Manuel caminó de regreso, pero estaba algo asustado, pues no conocía la respuesta que obtendría al reunirse con Héctor.
—Le puedo asegurar que no estaba al tanto de lo que estaba sucediendo con mi hija y este matrimonio.—No creo que seas tan inocente como lo explicas.Él lo miró mientras movía algunas canicas que tenía en su mano, esa era una forma de relajarse en momentos de tensión como el que había vivido minutos atrás.—No voy a negar que en mi desesperación conocí al señor Walton y él también supo de aquella página web donde estuve vendiendo la virginidad de mi hija, pero no me esperaba que después de aceptar en un momento de desesperación todo iba a suceder tan rápido.—No me importan ninguno de tus argumentos, solo deseo que traigas a tu hija a mi vida.Él abrió los ojos como platos, pues no se esperaba tal petición. Pensaba que como ya había escuchado que su hija no era virgen y estaba casada, le dejaría de interesar cualquier tipo de negocio.—Prometo que hablaré con ella y la haré entrar en razón.—Debo felicitarte por tan bella flor —él lo miró con una sonrisa —Debiste acercarte a mí con más anticipación, así no tendría esta llamas encendida en mi pecho al tener que marcharme cuando lo único que deseo es tenerla a mi lado en todo momento.—Prometo que muy pronto estará entre nosotros, desde siempre ella ha hecho mi voluntad y aunque ahora está enojada, pienso que nada va a cambiar.—Espero que todo salga como lo has dicho, pues debo confesarte que de solo mirarla y conocerla, tu hija ha robado toda mi atención y puedo decir que también mi corazón. Si es tengo —terminó con un sarcasmo.El rostro pasivo de Héctor y las palabras que le había expresado en ese momento devolvieron la tranquilidad a Manuel, pues aunque necesitaba tiempo para convencer a su hija del próximo paso, también estaba feliz de que no perdería todo lo que había obtenido hasta ese momento.Él estaba tranquilo y feliz, mientras Amanda entró al jardín llorando desconsolada, ella sentía un dolor inmenso en su corazón, pues desde muy pequeña estaba al lado de su padre, lo ayudaba en aquella panadería y era quien se encargaba de sus finanzas. En todo momento sacó sus lágrimas y estuvo a su lado fielmente, así que no podía solo aceptar en la persona que se había convertido de un día para otro. Eso le dolía en lo profundo de su corazón.—Trata de tranquilizarte, esas personas se han marchado y ordené que no lo dejarán entrar si deciden regresar.—¿Cuánto pagaste para convertirme en tu esposa?—Yo no pagué, para convertirte en mi esposa. Yo solo intenté ayudar a tu padre al verlo derrumbado.Con sus manos limpió su rostro y luego se dirigió a Elliot —¿Ayudarlo?—¡Así es! Conocí a tu padre cuando su auto tuvo el accidente. Ese día él estaba desesperado y me contó sobre su situación. También me ofreció un matrimonio, solo para que pudieras tener una mejor vida.—Lo has hecho bonito para que me sienta mejor.—No. No conozco a tu padre recientemente, como te dije antes, lo conocí cuando el auto en el que transportaba la mercancía de la panadería se accidentó.—¿Fuiste tú quien le regaló aquella camioneta?—Sí. Traté de ayudarlo para que se mantuviera siendo el gran ser humano que era hasta ese momento.—Creo que no entiendo nada. ¿Cómo llegaste a un acuerdo de matrimonio?—Me tocó viajar fuera del país y fue como perdí toda comunicación con tu padre. A mi regreso me encontré con una página web…—No te detengas.—Al parecer con el último acontecimiento en la panadería, cuando entraron y robaron todas las máquinas con las que trabajaba, lo llevó a cometer una estupidez. Pues creó un anuncio vendiendo tu virginidad por algunos miles de dólares.Ella no podía creer lo que había escuchado, llevó ambas manos a su boca, estaba totalmente sorprendida.—Yo fui el precio a pagar por todo lo malo que estaba aconteciendo en ese momento.Él sintió su dolor, así que acarició su cabello y ella continuaba llorando desconsolada.—Nunca voy a entender por qué mis padres no escogieron un aborto, hubiese sido más fácil.—No digas eso, todas las personas tienen un propósito en la tierra.—¿Cuál es el mío? Mi madre abandonó a mi padre y se fue con un hombre adinerado y ahora mi padre me vende como si fuera pan de la panadería.—El mundo está lleno de errores, pero eso no le quita lo hermoso de permanecer con vida.—Sígueme contando, quiero saber todo lo que sucedió entre ustedes, hasta ese acuerdo del que hablaste hace un rato.—Cuando pude acercarme a él, me ofrecí ayudarlo a cambio de que sacase el anuncio de la web.—¿Y en ese momento plantearon los pormenores de este matrimonio?—Sí —respondió dando los pasos al frente —No soy inocente del todo, pues de la misma manera que tu padre te quería casar para tener dinero. Yo estaba necesitando una esposa para arreglar algunos problemas que he estado enfrentando en mi vida.—¡Así ambos consiguieron lo que deseaban!—Eres una mujer hermosa que cualquier hombre estaría dispuesto a dar su vida por mantenerse a tu lado, nunca pienses cosas negativas y tampoco le restes valor a tu vida.Ella talló sus ojos y limpió sus lágrimas.—Me habías informado que tenías que salir a hacer unas cuestiones de suma importancia, perdón por quitarte el tiempo.—Ya no deseo salir ¿Me acompañas a mi oficina? No quiero dejarte sola.Elliot tenía una montaña de trabajo acumulado, al cual no había prestado atención, y ese día inició tratando de buscar el documento que había firmado el padre de Amanda, pues el mismo día de la firma él lo había perdido.Ella lo ayudó a organizar y adelantar trabajos, así ella dejó de pensar un poco y se mantuvo ocupada por un largo rato.—¿Qué haces aquí? Te dije que te mantuviera muy cerca de Elliot.—En cuanto me vio, ordenó que me marchara, pues quería quedarse solo con su esposa.—¡Maldita bruja! —Lo mismo le dije a Sarah. Si vieras lo bien que la trata el señor, es que jamás lo vi sentirse tan cómodo con una recién aparecida.—Pues que no se sienta tan cómoda, porque muy pronto haré de su vida un infierno y saldrá corriendo por donde vino.—No puedo creer que mi jefe haya elegido una mujer tan insípida para contraer matrimonio.—Pienso que estaba desesperado y esto lo llevó a tomar la primera decisión que tenía enfrente. Necesito tu ayuda, María. Debo volver con mi esposo y ser la señora Walton.—Le dije que estaba perdiendo mucho tiempo, había sido más fácil cuando aún estaba solo.—Esa muchachita es un cero a la izquierda. No creo que en un solo día él tenga sentimientos hacia ella. Aquí lo necesario es acercarme a él y meterlo de nuevo en mi cama. ¿Viste cómo hizo que me sacaran cuando intenté impedir la boda? Pienso que aún tienes sentimientos hacia mí.—Desde que usted se marchó he guardado la esperanza de que vuelvan a unirse como una familia.—Para eso he regresado y necesito tu ayuda, ya que estás cerca de él.—Puedes contar conmigo para lo que necesite. Yo estaré muy cerca y seré sus ojos y oído dentro de la mansión Walton.—No quiero dejar correr mucho tiempo, así que debo idear un plan para ejecutarlo cuanto antes.—Te informo que ya no vive en la mansión que está en el centro de la ciudad. Ahora viven en la mansión que está en las colinas.—¿En la mansión de los jardines?—Sí.—Entonces cómo harás para mantenerte cerca, pues te toca trabajar en la mansión del centro de la ciudad.—La única opción que tengo hasta ahora es Sarah. Aunque me toque suplicarle, voy a ir con ella y le contaré que deseo trabajar en su compañía.—Esa vieja Sarah. Ella es quien conoce todos los secretos de tu jefe, se mantiene muy cerca en todo momento, y pendiente a cualquier tipo de necesidad.—Por eso es que confío en ella para mantenerme cerca de mi jefe y tener información fresca para usted.—¿Qué haría sin ti, María? Gracias por permanecer a mi disposición, aunque mi matrimonio con Elliot acabará.—Siempre voy a estar presente, y ahora que lo mencionas. Siento que la mejor manera de acercarte al señor Elliot es arreglando el error que dejaste cuando te marchaste.Ella se quedó pensativa, pues no quería ni siquiera tocar ese tema, estaba en pleno conocimiento que no solo cometió un error al abandonar a su familia por vergüenza, sino que todo el dolor que provocó lo podría pagar al volver a acercarse.Una noche larga para Amanda. Su esposo intentó hacer el amor nuevamente, pero se sentía con ardor en su zona íntima y eso lo impidió, así que después de dejar a Elliot en la cama durmiendo, salió al gran balcón que tenía en su habitación.Para ella no era nada fácil acostumbrarse al gran giro que acababa de dar su vida, incluso pensaba que permanecía en un sueño. Así pasó gran parte de la madrugada y cómo se durmió profundo cuando despertó, ya Elliot no estaba en la cama.—¡Buenos días, señora! —se presentó el ama de llaves con una taza de té —El señor me encargó que trajera esta infusión para usted.—¡Buenos días, Sarah, eres tan amable!—Para eso estoy en este lugar, para cumplir con lo que usted ordené. El señor me ha dejado a cargo de su salud. ¿Cómo se siente en esta mañana?Amanda se tornó sonrojada, pues no sabía cuáles eran las palabras correctas para explicar el ardor y las presentes molestias que sentía en su zona íntima a la hora de ir al baño a orinar.—Es qué, después de…
Un nuevo día los iluminó y Amanda se dirigió a visitar a Liam. En esa ocasión él la esperó con una gran sonrisa, pues ella le había prometido que juntos iban a armar un rompecabezas gigante.Ella en cuanto abrió la puerta le mostró la caja y él fue sumamente feliz. Las piezas estaban por todos lados y ambos estaban concentrados ordenando aquel difícil reto.—¡Permiso! —se presentó Sarah llevándose la sorpresa de encontrar un rostro sonriente en el pequeño Liam —¿Qué desean almorzar?Amanda la miró colocando un dedo en su barbilla y luego volteó hasta donde estaba el pequeño aún concentrado. —Hoy le toca elegir a Liam.Él reaccionó sorprendido, y al mirar a Sarah y encontrar una sonrisa se sintió en confianza —¿Puede ser pasta? —preguntó sonrojado.—Debes pedir todo el menú.Él pensó por unos minutos y luego decidió hacer su petición: —Sería genial, una pasta roja con camarones y un jugo de frutos rojos.Sarah no podía creer lo que escuchaba, pues Liam estuvo bajo sus cuidados desde mu
La noche se sentía algo pesada y Amanda sintió incomodidad después de escuchar los gritos del primer piso. Ella no quiso acercarse para saber de qué se trataba, pero sintió miedo y se quedó con Liam para hacerse compañía mutua, allí durmió muy cómoda.—¡Buenos días, señor! Pensé que vendría un poco más tarde. Ya mismo le preparó su puesto en la mesa para el desayuno.Ella se percató de que Elliot miraba en todas las direcciones como buscando a alguien.—¿Dónde está mi esposa? Acabo de regresar de nuestra habitación y ella no estaba allí.Sarah imaginó saber dónde se encontraba. —Veré si no estoy equivocada.Ella subió las escaleras y Elliot la siguió. Se sorprendió mucho al ver que se dirigía a la habitación de Liam, así que avanzó para ver lo que estaba sucediendo y al entrar encontró a Amanda peinando al pequeño mientras ambos cantaban muy felices.Sus ojos rodaron por la habitación y observó el rompecabezas que estaba casi terminado y la jarra de agua que nunca tomaba Liam estaba v
Disfrutando del sol, la arena, la playa y sus cuerpos desnudos. Amanda y Elliot recibieron un hermoso atardecer. Él realizó algunas llamadas porque había decidido quedarse en la isla hasta el día siguiente. Ese lugar en compañía de Amanda se había convertido en todo lo que estaba necesitando.—¿Nos quedaremos? —preguntó Amanda contemplando el hermoso atardecer.—Así es. Aquí tenemos comida suficiente para pasar la noche contemplando este hermoso lugar.—Me ha gustado mucho—Que estés presente lo convierte en mágico, insisto que tu compañía me regala la paz que yo mismo no sabía que estaba necesitando.—¿Eso es un sentimiento? —preguntó con ingenuidad.Él suspiró y la miró a los ojos —Los sentimientos son algo locos y pueden confundirnos con gran facilidad.—¿Es malo tener sentimientos? ¿Eso dices?Él la abrazó y la acercó a su pecho con mucho amor —Me encanta que vivas en tu burbuja, allí nada te podrá hacer daño.—¿Eso quiere decir que mientras esté en mi burbuja no puedo tener senti
Nada puede ser para siempre, aunque así lo deseemos. Amanda y Elliot estaban de regreso y solo una hora después tuvieron que separarse y regresar a sus vidas cotidianas. Quien más lo lamentó fue Elliot, pues la tranquilidad y el placer que sentía en aquella isla eran más que un sueño.—¡Hola, Sarah! —Amanda se presentó en la cocina con una estrella de mar y unos caracoles que recolectó para llevar a casa.—¡Hola, joven! Por la enorme sonrisa que muestran sus labios puedo suponer que ha disfrutado bastante de su paseo.Como niña pequeña, Amanda le contó a Sarah de su aventura en el mar y la belleza del firmamento. En cada palabra se podía ver expresada su inmensa felicidad.—Ahora iré a contarle a Liam y a mostrarle las hermosas fotos que he tomado para él.—Eso no será posible, joven —la detuvo Sarah y hasta ese momento se percató de que había regresado María.—¡Bienvenida de regreso, señora! —saludó María de una manera forzada —. El niño ya tomó su medicamento y está durmiendo. Le in
Ana regresó a la mesa con tristeza marcada, pues ese se había convertido en el día más feliz y más triste al mismo tiempo. Ver a su hija la hizo recordar su doloroso pasado.—¿Te sucede algo amor? —ella negó y el apuesto caballero tomó su mentón y mirándola a los ojos se dirigió a ella. —Ana, te conozco bien y sé que ha sucedido algo.—Recuerdas a mi hija, la niña y la historia que te conté.Él miró alrededor buscando un rostro parecido y fue cuándo observó a Amanda salir de la mano del importante y respetado CEO. —¿Es ella, cierto? —Ana asintió.—¿Cómo lo supiste? —Es que heredó tu belleza y disciplina, eso lo puedo percibir con cada paso que dio esa joven al dirigirse a la salida.—Ella me odia —apretó la mano del caballero e hizo un gran esfuerzo para no derrumbarse en ese lugar y dejar una mala impresión.—Si también heredó la belleza que posees en tu corazón, no creo que eso sea cierto.—No quiso que me acercará, es que, es que ni siquiera me miró a los ojos. Me duele, Leo.—No
Manuel llegaba a su casa del casino y cuando estaba entrando se percató de que se estaba acercando un lujoso auto y enseguida se dio la vuelta sospechando que se trataba del jefe.Él estaba en lo correcto, ya que aquel auto se detuvo justo frente a su casa.—¿Hasta cuándo me tendrás esperando? ¿Acaso ya no te interesa la oferta que te he propuesto?Manuel intentó acercarse y los escoltas del temido mafioso lo revisaron por completo antes de que pensara en avanzar el segundo paso.—Esta limpió —informó su hombre de confianza y entonces él se acercó al vehículo blindado y llenó de escoltas.—Le dejaré un mensaje con una invitación para que venga a casa y así poder hablar con ella sin interrupciones.—¿También estaré invitado? —expresó imaginando su tierno e interesante rostro. No había ese momento en que pensara en esos hermosos ojos azules sin que provocará una sonrisa y un suspiro largo.—Lo mejor es que hablé con ella en privado y así poder recuperar su confianza. Como pudiste ver, e
Al abrir sus ojos sabía lo que tenía que hacer y no quería seguir pensando. Así que tomó su celular y en cuanto escuchó la voz de su padre iniciaron las preguntas.—Solo deseo que me respondas con la verdad ¿Te importa mi felicidad?—¡Hija mía! No imaginas el deseo tan inmenso de querer escuchar tu voz que sentía ¿Cómo estás?—Estoy muy bien, pero te acabo de hacer una pregunta y espero respuesta.—Siempre me ha importado tu felicidad y todo de ti, pero como sabes, las personas tendemos a cometer errores ¿No me dejarás de amar y respetar por eso? ¿O sí?Amanda sintió un espacio de esperanza. Ella no sabía lo mucho que estaba necesitando esas palabras, y escucharla le llenaron el hueco que tenía vacío y le quitaban el sueño.—Me sentía sola y triste pensando que ya no era de esa manera, no sabes cuánto me alegra escucharte.—Tengo deseos de darte un abrazo fuerte, hija mía.—Nos podemos sentar en el jardín y hablar un poco ¿Vienes?—No. Yo me he arrepentido de haber hecho que te cases