Seguramente todo había terminado con su muerte, pero estaba completamente equivocada. Su calma se vio ferozmente interrumpida después de tres años, ahora debía dejar su corona atrás y comenzar nuevamente con la cacería, él debía ser castigado y ella no descansaría hasta lograr aquel objetivo.
Leer más—Mientras Isobel, Leinád y Leisay van al cementerio los demás aseguraremos el lugar, hay muchas criaturas que son atraídas por ella— Hunter cerró su libro y miró a los presentes, estos asintieron mientras pensaban. — Cuando los restos de Bonnie estén aquí, nos iremos de inmediato a Mérida. —Bien, es hora de iniciar— Isobel tomo sus cosas y sin decir nada más, salió de la casa rumbo hacia el auto de su padre, usaría ese mientras tanto. La tensión se sentía en el aire, sus ojos estaban un poco rojizos debido al llanto de ayer, aunque se esforzó en ocultar todo ellos ya sabían lo que había sucedido, más no se atrevieron a soltar preguntas, no les incumbía sus cosas personales, así que solo siguieron con su trabajo, ya que era lo mejor. Leisay fue en la parte trasera mientras que Leinád era quien iba a conducir, la chica era copiloto claramente, ella se mantenía en silencio. En toda la mañana Scott y ella no cruzaron miradas ni palabras, ninguno tomaría esa iniciativa siempre y cuando f
No sabía cuánto había corrido, pero se detuvo en cuanto visualizo su antiguo hogar, el olor había desaparecido y su corazón se sacudió un poco, Westh gruñó en su mente tras perder el control de su cuerpo, de reojo miro como el resto aparecía cerca, la pelirroja la miró agotada y respirando con algo de dificultad. —Por favor, danos un respiro— cerró sus ojos unos segundos y controlo su respiración. Harry se acercó a ella visualizando la casa anterior de la joven, no dijo nada por esos segundos, pero se vio obligado a romper aquel tedioso silencio, la lluvia se había ido. —Harry, no puedo responder sus preguntas, tampoco sé lo que sucede ¿Bien? — ella se adelantó mientras los miraba a los tres. — El olor de ese tipo me trajo hasta aquí. —Habían muchos olores Isobel, fuiste la única que percibió el suyo— ella paso sus manos por su cabello húmedo y miro a su chico, él observaba la zona. —Sea lo que sea, ya no está aquí, debemos ir con Robert— Scott la miro y ella se abrazó así misma m
—Iremos contigo— Isabel miró a cada uno con sus maletas listas, cosa que la alegró un poco pero no lo demostró, solo miró a su hermano. —Hablaré con Lasabi, te quedarás con ella apenas lleguemos— él seguramente protestaría, Pero su hermana solo se subió al auto esperando que el resto hiciera lo mismo. En el fondo, se sentía nerviosa, volver a pisar el cementerio para visitar a su amiga no le sentaba muy bien, no sabía que quería pero tenía la necesidad y obligación de averiguarlo, y por otro lado, saber que iría a Mérida la inquietaba. Tres años de tranquilidad, sus pensamientos eran un desastre total. Se cuestionó su muerte, ¿Acaso había muerto realmente?, No claro que no, porque si fuese así, ella seguiría tranquila y no tendría aquella pesadilla tan inquietante, contando el hecho de la aparición de su mejor amiga muerta, ¿Tenía riesgo de estar cayendo en una trampa? Definitivamente es un sí, todo era posible en su vida, así que necesitaba salir de dudas. Ellos ya no vivían
Sacramento, California. Su piel pálida por la falta de sol se humedeció inmediatamente al recibir contacto con el agua, sus ojos se cerraron para disfrutar de su ducha, se sentía tensa y muy cansada puesto que durante semanas no podía dormir como deseaba, siempre despertaba a medianoche exaltada por las constantes pesadillas que tenía. No entendía lo que le estaba sucediendo, pero sí reconocía el lugar donde se llevaba a cabo sus pesadillas, es como si debiera descifrar alguna cosa, ¿Pero, que sería? Dos toques pudo escuchar, abrió sus ojos y sujetando la cortina del baño asomó su cabeza, sus labios se curvaron un poco en forma de sonrisa pequeña al mirar a su novio, Scott cerró la puerta detrás de su espalda y la miró también con una sonrisa, sin decir palabra alguna ella volvió a posicionarse bajo el agua y él comenzó a desvestirse y hacerle compañía, aquello la tranquilizó mucho. Sus manos rodearon la cintura de la joven y la pegó a su cuerpo, está ladeó su cabeza un poco manten