspectiva. "El bello gruñón", como lo había bautizado en su mente, ya no era sólo un obstáculo o un oponente en la negociación. Ahora había algo más que la atraía, y se sorprendió admitiendo el deseo repentino de verse bien sólo para él, eso la desconcertó. -"¿Qué me está pasando?" se preguntó, mientras se incorporaba y comenzaba a pensar en qué vestir para el almuerzo. Quería impresionar, pero no de una manera excesiva, sino más bien con sutileza y elegancia.
Amira salió del baño y se dirigió a su maleta, rebuscando entre su ropa hasta encontrar lo que buscaba: un conjunto casual chic que equilibraba lo relajado con un toque sofisticado. Eligió unos pantalones de cuero color crema con botines de punta fina y taco grueso a juego con el color de sus pantalones, camisa de seda rosa fucsia y una gabardina del mismo color crema, aunque estaba en verano en Seattle, el clima nunca seria como el de la Florida, su cabello suelto, maquillaje simple, lentes de sol dorados y grandes, que resaltaba su piel canela. Añadió unos aros de oro sencillos, pero elegantes.
Mientras se miraba en el espejo, se dio cuenta de que no solo quería verse bien, sino que estaba emocionada por el encuentro. Se sonrió a sí misma, ajustando su cabello suelto.
—"Ok, Amira, juega tus cartas con cuidado. Pero esta vez, no solo será por negocios."
Amira se veía deslumbrante en su conjunto, listo para enfrentar el almuerzo con David Stone. A pesar de las dudas que rondaban en su mente, su elección de atuendo reflejaba confianza y elegancia. Sabía que la reunión con "el Bello Gruño", como ella lo llamaba en su mente, sería crucial no solo para las negociaciones, sino también para aclarar las intensas emociones que habían surgido entre ambos.
Al mirarse al espejo, notó cómo los pantalones de cuero y la camisa de seda resaltaban su figura. Sonrió, satisfecha con su apariencia. Hoy, más que nunca, estaba preparada para jugar su mejor carta.
David Stone:
Me acerqué a recepción, era justo la una y media de la tarde, para preguntar por ella, pero en el momento en que fui hablar, unos dedos delicados me tocaron el hombro, no tuve que girarme para saber quién era, el inconfundible aroma a canela, miel y mar, llenó el aire, y Zeus en mi interior gruñó con satisfacción. Ese olor me decía que la futura “Sra. Stone” había llegado, sólo recé, porque su outfit, no me provocara un infarto. Unos segundos de silencio pasaron mientras que me tomaba una respiración profunda para girarme lentamente, preparándome mentalmente para lo que estaba a punto de ver, apelando a la misericordia de la Diosa Luna para mantener mi compostura y cordura pese a todo.
Al verla, mi mirada se deslizó lentamente por el conjunto perfectamente elegido. Los pantalones de cuero crema, ajustados pero elegantes, la camisa de seda rosa fucsia que caía suavemente sobre su piel canela, y la gabardina a juego. Cada pieza del atuendo resaltaba no solo su belleza sino su poderío. Zeus emitió un rugido interno de aprobación.
Sonreí, consciente de la batalla interna que tendría que librar durante esa cita, digo, almuerzo.
-Buenas tardes, Amira, veo que has llegado justo a tiempo. - le dije con todo el auto control que tenía
- Buenas tardes David, le dije que aprecio la puntualidad, y veo que usted también. -me afirmó con una sonrisa, y continuo, - Entonces, adonde me lleva.
David sonrió al escucharla mencionar la puntualidad, algo que él también valoraba. "Por supuesto, Srta. Gutiérrez," dijo con un tono más relajado. "Yo también aprecio la puntualidad y.…, después de todo, no podía hacerle esperar."
Extendió su brazo en un gesto caballeroso, indicándole que lo acompañara hacia la salida. "Pensé en un lugar tranquilo, con una hermosa vista de la bahía. No es muy formal, pero es perfecto para relajarnos y tener una buena conversación."
Mientras caminaban hacia la puerta, David sintió la mirada de otros sobre ellos, pero no le importaba. Estaba completamente enfocado en Amira, intentando ignorar la electricidad que sentía entre ambos y asegurarse de que el almuerzo transcurriera sin más sorpresas... aunque sabía que, con ella cerca, eso sería casi imposible.
Ya fura del hotel, Amira respiró hondo, tratando de calmarse mientras se acomodaba en el asiento del Lamborghini negro. Era imposible no sentirse impresionada por David Stone, con ese estilo tan relajado, pero cuidadosamente seleccionado. Cada detalle de su atuendo, desde su peinado semi recogido, sus jeans y camisa negros ajustados, la cazadora y botas tipo militares, de cuero color café y las gafas Ray-Ban, parecía hecho a medida para encarnar esa mezcla peligrosa de rudeza y elegancia.
"Relájate, Amira," se dijo a sí misma en silencio, intentando ocultar la manera en que su corazón latía con más fuerza. "Es solo un almuerzo, no una cita."
David, sin dejar de sonreír, lanzó una rápida mirada en su dirección mientras conducía, le dijo. -Espero que el lugar que escogí esté a la altura de sus expectativas. Es uno de mis favoritos para cuando quiero alejarme del caos de la ciudad.
Amira asintió, aun intentando que su voz sonara relajada. -Seguro que lo estará. Estoy abierta a descubrir nuevas experiencias. - le contestó. Pero en su mente, una pequeña voz seguía repitiendo: “¿Cómo no morir de amor, si está justo como me lo recetó el médico?”
Era claro que la tensión entre ambos seguía creciendo, y aunque ambos intentaban mantener las cosas bajo control, había una energía innegable en el ambiente. Este almuerzo prometía ser mucho más interesante de lo que cualquiera de ellos hubiera anticipado.Avanzaron durante media hora para llegar a un lugar de apariencia rustica, Amira miró alrededor con interés mientras entraban en el restaurante. El ambiente rústico pero refinado del lugar le llamó la atención de inmediato. Las cálidas luces y la música suave creaban una atmósfera acogedora, justo lo que necesitaba después de tanta tensión. La decoración estaba llena de detalles cuidadosamente elegidos, desde las mesas de madera maciza hasta los cuadros que adornaban las paredes, todo armonizaba perfectamente.David, a su lado, pare
-Quizá solo eres muy perceptiva, -respondió él con un tono más bajo, inclinándose un poco hacia adelante. -Pero todos tenemos nuestros secretos, ¿no es así, Amira? Tal vez, en lugar de hablar de mí, deberíamos hablar de ti. ¿Qué es lo que realmente te trajo hasta Seattle, más allá de los negocios?"Amira sonrió, notando el cambio de tema. Pero no lo presionó más. Sabía que había algo más en David, y estaba decidida a descubrirlo, pero entendía que ese juego requería tiempo. Mientras tanto, se concentró en seguir su propio planBueno..., primero conocer al “Gran Alfa” tras de ALFA CORPORATION S.A., jajajaja, discúlpame, es que realmente hay tanta desinformación sobre ti y el Sr. Smith, que en nuestra empresa comenzamos a llam
David la miró sorprendido por la forma en que Amira había dirigido la conversación. No podía evitar sonreír ante su picardía y el tono juguetón de sus palabras. Ella sabía exactamente cómo girar la situación a su favor, y eso lo fascinaba aún más.— Touché, Amira, me has pillado. -dijo con una sonrisa de medio lado.-Creo que los resultados son... impresionantes —respondió sin poder ocultar el ligero tono seductor en su voz—. Se nota que pones mucho esfuerzo en todo lo que haces, no solo en el gimnasio. Tu determinación es evidente.David hizo una pausa, cruzando las manos sobre la mesa mientras mantenía su mirada fija en ella.—Y tienes razón, definitivamente eres directa. Algo que aprecio mucho. Aunque debo admitir que aquella primera vez en el ascensor… —soltó una leve risa—, bueno, fue
Salieron de la ciudad, tomaron una autopista, sumidos ambos en un silencio que los llevaba a sus propios pensamientos, pero sin que fuera incomodo, luego de conducir durante una hora David tomó un camino a su derecha, que era más angosto, aunque le carretera estaba muy bien conservada, llegando a una villa, prácticamente en el medio del bosque.Amira se dejó envolver por el ambiente mágico de la villa. Todo allí parecía sacado de un cuento, desde el paisaje verde salpicado de flores silvestres hasta el aire fresco que le llenaba los pulmones con cada respiración. La paz que sentía era casi irreal, como si por un momento el bullicio del mundo exterior desapareciera, dejándola en un remanso de tranquilidad.David, a su lado, lucía más relajado que nunca. Con el viento jugando con su cabello suelto, parecía completamente en su elemento, como si la naturaleza misma lo reconociera como parte de ella. Amira lo notó, y aunque no comprendía exactamente por qué, algo en él parecía diferente. Ha
David se volvió para verla y le dijo:- Este es mi pequeño taller Amira, aquí vengo cuando quiero pensar o simplemente cuando estoy inspirado. Hace mucho tiempo que no venía por inspiración. -hiso una pausa y continuo, -Los "hombres" de mi familia, todos debemos aprender una práctica que nos entrene en la paciencia y la voluntad de dominar nuestro espíritu, mi padre eligió la joyería, y yo la he amado con pasión.-Amira, ¿Conoces la Casa oro rojo?Amira quedó completamente pasmada, incapaz de ocultar su sorpresa. Había escuchado rumores sobre la "Casa oro rojo", una joyería legendaria cuyas piezas eran famosas por ser únicas en su tipo, forjadas con una maestría sin igual y valoradas, la más mínima en más de un millón de dólares. Sin embargo, la parte más fascinante de la leyenda era que nadie conocía al verdadero creador de esas joyas; las piezas se subastaban o eran encargadas de manera privada. Y ahora, aquí estaba ella, en el taller personal del hombre que, aparentemente, era el m
Amira envuelta en tanta emoción, para ella sin sentido, pero super fuertes, trató de enfriar la atmosfera, con una pregunta.-Dime, David, dijiste cuando llegamos que hacía tiempo que no venias aquí por inspiración. -hizo una pausa para continuar, - Asumo entonces que hoy estas inspirado y que vas a comenzar algo.David observó a Amira con una sonrisa, apreciando su intento de aliviar la intensidad del momento. Sin embargo, sus ojos dorados seguían reflejando esa profundidad que parecía imposible de eludir.-Sí, Amira, tienes razón —respondió mientras caminaba hacia una mesa cercana, donde había herramientas y materiales esparcidos, claramente esperando ser usados—. Hoy me siento inspirado, aunque, para ser honesto, la inspiración no surgió hasta que llegaste tú.Sus palabras fueron directas, pero su tono era suave. No parecía querer
Amira:Eran las cinco de la mañana del sábado cuando un timbre que no puedo dejar de reconocer me despertó, -Dime Ronny que pasa, -le pregunto, porque sé que él no me llamaría a esta hora un sábado a menos que fuera vital.-Amira, -dijo el aludido- tienes reservado un vuelo de regreso a Miami, para las 8.30 de la mañana, el cliente de Londres llega a la 3 de la tarde de hoy y pido reunirse con nosotros a las 8 de la noche. Es para ayer, recoge tus cosas y muévete.Me quedé unos segundos en silencio en silencio, procesando la información mientras me desperezaba. El tono urgente de Ronny no dejaba lugar a dudas: esto era un asunto crítico.—Está bien, Ronny, no te preocupes, estaré en el aeropuerto a tiempo —respondí con determinación, aunque una pequeña parte de mi lamentaba tener que irse tan abruptamente.Colgué el teléfono y miré alrededor de mi habitación. La tarde anterior con David había sido un giro inesperado en este viaje, y no podía evitar sentir una mezcla de emociones. "Así
Ambos estaban atados a una mujer que aún no comprendía la magnitud de su conexión, y el hecho de no poder explicarle lo que realmente sentían hacía que su partida y el vacío que dejo fueran insoportableAmira, llegó a su departamento de Miami Beach, triste y con la cabeza en otro lugar, sólo fueron cuarenta y ocho horas en Seattle, pero para ella era como si esa ciudad y David fueran su vida entera y esto un viaje de negocios que no quería hacer; se sentó en el sofá, mirando por la ventana hacia el mar. La brisa del mar no lograba aliviar la tristeza que sentía. A pesar de lo breve que había sido su estancia en Seattle, cada momento con David había dejado una huella en su corazón. Los recuerdos de su conexión, las risas y la complicidad, la perseguían mientras intentaba prepararse mentalmente para la reunión con su cliente esa noche. "¿Qué estaba pasando con ella?", se preguntó. ¿Era solo el encanto de un viaje de negocios o había algo más profundo en su conexión con él?Ronny, llegó