En la lucha por salir de la miseria que lo arropaba, Manuel Zúñiga pone en venta la virginidad de su única hija. En su afán desmedido de poder, aceptó un contrato matrimonial con un importante CEO, solo que después de la boda encontró el candidato perfecto para su propio beneficio, pues, Héctor Rinaldi, un temido y respetado Mafioso, quien se interesó en la inocente y virginal chica desde que sus ojos se deslumbraron al conocerla, le ofreció poder y la posición con la que había soñado Manuel durante toda su vida. Solo que el amor y la verdad son armas letales que prevalecen por sobre la maldad y el deseo desmedido de poder. Amanda es tierna e inocente, pero su inteligencia y el amor de su corazón la guiarán y llevarán al camino correcto. ¿Amor o poder? ¿Qué tan valiosa es la belleza y pureza?
Leer más¿De verdad la paz había llegado a la vida de Amanda? Pasaban los días y con ella experimentaba su nuevo rol de madre. Lo más impactante era que se habían acabado los problemas y su matrimonio se fortalecía cada día.Liam estaba recibiendo terapia y por complacer a Amanda en su petición de avances importantes, también habían iniciado secciones estéticas que lo hacían ver apuesto y sentía más seguridad en sí mismo.—Hija. —Se presentó Ana y los gemelos la recibieron con gran algarabía y amor notorio.—Pensé que no vendrías a verme hoy.—He venido a informarte que me iré de viaje junto a Leo. Es un viaje de negocios y él me ha pedido que no lo deje solo.En los ojos de Ana se podía apreciar la tristeza por la despedida. Más porque sus nietos se habían encariñado mucho con ella y era mágico estar en su compañía.—Espero que tengas un excelente viaje. No puedo ser egoísta y dejar a Leo sin su esposa.—¡De verdad lo voy a extrañar demasiado! —De inmediato sus ojos se nublaron con cada palab
Después de lograr su objetivo, Helen estaba feliz, pero a partir de ese día había perdido la paz. Los mareos fuertes y desestabilizantes se apoderaron de su cuerpo, haciendo que la mayor parte del tiempo estuviera en la cama.Con los días se sumaban dolores fuertes e incómodos de cabeza y los mareos no querían desaparecer. Todo parecía a la fuerza y su embarazo no parecía avanzar.—Señora —se presentó María. Ella se había enterado de lo que estaba sucediendo y decidió regresar con ella y estar a su lado.—María. Siento que la vida se me escapa.—Solo son malestares del embarazo, estoy segura de que con el tiempo va a recuperar la salud y finalizando el ciclo de gestación estarás como nueva.—No, María, ya estuve embarazada y no se siente de esta manera. Ha pasado mucho tiempo desde que no me siento bien y no cambia mi condición.María se exaltó bastante con esas palabras, pues jamás había visto esa mirada aterrada de su jefa. Ella hablaba como si no quería continuar y se había rendido
Con cada paso y en conjunto a las palabras de Helen, se volvían confusas sus ideas, pues en un instante hasta regresó al momento en que Manuel le ofrecía a su hija a cambio de dinero y posición.«Flashback»—Aquí estoy, señor Rinaldi. Es un placer poder conocerlo en persona.—No estoy necesitando personal y no sé de qué está hablando.—Usted mismo me invitó a este lugar. Permítame presentarme, mi nombre es Manuel Zúñiga.—Usted. —Él se apartó para poder hablar en privado. —¿Usted es la persona del anuncio en la web?—Así es. Soy el padre de la chica que aparece en las imágenes. Bonita, ¿cierto?—Me interesa que sea pura, pero lo más interesante es que sea inteligente, pues sería muy buena candidata para convertirse en la madre de mi futuro heredero.—Ella es quien ha llevado el negocio familiar. Es quien se encarga de las finanzas y por su estrategia está funcionando mejor de lo que incluso pensé en un inicio.—Suena perfecto.—Ofrezca una cantidad que me pueda convencer y será la señ
Terminó la llamada, pero el cuerpo de Amanda se encendió en llamas, pues con la petición de su padre se había quedado entre la espada y la pared.Se le veía desorientada mientras se miraba al espejo, pues no podía dejar de pensar en la exigencia de su padre. Elliot entró a la habitación y al ver que aún estaba mojada, se dirigió a ella, pero parecía que hablaba solo, ya que ella no respondía.—¡Amor! —ella se espantó cuando él la tocó. —¿Qué sucede?—¡Por favor, vámonos lejos! Regresemos a esa isla que nadie conoce, así ese hombre no me podrá encontrar.Ella temblaba y se veía realmente alterada. El panorama no se veía bien y Elliot de inmediato se preocupó, así que la acompañó al closet para hablar en privado y así conocer lo que le sucedía a su esposa.—¿Quieres que llame a tu madre o quieres ir a emergencias?—No. Yo quiero que nos vayamos lejos, donde nadie nos encuentre.—Me quieres contar lo que sucede.Ella le contó sobre la llamada y por cómo se veía, Elliot de inmediato supo
Lo que sus ojos veían lo llenaban de felicidad, pues en ese cuarto de hospital estaba todo lo que amaba y mucho más... Con pasos lentos y una gran emoción que rebosaba su pecho, se acercó a los gemelos y al conocerlos se estremeció por completo. Ver esas pequeñas personitas que él había creado. Sangre de su sangre… Le parecía un sueño, pero un hermoso y perfecto sueño.—¡Son perfectos! —enseguida llevó su mirada cálida y emocionada hasta donde se encontraba Amanda. —Gracias por tan hermoso regalo. No tengo con qué agradecerte la inmensa felicidad que hoy siento en mi pecho.—Solo te pido que seas un padre para mis tres hijos —acarició el cabello de Liam. —Un padre presente y que solo les brinde amor y protección.De los ojos de Elliot salieron lágrimas. Él no sabía cómo llamar a todo lo que estaba sucediendo en su interior en ese momento, pues la emoción era fuerte y la sentía en lo más profundo de su alma.—No puedo prometer lo que por derecho me corresponde hacer. De nuevo, gracias,
Todo se había nublado y el miedo se apoderó por completo del cuerpo de Amanda. Su cuerpo estaba tan tensó, que no podía pensar con claridad y solo se hacía culpable de ver a Liam tirado en el suelo y con una mancha de sangre evidente.—Hija, ¿estás bien? —se acercó su madre, pero ella no escuchaba nada y sus ojos estaban directamente clavados en el pequeño, mientras sentía todo su cuerpo tensado e inmóvil.—Llamen a una ambulancia —gritó Elliot en cuanto vio la sangre. —¿Qué has hecho, hijo?—Estoy bien, papá. ¿Amanda está bien?En ese momento él miró a su esposa y descubrió sus ojos de espanto y su color de piel totalmente pálido.—Ella está bien, algo asustada, pero bien.Él no quería asustar al pequeño, pero lo que veía no le gustaba para nada. Amanda estaba en shock. Él no sabía si era debido al susto o también había resultado herida. Ese momento fue perturbador y pausado para él, ya que no quería separarse de hijo, pero necesitaba estar con su esposa.—Señor, lo ayudaremos a llev
—¡Desgraciada!Al terminar la llamada Helen quedó más histérica y enojada que nunca. En su mente hacía culpable a Amanda y sintió que había llegado el momento de sacarla del medio y tomar el lugar que desde siempre le había pertenecido.Sin pensarlo más fue por sus cosas, pero en el proceso María se percató de su mirada desenfrenada y no pudo resistir y se dirigió a ella.—¿Está usted bien, señora?—¡Noooooo! Nada está bien. —gritó como loca —¿Cómo puedes preguntar esa estupidez? ¿Me veo bien? Una intrusa se ha quedado con todo lo que es mío, pero ya no más. Hasta hoy le ha llegado la dicha a la maldita perra.—Señora, pensé que estos meses en tranquilidad habían servido para hacerla reaccionar.—¿Le llama tranquilidad a esto? Esto es un estorbo de una fatídica noche.Helen había enloquecido más, ya que se empezaba a notar su embarazo y aunque tomó pastillas para interrumpirlo, no había pasado nada.—¡Señora…!Ella no la quiso escuchar y con mal humor evidente se marchó. Parecía que e
«Ring, Ring, Ring»Victoria estaba acostada en su cama cuando el horrible y molesto sonido del celular la hizo salir de su comodidad.—¿Sí?—Te pido perdón desde lo más profundo de mi alma. Estoy consciente de que como seres humanos cometemos errores, pero también reconozco que no puedo vivir sin ti.—Hola, Elías —saludó con tanta tranquilidad que él lo tomó como sarcasmo. —¿Cómo te encuentras?—Mal, cada día sin ti, para mí es un infierno y lo único que deseo es que me perdones y volvamos a ser la familia que somos.—Yo te perdono. Si me conoces bien, sabes que no suelo guardar rencor en mi corazón, pues es una carga pesada que no estoy dispuesta a llevar.—Gracias, mi amor, siempre he sabido que posees un hermoso corazón. Fui un idiota al fallarte, un gran idiota, te prometo que volverá a suceder. ¿Cuándo puedo regresar?Ella lanzó una carcajada que lo dejó más que sorprendido. —Yo te perdono, pero ya no te quiero en mi vida.—Victoria, por favor, amor. Recuerda todo lo vivido y los
El sentimiento de perdedora era algo que no caracterizaba a Helen y todo lo ocurrido con Elliot era más que una falta de respeto. Esa noche no durmió tratando de atar cabos y buscando la mejor manera de eliminar a todos los que amenazaban con quitarle su paz y tranquilidad.—¿Te sientes bien? —se acercó María, preocupada por lo que apreciaba en el rostro de su jefa.—No. No estoy para nada bien —En ese momento miró a su sirvienta. —¿Qué es lo más loco que harías por amor?La sirvienta pensó un momento, pues no sé, esperaba la pregunta. —Pues luchar hasta tener lo que me pertenece.—¿Sin importar nada más?—Muchas veces tenemos que volvernos egoístas y solo pensar en nosotros.Las ideas parecían acomodarse en la cabeza de Helen. La noche había sido un desastre, pero tenía que volverse egoísta como lo acababa de decir su sirvienta.—Creo que me has dicho lo que necesito escuchar. Ahora vete a dormir y no te preocupes por mí. Te prometo estar bien.María se retiró y ella se quedó en el c