Hope for Christmas.

Hope for Christmas.ES

Romántica
E. Forbes  Completo
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Resumen
Índice

Esperanza Rodríguez es más conocida como la Dra. Hope. Todos adoran la columna de la Dra. Hope. La mujer que ayuda con sus consejos en la revista “Years Magazine”. Sin embargo, cuando toca salir del trabajo, llegar a casa y ser solamente Esperanza, la soledad hace acto de presencia. Para Esperanza su país natal nunca ha sido un buen lugar. Cuando vuelve para pasar las vacaciones navideñas acompañada de su amiga Harley, las cosas cambian. Una breve historia sobre el amor y la esperanza para acompañar tus navidades. Portada cortesía de @darcycotrona

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Capítulo 1.
Querida pequeña soñadora,Como sabemos, en este mundo nada es fácil. Eso incluye al amor, y en realidad no es tan injusto como piensas. Si decimos que es el sentimiento más hermoso, y lo que nuestro corazón más anhela, no tiene por qué ser simple. La existencia nos ha demostrado una y otra vez que, en lo general, lo que vale la pena en la vida nunca es hacedero.Por lo cual te diré que si no te pone alguna pequeña prueba, lo más probable es que te aburras. Que no lo valores al darlo por seguro. El amor es complicado (ojo, no en el sentido de complicarte la vida. Pero si te va a costar entender todas las facetas de este sentimiento), por eso es tan difícil de encontrar. Piénsalo de esta manera: ¿Dónde estaría la gracia si fuera algo simple? Seamos honestos con nosotros mismos. De llegar a ser sencillo, nos cansaríamos enseguida. El ser humano es caprichoso por naturaleza. Lo que se nos da fácil nos termina cansando enseguida. Sin embargo, cuando debemos luchar más para conseguir eso qu
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Capítulo 2.
15 de noviembre.Estoy aquí de nuevo. En Gran Canaria. Me impresiona ver que ya han comenzado a decorar las calles para Navidad. Harley elogia el gesto diciendo que son muy precavidos los españoles. Yo me limité a poner los ojos en blanco. Creía que nuestra primera parada sería el hotel para descansar, cambiarnos y dejar las cosas. Pero me sorprendo al descubrir su negativa, y aún más el porqué de esta. ¡Nos ha comprado una casa! Para las dos. Y es jodidamente hermosa. Es tan grande… ¡Tiene incluso jardín! Y, por lo que parece cuando entramos, ya ha mandado a decorarla. El gesto y lo bonito que es todo consiguen emocionarme. Jamás pensé que tendría un domicilio así. Recuerdo que cuando de pequeña iba en el coche con mi madre y veía este tipo de viviendas, siempre pensaba en que la gente con dinero de la isla eran las únicas personas que podían permitirse un hogar como este. Ahora yo tengo uno. Caímos en el sofá por la fuerza del abrazo cuando me lancé sobre Harley. Una vez me recupere
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Capítulo 3.
Son las 9 menos diez cuando me levanto. Me lavo la cara y voy a la cocina a preparar un desayuno ligero antes de ir a despertar a Harley y ordenarle que se duche. Cuando sirvo el desayuno en la barra americana, yo voy a ducharme. No soy de esas que tardan media hora en la ducha, por lo general soy rápida, así que cuando salgo con mi bata de Batman para desayunar, el desayuno sigue caliente. Toco la puerta de Harley y le recuerdo en voz alta, pero sin gritar, que se dé prisa para desayunar. Yo aprovecho y vuelvo a mi cuarto a vestirme. No me complico mucho la vida: ropa interior sencilla, calcetines de Batman, unos vaqueros negros, camisa rosa palo, chaqueta de cuero por si luego hace frío, y las botas negras. ¿Siempre llevo el mismo calzado? Casi siempre. Amo las botas, para mí son el calzado más cómodo. Lo contrario a Harley, que ella anda siempre que puede en tacones. Yo no podría, las pocas veces que los he llevado quiero arrancarme los pies. Para mí no vale la pena tanto sufrimien
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Capítulo 4.
Hemos decidido ir a una pizzería cercana. Abraham va con su madre y Castle en su coche, sin embargo, su sobrino Aitor quería venir con nosotras. Como el tío y la abuela le dieron permiso, él fue en los asientos traseros, con mi sobrina. Durante el trayecto Harley me cuenta que, mientras Abraham y yo habíamos ido a por los niños, Mónica había recibido la llamada de su hija, Alicia, la cual dio la idea de la pizzería y con la que nos veríamos en esta.Menos mal que Harley me lo dice, porque de lo contrario no me habría enterado hasta verla. Aprovechando el momento, yo le explico el motivo del nombre del perro, y tal y como imaginaba, de repente a Harley el nombre le gusta mucho más. Claro, yo ya sabía que Harley también fue fan de la serie que llevaba el mismo nombre que el animal. Incluso alguna vez hemos hecho algún maratón de dicha serie juntas.Durante lo que dura el trayecto, que gracias a dios no es mucho, mi amiga aprovecha para interrogarme sobre el corto momento en el que me al
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Capítulo 5.
Domingo de gofres. En realidad no sé si existe, nunca antes hemos tenido ninguna costumbre de este estilo. Cierto que varias noches en semana dormíamos juntas tras un maratón, acompañado de pizza o diferente comida basura. Pero más que por costumbre era simplemente porque nos apetecía. Y hoy ha sido igual. Me apetecían gofres para desayunar, así que ahí estaba el desayuno servido en la barra americana. Con nata y unas rodajas de fresa y plátano para adornarlo.Ya estaba lista y había despertado a Harley. Desayunábamos tranquilas, hablando sobre los planes para el día de hoy. Le recordé que al ser domingo hoy mi hermana, la que se casaba, iba a comer a casa de mi madre, y nosotras también. Así aprovechaba para presentarle tanto a esta como a su futuro marido. Pero claro, eso era a la hora de comer, por lo cual en un principio teníamos la mañana libre. Vacía.Harley propuso aprovechar la mañana para enseñarle la isla y a falta de un plan mejor me pareció correcto. Por ello, al terminar
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Capítulo 6.
Sorprendentemente para mí, al levantarme esa mañana, no soy la primera en despertar. Harley tiene el desayuno servido y me recibe con una sonrisa, preguntándome como he dormido. Yo respondo bromeando sobre cuanta dosis de azúcar lleva encima para mostrar tanta alegría tan temprano. Ambas desayunamos entre risas y una charla bastante amena.—Y bien, ¿qué planes tenemos para hoy?—Primero trabajar un poquito. Luego podemos salir a dar una vuelta y lo que vaya surgiendo. ¿Qué te parece?—Sabes que el objetivo de unas vacaciones es descansar, ¿verdad?—Es un trabajo que puedo hacer desde cualquier parte. No necesito vacaciones. Pero, —añado antes que vaya a interrumpirme, pues noto sus deseos de corregirme— al menos aprecia la diferencia. Sí que estoy descansando. Escribía artículos y respondía correos diariamente. Ahora, mientras estamos de vacaciones, he bajado el ritmo. Vamos, concédeme el mérito.Por la expresión en su rostro, en especial la ceja alzada, dudo que cumpla con mi petició
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Capítulo 7.
Para mi sorpresa al salir de la ducha, (la cual por cierto, Harley tenía razón y me vino muy bien), cuando estoy buscando el pijama para ponerme (puesto que dudo de que vayamos a salir), esta aparece en mi cuarto anunciándome que me aliste para salir. Le pregunto que a donde iremos, pero ella solo dice que me ponga guapa. Que después del día que hemos tenido nos merecemos una noche de copas. Supongo que más bien habla por ella, puesto que yo, pese a que me pueda tomar mis copitas, no logro a llegar a su nivel. Nunca lo consigo. Y la única vez que se me ocurrió intentarlo… Bueno, mejor ni recordarla. En verdad, casi ni la recuerdo. Salvo las horribles consecuencias del día de después. Y las lecciones que esta me dejo: Nada de alcohol en exceso para mí. No se puede decir que Harley sea una borracha. Pero tiene un ritmo que… Bueno. Es envidiable. La chica definitivamente tiene aguante. Y también razón. Nos merecemos despejarnos después de todo. Por ello, dejando el pijama para más tarde
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Capítulo 8.
Bailamos varias canciones entre todos. Charlamos, bebemos. Me siento realmente integrada en ese pequeño grupo. Más que eso, me siento a gusto. Cómoda en su compañía. Pero, como título de aguafiestas que me gane hace años y del cual debo seguir haciendo honor, soy la primera en ponerle fin viendo que se hace muy tarde.Harley no me quiere hacer caso. No quiere irse. Incluso cuando le recuerdo que, supuestamente hoy, teníamos una cita con Jamie Dornan. Ante mis palabras es Alicia la que, abriendo muchos los ojos, casi exageradamente, nos pregunta si conocemos al actor. Casi ruega que se lo presentemos. Riendo negamos, explicando que nos referíamos a ver la película. Pese a la decepción del principio, no tarda en recomponerse de esta y querer apuntarse al plan.A mí no me parece mal. Me gusta ella y disfruto su compañía. Con una Harley que nos sigue a regañadientes, los seis salimos del local rumbo a donde hemos aparcado el coche. Son todos unos caballeros, o quieren comportarse como tal
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Capítulo 9.
La comida en casa de los Fernández fue deliciosa. Después de disfrutar de las ricas croquetas y las patatas asadas, cuando pasábamos al postre, un mousse de queso y fresas que fue lo que más me gusto, nos contaron que los chicos habían cocinado. Bueno, Abraham y Rick. Jack dijo que él prefería comer a cocinar. Rick, que fue el que había cocinado el postre, compartió su receta conmigo para poder intentarlo en casa. Aunque… Dudo tener el mismo éxito que él. Si algo tengo en común con Jack, aparte de este nuevo círculo de maravillosas personas con las que me estoy relacionando, es que apesto en la cocina. Para desayunos y platos fáciles soy vuestra chica. Pero, para cosas más elaboradas… Ya no cuenten conmigo. Lo que si puedo hacer, y no dudo en ponerme con ello pese a las quejas, es ayudarles a recoger la mesa. De alguna forma se debe agradecer una comida tan buena en una compañía aún mejor. Harley y yo pasamos todo el día de martes en compañía de nuestros nuevos amigos. Gracias a las
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Capítulo 10.
Tanto Harley como yo pasamos los pocos días que quedan de noviembre variando el tiempo entre mi familia y nuestros nuevos agradables conocidos. Sé que hemos realizado este viaje y llegado casi a mediados de mes prácticamente, pero juraría que noviembre ha ido demasiado rápido. Y es que, cuando estás disfrutando el tiempo pasa volando. No solía creer en ello, sin embargo, a lo largo de estos días he descubierto que efectivamente así es.Nunca antes en mi vida había experimentado la sensación de llegar a casa con un satisfactorio dolor de pies. Satisfactorio porque ese dolor es una pequeña consecuencia de haberte divertido sin parar durante lo largo del día. Incluso he disfrutado de las múltiples tardes de compras a las que he sido arrastrada por unas y otras. Hemos ayudado tanto a Alicia y Mónica como a mis hermanas y mi madre con las compras navideñas. Aún faltan algunas que realizar, pero yo clasificaría los avances como positivos.—¡Hope!Alzo la cabeza del ordenador al escuchar la
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