Capítulo 02.

—Iremos contigo— Isabel miró a cada uno con sus maletas listas, cosa que la alegró un poco pero no lo demostró, solo miró a su hermano.

—Hablaré con Lasabi, te quedarás con ella apenas lleguemos— él seguramente protestaría, Pero su hermana solo se subió al auto esperando que el resto hiciera lo mismo.

En el fondo, se sentía nerviosa, volver a pisar el cementerio para visitar a su amiga no le sentaba muy bien, no sabía que quería pero tenía la necesidad y obligación de averiguarlo, y por otro lado, saber que iría a Mérida la inquietaba. Tres años de tranquilidad, sus pensamientos eran un desastre total.

Se cuestionó su muerte, ¿Acaso había muerto realmente?, No claro que no, porque si fuese así, ella seguiría tranquila y no tendría aquella pesadilla tan inquietante, contando el hecho de la aparición de su mejor amiga muerta, ¿Tenía riesgo de estar cayendo en una trampa? Definitivamente es un sí, todo era posible en su vida, así que necesitaba salir de dudas.

Ellos ya no vivían en aquel lugar, luego de lo sucedido no podía seguir estando allí, sabía que los padres de Bonnie y Lisa seguían en el mismo sitio, para los padres de Lisa el cuerpo de ella aun no era encontrado, la joven sabia que eso los tenía destrozados pero así debía permanecer todo.

—¿ En qué piensas, cariño? — su amado sujetó su mano y la miró con sutileza, ella estaba perdida entre pensamientos.

Lo miró despacio y le dedicó una sonrisa sonrisa suave, se inclinó hacia él para dejar un pequeño beso en sus labios, eran suaves como la seda, para ella estaba perfecto, él acomodó su cabellera un poco mientras la chica apoyaba su cabeza en su hombro, tenerlo consigo era tranquilizante, se lo repetía una y otra vez.

—En las chicas, ver de nuevo a sus padres me pone un poco mal— confesó con voz suave mientras miraba a su padre conducir, sabía que él no podía dejarse ver, para los demás él estaba muerto.

—Todo saldrá bien— asintió correspondiendo el abrazo, ella sentía que a veces no merecía el cariño y el amor de Scott.

Estaba consciente de que en algunas ocasiones su mal humor, incluyendo a Westh, hacían que lo tratase un poco mal, le desagradaba eso, pero por parte del contrario, lo entendía perfectamente, ambos sabían cómo sostener esa relación que llevaban. Harry los miraba a través del espejo retrovisor y en algunas ocasiones, a través del rabillo de su ojo, al llegar debían estar alerta a cualquier cosa, claramente ya no era el director de aquella escuela, solo utilizaba eso para estar cerca de la chica y ya no era necesario.

—Te preguntarán si has sabido algo de tu amiga Lisa, sabe..

—Ella no es mi amiga, dejó de serlo cuando intentó asesinarme— Isobel lo interrumpió en seco, él suspiró mirándola completamente, no dijo nada.— De hecho, casi lo lograba.

—Hija, sabes porque lo hacía— su padre intervino en aquella pequeña incómoda situación, la joven solo se acomodo entre los brazos de su novio y miro la ventana.

—Si tan solo hubiese hablado conmigo, Bonnie estaría con vida— los recuerdos de aquel día tan doloroso para ella llegó a su mente.

Sus ojos se cristalizaron un poco, una pequeña lágrima había brotado de su ojo izquierdo por ende, la retiró rápidamente y no los miro, claro que sabía el porqué lo hacía, por una parte la comprendía pero el haberse callado todo causó la muerte de su amiga, hubiesen encontrado la forma de ayudar, o tal vez no, quien sabe. La vida esta llena de posibilidades nulas para los humanos, pero para los sobrenaturales, todo es distinto.

—¿Hablaste con Hunter?— Robert miró rápidamente a Harry y este asintió.

—Tomó posesión del castillo, ¿adivina quién gobierna ahora? — mostró una sonrisa burlesca y ambos rieron un poco.—Nos esperará en el bosque más cercano que tengamos, ya sabes, cosas de brujos.

Scott se sentía incómodo cada vez que hablaban de aquel hombre, desde que supo de su existencia no le agradaba y no era para menos, colaboró para tener a su amada, no confiaba en él así hayan pasado varios años. Isobel no le tomaba importancia a la conversación, no le interesaba, pero sí podía notar la incomodidad de su chico, por ende, acaricio su espalda despacio tratando de tranquilizarlo.

Cerró sus ojos despacio, se sentía cansada nuevamente así que tomaría una pequeña siesta, el viaje en auto sería largo así que aprovecharía mientras ellos hablaban, la tranquilidad no le duró mucho, puesto que se removió un poco con inquietud, pequeñas imágenes en su mente hicieron doler su cabeza.

Su ceño se frunció tras recibir una imagen que no podía ver con claridad, lo que podía ver eran dos autos en medio de la carretera, pero luego la imágen cambio, no eran dos sino uno, para ese punto Scott se preocupó debido a los pequeños quejidos que ella emitía.

—Tranquila, estamos aquí— la movió un poco y ella abrió sus ojos, Westh estaba presente, o eso podía ver al notar el color morado de sus iris, tenía una mirada perdida.

—¿Qué sucede?— Su padre los miró sin comprender, ella alejó las manos de su contrario y miro todo a su alrededor.

Nuevamente una imagen fugaz llegó a su mente, mientras ella miraba el interior del auto, miraba a su hermano Beni siendo copiloto, su ceño se frunció y al apretar sus manos sintió algo duro, bajo su cabeza y noto que era ella quien manejaba, no estaba entendiendo nada, su cabeza volvió a doler y volvió con los demás.

—El accidente— logró hablar mirando a su novio, padre y suegro, ellos arrugaron su frente sin comprender— La primera vez que Beni y yo..

Sostuvo su cabeza con dureza, soltó un quejido alto, una imágen más llegó a su mente, ella sostenía el cuerpo de su hermano luego de haber sido mordido por aquel vampiro, se asustó y soltó un grito, la escena cambió, estaba sola en medio de la carretera y el bosque, llovía muy fuerte por lo que tan solo se giro pero se topó con una gran figura negra.

—¿Quién eres?— no respondió, solo señaló hacia la derecha apuntando el oscuro bosque, no entendió, cuando quiso mirarlo ya no estaba.

Tomó una bocanada de aire y miró a su alrededor, Scott la miraba con preocupación al igual que su padre, no entendía lo que sucedió solo le dolía la cabeza, Westh estaba muy inquieta y se removía en su mente, haciendo que su cabeza doliera más.

—Detengan el auto— pidió mirando a su novio, su vista se desvió hacia su padre y este con desconfianza se detuvo aún lado de la carretera, no esperó ni dos segundos y bajó del auto.

Fue recibida por una fuerte lluvia, no lo había percatado, no sabía que estaba lloviendo con tal fuerza, miro los árboles, estos se movía ferozmente como si se fuesen a caer, aquello lo sintió familiar. Leinád de tuvo el auto también, no entendía lo que estaba pasando, nadie lo entendía.

Leisay al mirarla por la ventana sintió un cosquilleo en todo su cuerpo, era una sensación nueva para ella, debía bajar, ella no estaba bien.

—Voy a bajar, Beni quedate aquí y tú también Leinád — no dijo más, solo se bajó del auto mojandose con la lluvia, Scott estaba con ella al igual que su padre.

—Papá, llévate a Beni de aquí— Isobel se giro no sin antes darle un vistazo a su alrededor, el viento erizo su piel por lo frío que era al igual que la lluvia.

—¿Qué está sucediendo? Y no quiero mentiras, Isobel.

—Aquí fue donde sucedió todo, aquí es donde el vampiro que mato Scott mordió a Beni— Las facciones de su padre se endurecieron, él no sabía ese detalle, ninguno se lo había mencionado.

—¿Qué está sucediendo, Robert?— Harry y Leinád habían bajado del auto.

Isobel se tambaleó un poco, Scott la sostuvo con intención de llevarla de nuevo al auto, ella alzó su vista y miró el auto donde estaba su hermano, el otro no estaba y el iba de copiloto hablando con alguien, aquello no era solo un sueño.

—Llevatelo ahora, o va a morir— le dijo a su padre sin mirarlo, el iris de sus ojos cambio nuevamente.

Robert y Leinád se acercaron rápidamente al auto para verificar que él estuviese bien, Beni se sobresalto al mirarlo, su padre se subió en el área de conductor y Leinád de copiloto, estaba confundido.

—Amh ¿Papá que sucede?— estaban húmedos pero el hombre puso el auto en marcha con rapidez.

—Confía en mi— miró a su acompañante y él asintió, desvió su vista hacia el joven.

Isobel y el resto miro como el auto se alejaba de ellos, el dolor de cabeza había disminuido un poco, pero sentía pequeñas punzadas en ella, Harry estuvo alerta al igual que su amiga.

—Hay algo en el bosque, algo o alguien señaló hacia aquella dirección — se reincorporo y señaló hacia la derecha— Debo ir, así que tenemos que estar alerta, no se que sea.

—Te seguiremos.

Asintió, la lluvia seguía cayendo con fuerza pero los árboles ya no se movían con ferocidad, sintió que lo que peor ya había pasado, no sabía porque Beni iba hacer el afectado, pero prefirió no correr ese riesgo con su hermano, él era humano, y cualquier cosa podía dañarlo y no se perdonaría nunca si algo malo le pasara.

La noche era oscura y helada, por suerte, ninguno necesitaba linternas, podían ver perfectamente en la oscuridad, una ventaja de no ser humanos, se adentraron al bosque siguiendo los pasos de la chica, pequeños recuerdos llegaban a su mente, por unos segundos miro un árbol. Aquel era donde se había golpeado cuando el vampiro la había lanzado, la misma pregunta se repetía en su mente ¿Por qué se revivia ese recuerdo?, todo la hacia sentir inquieta y Leisay lo sabía.

—¡Abajo! — Scott jalo a la joven cayendo sobre las hojas húmedas para esquivar una daga, la cual, quedo clavada sobre un tronco cercano.

—No son humanos— Isobel habló tras sentir vibraciones extrañas, estas recorrían todo su cuerpo, sabía que no era algo bueno.

De repente todo quedó en completo silencio, la chica agudizó sus oídos para poder escuchar algo, ninguno comprendía lo que sucedía, pero permanecieron por ella, la cual, los hizo levantarse y ocultarse un poco tras los troncos, aun seguía lloviendo y ellos estaban llenos de lodo. Isobel emitió un pequeño quejido en cuanto su cabeza volvió a doler, nuevas imágenes llegaron a su cabeza.

Miraba su alrededor y seguía en el bosque, pero ya no llovía y estaba sola, a lo lejos podía verse a ella misma sosteniendo a su hermano en brazos, si, era el accidente que había sucedido, pero está vez era distinto, unas pisadas llamaron su atención, por lo que se giró topándose nuevamente con aquella figura , pero esta vez llevaba una túnica morada, este no parecía mirarla, ¿Qué debía hacer?.

—Él morirá por ti— su voz gruesa hizo su piel erizar, ella frunció su ceño desviando su vista hacia la carretera, ellos seguían ahí.

Isobel se quejo en cuanto sintió una daga perforar su abdomen, miro nuevamente aquella figura y sujetó su brazo y atinarle un puñetazo en su rostro con tanta fuerza alejándolo de ella, fue en ese momento que volvió con el resto, se dió cuenta que estaban luchando contra un grupo de demonios. ¿Entonces era real?, bajo la vista hacia su abdomen pero no tenía nada, así que al alzar la vista esquivó rápidamente una flecha.

—¡Despierta ya y pelea!— Harry le gritó desde lejos mientras derribaba algunos.

Miró a Scott ayudar a su padre, Leisay le había arrancado la cabeza a uno más alto que ella, la miró y asintió despacio, le lanzó su cinturón convirtiendo este en una gran y filosa espada que Isobel atrapó, comenzó a luchar contra los pocos demonios que quedaban. La joven arrancó las cabezas de cada uno, dejando caer el cuerpo de estos sobre las hojas y el lodo, la lluvia había cesado un poco, tomó aire y se giró para mirar a sus acompañantes, ya habían acabado con ellos.

—¿Qué es lo que te sucede, Isobel?— Scott limpio su frente con el dorso de su mano retirando un poco de sangre mientras la miraba.

—Eso quiero saber, tengo visiones del paso, y no comprendo porque…— se quedó callada en cuanto Westh hizo presencia, a sus fosas nasales había llegado un olor familiar.

—No otra vez.— Leisay se acercó a ella para sujetar su hombro pero ella sujetó con firmeza su mano.

—Fariád— el color de sus iris se hizo más intenso, su mirada parecía haberse oscurecido al nombrar aquel sujeto que tanto odiaban.

No dejo que ellos preguntaran, debido a que rápidamente dejó el lugar para seguir aquel olor, no sabía de dónde provenía pero lo único que quería era llegarle cerca, sentía sus manos picar y su corazón latir con rapidez, aquello podía indicar que realmente no estaba muerto.

¿Qué haría si lo encontraba?, no estaba segura de ello, no sabía si actuaría con impulsividad o no, solo se dejó guiar, encontrarlo era su obligación.

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