Felicia trabajaba en la revista local “Generación Estilo”, está revista se dedicaba a difundir lo nuevo y de moda para adolescentes. Además, solía colaborar con la revista financiera “Negocios en Ecuador”, que era de publicación semestral y en ella se cubría todo acerca del lanzamiento de marcas nuevas y productos ecuatorianos. Su puesto era en el departamento publicitario junto a su jefa Julia Klein. Como era la mano derecha de Julia, compartían oficina. Faltaba una semana para San Valentín y ya se alistaba la publicación para antes de la fiesta; el ambiente ya olía a chocolates y rosas. La Recepcionista se encargaba de adornar los pasillos con corazones, Cupidos regordetes por doquier, globos, en fin todo un sinnúmero de artilugios sobre el tema del amor y la amistad.
Esa mañana estaba sola, pues su jefa estaba con permiso médico; entonces, alguien se asomó por la puerta y una voz chillona la sacó de onda:
Hola ¿La tienes?
Pudo reconocer a la nueva recepcionista, Malena, una hermosa joven de unos 26 años aproximadamente, ganadora de una escultural figura y decía esto, porque cuando fue la repartición de cuerpos Malena llegó en primer lugar que todas. Tenía una diadema de corazones saltones y un ping de dos corazones entrelazados, se veía que era algo costoso. Felicia entonces preguntó:
¿Te refieres a la programación publicitaria?
…-entró mirando a todos lados- Hablo de la hoja de anotaciones del amigo secreto.
La joven miraba todo alrededor, era oficina bastante elegante. Felicia entonces comentó:
No sé de qué hablas...
La joven explicó entonces:
Vamos a realizar el amigo secreto por San Valentín y estamos circulando la hoja de inscripciones.
La tradición del amigo secreto de San Valentín… sentía aversión desde que alguien en su país le “obsequio” un portarretrato dañado.
Aún no la recibo...
La joven miraba todo con curiosidad y comentó:
Tu oficina es linda.
No es mi oficina es de Julia Klein, soy su asistente y ambas la compartimos.
La conozco-dijo con su tono bobis-Es toda una dama y tiene una clase increíble y da miedo.
Ella, en cambio, estaba en tensión pues la blusa ceñida de Malena era tan estrecha que daba la impresión de que sus grandes senos iban a salirse en cualquier momento.
Sí, así es...
Siempre te veo; pero, rayos nunca he hablado contigo y casi no te conozco.
Malena para todos los casos encajaba en el cuadro de las Bobis o sea una mezcla de rica engreída y belleza, o como decían en su país: una aniñada.
Me llamo Felicia Serrano-se presentó.
Malena Floinstein ¿sabes una cosa?
Sería súper que me tocaras tú, ya tengo una idea de tu obsequio.
Cielos ¿qué podía pasar por la mente de esa joven para que dijera eso?
¡Qué bien!
Entonces pasaron al plano personal de una sola jugada:
¿Tienes novio?
Yo sí tengo y es divino, apuesto, inteligente y rico-cantaba cada palabra.
Más m****a en su cara… Otra “afortunada” de la vida.
Te felicito.
Mi chico cree que este trabajo es ¡Súper!-y añadió- A mí me encanta contestar el teléfono, es bonito.
Después de todo eres la recepcionista...
¡Sí!-aplaudía al decirlo.
Su entusiasmo era grande y le comentó:
Yo fui recepcionista.
Malena abrió los ojos enormemente como si escuchase la revelación del siglo y tomó asiento en una de las sillas y exclamó:
¡No te lo puedo pensar!
Sí, así fue...
Pero, eres tan exitosa-estaba estupefacta y entonces hizo la pregunta-¿Crees que yo pueda terminar como tu algún día?
¿Podría? Solo pudo decirle…
Con constancia... Y con mucha constancia, sí considero que sí...
Se levantó como un resorte y proclamó.
Voy a llamar a mi chico y le contaré... Es más te invito a almorzar hoy.
Eso fue muy raro y solo pudo decirle:
…
No te olvides de anotarte...
Quedó sola mirando la puerta y consideró que aunque Malena tuviera fama de Bobis, le ponía entusiasmo a todo y hacía de una simple transición algo especial. Le contó a Julia la extraña visita de la recepcionista a la oficina y esta preguntó curiosa:
¿Qué deseaba la súper Bobis contigo?
Que me anotará en la lista del amigo secreto...
¿Y te anotaste?
Aún no; no obstante, lo haré después...
Pues hazlo, a veces recibir un obsequio es motivante-se acomodó en su sillón de cuero y murmuró-En cambio, en pareja es más complicado, se debe planear una velada o algo romántico.
Julia era una mujer poco dada al romance; aunque, lo que dijo posteriormente la sorprendió:
Felicia supongo que te lo dirán a menudo; pero, creo que debes buscarte un novio, alguien que te quiera.
Estoy considerando mucho aquello...
…-la miró analítica- Tú lo has considerado demasiado; eres joven e inteligente y además muy seria y esa seriedad asusta a los hombres.
Logró desconcertarla y preguntó:
¿Los asusto?
Sí, te ves tan determinante con tu presencia, eres rígida...-entonces añadió-Relájate un poco, coquetea más, no serás una belleza; pero, tienes lo tuyo.
- Por el consejo.
Julia se caracterizaba por su aplastante sinceridad. Ese comentario la hizo evaluarse: castaña, de ojos marrones claros y expresivos, un poco alta, cuerpo esbelto y bien cuidado; sin embargo, como ella había muchas. A la hora del almuerzo se reunió con Malena.
Yo como la dieta-comentó Malena-tengo que cuidar mi figura... Por mi chico, él me quiere linda siempre para él.
Supuso que un millonario deseaba que su joven novia luciera siempre espectacular.
Yo lo hago por mi salud-entonces le preguntó-¿Quieres mucho a tu novio?
Lo adoro...
Sonrió de ver la felicidad que la joven despedía al decirlo y entonces Malena la miró detenidamente y dijo entusiasmada.
¡Eres bonita!
… Gracias.
¿Qué vas a hacer en San Valentín?
Nada en especial.
Solo ver películas románticas, atragantarse de helado y llorar viendo el romance a flor de piel en cada escena y añorar ser la actriz afortunada con un final feliz.
¿Quieres hacer algo súper?
¿Cómo qué?
Voy con mi chico a una cena y el mejor amigo de mi lindo, no tiene pareja y pensé que puedes acompañarlo.
De repente se sintió en la dimensión desconocida y hasta podía oír la música detrás de ella; al voltear alguien tenía el ring tone de dicha serie y solo pudo decir:
No lo creo… ...
Será genial, el joven del que te hablo se llama Víctor y es muy apuesto-rio chillonamente y me confió-Casi salgo con él, únicamente que Vic es muy Vic; no obstante, es inteligente y tiene personalidad.
¡Wow! Eso si fue extraño…
Malena te lo agradezco; pero, jamás he hecho algo así y...
Eres perfecta te lo aseguro y a la vez te diviertes, anímate y me das una respuesta positiva.
Quedó totalmente impactada, por increíble que parezca le estaban consiguiendo ¡Una cita a ciegas! Y con un hombre real. La idea la acechó toda la tarde y al llegar a casa seguía allí, hasta que se volvió atractiva y conversó con Edgar sobre el tema:
¿Qué crees que deba hacer?
Ir, será genial, excitante diría yo.
No puedo...
Volvían las barreras mentales y Edgar le explicó:
Toda cita a ciegas tiene sus riesgos; sin embargo, no deja de tener su atractivo.
¿Cuántas citas a ciegas has tenido?
Él sonrió con malicia:
Muchas, es más a veces iba y les decía que asistiría vestido de una forma y me presentaba de otra, solo para ver si valía la pena.
¿Y cuándo no valía?
Se alzó de hombros y confesó:
Me iba y se acababa.
Cielos, si alguien se atreviera hacerle eso se quedaba traumada para siempre…
Pues, no sé...
Edgar fue más entusiasta:
Lo primero que debes hacer es comprarte ropa linda, luego ir y divertirte.
Eso es lo malo, soy del tipo tiesa, aburrida...
No es cierto, eres brillante y bonita, tienes buena conversación, no se morirá de tedio.
Intentaba ser más coherente y le recordó un punto olvidado por él:
Edgar te olvidas de algo-lo miré detenidamente- El hombre con quien saldría ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿Y qué tan desesperado está para proponer una cita a ciegas en pleno San Valentín?
El hombre en cuestión
En uno de los edificios de la zona comercial de New York, se encontraban las oficinas del bufete de abogados Evans-Jaume & Drouet; un bufete de élite; allí trabajaba Víctor Drouet, un apuesto abogado de 32 años, con uno de los mejores físicos que había: alto como torre, ojos verdes intensos y de mirar de águila, cabello rubio oscuro; era un tipo que hacía voltear miradas por la arrogancia de sus pasos. La vida para Víctor era bastante buena: tenía su propio departamento en una zona residencial, auto del año, estudios destacados; sin embargo, en el plano sentimental… no todo era color de rosa.
Esa mañana charlaba con su mejor amigo y colega David Lane:
Te tengo una noticia. Hable con mi chica...
¿Y qué tiene eso de bueno para mí? ¿Acaso se volvió una sabia en poco tiempo y me va a resolver todos mis problemas?
Escucha y verás...-dijo muy serio David- Mi superchica ya te consiguió la cita que esperabas.
Víctor tenía que ser muy paciente con su amigo, desde que se había ennoviado con una chica top y con la cabeza más fofa del mundo, estaba insoportable narrándole lo feliz que era cada día con ella y entonces le preguntó burlón a su amigo:Trabaja rápido la Bobis...-dijo despectivamente.Es mi chica perfecta de revista.Entonces corrigió a su amigo:Recepcionista de una revista.Como sea, no puedes negar que es linda.¡Y tonta!Víctor deja de ser cruel.Aunque se esforzara por ser cordial, no podía, por eso para paliar ese momento le preguntó:… Cuéntame ¿cómo es ella? ¿Te la describió?No exactamente-se rascó la oreja.Se levantó exasperado de la silla y exclam
El tal Víctor se giró y ¡Oh! Sorpresa no le gustó, lo vio en sus ojos que eran de un verde escarlata y que se desorbitaban ante mí la pequeñez de Felicia.Víctor-se acercó David a modo de presentador- Víctor ella es Felicia, Felicia este es Víctor.Hola Víctor...Extendió su mano en gesto cordial; pero, el sujeto estaba en shock.Víctor te están saludando...-dijo entre dientes David.¡Oh!... Disculpa es... es un placer conocerte.La saludó con un beso frío en la mejilla y David dijo entonces:Creo que lo mejor será cenar...Sí papito tengo hambre-dijo Malena.¿Qué nos dices Víctor?… Claro, vamos Felicia.Si Víctor no sabía disimular estaba tomando un cur
¿Esa joven de la mesa que saludamos te gusta? ¡Me encanta! Lo sabía y la confirmación solo fue la cereza del pastel, no funcionó… Lo siento Felicia, creo que no fui la cita que esperabas, en verdad lo lamento. … Es extraño porque nunca tuve una idea de lo que esperar en una primera cita. ¿Tu primera cita?-se extrañó aún más. Sí mi primera cita, nunca tuve una antes y la idea de una a ciegas me atrajo. ¿Cuántos años tienes?-preguntó incrédulo. Le dijo la edad que tenía: 29 años… ¿Y me dices que nunca, nunca has tenido una cita?-sonrió incrédulo y dijo muy seguro-Es imposible. Sí, es así, considéralo sucedió, se fue dando con los años, con los días y así...-bebí de mi copa- ¿No has pospuesto algo por algún tiempo y cuando te das cuenta ya hay un gran abismo entre las cosas? Puede ser que lo haya pospuesto; no obstante, el amor... El romance, nunca. ¿Sabes? A mí también me sorprende... Entonces dijo animado: Si de mí depende está noche te voy a reconciliar con los hombres.
Felicia, creo que estás yendo muy rápido, solo conociste al tipo y no puedes enamorarte de él a la primera. Tenía que refutar aquello con lógica, su lógica: Tal vez Dios lo puso en mi camino, fue su forma de compensarme todo el tiempo perdido. De todos modos ve con calma… ¿Qué sabes del sujeto? Que es abogado, tipo de sangre A negativo-sonrió a lo tonto-apuesto y sexy ¿me escuchaste? Dije sexy. Edgar sonrió su amiga hacía ver esa palabra como algo prohibido: Bien, entonces ponte bonita y sexy para que le agrades. Los miedos volvieron aflorar: ¿Y si se acaba? Edgar la miró con ternura y comentó: Si se acaba sufrirás mucho; pero, siempre pasa y luego todo sale bien. Tengo miedo de no poder resistirlo... Dios te dará las fuerzas que necesitas. Tuvo toda una semana para prepararse para el reto; renovó su guardarropa por algo más de moda. Su madre se asomó para verla elegir el vestido adecuado, estaba entre un rojo que demarcaba sus senos y abierto a un lado, o uno corto vaporo
Víctor sonreía complacido, tenía el periódico del día y observaba atentamente una de sus páginas, David estaba intrigado con la aparente conformidad de su amigo y le preguntó: ¿Hay algo interesante el día de hoy? Sí...-alzó su mirada- ¿Te acuerdas que la semana pasada salí con Felicia a un evento? Eso me dijiste. Y también te dije que se sabría por todo lo alto sobre esa cita ¿Lo recuerdas? Sí, pero no ahondaste en ese punto... Él volteó el periódico y le mostró en la sección social un recuadro más o menos grande la foto de Felicia y él juntos en el desfile. David saltó en su puesto y dijo. ¡Hijo de tu madre! ¿Qué hiciste? Víctor le tiró el diario a su escritorio y él leyó detenidamente y dijo, sorprendido: ¡Lo hiciste! Así es y Rachel ya lo sabe...-sonrió complacido. ¿Le dio celos? En efecto... Lo confirmé, con Sandy. David se cruzó de brazos y le preguntó: ¿Y cuál es el siguiente paso genio? David analizó la foto de nuevo, se los veía bastante bien juntos, como si tuvi
Fueron a la Ágora Gallery, una galería de artes plásticas, para una exhibición en 3D de un novel artista al que apodaban, El Vago, con una arte que según decían reflejaba el ocio de su vida y pensamiento. Lo irónico es que este hombre de 35 años, desempleado y con una vida caótica, comenzó hacer dibujos en su casa y de repente se convirtió en un artista mediático y muy interesante. Fue una salida muy interesante, vieron una obra que llamó la atención de Víctor: era la silueta de una mujer perfectamente delineada recostada sobre el mar, entonces comentó: Me gustan las mujeres, creo que Dios se pasó al crearlas. Felicia sonrió, ya era un punto a su favor, ella era mujer y bonita. Sé que no te he hablado de mí, no deseaba sonar acaparador. Víctor hay personas que gustan hablar de sí mismos, otras que les encanta hablar de los demás y algunas hablan con sus actos. Opino que todos tenemos un poco de todo eso. Juzgo que tienes razón-secundó ella. También me gusta el dinero y el poder
Se sintió en un extraño trance en el que su grande y hermoso chico regresaba a la época de los cinco años; lo vio irse refunfuñando hacía no sé dónde y ella me dijo: Hay que tener mano dura con los hijos y más si te doblan el porte. “Cielos” Solo pudo pensar en eso y comentó cortésmente: La decoración es maravillosa, me gusta todo. Sí, gracias, es un lujo lo sé; no obstante es mi única hija-entonces caminamos hacía una mesa doble y ella me confió- Con Víctor va a hacerse un gran alboroto y espero gastar más; es mi consentido y el más ingrato de todos, una siempre quiere más a los malos ¿Verdad? No entendió lo que me quiso decir, se sentía perdida sin la presencia de Víctor y de repente, él se ponía junto a ella. Mamá Isadora está histérica-dijo. Es su regla, los hombres creen que es lindo que te salga sangre de donde menos quieres. Llegaron a una mesa en donde los invitados departían amenamente y nos acercamos: Ya llegué y no vine sola, miren al hijo pródigo-anunció Eugenia.
Víctor llegó muy serio y me dijo. Felicia ya es hora de irnos. ¿Tan pronto?-pregunté extrañada. Sí... Hermano-dijo Oswal- aún no brindamos. Hagámoslo ahora-propuso Iris- Para aprovechar que la champaña está buenísima. Eugenia llegó en ese momento y Oswal le dijo: Mamá, estamos a punto de hacer un brindis. …-Eugenia llamó a un mesero e indicó- Champaña para todos, por favor. El mesero volvió con una botella y la descorchó delante de ellos, produciendo un ruido gracioso al hacerlo, la espuma salió y se sirvió en las copas hasta el tope a pedido de Iris. Bien -dijo Eugenia-será el primer brindis de Felicia con nosotros. Y ya sé el tema del brindis-dijo Oswal- El mejor brindis que se puede hacer en familia es por el amor. Amén...-dijeron todos. Porque el amor no falte en nuestra casa, en nuestro corazón; en nuestra familia y amigos y en todas partes del mundo ¡Viva el amor! ¡Viva!-dijeron todos. Y quiero añadir algo más; para ti Felicia... Eres muy hermosa físicamente; sin e