Tania Rivera es una chica dulce, siempre soñando en como seria su vida después de casarse con el millonario y apuesto Sebastián del Valle. Con la ilusión de cuento de hadas, Tania solo tiene ojos y vida para complacerlo a él, pero pronto se dará cuenta que no es el hombre que creyó que era, no hasta que apareció uno que la hizo replantearse toda su existencia.
Leer más—¿Estás segura que ellos te dijeron que estarían en casa? –cuestiona Alexey y yo asiento aunque ya me imagino por qué todo se ve tan solo.—Si, les mandé un mensaje para que supieran que veníamos, no hay equivocación. —Que raro que todo esté tan en silencio. Alexey abre la puerta y entra encendiendo la luz, sus padres salen de algún lugar en dónde se encontraban escondidos y gritan ¡Sorpresa! Lanzando papeles de colores a la cara de mi guapo ruso y yo río divertida.Él apenas puede creer que lo hayan recibido de esa manera, así que se gira hacia mi y me mira con sospecha. —¿Tú sabías sobre esto? –cuestiona y niego con la cabeza. —También estoy sorprendida, mira. –finjo una mueca de sorpresa pero soy mala actriz. —Si claro, muy sorprendida. –me acusa y me abraza a su cuerpo mientras sus padres se unen a este momento. —Estamos felices de que hayan vuelto. Sobre todo después de la noticia que nos ha dado Tania, ¡Tendrán un bebé? Es una maravilla. —Tania te mintió mamá, –asegura y
Cinco meses después.—Pide un deseo. –le digo mientras prendo la vela de un pequeño pastel que yo misma cociné...por primera vez en tres meses. Alexey sopla las velas y me sienta sobre su regazo, deja un beso sobre mi hombro y muerde el pastel. Sabía que su gesto amoroso no era más que una distracción, para evitar que lo enterrará en el pastel por completo. Han sido cinco meses increíbles en los que hemos conocido lugares que jamás creí conocer. Nuestra relación se ha hecho mucho más sólida y ahora no hay cosa de mi que él no sepa ni cosa que yo no sepa de él. Somos el mejor equipo al que pude haber aspirado algún día y todo es mucho más fácil si él está a mi lado. Hemos hecho lo que dijimos que haríamos y nos ha funcionado bien, ha pintado cuadros preciosos que termina por vender en las galerías de arte de cada lugar al que hemos ido. Casas de antigüedades y tiendas de arte independiente. Yo, he tenido que moverme hasta ciertos lugares junto con él para organizar jardines gracias
—Mis padres quedaron encantados contigo. —También yo con ellos. Son unos padres muy hermosos Alexey. Ahora veo de dónde es que vienes. Tu escencia y todo lo que eres es igual de bonito a lo que son tus padres. —Tú eres la persona con la escencia más bonita que conocí en toda mi vida. —¿Hablabas en serio cuando dijiste que querías irte a viajar por el mundo? —Hablaba muy en serio. —Siempre quise tener una casa rodante. –confieso y río por qué siempre me imaginé viviendo en una. —Conozco a alguien que tiene muchas de esas. Mañana mismo iremos a buscar una, ¿te gusta la idea? —Me encantaría. Alexey me abraza a su cuerpo y yo descanso mi cabeza en su pecho, aspiro su aroma y me río del rumbo que toman mis pensamientos. —¿Qué es tan gracioso? —Tu aroma me excita. –confieso y lo siento reír sobre mi frente. —¿Aunque no me haya bañado? —No hueles mal. Tu aroma es...delicado y me gusta, pero no es tu perfume solamente, es una mezcla de todo tú junto. —No quería sonar muy raro per
Y por fin estamos aquí, mis nervios se hacen más grandes conforme avanzamos por las calles de Rusia. Debo admitir que es un lugar bonito y frío, la nieve solo la vi una vez en mi vida por qué en la ciudad donde vivía no había muchas nevadas y cuando decidíamos salir a conocer lugares por lo regular eran cálidos por qué mamá odia el frío. Pensamientos intrusivos quieren colarse en mi buen humor pero los detengo antes de que sea tarde, hoy solo quiero pasarla bien y conocer a los padres de Alexey. En cuanto llegamos a nuestra casa, preparamos una maleta pequeña y tomó un auto del garage...uno lleno de autos, debo agregar y nos lanzamos en esta nueva aventura. Solo pude pedirle a Gladys que se hiciera cargo de mi jardín y a Antón del negocio por qué me iba a conocer a los padres de mi novio.Ambos se alegraron y me aseguraron que estaría en buenas manos. Y no lo dudo, confío mucho en ellos dos.—¿Estas lista para ser recibida con mucha miel? —Nerviosa es lo que estoy. —Pero si te l
—¿Qué planes tienes para cuando vuelvas, Tania? –cuestiona Adán, el padre de Leah mientras comemos lo que catalogué como el mejor postre del mundo. —Alexey y yo nos tomaremos unas vacaciones para conocer a sus padres.—¿Estás lista para conocer a tus suegros? –cuestiona Lila mientras sube las cejas de manera sugerente.—Si, eso creo. Me da algo de miedo conocerlos y que no me acepten. Pero Alexey ya me tranquilizó acerca de eso. —Ellos no han conocido a otra mujer en mi vida desde lo que sucedió con Emma. Así que cuando les hablé de Tania, ellos se mostraron muy felices y mueren por conocerla. —Me alegro mucho por eso. Es tan increíble ver qué ya no son unos niños. Es decir, no los conocí a todos en esa etapa pero si a mí Leah y todos están en la misma edad y... bueno, casi todos. –señala a Antón y Alexey que son ligeramente más grandes–, en fin, lo que quiero decir es que todos lucen tan maduros que apenas puedo creer que un día fueron tan pequeños y vulnerables —Es la cosa de c
—Ese baño me cayó de maravilla. Siento que recuperé diez años. —Mi rodilla no piensa lo mismo, pero al verte así se me olvida que duele. –asegura mientras se pone detrás de mi. Deja pequeños besos sobre mis hombros y luego de a poco baja el tirante de mi blusa. La escena se vuelve aun más caliente cuando lo hace frente al espejo y puedo ver su rostro mientras acaricia mis senos. Dejo el cepillo en su lugar y las piernas comienzan a temblarme, Alexey tiene una habilidad increíble a la hora de tocarme y lo compruebo una vez que sus dedos se cuelan dentro de mis bragas y acarician mis labios. La mano libre me abraza con fuerza a su cuerpo evitando que me deshaga ahí mismo mientras la otra roza de manera circular mi centro. Me vuelvo toda gemidos y jadeos cuando un orgasmo me llena de sensaciones todo el cuerpo. Apenas me recompongo un poco y mis ojos se encuentran con mi reflejo, su mirada deseosa me mira y me hace sentir como una presa delante de su cazador.Alexey baja mis bragas
—Muchas gracias por cuidarlos Tania. —En realidad Alexey fue quien los cuidó la mayor parte del tiempo. No pude seguirles el ritmo, son una barbaridad. —Sí, son dinamita pura. No en vano parezco su abuelo.—Para nada, pero entiendo a que te refieres. Yo con un día siento que envejecí por lo menos dos años de la espalda. –aseguro y ríe. —Es un buen hombre, Alexey. Nunca conocí a alguien mejor para Emma que él. Y mira que ella era un imán para hombres, pero el ruso de cara bonita la conquistó.—¿Ella era bonita? –cuestiono y Antón me mira divertido. —Realmente no, o sea no me lo tomes a mal pero Emma no era bonita, pero lo compensaba su manera de ser. Era la persona más dulce que pude conocer en la vida, ella...me ayudó con los niños cuando nacieron por qué mi ex no quería saber nada de ellos. Fueron como sus hijos por un momento, luego se embarazó y todo se complicó. Alexey no volvió a ser el mismo desde que ella se fue. —¿La amabas mucho? —Como no tienes idea, Tania. Pero ella n
—¿Cómo fue que accedimos a cuidar a los gemelos? –cuestiono mientras Elian y Emiliano corren por el parque. —Leah secuestró a su padre. Al parecer quedó enamorada de Antón y bueno él está muy emocionado. –responde Tania como si para ella hubiese sido tan obvio. —Antón siempre ha sido un buen hombre. –aseguro y su mirada repara en mi. —¿Cómo sabes eso? ¿Eran amigos o algo así? —Bueno no, pero Emma y él se conocían desde hace mucho tiempo. Fueron amigos desde la preparatoria, luego coincidimos en el vecindario. Claro que yo no era muy sociable pero jamás le impedía que ellos dos hablarán. Al parecer a su esposa no le hacía gracia su amistad. Emma siempre quiso congeniar con ella pero no pudo. —¿Dirías que Antón es buen partido para Leah? —Desde que ella lo dejó con los gemelos no hizo más que dedicarse a ellos. Emma estaba enamorada de ese par de niños. Solo pudo disfrutarlos un año. Ella estaría feliz de ver lo grandes que están ahora. —Seguramente ella lo está, desde donde se e
—Alexey, no te robes toda la atención. –pide Anthony llegando hasta nosotros.—Es lo que menos quiero. —Necesito que me ayudes con algo, ¿Puedo robarme a tu novio? –cuestiona Anthony y yo asiento. —Volveré pronto. –me dice y yo dejo un beso sobre sus labios antes de que Anthony lo aleje de mi. Camino hasta la mesa pero antes de llegar me detengo en la barra y tomo una botella de agua. —¿Estás feliz? Bailando con ese idiota delante de todos. Presumiendo su romance de película mientras les aplauden festejando que conseguiste a alguien mejor. ¯Estas ebrio, deberías irte. —¿Y ahora tú me vas a dar órdenes? ¿Tengo que obedecer y ya? No eres mi jefa. —No estoy tratando de darte órdenes, Damián. Solo no quiero que arruines la noche de mi hermana con tu imprudencia.—¿Le llamas imprudencia a mi dolor? –cuestiona molesto mientras me toma por los hombros de manera violenta–, ¡Me dejaste cuando más te necesitaba! —¡Me alejaste cuando yo más lo hacía! –respondo zafandome de su agarre-, no