Después de ser despedida y pasar una noche de pasión desenfrenada con un apuesto y desconocido hombre que, parecía un dios griego, Nerea Salazar amaneció días después con una información que había pasado años buscando, el nombre de su mayor enemigo, el mafioso que provocó la muerte de su padre. El plan era fácil, entrar a trabajar en su empresa como secretaria, destruir su reputación, demostrar ante todos que Dante Herráez no era un respetable empresario, sino que era un despiadado criminal, pero cuando se encuentra con su nuevo jefe por primera vez descubre que Dante, el asesino de su padre, es el mismo hombre que le dio la mejor noche de placer que había vivido en su vida y al que no podía olvidar. ¿Nerea será capaz de destruir el hombre que se ha ganado su corazón o dejará a un lado su venganza para entregarse a la pasión en los brazos del CEO de la mafia?
Leer másDante podía tener a cualquiera, con un chasquido podría tener en su cama a las mujeres más hermosas del país. Las más sádicas o a las más santas, no importaba. Era un hombre irresistible y conocía su poder, pero por primera vez reconoció en otra persona el mismo fuego que había en él y quería descubrirla...explorarla...probarla o incluso poseerla.—Soy real, rubita, muy real. —contestó Dante devorándola con la mirada. Aquella chica era una rubia muy sexi de piernas largas y mirada inocente, lo que demostraba que debería ser una verdadera pupila de Satanás en la cama y era justamente lo que le faltaba a él en su colección de amantes. —¿Estás seguro de que eres real? No es por nada, pero el alcohol sirve de magia para la gente fea y tú estás demasiado bueno para ser de carne y hueso, bombón. —respondió Nerea limpiándose la baba que se le caía viendo a semejante dios, y después apoyó los codos en la barra intentando echarle una mirada sexi, pero ya estaba tan borracha que a Dante le h
Madrid.Diez años después.Nerea entró al club saludando a los porteros a toda prisa, rápidamente mientras que ellos se reían viendo como la chica entraba intentando no llamar mucho la atención. Ella llevaba por lo menos dos años trabajando en el club nocturno Opium, que era conocido en toda Madrid por ser un lugar frecuentado por las altas esferas de la capital. Políticos, artistas, nobles, jugadores de futbol. Aquel club era la sensación para todos, pero para Nerea era su pan de cada día.Era la cuarta… no, la quinta… no tampoco… bueno, era como la décima vez que Nerea llegaba tarde en aquel mes, y su jefe ya estaba harto de sus constantes retrasos. La chica iba corriendo por el pasillo, que daba a los baños de los empleados, quitándose algunas prendas de ropa para ganar tiempo. Tenía que cambiar rápidamente los jeans y la sudadera azul por su típico vestido corto rojo y zapatos de tacón antes de ocupar su puesto detrás de la barra. Se sentía como un trozo de carne vestida de aque
-Papá te va a matar, Nerea.-advirtió Iago, que a sus catorce años ya actuaba como si fuera el hombre de la casa. Sobre todo, cuando se trataba de ser sobreprotector con la joya de la familia, su hermanita dos años menor que él.-Al final tendré que contarle lo que hiciste. Como varón de esta familia debo protegerte, aunque sea de ti misma.-¡Cállate estúpido!-demandó Nerea mirándose delante del espejo con un pesado collar de oro en el cuello, admirando el amuleto, una rueda hecha de oro con varios rubíes que representaba el viaje para el pueblo gitano.-Papá no tiene por qué saber que tengo el collar que perteneció a la abuela.-No seas tonta Nerea, papá lo sabe todo. Sabe cuando hacemos cosas malas incluso antes de que las hagamos.-respondió Iago poniendo los ojos en blanco.-Ahora lárgate de mi habitación, quiero dormir.Nerea se giró para verlo y se llevó las manos a la cintura.-¡Mentira!-replicó.-Tú solo quieres quedarte solo para ver videos de mujeres desnudas. Eres un degenera