Dylan Dallas, es un profesor que imparte clases en la misma universidad a la que asiste Violeta Morgan la hija de un poderoso y conocido mafioso llamado Demian Morgan. Este profesor no se imaginaba que sería la obsesión de un Morgan, o mejor dicho de la mismísima Violeta quien se empeña en seducirlo y acosarlo sin parar. Una noche ella irrumpe en su casa y un Dylan muy cansado de su infantilismo decide darle una pequeña lección terminando por meterse entre sus piernas, pero acaba por caer en su propio castigo quedando cautivado por Violeta Morgan. Al principio le cuesta aceptar que empieza a sentir algo por ella, pero luego ya era demasiado tarde para este profesor quien estaba más que embrujado por la actitud de esta mujer. No obstante, Dylan estaba más que claro que para Violeta solo era un capricho más y que sus sentimientos no eran para nada parecidos a los de él. Era fácil saberlo, provenía de una familia de mafiosos crueles, fríos, pero sobre todo desquiciados… aun así, a pesar de que él trataba de mantenerla alejada Violeta siempre buscaba la manera de estar cerca de él y dado el estilo de vida tan peligroso que llevaba, el profesor en más de una ocasión le tuvo que salvar la vida ya que un potencial enemigo intentaba asesinar a la hija de Demian. Violeta creía que Dylan era fácil de manipular, que sería muy fácil para ella tenerlo y hasta cierto punto creyó que lo estaba logrando pero no fue así. Ya que Dylan no era un simple aburrido profesor como todos creían, era alguien que escondía un oscuro y sórdido pasado del que estaba huyendo, del que la misma Violeta debía cuidarse… descubre que acaecerá entre Dylan y Violeta y su tórrido amor prohibido.
Leer másLa clínica familiar de los Morgan se encontraba atestada por los mismos dueños, Aurora no paraba de dar vueltas en círculo ante la tortuosa espera de saber cómo se encontraba su hija. Llevaba una hora en la sala de partos y aun no sabían nada de ella. —Dando tantas vueltas no conseguirás saber nada, mejor espera aquí sentada. —¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Demian Morgan? Tu hija esta allí adentro dando a luz a tu nieto y tú estas como si nada. —Tengo muchos nietos, nena… creo que esta etapa ya está quemada. Ninguna de mis hijas sufrió ningún problema al traer al mundo a un Morgan. Ellas son fuertes, Violeta no es la excepción. ¿O tengo que recordarte todo lo que ha hecho? —Pero es muy joven, estoy preocupada. —Tranquila, solo es un bebé… no debes preocuparte por nada. —Pienso que esa barriga era demasiado grande para ser solo un bebé —Argumenta Daniels mientras leía una resista. El rubio se gana la mirada de sus familiares,
Las horas eran eternas, y Violeta seguía sin saber nada sobre Dylan. A su padre lo pudieron ver algunas horas después, pero como continuaba dormido por la anestesia no alcanzaron hablar con él. Pero al menos ya sabían que estaba bien y que se repondría muy pronto, ya que la bala pasó de largo sin comprometer ninguna arteria o hueso.Cuando al fin logro sentarse debido a la insistencia de su madre, la chica no paraba de comerse las uñas por la angustia. Se mecía hacia adelante intentando buscar paz y esperando a por el doctor. Hasta que al fin el m@ldito salió por la puerta, ella al verlo corrió a su encuentro.—Doctor, por dios ¿Por qué ha tardado tanto? ¿Cómo sigue Dylan? ¿Se pondrá bien?—La herida del paciente fue severa, por suerte no daño ningún órgano, pero si perdió una gran cantidad se sangre. Afortunadam
Justo cuando Emma se alejó de ella quejándose con la nariz ensangrentada, la castaña le dispara reiteradas veces en el cuerpo sin contemplación alguna. Observa a la mujer ahogarse con sus propios fluidos, violeta se da la vuelta para apuntar a Alonzo junto con el guardaespaldas.—Te vas a morir, ahora y en este lugar.—Mientras pierdes el tiempo conmigo, él se está muriendo.Ella baja la mirada y nota que Dylan parcia como si ya no estuviera respirando. Entonces esa distracción Alonzo la tomó a su favor, le hizo una seña al guardia para que tomara el arma. Este asintió abalanzándose contra loa castaña, pero Violeta estaba como en estado de advertencia que reacciono rápidamente disparando el arma contra el sujeto. Este cayó al suelo sin vida, nuevamente levanto el arma en dirección a Alonzo.—No te pases de listo.—Est&uac
Emma bajo el arma guardando una peculiar sonrisa en los labios. Afila la mirada sin apartar la misma de la de Violeta quien no le despegaba la suya.—Muy bien, vamos a divertirnos un poco. Que nadie se meta en esto, ¿entendido? Esto es entre la Morgan y yo.—¡Violeta!, hagas esto —Grita Dylan.Pero Dylan no había terminado de decir la última palabra cuando Violeta se abalanzo sobre Emma tomándola desprevenida, sus ganas de asesinarla eran tan grandes que nada más estaba esperando que bajara el arma para darle su merecido. La castaña no pensaba perdonarle ni mucho menos dejarle pasar el hecho de que había besado a Dylan en sus narices. La haría sangrar.Violentamente, Violeta tomó a Emma por el cuello aplicándole una llave llevando su cuerpo al suelo. Y allí fue cuando empezó a golpear el rostro de esa mujer con tanta fuerza que no le daba oportunida
Los guardaespaldas de Alonzo llevaron armas a su despacho, el hombre tomo varias guardándolas entre sus prendas. El mafioso estaba tan cabreado, sabía que Demian aparecería en cualquier momento, pero no conto con que hiciera un completo desastre dentro de su casa.—Ese hijo de puta, me las pagara.—Señor —Un guardia armado entra en el despacho todo acelerado —Los Morgan destrozaron la entrada de la mansión.—Desgraciado, ¿Dónde está la perra de su hija?—En la habitación del joven Dylan.—Muy bien.—Alonzo, el miserable de Demian está aquí —Emma ingresa en el despacho con expresión de preocupación.—Dime algo que no sepa.—Pero ¿qué voy hacer yo?El hombre tomó algunas armas quitando los seguros de las mismas, luego mira a la mujer con la hab&iac
Dylan se incorporó lo suficiente como mirarla a la cara, frunce el ceño al notar sorpresa en su rostro, pero curiosamente también se había sonrojado. Efectivamente, no hacía falta que Violeta le contestara nada, era más que evidente que ella sentía lo mismo que él sentía por ella. Le alegraba saber que ella lo amaba, pero la pregunta que realmente debía hacerse era ¿ella estaba dispuesta a pelearse con el mundo entero para estar a su lado?—¿Te cuesta responderme algo tan sencillo? —El chico medio sonríe notando ese rubor natural en sus mejillas —. ¿Ya te he dicho lo hermosa que te vez cuando te sonrojas? —Termina por decirle al no escuchar palabra alguna.Violeta lleva la mirada hacia otro lado, avergonzada por ser descubierta. Se sentía tan expuesta cuando estaba en compañía de Dylan, en muchas oportunidades era como si
De sus ojos brotaban chispas de rabia, la única intensión de Violeta era la de asesinar a esa idiota que tenía en frente, pero Dylan se empeñaba en detenerla.—Basta Violeta, no conseguirás nada con atacarla.—Claro que sí, si le saco los ojos me sentiré muy bien.—¡Como si pudieras! —Emma sonríe con burla.—Ni te imaginase en lo que te estas metiendo, estúpida. En cuanto tenga la oportunidad juro que me las pagaras.—¿Acaso te enoja que haya explotado tu coche?La castaña frunce el ceño, esa perra la había atacado con todo. Y estuvo a punto de conseguir asesinarla. La muy desgraciada era la que estaba detrás de todos aquellos atentados. Por su culpa Liam estaba hospitalizado.—Es suficiente —Proclama Alonzo poniéndose en pie —. No quiero escándalos en mi casa
Dylan abrió las puertas del despacho de su padre de par en par, enfoco al hombre que a pesar de su edad se mantenía bastante conservado.—¿Qué es lo que quieres? —Dylan se detiene ante él sin mostrar ni un Apis de indulgencia.—Al fin te desprendes de esa mujer, el hecho de que estará con nosotros por un tiempo no quiere decir que te vas a olvidar de los problemas que aquí tenemos.—¿Para eso me has mandado a llamar?, para una tontería como esa —Niega dándose la vuelta.—Espera… tenemos asuntos de que hablar. Has pasado muchos años afuera así que es buen momento para que te pongas al tanto de las cosas.—Dime algo que no sepa, Alonzo.—¡Ah! ¿Así que has hecho tu trabajo todo este tiempo?—Pude estar alejado de toda esta b@sura, pero siempre estuve al tanto.—&
Por más que intentara resistirse a Dylan le era imposible, por mucho entrenamiento de combate que Violeta tuviera no conseguía sacarse de encima a Dylan, por su estatura, corpulencia y por un factor bastante importante, que ella estaba colada por él. Y después de recibir aquel beso la dejo fuera de combate, él sabía muy bien cómo ganarle una batalla mientras que Dylan estaba en ventaja ella tenía todas las de perder.Para cuando el beso se profundizo por ambas partes, las caricias se hicieron más fieras y urgidas. Era como si ya no pudieran detenerse, Violeta había abierto las piernas a tal punto que Dylan se encontraba muy acomodado entre sus muslos. La castaña se aferra a la espalda de él intentando sacarle la camisa.—Violeta —Gime al sentir que ella le subía la prenda —. Espera, tú no...—No, cállate.Ella afianzo el beso ar