—Iremos contigo— Isabel miró a cada uno con sus maletas listas, cosa que la alegró un poco pero no lo demostró, solo miró a su hermano.
—Hablaré con Lasabi, te quedarás con ella apenas lleguemos— él seguramente protestaría, Pero su hermana solo se subió al auto esperando que el resto hiciera lo mismo. En el fondo, se sentía nerviosa, volver a pisar el cementerio para visitar a su amiga no le sentaba muy bien, no sabía que quería pero tenía la necesidad y obligación de averiguarlo, y por otro lado, saber que iría a Mérida la inquietaba. Tres años de tranquilidad, sus pensamientos eran un desastre total. Se cuestionó su muerte, ¿Acaso había muerto realmente?, No claro que no, porque si fuese así, ella seguiría tranquila y no tendría aquella pesadilla tan inquietante, contando el hecho de la aparición de su mejor amiga muerta, ¿Tenía riesgo de estar cayendo en una trampa? Definitivamente es un sí, todo era posible en su vida, así que necesitaba salir de dudas. Ellos ya no vivían en aquel lugar, luego de lo sucedido no podía seguir estando allí, sabía que los padres de Bonnie y Lisa seguían en el mismo sitio, para los padres de Lisa el cuerpo de ella aun no era encontrado, la joven sabia que eso los tenía destrozados pero así debía permanecer todo. —¿ En qué piensas, cariño? — su amado sujetó su mano y la miró con sutileza, ella estaba perdida entre pensamientos. Lo miró despacio y le dedicó una sonrisa sonrisa suave, se inclinó hacia él para dejar un pequeño beso en sus labios, eran suaves como la seda, para ella estaba perfecto, él acomodó su cabellera un poco mientras la chica apoyaba su cabeza en su hombro, tenerlo consigo era tranquilizante, se lo repetía una y otra vez. —En las chicas, ver de nuevo a sus padres me pone un poco mal— confesó con voz suave mientras miraba a su padre conducir, sabía que él no podía dejarse ver, para los demás él estaba muerto. —Todo saldrá bien— asintió correspondiendo el abrazo, ella sentía que a veces no merecía el cariño y el amor de Scott. Estaba consciente de que en algunas ocasiones su mal humor, incluyendo a Westh, hacían que lo tratase un poco mal, le desagradaba eso, pero por parte del contrario, lo entendía perfectamente, ambos sabían cómo sostener esa relación que llevaban. Harry los miraba a través del espejo retrovisor y en algunas ocasiones, a través del rabillo de su ojo, al llegar debían estar alerta a cualquier cosa, claramente ya no era el director de aquella escuela, solo utilizaba eso para estar cerca de la chica y ya no era necesario. —Te preguntarán si has sabido algo de tu amiga Lisa, sabe.. —Ella no es mi amiga, dejó de serlo cuando intentó asesinarme— Isobel lo interrumpió en seco, él suspiró mirándola completamente, no dijo nada.— De hecho, casi lo lograba. —Hija, sabes porque lo hacía— su padre intervino en aquella pequeña incómoda situación, la joven solo se acomodo entre los brazos de su novio y miro la ventana. —Si tan solo hubiese hablado conmigo, Bonnie estaría con vida— los recuerdos de aquel día tan doloroso para ella llegó a su mente. Sus ojos se cristalizaron un poco, una pequeña lágrima había brotado de su ojo izquierdo por ende, la retiró rápidamente y no los miro, claro que sabía el porqué lo hacía, por una parte la comprendía pero el haberse callado todo causó la muerte de su amiga, hubiesen encontrado la forma de ayudar, o tal vez no, quien sabe. La vida esta llena de posibilidades nulas para los humanos, pero para los sobrenaturales, todo es distinto. —¿Hablaste con Hunter?— Robert miró rápidamente a Harry y este asintió. —Tomó posesión del castillo, ¿adivina quién gobierna ahora? — mostró una sonrisa burlesca y ambos rieron un poco.—Nos esperará en el bosque más cercano que tengamos, ya sabes, cosas de brujos. Scott se sentía incómodo cada vez que hablaban de aquel hombre, desde que supo de su existencia no le agradaba y no era para menos, colaboró para tener a su amada, no confiaba en él así hayan pasado varios años. Isobel no le tomaba importancia a la conversación, no le interesaba, pero sí podía notar la incomodidad de su chico, por ende, acaricio su espalda despacio tratando de tranquilizarlo. Cerró sus ojos despacio, se sentía cansada nuevamente así que tomaría una pequeña siesta, el viaje en auto sería largo así que aprovecharía mientras ellos hablaban, la tranquilidad no le duró mucho, puesto que se removió un poco con inquietud, pequeñas imágenes en su mente hicieron doler su cabeza. Su ceño se frunció tras recibir una imagen que no podía ver con claridad, lo que podía ver eran dos autos en medio de la carretera, pero luego la imágen cambio, no eran dos sino uno, para ese punto Scott se preocupó debido a los pequeños quejidos que ella emitía. —Tranquila, estamos aquí— la movió un poco y ella abrió sus ojos, Westh estaba presente, o eso podía ver al notar el color morado de sus iris, tenía una mirada perdida. —¿Qué sucede?— Su padre los miró sin comprender, ella alejó las manos de su contrario y miro todo a su alrededor. Nuevamente una imagen fugaz llegó a su mente, mientras ella miraba el interior del auto, miraba a su hermano Beni siendo copiloto, su ceño se frunció y al apretar sus manos sintió algo duro, bajo su cabeza y noto que era ella quien manejaba, no estaba entendiendo nada, su cabeza volvió a doler y volvió con los demás. —El accidente— logró hablar mirando a su novio, padre y suegro, ellos arrugaron su frente sin comprender— La primera vez que Beni y yo.. Sostuvo su cabeza con dureza, soltó un quejido alto, una imágen más llegó a su mente, ella sostenía el cuerpo de su hermano luego de haber sido mordido por aquel vampiro, se asustó y soltó un grito, la escena cambió, estaba sola en medio de la carretera y el bosque, llovía muy fuerte por lo que tan solo se giro pero se topó con una gran figura negra. —¿Quién eres?— no respondió, solo señaló hacia la derecha apuntando el oscuro bosque, no entendió, cuando quiso mirarlo ya no estaba. Tomó una bocanada de aire y miró a su alrededor, Scott la miraba con preocupación al igual que su padre, no entendía lo que sucedió solo le dolía la cabeza, Westh estaba muy inquieta y se removía en su mente, haciendo que su cabeza doliera más. —Detengan el auto— pidió mirando a su novio, su vista se desvió hacia su padre y este con desconfianza se detuvo aún lado de la carretera, no esperó ni dos segundos y bajó del auto. Fue recibida por una fuerte lluvia, no lo había percatado, no sabía que estaba lloviendo con tal fuerza, miro los árboles, estos se movía ferozmente como si se fuesen a caer, aquello lo sintió familiar. Leinád de tuvo el auto también, no entendía lo que estaba pasando, nadie lo entendía. Leisay al mirarla por la ventana sintió un cosquilleo en todo su cuerpo, era una sensación nueva para ella, debía bajar, ella no estaba bien. —Voy a bajar, Beni quedate aquí y tú también Leinád — no dijo más, solo se bajó del auto mojandose con la lluvia, Scott estaba con ella al igual que su padre. —Papá, llévate a Beni de aquí— Isobel se giro no sin antes darle un vistazo a su alrededor, el viento erizo su piel por lo frío que era al igual que la lluvia. —¿Qué está sucediendo? Y no quiero mentiras, Isobel. —Aquí fue donde sucedió todo, aquí es donde el vampiro que mato Scott mordió a Beni— Las facciones de su padre se endurecieron, él no sabía ese detalle, ninguno se lo había mencionado. —¿Qué está sucediendo, Robert?— Harry y Leinád habían bajado del auto. Isobel se tambaleó un poco, Scott la sostuvo con intención de llevarla de nuevo al auto, ella alzó su vista y miró el auto donde estaba su hermano, el otro no estaba y el iba de copiloto hablando con alguien, aquello no era solo un sueño. —Llevatelo ahora, o va a morir— le dijo a su padre sin mirarlo, el iris de sus ojos cambio nuevamente. Robert y Leinád se acercaron rápidamente al auto para verificar que él estuviese bien, Beni se sobresalto al mirarlo, su padre se subió en el área de conductor y Leinád de copiloto, estaba confundido. —Amh ¿Papá que sucede?— estaban húmedos pero el hombre puso el auto en marcha con rapidez. —Confía en mi— miró a su acompañante y él asintió, desvió su vista hacia el joven. Isobel y el resto miro como el auto se alejaba de ellos, el dolor de cabeza había disminuido un poco, pero sentía pequeñas punzadas en ella, Harry estuvo alerta al igual que su amiga. —Hay algo en el bosque, algo o alguien señaló hacia aquella dirección — se reincorporo y señaló hacia la derecha— Debo ir, así que tenemos que estar alerta, no se que sea. —Te seguiremos. Asintió, la lluvia seguía cayendo con fuerza pero los árboles ya no se movían con ferocidad, sintió que lo que peor ya había pasado, no sabía porque Beni iba hacer el afectado, pero prefirió no correr ese riesgo con su hermano, él era humano, y cualquier cosa podía dañarlo y no se perdonaría nunca si algo malo le pasara. La noche era oscura y helada, por suerte, ninguno necesitaba linternas, podían ver perfectamente en la oscuridad, una ventaja de no ser humanos, se adentraron al bosque siguiendo los pasos de la chica, pequeños recuerdos llegaban a su mente, por unos segundos miro un árbol. Aquel era donde se había golpeado cuando el vampiro la había lanzado, la misma pregunta se repetía en su mente ¿Por qué se revivia ese recuerdo?, todo la hacia sentir inquieta y Leisay lo sabía. —¡Abajo! — Scott jalo a la joven cayendo sobre las hojas húmedas para esquivar una daga, la cual, quedo clavada sobre un tronco cercano. —No son humanos— Isobel habló tras sentir vibraciones extrañas, estas recorrían todo su cuerpo, sabía que no era algo bueno. De repente todo quedó en completo silencio, la chica agudizó sus oídos para poder escuchar algo, ninguno comprendía lo que sucedía, pero permanecieron por ella, la cual, los hizo levantarse y ocultarse un poco tras los troncos, aun seguía lloviendo y ellos estaban llenos de lodo. Isobel emitió un pequeño quejido en cuanto su cabeza volvió a doler, nuevas imágenes llegaron a su cabeza. Miraba su alrededor y seguía en el bosque, pero ya no llovía y estaba sola, a lo lejos podía verse a ella misma sosteniendo a su hermano en brazos, si, era el accidente que había sucedido, pero está vez era distinto, unas pisadas llamaron su atención, por lo que se giró topándose nuevamente con aquella figura , pero esta vez llevaba una túnica morada, este no parecía mirarla, ¿Qué debía hacer?. —Él morirá por ti— su voz gruesa hizo su piel erizar, ella frunció su ceño desviando su vista hacia la carretera, ellos seguían ahí. Isobel se quejo en cuanto sintió una daga perforar su abdomen, miro nuevamente aquella figura y sujetó su brazo y atinarle un puñetazo en su rostro con tanta fuerza alejándolo de ella, fue en ese momento que volvió con el resto, se dió cuenta que estaban luchando contra un grupo de demonios. ¿Entonces era real?, bajo la vista hacia su abdomen pero no tenía nada, así que al alzar la vista esquivó rápidamente una flecha. —¡Despierta ya y pelea!— Harry le gritó desde lejos mientras derribaba algunos. Miró a Scott ayudar a su padre, Leisay le había arrancado la cabeza a uno más alto que ella, la miró y asintió despacio, le lanzó su cinturón convirtiendo este en una gran y filosa espada que Isobel atrapó, comenzó a luchar contra los pocos demonios que quedaban. La joven arrancó las cabezas de cada uno, dejando caer el cuerpo de estos sobre las hojas y el lodo, la lluvia había cesado un poco, tomó aire y se giró para mirar a sus acompañantes, ya habían acabado con ellos. —¿Qué es lo que te sucede, Isobel?— Scott limpio su frente con el dorso de su mano retirando un poco de sangre mientras la miraba. —Eso quiero saber, tengo visiones del paso, y no comprendo porque…— se quedó callada en cuanto Westh hizo presencia, a sus fosas nasales había llegado un olor familiar. —No otra vez.— Leisay se acercó a ella para sujetar su hombro pero ella sujetó con firmeza su mano. —Fariád— el color de sus iris se hizo más intenso, su mirada parecía haberse oscurecido al nombrar aquel sujeto que tanto odiaban. No dejo que ellos preguntaran, debido a que rápidamente dejó el lugar para seguir aquel olor, no sabía de dónde provenía pero lo único que quería era llegarle cerca, sentía sus manos picar y su corazón latir con rapidez, aquello podía indicar que realmente no estaba muerto. ¿Qué haría si lo encontraba?, no estaba segura de ello, no sabía si actuaría con impulsividad o no, solo se dejó guiar, encontrarlo era su obligación.No sabía cuánto había corrido, pero se detuvo en cuanto visualizo su antiguo hogar, el olor había desaparecido y su corazón se sacudió un poco, Westh gruñó en su mente tras perder el control de su cuerpo, de reojo miro como el resto aparecía cerca, la pelirroja la miró agotada y respirando con algo de dificultad. —Por favor, danos un respiro— cerró sus ojos unos segundos y controlo su respiración. Harry se acercó a ella visualizando la casa anterior de la joven, no dijo nada por esos segundos, pero se vio obligado a romper aquel tedioso silencio, la lluvia se había ido. —Harry, no puedo responder sus preguntas, tampoco sé lo que sucede ¿Bien? — ella se adelantó mientras los miraba a los tres. — El olor de ese tipo me trajo hasta aquí. —Habían muchos olores Isobel, fuiste la única que percibió el suyo— ella paso sus manos por su cabello húmedo y miro a su chico, él observaba la zona. —Sea lo que sea, ya no está aquí, debemos ir con Robert— Scott la miro y ella se abrazó así misma m
—Mientras Isobel, Leinád y Leisay van al cementerio los demás aseguraremos el lugar, hay muchas criaturas que son atraídas por ella— Hunter cerró su libro y miró a los presentes, estos asintieron mientras pensaban. — Cuando los restos de Bonnie estén aquí, nos iremos de inmediato a Mérida. —Bien, es hora de iniciar— Isobel tomo sus cosas y sin decir nada más, salió de la casa rumbo hacia el auto de su padre, usaría ese mientras tanto. La tensión se sentía en el aire, sus ojos estaban un poco rojizos debido al llanto de ayer, aunque se esforzó en ocultar todo ellos ya sabían lo que había sucedido, más no se atrevieron a soltar preguntas, no les incumbía sus cosas personales, así que solo siguieron con su trabajo, ya que era lo mejor. Leisay fue en la parte trasera mientras que Leinád era quien iba a conducir, la chica era copiloto claramente, ella se mantenía en silencio. En toda la mañana Scott y ella no cruzaron miradas ni palabras, ninguno tomaría esa iniciativa siempre y cuando f
—¿Nos confundimos de lugar?— Leisay miro la casa con confusión, ya no tenía un aspecto viejo sino, nuevo, todo estaba bien.Isobel se acercó más hasta llegar a la entrada, tocó el timbre y no pasaron ni dos segundos cuando la puerta fue abierta por una mujer, la joven sintió como su corazón latía con fuerza. ¿Qué hacía ella ahí?—¿Mamá?— sus ojos se cristalizaron al sentir el abrazo de aquella mujer, la cual, era su madre, Leisay y Leinád arrugaron su ceño al mirar aquella escena.El peliblanco se acercó un poco más y tomó el hombro de la chica, la alejó de esta aún sin entender, ella debía estar muerta, no tenía porque estar ahí, ella lo miró y mostró una sonrisa cálida para él. —Isobel, tenemos que irnos, esto no está bien.—¿Irse a dónde?, todos los estábamos esperando— la mujer de cabello castaño se hizo aún lado para que pudiesen entrar, Leisay rasco su brazo acercándose también.—De acuerdo— Isobel tomó la mano de Leinád para jalarlo hacia adentro, Leisay entro rápidamente y se
—¡Si me ayudas, no moriré!— Leisay intentaba quitarse a uno de ellos de encima, había perdido fuerza, miró a Leinád y este con rapidez llegó a ella quitándose lo de encima. —¿Estas cosas no mueren o qué?— Leinád sujetó una roca y con firmeza la lanzó hacia la cabeza de uno, pero con rapidez volvió a la normalidad. Isobel se hallaba luchando contra dos a la vez, estaba cansada y un poco herida, aun así no decayó, estos se acercaron a la chica para ayudarla, la pelinegra con su espada corto la cabeza de dos al mismo tiempo, los cuerpos cayeron pero tres más surgieron. No sabía qué tipo de demonios eran, no podía percibirlo, aquello era una magia que no conocía, le estaba molestando eso. —Estoy algo débil, debemos salir de aquí— Isobel miró a los dos acompañantes mientras calmaba su respiración, hizo una mueca ante el dolor en su hombro. —Esten alerta, pueden haber muchos más— Leinád hizo que lo siguieran. Los tres salieron del bosque como pudieron, Isobel aunque estaba un poco
No lograban asesinar a ninguno, y poco a poco aquel lugar sería ferozmente invadido por aquellas horrendas criaturas; su poder y fuerza estaban disminuyendo cada vez más. Leinád gruñó alto arrancando dos cabezas al mismo tiempo, era impresionante, pero de ellos surgieron más demonios.—Tenemos que salir de aquí— su voz era agitada, buscó alguna salida.La ventana estaba cerca, pero estaban en un piso alto. Si saltaban, igual llamarían mucho la atención, pero salir por la puerta era la peor opción posible. Ellos bloqueaban la puerta, Isobel se quejó en cuanto uno golpeó su cabeza con fuerza, haciéndola tambalear. Leisay al percatarse de aquello, lo golpeó para alejarlo de ella. Sujetó su cintura mirando su mal estado, sabía que estaba débil.—Tendremos que saltar ¿Estás de acuerdo?— Asintió con su vista perdida, aquel golpe casi la desmayaba, pero aún le quedaba algo de fuerza.—No hay que, perder el tiempo— hizo una mueca hablando de forma un poco pausada, ni siquiera Westh podía mante
—Leisay, te toca a ti vigilar— la pelirroja se había dormido junto con Isobel, la noche había caído muy rápido y no sabía si preocuparse o no.La chica se removió soltando un pequeño gruñido, no se despertó, suspiró con pesadez, cansado de caminar de un lado a otro, necesitaba reponer fuerzas, pero también necesitaba estar alerta a cualquier cosa, agradecía no ser un humano o no podría ver en la oscuridad. Frotó su rostro mirando las grandes ventanas, la luna se reflejaba de una forma muy linda, su brillo era muy encantador.—Ve a dormir, yo estaré pendiente— Isobel se había levantado con torpeza, miró al contrario y este negó al observarla.— Es mi turno de cuidarlos a ambos, no seas necio.—Igual estaré muy alerta, sigues débil y seguramente ya lo saben— ella se acercó hacia él despacio, todo le dolía, pero no hizo muecas, solo mostró una sonrisa cálida dejando un beso en su mejilla.—Ve, mereces dormir también— él asintió alejándose de ella, no sin antes desordenar su cabellera.Él
—Bien ¿Qué querías hablar?— Hunter miró impaciente a la chica, la contraria miró su alrededor y luego fijó su vista en él. —Necesitamos salir de aquí, no sé cómo pero debe ser rápido— Isobel suspiró con pesadez mientras que este asintió levemente pensando. —Me di cuenta rápido de esto, pero sigo descifrando como romper está magia— pasó su mano derecha por su boca mirando el cielo oscuro.— La persona detrás de todo es muy poderosa, mantener está realidad tanto tiempo desgasta a cualquier ser mágico. —¿Tienes a alguien en mente?— negó despacio, pensó en su tío pero él no poseía magia, ¿Eva tal vez?, no lo sabía. La chica se giró para caminar por los alrededores aprovechando la compañía para vigilar el perímetro, ¿Cómo estaban los demás?, temía por ellos, no quería volver y saber que algo malo les había sucedido a ellos. Isobel miró por sobre su hombro al contrario, aún debía mirar su dentadura, no estaba tan segura de que fuese el verdadero. —Besalo— se detuvo en cuanto escuchó la v
Leisay miró sus brazos al sentir el gran escalofrío recorrer su cuerpo, piel estaba erizada, algo estaba mal, ella pedía ayuda, salió sin decir nada siendo seguida por Leinád y Hunter, la pelirroja se sentía inquieta, podía sentir el miedo de Isobel. —¿Qué sucede, Leisay?— Leinád con preocupación sujetó su hombro mientras la miraba. Ella no respondió, olisqueo el lugar percibiendo más de un olor, sus ojos estaban de un color morado intenso, por lo que corrió hacia la dirección de la chica, estaba en peligro y ella lo sabía. Cuando llegó no había nadie en el sitio, maldijo bajando su vista notando pequeñas gotas de sangre, frunció su ceño agachándose y tocar la misma. —Se la llevaron— luego de varios minutos habló, la sangre no era de ella sino de un humano común, eso la confundió. —¿Quién?— Leinád miro sus dedos manchados de sangre, por el olor sabía que no era la sangre de Isobel. —No lo sé. Hunter miró el piso notando el rastro de magia negra en el camino, supo de inmedi