Ambos estaban atados a una mujer que aún no comprendía la magnitud de su conexión, y el hecho de no poder explicarle lo que realmente sentían hacía que su partida y el vacío que dejo fueran insoportable
Amira, llegó a su departamento de Miami Beach, triste y con la cabeza en otro lugar, sólo fueron cuarenta y ocho horas en Seattle, pero para ella era como si esa ciudad y David fueran su vida entera y esto un viaje de negocios que no quería hacer; se sentó en el sofá, mirando por la ventana hacia el mar. La brisa del mar no lograba aliviar la tristeza que sentía. A pesar de lo breve que había sido su estancia en Seattle, cada momento con David había dejado una huella en su corazón. Los recuerdos de su conexión, las risas y la complicidad, la perseguían mientras intentaba prepararse mentalmente para la reunión con su cliente esa noche. "¿Qué estaba pasando con ella?", se preguntó. ¿Era solo el encanto de un viaje de negocios o había algo más profundo en su conexión con él?
Ronny, llegó con su habitual risa, contagiosa, pero esta vez Amira solo le regaló un, -Hola Ronny. ¿Cómo estás? Ronny notó de inmediato el tono apagado de su amiga. Se acercó y, con una mirada comprensiva, le preguntó: “¿Qué pasa, mi corazón de melón? Te veo un poco fuera de lugar. ¿Fue el viaje a Seattle?”.
Amira suspiró, intentando poner en orden sus pensamientos. “Sí, fue intenso, pero no es solo eso. A veces siento que las cosas se complican más de lo que deberían”, respondió, mientras se dejaba caer en el sofá.
Ronny se sentó a su lado, siempre dispuesto a escuchar. “¿Quieres hablar de ello? Tal vez te ayude a aclarar la mente”.
Ronny siempre ha sido su apoyo, es su amigo, y su socio en el negocio, y también algo muy importante, es su confidente y ella el suyo. Aunque han sido más las veces que Amira lo ha consolado por sus amores infructuosos con esos chicos hermoso que sólo Ronny logra encontrar, que las que él ha escuchado Amira
Con su energía habitual, Ronny, notó de inmediato que algo no estaba bien. Abrazó a Amira en el sofá y le preguntó: “¿Qué pasa, mi Canelita hermosa? Te veo un poco apagada.
Amira suspiró, sabiendo que no podía ocultar lo que sentía. “Fue… complicado, Ronny. David es diferente. Hay algo en él que me atrapa, y ahora estoy aquí, con la cabeza en otro lado”.
Ronny sonrió con complicidad. - ¿Y eso es malo?
-Es confuso. - respondió ella. -Siento que todo se mueve demasiado rápido, y no sé si puedo manejarlo”.
-Tal vez deberías darle una oportunidad. A veces, lo que más tememos puede ser lo que más necesitamos. -sugirió él, dándole un empujón amistoso.
-Y cuéntame como es “El Gran Alfa” de los negocios, que ha logrado en sólo cuarenta y ocho horas, provocar semejante catástrofe en mi amiga, la "Tormenta del Caribe"
Amira soltó un suspiro, dejando escapar la tensión. "No lo sé, Ronny. La conexión que sentí fue... intensa. David no es solo un hombre de negocios, hay algo más. Y esos momentos en Seattle... fueron diferentes."
Ronny levantó una ceja, intrigado. -¿Diferentes cómo? ¿Se te cayó el maquillaje o fue algo más profundo?"
Amira rió a pesar de su tristeza. -No, no fue eso. Fue como si... él me viera realmente. No solo como una empresaria, sino como yo, como Amira. Y su mirada, Ronny... me desarma. -
-Entonces, el Gran Alfa tiene algo que no sabíamos. -dijo intrigado, - ¿Y qué piensas hacer al respecto?"
Amira se encogió de hombros, sintiéndose atrapada entre la razón y la emoción. -No lo sé. Este viaje de negocios podría complicar todo... o tal vez abrir una puerta que ni siquiera sabía que estaba cerrada. -confesó Amira con dudas
-Tranquila amiga, -dijo Ronny, respirando profundo, para después decir, - Todo a su tiempo, de momento arréglate como una mujer fatal, cómo solo tú sabes, que esta noche tenemos que cerrar esa venta de las empresas en Londres y algo me dice que Harry Wood, no viajó a Miami para ver mi cara bella, si no arrastrado por cierta cubana que yo conozco que lo dejó sin habla desde que la conoció hace ya cuatro años.
La imagen de Amira frente al espejo refleja una confianza arrolladora. El vestido rojo de un solo hombro destaca su elegancia y su figura, mientras que los labios rojos pasión añaden un toque audaz. Con cada detalle, desde las sandalias negras de tacón fino hasta los aretes de ónix y oro, ella se siente lista para dejar una impresión inolvidable. ¿Cuál será su estrategia para la reunión con Harry Wood?
-Amiga estas fabulosa, ya veo que el lobo, no te quitó tú esencia, hoy arrasas. - dijo Ronny feliz por ver a su amiga luchar con todo como siempre
Amira sonríe al espejo, sintiéndose poderosa. Con un guiño de complicidad, responde: --¡Gracias! A veces, un poco de confianza y estilo es justo lo que necesito para recordar quién soy. Y esta noche, estoy lista para todo. - Su actitud refleja la determinación de brillar y no dejar que nada ni nadie la apague. - ¿Qué piensas que hará después de la reunión con Harry?
En Seattle.
David está en casa de su Beta Román revisando temas importantes de la manada Luna Dorada, aunque sin mucho éxito ya que su concentración no le acompañaba. Todo fue así hasta que Román cansado de la falta de atención de su amigo, tocó el tema que le dolía: -David, que pasa con Amira, ¿Todo bien?
David se detuvo un momento, la mención de Amira lo saca de su ensueño. Se pasa una mano por el cabello, intentando recuperar la compostura.
—No lo sé, Román. La atracción que siento por ella es abrumadora, pero no estoy seguro de cómo manejarlo. Nunca había experimentado algo así.
Román lo observa con una mezcla de preocupación y comprensión.
—Tienes que ser honesto contigo mismo, David. Si sientes que ella es importante, haz lo que sea necesario para acercarte a ella. No puedes dejar que el miedo te paralice.
David suspira, mirando hacia la ventana mientras los recuerdos de su tiempo con Amira lo envuelven.
—¿Y si la asusto? ¿Y si no está lista para esto?
Román se inclina hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas.
—A veces, el verdadero riesgo es no hacer nada. ¿Te imaginas cómo se sentiría si supiera que no te atreves a dar el siguiente paso?
La conversación queda en el aire, y David siente el peso de las palabras de su amigo. La incertidumbre de Amira le provoca una mezcla de ansias y frustración. ¿Qué decisión tomará?
De pronto se gira y de la nada dice:
-Amigo, sabes que estamos en pleno agosto, y no hemos tenido unas buenas vacaciones en.… unos cinco años aproximadamente, que crees si nos vamos a tomar el sol de Miami. Román arquea una ceja, divertido por el repentino cambio de tema.
—¡Claro que sí! Unas vacaciones en Miami suenan perfectas. Necesitamos desconectar un poco y recargar energías. Además, siempre puedes hacer una visita a Amira.
David sonríe, sintiendo que la idea de pasar tiempo en la playa le da un respiro a su mente llena de preocupaciones.
—Exacto. Un poco de sol, mar y quizás la oportunidad de hablar con ella en un ambiente más relajado.
Román se levanta, decidido.
—Entonces, ¡hagámoslo! Planeemos algo para la próxima semana. Sería un buen momento para disfrutar y, quién sabe, tal vez encuentres el valor para hacer lo que tienes que hacer.
Alto hay, mi querido Beta, no hay semana próxima, avísale a Vanessa que se aliste, que el avión sale en dos horas, a la 8: 30 de la noche estamos allá. -dijo David, con autoridad.
Román lo mira con sorpresa, luego sonríe ampliamente.
—¡Vaya! Así que todo va en serio. Está bien, haré las llamadas necesarias. ¡Miami, allá vamos!
David se levanta, sintiéndose más ligero.
—No perdamos tiempo, entonces. Quiero aprovechar cada minuto.
Mientras Román se dirige a buscar a Vanessa, David siente una mezcla de emoción y nervios. La idea de ver a Amira nuevamente le acelera el corazón. Sabía que no podía esperar más para enfrentar sus sentimientos.
Amira y Ronny llegaron al elegante restaurante del JW Marriott, listos para su reunión con Harry Wood. Al entrar, Amira captó la atención del lugar con su impecable estilo y seguridad, y como siempre, Harry no pudo evitar quedarse maravillado por su presencia. Esta cena prometía ser mucho más que solo negocios, por las dinámicas de buenas relaciones que siempre han existido entre ellos.Esta vez hubo un detalle en Amira que Harry Wood no pudo evitar notar y fue el pequeño aro de tres tipos de oro que colgaba del cuello de la chica. Aunque para otros podría parecer una joya más, para él fue como una alarma silenciosa. Sus ojos se clavaron en el anillo, su ceño se frunció por un instante, conocía bien el simbolismo de ese tipo de pieza, aunque no quería admitirlo. El hombre que siempre había creído tener alguna oportunidad con Amira, ahora sentía una barrera qu
—La verdad, Harry, es que esta pieza me la regaló alguien muy especial. —Su voz salió suave, pero segura—. No fue comprada, ni subastada. Es un detalle personal que me entregaron como... bueno, como un símbolo.Harry ladeó la cabeza, visiblemente intrigado.—Un símbolo, dices. ¿De qué?Amira lo miró con una sonrisa que decía más de lo que las palabras podían expresar.—De una conexión que no muchos podrían entender. —Respondió de manera enigmática, dejando la explicación flotando en el aire, sin revelar más de lo necesario. Sabía que esa respuesta dejaría a Harry insatisfecho, pero era todo lo que estaba dispuesta a decir en ese momento.Ronny, viendo la intensidad del momento, decidió cambiar el tema antes de que las preguntas de Harry se volvieran demasiado personales.—Bueno, Harry, creo que todos tenemos nuestras historias detrás de lo que usamos —dijo Ronny con una sonrisa—, pero lo importante es que cerramos el trato de esta noche y qu
David sonrió con esa mezcla de arrogancia y vulnerabilidad que solo él sabía conjugar. Sabía que era cuestión de tiempo antes de que Amira entendiera el verdadero significado del anillo. Pero por ahora, estaba dispuesto a esperar, porque, en el fondo, él también disfrutaba del juego.—Sabes que siempre será tuyo —murmuró, apenas audible, pero lo suficientemente claro para que sólo ella lo escuchara.Pero no fue solo Amira la única que la escucho. Esa frase hiso que Harry se pusiera alerta y David supo que el Sr. Wood era otro Alfa, no como él, pero fuerte también y si bien Amira no era su destinada, tanto el hombre como su lobo estaban alucinando con ella. David captó inmediatamente el cambio en el ambiente. La mirada de Harry Wood se endureció, su cuerpo se tensó casi imperceptiblemente. No era solo una reacción humana; su instinto alfa se
La emoción en la mesa se volvió palpable cuando Ronny preguntó dónde irían a bailar.—Salsa Mia —respondió Harry, con algo de escepticismo—. Dicen que es la mejor.Para sorpresa de David y Harry, Amira y Ronny coincidieron en un sonoro "¡Sí!", casi como dos adolescentes entusiasmados por una noche de fiesta. La energía era contagiosa, y David sintió un impulso de ser parte de esa alegría.—Bueno, entonces, parece que tenemos un plan —dijo David, intentando mantener la seriedad a pesar de la diversión que estaba empezando a emerger dentro de él.Harry, aunque un poco desconcertado por la unión casi instantánea de Amira y Ronny, decidió seguir el juego. La noche se volvía cada vez más interesante, y la idea de ver a Amira bailando lo llenaba de una mezcla de admiración y deseo.—Perfec
La pista de baile se llenó de energía, y todos los ojos estaban en ellos. Amira, con su vestido de un solo hombro y su cabello suelto, brillaba. Y David, con su encanto natural, era imposible de ignorar. La química entre ellos era palpable, y la forma en que se miraban hacía que el resto del mundo desapareciera.—¿Te gustaría bailar un poco más? —le preguntó David, su voz más profunda por la emoción.Amira asintió, sintiendo que la noche apenas comenzaba. Con cada acorde, se acercaban más el uno al otro, disfrutando no solo de la música, sino también de la promesa de lo que podría venir.Cuando, "Qué manera de quererte" llenó el aire, la música cubana envolvió la pista de baile. David, sintiendo cada nota, se entregó completamente al ritmo, moviéndose con Amira de manera sincronizada. Era como si cada acor
Al llegar a su departamento, Amira abrió la puerta y lo invitó a pasar. La vista desde su balcón era impresionante: la ciudad iluminada brillaba como un océano de estrellas. David se acercó a la barandilla, maravillado por la belleza del lugar, pero su atención rápidamente se desvió hacia Amira, que lo observaba con una mezcla de nerviosismo y expectativa.—Eres hermosa, —dijo él, sin apartar la vista de ella.—No tanto como tú, —respondió Amira, dando un paso más cerca, restando el espacio entre ellos.David se giró hacia ella, su corazón latiendo con fuerza. —¿Sabes? Desde el momento en que te vi, supe que había algo especial entre nosotros.Amira sintió que una chispa de electricidad recorría su piel. Era el momento perfecto, y aunque la tensión era palpable, también había una t
El juego de seducción se intensificó mientras él la miraba a los ojos, lleno de deseo y determinación. Amira sintió que cada parte de ella respondía a su cercanía, y no había marcha atrás. Estaba lista para descubrir hasta dónde los llevaría esa noche.Amira siguió en su juego pasando sus uñas por el torso de Davis una vez que le quitó la camisa, quería gravar en su mente ese abdomen tipo tableta de chocolate blanco y eso pectorales de piedra, fue tanta su excitación que en un momento en que lo besaba mordió con fuerza su cuello. Él sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando Amira lo mordió, la combinación de dolor y placer lo dejó aturdido y aún más ansioso. Su instinto alfa se activó, y sintió que la energía entre ellos se disparaba.—Esa fue una jugada arriesgada,
Sentir a David dentro de ella hizo que Amira se descontrolara y comenzara a mover sus caderas con frenesí, quería más, toda su polla dentro de ella,- si papi así todo métela toda, me gustas David, -, él alucinaba escuchándola hablar en español en sus momentos más íntimos, y la envestía con más fuerza y pasión, -Amira, Amira, -repetía su nombre con su vos ronca en cada movimiento,-si mi Alfa así- dijo ella, -esa frase que hacía alusión al sobre nombre de David en los negocios, provocó en él una excitación tal que por un momento sus ojo se enrojecieron y sus colmillos hicieron por salir. Justo en ese momento, David, salió de ella, y Amira gruñó, por el vacío que él dejo.David, la volteó, poniéndola en cuatro puntos, para seguir sus envestidas de manera circular, provocando que Amira gritara