Fueron a la Ágora Gallery, una galería de artes plásticas, para una exhibición en 3D de un novel artista al que apodaban, El Vago, con una arte que según decían reflejaba el ocio de su vida y pensamiento. Lo irónico es que este hombre de 35 años, desempleado y con una vida caótica, comenzó hacer dibujos en su casa y de repente se convirtió en un artista mediático y muy interesante. Fue una salida muy interesante, vieron una obra que llamó la atención de Víctor: era la silueta de una mujer perfectamente delineada recostada sobre el mar, entonces comentó: Me gustan las mujeres, creo que Dios se pasó al crearlas. Felicia sonrió, ya era un punto a su favor, ella era mujer y bonita. Sé que no te he hablado de mí, no deseaba sonar acaparador. Víctor hay personas que gustan hablar de sí mismos, otras que les encanta hablar de los demás y algunas hablan con sus actos. Opino que todos tenemos un poco de todo eso. Juzgo que tienes razón-secundó ella. También me gusta el dinero y el poder
Se sintió en un extraño trance en el que su grande y hermoso chico regresaba a la época de los cinco años; lo vio irse refunfuñando hacía no sé dónde y ella me dijo: Hay que tener mano dura con los hijos y más si te doblan el porte. “Cielos” Solo pudo pensar en eso y comentó cortésmente: La decoración es maravillosa, me gusta todo. Sí, gracias, es un lujo lo sé; no obstante es mi única hija-entonces caminamos hacía una mesa doble y ella me confió- Con Víctor va a hacerse un gran alboroto y espero gastar más; es mi consentido y el más ingrato de todos, una siempre quiere más a los malos ¿Verdad? No entendió lo que me quiso decir, se sentía perdida sin la presencia de Víctor y de repente, él se ponía junto a ella. Mamá Isadora está histérica-dijo. Es su regla, los hombres creen que es lindo que te salga sangre de donde menos quieres. Llegaron a una mesa en donde los invitados departían amenamente y nos acercamos: Ya llegué y no vine sola, miren al hijo pródigo-anunció Eugenia.
Víctor llegó muy serio y me dijo. Felicia ya es hora de irnos. ¿Tan pronto?-pregunté extrañada. Sí... Hermano-dijo Oswal- aún no brindamos. Hagámoslo ahora-propuso Iris- Para aprovechar que la champaña está buenísima. Eugenia llegó en ese momento y Oswal le dijo: Mamá, estamos a punto de hacer un brindis. …-Eugenia llamó a un mesero e indicó- Champaña para todos, por favor. El mesero volvió con una botella y la descorchó delante de ellos, produciendo un ruido gracioso al hacerlo, la espuma salió y se sirvió en las copas hasta el tope a pedido de Iris. Bien -dijo Eugenia-será el primer brindis de Felicia con nosotros. Y ya sé el tema del brindis-dijo Oswal- El mejor brindis que se puede hacer en familia es por el amor. Amén...-dijeron todos. Porque el amor no falte en nuestra casa, en nuestro corazón; en nuestra familia y amigos y en todas partes del mundo ¡Viva el amor! ¡Viva!-dijeron todos. Y quiero añadir algo más; para ti Felicia... Eres muy hermosa físicamente; sin e
No puedo estar recibiendo a estas alturas tarjetas de payasitos.Víctor, si no ves nada bueno en Felicia...-captó su atención- Ya déjala.Víctor hizo una mueca y le dijo.Aún no, mientras Rachel no regrese conmigo no puedo dejar a Felicia.Y si se diese el caso-lo miró detenidamente- ¿Qué pasará con Felicia?Hubo un silencio molesto en Víctor y que después de dar un gran suspiro dijo:Ella tiene que entender...Parece que el que no entiende eres tú, ella te ama y te idealiza.Pues Felicia debe comprender que esto del amor no es color de rosa y por eso evito llegar a intimidades con ella.Al menos en eso demuestras juicio.Víctor estaba muy incómodo y dijo fuera de sí.Sé que crees que soy un asco de persona, pero tú no estás en mis pantalones y no entie
Le decía “Mi amor” y era la primera vez que lo hacía; cerró mis ojos y disfruté de todo lo que Dios le había concedido, porque si los abría la magia se iría. Después de una hora le me dijo muy cariñoso.¿Quieres comer?Sí tengo mucha hambre...Vuelvo en un segundo...Lo vio caminar desnudo ¡Cielos era divino!, su hombre, porque era suyo, su amor lo convertía en su posesión más valiosa. Trajo una bandeja humeante y se sentaron a comer tallarines y para sorpresa de Felicia estaban deliciosos y le dijo:Deberías poner un restaurante... Algo que diga “La torre del sabor” -reía divertida y añadió-La especialidad del chef tallarines y tallarines.Él. reía con ganas y comentó:Querida no creo que la gente le guste el tallarín de un solo sabor.<
Él pareció espantarse y me dijo.¿Te volviste loca?No era esa la respuesta que esperaba escuchar, ni el terror en sus ojos ante el hecho:Yo te amo.Primero debemos conocernos mejor...-se levantó apresurado.No le agradó la idea, tocó su vientre y se dijo: “Eres una tonta”, si quería que Víctor aceptara la situación debía ser inteligente.Y los días comenzaron a correr…Edgar sospecha todoComo no sabía de ella en muchos días, decidió irla a buscar fuera del trabajo y la vio salir, se la veía delgada y cuando la atajó, ella se sorprendió:¡A los tiempos!Lo mismo digo yo…¿Qué es de tu vida?-la miró detenidamente-no te ves igual.Estoy bien…Algo me dijo que viniera a verte, llámalo sentido arácnido-sonrió.Entonces lo soltó:Estoy embarazada de Víctor.Silencio y sorpresa:¿Él ya lo sabe?Lo va a saber pronto, el día de mi cumpleaños.¿Crees que lo acepte?Silencio, no daba por sentado nada, solo desear que sí. Frente a unos jugos charlamos sobre el asunto en un restaurante y Edgar
Giró la manija y entró. En efecto Víctor se besaba con Rachel y allí se acabaron todas sus pocas esperanzas de que eso fuese mentira.¡Entonces es verdad!-grité fuera de sí.Víctor se separó de ella y se la quedó viendo con rostro de pillado y balbució...¡¡Fe... ¡Felicia!!Lo encaró y le dije:¡Así es la forma en cómo terminas con una mujer!Rachel se puso en guardia y dijo molesta:Víctor me dijiste que ya la habías mandado a volar y veo que no es de esta manera. Víctor estaba en un predicamento: Es que... Felicia, tengo que explicarte... -decía asustado. Rachel se colocó frente de ella: Creo que tendré que ayudarte, Víctor me contó todo, sé que lo ayudaste, permitiéndole que te use para darme celos. ¿USE? ¿No le dijiste nada querido?-giró levemente la cabeza para mirarlo. Rachel, permíteme explicarle a Felicia. No querido, utilizaste a esta tonta para darme celos-decía con altivez y frialdad-aunque, no me llega ni a los talones ¿Nunca sospechaste de lo raro que era coincidir
Al noveno mes entró en labor, agradeció que Julia estuviese apoyando a su mamá en esos momentos, pues estar en un país extranjero era de por sí complicado y necesitaba que alguien estuviese junto a su madre dándole seguridad; iba a ser madre en breve y las emociones se encontraban en su pecho.Fue después de tanto luchar que escuchó el llanto de su hija, fuerte y claro, el doctor le dijo:¡Es una hermosa y grande niña!Se la mostraron, su hija lloraba como enojada por el cambio sonrió, había vencido.“Dios, te entregó a esta niña que es el fruto de mi amor, protégela, cuídala, hazla fuerte, hermosa; pero, sobre todo justa, sabia y que sepa llevar tus mandamientos en el corazón, yo haré todo lo posible porque así sea... Amén”-la besé.La niña era tan hermosa y su madr