"Cuidado con el regalo de los griegos", le había dicho su jefa cuando la invitaron a una cita a ciegas, para ese momento Felicia era una chica virgen en toda la dimensión de la palabra y a punto de cumplir 30 años. Lo que no imaginó Felicia es que en esa cita encontraría al hombre que siempre esperó en su vida; sin embargo, Víctor, un apuesto y exitoso abogado, solo quiere usarla para reconquistar a su exnovia. Felicia entrará en un cruel juego en donde sus expectativas de amor ideal se verán frustradas, ella lo dará todo hasta su virginidad y pureza al cruel Víctor con el afán de conquistar su corazón ¿podrá conmoverlo ese gesto? ¿Habrá consecuencias de esos momentos? Descúbralo en… Y llegaron los 30.
Leer másQuiero despedirme diciéndoles que Víctor y Felicia fueron felices, como corresponde porque aprendieron a vivir, sentir, amar, perdonar y a sufrir con dignidad, porque la vida no está exenta de esos golpes duros ni de decepciones; sin embargo, con amor y con una buena fe cimentada todo se puede sobrellevar. Eso lo aprendieron en su caminar como esposos y padres, lejos quedaron los malos recuerdos, el engaño, la malicia y la decepción y sobre todo el recuerdo de aquella mujer que tanto daño le hizo a Víctor y de cierta manera a ella. Ahora todo era un recuerdo que le sacaba sonrisas a Felicia y una anécdota para contarle a sus hijos cuando crezcan. Fin Fabiola Villalta La Pluma
Se quedó en silencio y pude oír su respiración que era alterada y le dijo:No quiero hablar contigo por hoy, es más ni hoy ni mañana, limítate a tu rol de padre y déjame afuera de esto-intenté irse y él le hizo un candado con sus brazos-Déjame ir Víctor.Así de alterada no... escúchame tú a mí por favor-dijo serenamente- Me expresé mal, jamás sentí que la exhibías, fue una estupidez de mi parte decirlo de esa forma…Me haces daño, siempre lo haces-lloraba de la rabia.Dame una oportunidad mujer, soy nuevo en el rol de padre, temo por Vity, no quiero que ella se vuelva una Rachel más...Ese nombre le dolía en sus labios y le susurró al oído:Quiero a mi hija lejos de frivolidades de modelitos absurdas...Esto es solo una e
En cambio, Eugenia no se conmovía con facilidad y le dijo a su hijo:Así es tonto, la hiciste buena-y añadió todavía más- Hijo mío eres papá de una preciosa nena.La empleada llegó con un vaso de agua y se lo entregó al joven, Víctor le temblaba la mano y les dijo:¡Dios mío! Siento que me desmayo.Solo eso me faltaba, además de inútil aguado...-dijo Eugenia y añadió- Yo de ti hijo mío iría corriendo a ver a mi nieta, tu hija...¿Hija? ¿Tengo una hija?-estaba en las nubes.Explícale tú Oswal, porque yo le doy una zurra buena si le vuelvo hablar.Su hermano le explicó pacientemente los hechos, el dolor de la joven y sus reservas para decirle a Víctor las cosas, este se levantó inmediatamente y les
¡¡Qué!!-se levantó sobresaltada. Sí y la vi hoy y también a la nena... ¿Nena? ¿Es una hija?-buscó sentarse pues la emoción era grande- ¿Víctor tiene una hija? Sí y es igual a él y... Y, y... ¿Y qué?-gritó desesperada. Rachel abría la cartera. Eugenia estaba desconcertada y le preguntó: Estás bromeando ¿Verdad? Debe conocerla...-extendió el recorte- Es ella... Eugenia recibió el recorte y cuando lo vio cayó sentada en el mueble, su corazón se le estrujó hasta hacerla llorar de la emoción, pues veía la imagen sonriente de Vity, la niña que la había enternecido al punto de obsesionarla. Rachel le dijo: Se llama Victoria... ¿Victoria?.-la miró y toda emoción murmuró- Mi Vity adorada, mi nietecita adorada, lo sabía, lo sabía... Abrazaba a su pecho el recorte y Rachel le dijo: Víctor lo igno
Le contaba a Julia lo pasado y se veía fatal, afectada en demasía y ella dio su opinión:Felicia, mira cuánto te afecto verlo de nuevo, estás hecha pedazos.Quiere ser mi amigo…-no daba crédito.¿Y cuándo sepa de Vity?No pienso decirle de Vity nunca, prefiero irme del país de nuevo, a mi tierra natal…-entonces preguntó indignada-¿qué pasó con su gran amor Rachel?Ella sale con un jugador latino que está en un equipo europeo.¿Y qué culpa tengo yo de aquello?Ninguna, lo de ellos no funcionó y ahora está solo, puede ser la oportunidad que necesitas…Cerró sus ojos y supuso que la quería usar como una terapia para superar su golpe con la estúpida modelo.Una ideaPor una vez quería ser
Víctor tenía un problema con una clienta que deseaba quitarle su hijo a su esposo:Quiero que el niño se quede conmigo, sáquele todo lo que más pueda.Él tendrá derecho…A nada, no quiero que vuelva a ver a mi hijo, ese será su castigo por su engaño.Eso lo deberá decidir el juez.Usted es mi abogado, quiero una jugosa pensión y la mitad de sus bienes, sus autos…Enumeró todo, solo agradecía que no fuera el pobre tipo, para darse fuerzas, solía mirar a la revista, esos ojos le llegaban al alma y sonreía emocionado. Entonces pensó en Felicia ¿qué sería de ella? ¿Lo habría perdonado? Nunca lo supo; sin embargo, hubiera dado todo un mundo por volverla a ver.David entró en ese momento con unos papeles:Amigo, que frío
Víctor sonrió y dijo con tono conmovido mirando a la revista:Después de todos los niños son una ternura, por ejemplo una bebita así debe tener loco a su padre ¿Verdad?Sí, debería tenerlo loco...-estaba nervioso.Yo me hubiera vuelto loco con una bebe como ella y no dejaría ni que me la miraran...Víctor...¿Qué?Recordó la voz de su esposa, una voz chillona por cierto: “Si le dices algo a Víctor sobre el bebe, nuestro hijo saldrá gago, eso dice mi abuela, que a todos los padres habladores les salen los hijos gagos y a veces tartamudos...”. Tragó grueso, no podía concebir a su abogadito gago en la corte, se le espeluznó el cuerpo...¿Qué me ibas a decir?Qué, que es una dulzura esa niña.
Lo suponía feliz junto a su gran amor, la modelo, entonces tal vez su recuerdo se había perdido de la mente y el corazón de ese hombre, miró a su hija, tal vez ella nunca representó nada importante; sin embargo, ella tenía lo más relevante de Víctor: una hija, hermosa, sana y fuerte. Una hija que él no disfrutaría nunca.¿Cómo definir la vida de Víctor después de Felicia?Llegó a casa con el obsequio que le iba a dar a Felicia el día de su cumpleaños; sin embargo, sabía bien que tenía todo el derecho de tirárselo encima. Cuando revisó su móvil, tenía un mensaje de Rachel:“Me voy a Colombia”. Solo eso, intentó llamarla y ella le respondió al fin:Dime Víctor.¿Cómo es eso de que te vas?
Al noveno mes entró en labor, agradeció que Julia estuviese apoyando a su mamá en esos momentos, pues estar en un país extranjero era de por sí complicado y necesitaba que alguien estuviese junto a su madre dándole seguridad; iba a ser madre en breve y las emociones se encontraban en su pecho.Fue después de tanto luchar que escuchó el llanto de su hija, fuerte y claro, el doctor le dijo:¡Es una hermosa y grande niña!Se la mostraron, su hija lloraba como enojada por el cambio sonrió, había vencido.“Dios, te entregó a esta niña que es el fruto de mi amor, protégela, cuídala, hazla fuerte, hermosa; pero, sobre todo justa, sabia y que sepa llevar tus mandamientos en el corazón, yo haré todo lo posible porque así sea... Amén”-la besé.La niña era tan hermosa y su madr