Víctor llegó muy serio y me dijo. Felicia ya es hora de irnos. ¿Tan pronto?-pregunté extrañada. Sí... Hermano-dijo Oswal- aún no brindamos. Hagámoslo ahora-propuso Iris- Para aprovechar que la champaña está buenísima. Eugenia llegó en ese momento y Oswal le dijo: Mamá, estamos a punto de hacer un brindis. …-Eugenia llamó a un mesero e indicó- Champaña para todos, por favor. El mesero volvió con una botella y la descorchó delante de ellos, produciendo un ruido gracioso al hacerlo, la espuma salió y se sirvió en las copas hasta el tope a pedido de Iris. Bien -dijo Eugenia-será el primer brindis de Felicia con nosotros. Y ya sé el tema del brindis-dijo Oswal- El mejor brindis que se puede hacer en familia es por el amor. Amén...-dijeron todos. Porque el amor no falte en nuestra casa, en nuestro corazón; en nuestra familia y amigos y en todas partes del mundo ¡Viva el amor! ¡Viva!-dijeron todos. Y quiero añadir algo más; para ti Felicia... Eres muy hermosa físicamente; sin e
No puedo estar recibiendo a estas alturas tarjetas de payasitos.Víctor, si no ves nada bueno en Felicia...-captó su atención- Ya déjala.Víctor hizo una mueca y le dijo.Aún no, mientras Rachel no regrese conmigo no puedo dejar a Felicia.Y si se diese el caso-lo miró detenidamente- ¿Qué pasará con Felicia?Hubo un silencio molesto en Víctor y que después de dar un gran suspiro dijo:Ella tiene que entender...Parece que el que no entiende eres tú, ella te ama y te idealiza.Pues Felicia debe comprender que esto del amor no es color de rosa y por eso evito llegar a intimidades con ella.Al menos en eso demuestras juicio.Víctor estaba muy incómodo y dijo fuera de sí.Sé que crees que soy un asco de persona, pero tú no estás en mis pantalones y no entie
Le decía “Mi amor” y era la primera vez que lo hacía; cerró mis ojos y disfruté de todo lo que Dios le había concedido, porque si los abría la magia se iría. Después de una hora le me dijo muy cariñoso.¿Quieres comer?Sí tengo mucha hambre...Vuelvo en un segundo...Lo vio caminar desnudo ¡Cielos era divino!, su hombre, porque era suyo, su amor lo convertía en su posesión más valiosa. Trajo una bandeja humeante y se sentaron a comer tallarines y para sorpresa de Felicia estaban deliciosos y le dijo:Deberías poner un restaurante... Algo que diga “La torre del sabor” -reía divertida y añadió-La especialidad del chef tallarines y tallarines.Él. reía con ganas y comentó:Querida no creo que la gente le guste el tallarín de un solo sabor.<
Él pareció espantarse y me dijo.¿Te volviste loca?No era esa la respuesta que esperaba escuchar, ni el terror en sus ojos ante el hecho:Yo te amo.Primero debemos conocernos mejor...-se levantó apresurado.No le agradó la idea, tocó su vientre y se dijo: “Eres una tonta”, si quería que Víctor aceptara la situación debía ser inteligente.Y los días comenzaron a correr…Edgar sospecha todoComo no sabía de ella en muchos días, decidió irla a buscar fuera del trabajo y la vio salir, se la veía delgada y cuando la atajó, ella se sorprendió:¡A los tiempos!Lo mismo digo yo…¿Qué es de tu vida?-la miró detenidamente-no te ves igual.Estoy bien…Algo me dijo que viniera a verte, llámalo sentido arácnido-sonrió.Entonces lo soltó:Estoy embarazada de Víctor.Silencio y sorpresa:¿Él ya lo sabe?Lo va a saber pronto, el día de mi cumpleaños.¿Crees que lo acepte?Silencio, no daba por sentado nada, solo desear que sí. Frente a unos jugos charlamos sobre el asunto en un restaurante y Edgar
Giró la manija y entró. En efecto Víctor se besaba con Rachel y allí se acabaron todas sus pocas esperanzas de que eso fuese mentira.¡Entonces es verdad!-grité fuera de sí.Víctor se separó de ella y se la quedó viendo con rostro de pillado y balbució...¡¡Fe... ¡Felicia!!Lo encaró y le dije:¡Así es la forma en cómo terminas con una mujer!Rachel se puso en guardia y dijo molesta:Víctor me dijiste que ya la habías mandado a volar y veo que no es de esta manera. Víctor estaba en un predicamento: Es que... Felicia, tengo que explicarte... -decía asustado. Rachel se colocó frente de ella: Creo que tendré que ayudarte, Víctor me contó todo, sé que lo ayudaste, permitiéndole que te use para darme celos. ¿USE? ¿No le dijiste nada querido?-giró levemente la cabeza para mirarlo. Rachel, permíteme explicarle a Felicia. No querido, utilizaste a esta tonta para darme celos-decía con altivez y frialdad-aunque, no me llega ni a los talones ¿Nunca sospechaste de lo raro que era coincidir
Al noveno mes entró en labor, agradeció que Julia estuviese apoyando a su mamá en esos momentos, pues estar en un país extranjero era de por sí complicado y necesitaba que alguien estuviese junto a su madre dándole seguridad; iba a ser madre en breve y las emociones se encontraban en su pecho.Fue después de tanto luchar que escuchó el llanto de su hija, fuerte y claro, el doctor le dijo:¡Es una hermosa y grande niña!Se la mostraron, su hija lloraba como enojada por el cambio sonrió, había vencido.“Dios, te entregó a esta niña que es el fruto de mi amor, protégela, cuídala, hazla fuerte, hermosa; pero, sobre todo justa, sabia y que sepa llevar tus mandamientos en el corazón, yo haré todo lo posible porque así sea... Amén”-la besé.La niña era tan hermosa y su madr
Lo suponía feliz junto a su gran amor, la modelo, entonces tal vez su recuerdo se había perdido de la mente y el corazón de ese hombre, miró a su hija, tal vez ella nunca representó nada importante; sin embargo, ella tenía lo más relevante de Víctor: una hija, hermosa, sana y fuerte. Una hija que él no disfrutaría nunca.¿Cómo definir la vida de Víctor después de Felicia?Llegó a casa con el obsequio que le iba a dar a Felicia el día de su cumpleaños; sin embargo, sabía bien que tenía todo el derecho de tirárselo encima. Cuando revisó su móvil, tenía un mensaje de Rachel:“Me voy a Colombia”. Solo eso, intentó llamarla y ella le respondió al fin:Dime Víctor.¿Cómo es eso de que te vas?
Víctor sonrió y dijo con tono conmovido mirando a la revista:Después de todos los niños son una ternura, por ejemplo una bebita así debe tener loco a su padre ¿Verdad?Sí, debería tenerlo loco...-estaba nervioso.Yo me hubiera vuelto loco con una bebe como ella y no dejaría ni que me la miraran...Víctor...¿Qué?Recordó la voz de su esposa, una voz chillona por cierto: “Si le dices algo a Víctor sobre el bebe, nuestro hijo saldrá gago, eso dice mi abuela, que a todos los padres habladores les salen los hijos gagos y a veces tartamudos...”. Tragó grueso, no podía concebir a su abogadito gago en la corte, se le espeluznó el cuerpo...¿Qué me ibas a decir?Qué, que es una dulzura esa niña.