—Les mostrare a todos lo muy vulnerable que puedo ser.
—Violeta, te prohíbo que cometas alguna tontería —Sentencia su padre dando un paso hacia ella.
—No me intimidas padre, sabes bien que eso no funcionara conmigo.
—No me cabrees jovencita, no sabes de lo que puedo ser capas —Los ojos del mafioso brillaron no más al pronunciar aquellas palabras.
—Al contrario, se muy bien de lo que eres capaz padre —La joven también lo reta con una mirada idéntica a la de su padre —. Veras que no soy ninguna niña —Termina de decir para subir las escaleras.
—¡Violeta! ¡Violeta! Estoy hablando contigo, con un demonio.
—Se me hace conocido ese carácter, mi querido amigo —El rubio sonríe al ver el aprieto en el que se encontraba su compañero.
—Cállate, Daniels…
—De todos
La joven tira la puerta de un azote dejando atrás a Dylan, Violeta pensaba que si estaba creyendo que podría salir con otra mujer estaba muy equivocado. Él le pertenecía solo a ella y no a esa estúpida profesora de quinta. Tendría que aplicar métodos drásticos con esa mujer para sacarla del camino… anduvo por los pasillos en busca de esa profesora hasta que la encontró hablando con un grupo de estudiantes, Violeta la estudio con gran detenimiento. Ambas eran muy diferentes, mientras que ella era una mujer hecha y derecha Violeta solo era una joven que apenas alcanzaba la adultez. Se sintió un poco intimidada, bajó la mirada un momento mientras mordió su labio.—No se lo voy a poner tan fácil —Termina por levantar la vista nuevamente para ver a esa mujer —¡Dylan es mio!La joven toma otro camino sacando su móvil para realizar una llamada
El silencio en el coche era sepulcral, Violeta miraba por la ventanilla completamente furiosa con su padre, había llegado muy lejos yendo hasta allá solo para ponerla en ridículo delante de Dylan. Si él pensaba que ella era una princesita de papá, ahora con la presencia del mismo después de un tiroteo la convertía en un bebé. Es que acaso nadie se nada cuenta que ella era una mujer hecha y derecha, una que podía defenderse por sí sola. Violeta mira a su padre por el rabillo del ojo, iba realmente serio.Frente de ella se encontraba su tío Daniels y Liam, era un coche tipo limusina. Eran muchos hombres en esa familia con los que tendría que lidiar. Suspiro pensando en Dylan, lo había dejado solo, pensó si esos sujetos regresarían y si lo atacaban podrían matarlo estaba preocupada por él.—No volverás a ver a ese sujeto —Fue la voz de
La mirada de Violeta se hizo peligrosa, un Morgan cabreado no era para tomárselo a la ligera eran de temer. Pero aun así Dylan no se inmuto ante su carácter, podía lidiar con ella. Además estaría perdido si le demostraba temor a ella o a su familia. Pero lo que no vio venir aquel profesor era que aquella mujer tan pequeña y de complexión inocente se abalanzara sobre él propinándole un puñetazo en la cara. El rostro de Dylan giró lo que lo llevo a pasar una mano sobre la comisura de sus labios.Bueno, eso sí que le dolió para ser el golpe de una mujer. Al regresar la mirada, observa a Violeta mirándolo con rencor era la primera vez que ella lo miraba de esa manera y para ser sincero no le agrado para nada.—¡Maldito! ¿Cómo te atreves acusarme? Tienes pruebas de que he sido yo.—Eres la única que tenía un mal entend
Un coche estacionado a unos cuantos kilómetros del edificio de Dylan vigilaba la entrada de profesor, en cuanto un taxi aparco delante de la edificación el sujeto que estaba dentro del automóvil echo un vistazo para ver quien bajaba del mismo y de este justamente descendió Dylan. El extraño no aparto la mirada del profesor hasta que ingreso dentro de la residencia. Segundos después sacó el móvil y realizo una llamada.—El chico acaba de llegar a su apartamento, ¿Qué quiere que hagamos?—Sigan vigilándolo hasta que yo les de órdenes.—Entendido—El hombre del coche cuelga la llamada, acomodándose en el asiento.Mientras que del otro lado de la línea el teléfono pagaba las culpas del mal genio que estaba generando Dylan. No tenía idea en lo que se estaba metiendo, pero muy pronto se las haría conocer y se arrepentir&i
Es que ni siquiera podía concentrarse en el trabajo por andar pensando en Violeta Morgan. Estaba frustrado, porque era lo que había querido pero ahora que lo obtuvo ya no estaba tan seguro de que ella le fuera indiferente. Dylan se puso en pie, recogió sus cosas y abandono el aula… al salir de la universidad automáticamente reconoció a Violeta quien caminaba directo hasta donde dejo aparcado su automóvil. Y él, tendría que tomar un m@ldito taxi porque esa desequilibrada destruyo el suyo.En cuanto violeta abrió la puerta de su coche levanto la mirada observando que Dylan salía de la universidad, estaba tan molesta con él. Chasqueo la lengua subiéndose al coche, al pasar el encendedor del auto Violeta automáticamente escucho el sonido de algo muy familiar.—Mi3rda—Vocifera tirándose rápidamente del coche conjuntamente cuando el mismo exploto.<
Detrás de él Reece y Daniels se miran a la cara asombrados, las chicas guardaban silencio y hasta las hermanas también permanecieron en silencio. Nadie le respondía a Morgan de esa manera, y mucho menos un hombre. Era como si le estuvieran declarando la guerra en su cara. Todos pudieron percibir el aura maligna que ahondaba el cuerpo del mafioso, era claro que estaba cabreado y cuando se ponía en ese estado no se debía jugar con su paciencia.—Este chico acaba de firmar su acta de defunción—Daniels niega sonriendo y su sobrino Reece lo acompaña en la burla.El cerebro de Demian hizo corto circuito justo en ese momento, el m@ldito que tenía ante él o era muy idiota o era muy valiente. En todos sus encuentros nunca bajaba la vista, siempre le hacía frente y eso aunque no lo quisiese admitir era admirable en un enemigo. No era un cobarde como muchos de los que ha conocido en lo largo
—¿Qué es lo que sucedió exactamente, Violeta?—La voz de Demian la trajo de vuelta a la realidad, sin mirar a su padre mantiene silencio.—Demian, no es momento para interrogar a nadie. Tu hija necesita descansar, paso por una situación muy peligrosa—Reprocha su esposa enfadada.—Contesta Violeta—Ignora el regaño de su mujer e insiste con su hija.—No lo sé… escuche el sonido del detonador de una bomba en cuanto pase el seguro del auto, a duras penas me dio tiempo de saltar—Contesto manteniendo la mirada abajo.—¡Fue él! Ha puesto una bomba en tu coche.—No papá, Dylan no fue. Si el mismo me alejo del coche mientras se incendiaba, sino lo hubiese hecho me quemo viva—Lo defiende contra las terribles acusaciones de su padre.—Él se llevó tu coche y lo dejo aparcado frente de la facultad, est&
Demian Morgan iba muy serio en la parte trasera de su coche mientras que este se encaminaba hasta el apartamento de Dylan.—Demian, pienso que deberías esperar un poco más. Aun no estamos seguros si este chico está intentando asesinar a Violeta.—Tu y yo sabemos que sí.—Ya lo sé, pero no creo que el chico tenga esas intenciones. Si fuese el caso, ¿Qué diablos hacía en el hospital?—Todo es parte de su plan, es un farsante por naturaleza.—Si eso es lo que piensas, creo que debiste decírselo a tu hija para empezar.—No necesita saberlo, no cuando pienso acabar con su vida esta misma noche. Será un dolor de cabeza si lo dejo con vida.—Sabes que no será tan fácil, Morgan.Demian revisa su saco y saca un cigarrillo lo enciente para luego expulsar el humo a su alrededor impregnando toda la parte de atr&aacu